domingo, 30 de abril de 2017

¿Qué significa “Aleluya”?


Y ¿por qué se usa tanto durante la Pascua?

Durante los 40 días de Cuaresma la palabra “Aleluya” desaparece de la liturgia de la Iglesia. No se dice ni una vez. Luego, durante la Vigilia Pascual, el sacerdote entona el gran Aleluya y parece que la Iglesia no puede dejar de repetir esta palabra una y otra vez. Pero ¿por qué?
¿Qué significa y por qué está tan estrechamente asociada a la temporada de Pascua?
Aleluya, del latín halleluia, tiene a su vez raíces hebreas en hallĕlū yăh significa “alabad a Dios”. Se encuentra más comúnmente como una especie de antífona que se repite al final de los Salmos. También se encuentra en el libro de Tobías, donde se utiliza como un himno de alabanza para cantar en la nueva Jerusalén.
“Las plazas de Jerusalén serán soladas con rubí y piedra de Ofir; las puertas de Jerusalén entonarán cantos de alegría y todas sus casas cantarán: ¡Aleluya!” (Tobías 13:17)
No es de sorprender que también aparezca en el libro de Apocalipsis.
“Después oí en el cielo como un gran ruido de muchedumbre inmensa que decía: ‘¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios, porque sus juicios son verdaderos y justos; porque ha juzgado a la Gran Ramera que corrompía la tierra con su prostitución, y ha vengado en ella la sangre de sus siervos’. Y por segunda vez dijeron: ‘¡Aleluya! La humareda de la Ramera se eleva por los siglos de los siglos’. Entonces los veinticuatro Ancianos y los cuatro Vivientes se postraron y adoraron a Dios, que está sentado en el trono, diciendo: ‘¡Amén! ¡Aleluya!’. Y salió una voz del trono, que decía: ‘Alabad a nuestro Dios, todos sus siervos y los que le teméis, pequeños y grandes’. Y oí el ruido de muchedumbre inmensa y como el ruido de grandes aguas y como el fragor de fuertes truenos. Y decían: ‘¡Aleluya! Porque ha establecido su reinado el Señor, nuestro Dios Todopoderoso. Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su Esposa se ha engalanado (…)’”. (Apocalipsis 19, 1-7)
San Jerónimo es el responsable de la traducción de la expresión hebrea de la palabra “Aleluya” en la Vulgata Latina, que se usaba por entonces en la liturgia romana. Es y siempre ha sido una expresión de alabanza, para glorificar a Dios por su bondad. Por esta razón, Aleluya está tan íntimamente relacionada con una época de alegría y contrasta drásticamente con la sombría actitud de penitencia de la Cuaresma.
La Pascua es un periodo de gran alegría y exaltación, por lo que cantar Aleluya es la forma que tiene la Iglesia de destacar esta realidad, ofreciendo continuamente alabanzas y honras a Dios.
Así que, si alguna vez necesitas una oración breve para ensalzar a Dios, simplemente grita “¡Aleluya!”.

Armenios sobre Francisco: Ese hombre que se la jugó por nosotros


Nos puso de pie y le dijo al mundo que los turcos han cometido el primer genocidio del siglo XX

En un homenaje a los mártires y víctimas del genocidio armenio, en el 102 aniversario de su inicio, la comunidad armenia en la Argentina reconoció la contribución del Papa Francisco a la universalización de su causa.
“Hay un hombre que se la jugó por nosotros sin medir las consecuencias y sin otro interés que el reconocimiento de la verdad. Un hombre que nos quitó las afrentas, que nos puso de pie y que le dijo al mundo que los turcos han cometido el primer genocidio del siglo XX y que ese genocidio ha sido contra el pueblo armenio.
Ese hombre es nuestro papa Francisco y esa voz es para nosotros la voz de Cristo que desde el año 301 nos acompaña en cada uno de los actos de nuestro ser nacional armenio”, aseguró el abogado Guillermo Karamanian durante un acto que tuvo lugar tras una Eucaristía celebrada por el obispo eparca para los católicos en América Latina.
Las palabras de Karamian, rescatadas por la Agencia AICA, evocan la trayectoria primero de Jorge Bergoglio como Arzobispo de Buenos Aires, quien desde 2004 venía reconociendo el reclamo de los armenios en relación a la masacre 1915.
En una conmemoración ecuménica por el 91 aniversario del genocidio, el ya cardenal Bergoglio, de manera inesperada para muchos, habló del “dolor del genocidio, el primero del siglo 20, que ahora poderosos imperios intentan por todos los medios silenciar y ocultar”.
Unos años después, antes de su elección como Sumo Pontífice, se colocó un khachkar, una cruz de piedra armenia, en la catedral metropolitana. Según dijo en una entrevista en 2013 el Arzobispo Armenio para la Argentina Kissag Mouradian, Bergoglio le había dicho que quería ser enterrado bajo esa cruz.
Incluso tras su elección como Papa y mudanza a Roma, Francisco ha seguido estando cerca de la comunidad armenia argentina y del mismo Kissag Mouradian. El año pasado, con motivo de un acto que se le realizó por los 25 años de su ordenación episcopal, Francisco le envió una carta uniéndose a la celebración saludando a la “querida comunidad armenia”.
Como Papa, Francisco tuvo un gesto inédito en la comunidad internacional hace dos años. Fue en abril de 2015, durante la Eucaristía en la que proclamó Doctor de la Iglesia al armenio del siglo V san Gregorio Narek, cuando ante la sorpresa de muchos habló justamente del genocidio armenio como el primero del siglo XX.
Es que la consideración de la masacre hasta entonces sólo estaba reconocida por 22 naciones, y se esperaba reacciones de la diplomacia turca si el Papa, ya como Pontífice, lo denunciaba de esa manera. Y así fue.
En esa homilía, el Papa recordó que “fueron asesinados obispos, sacerdotes, religiosos, mujeres, hombres, ancianos y hasta niños y enfermos indefensos”, en un genocidio que comparó a los perpetrados por el nazismo y el estalinismo.
Según denuncian una veintena de países, y pese a que desde Turquía se habla formalmente de una guerra civil con 500 mil víctimas, el 24 de abril de 1915 comenzó de parte del Imperio Otomano un proceso de deportación y asesinato de más de 1,5 millones de armenios. Tras el gesto del Papa, ha crecido el número de instituciones y Estados que se animan a calificar esos acontecimientos como genocidio. Y aunque otros no lo hacen, pocos se animan a mirar hacia otro.

Por qué deberías intentar rezar una coronilla de la Divina Misericordia


La misericordia tiene una manera de llegar hasta el fondo que todos necesitamos, especialmente ahora

Yo estaba alejada de la Iglesia cuando empezó a hacerse popular la devoción de la Divina Misericordia. Recuerdo a un colega editor haciendo referencia a la recién canonizada santa Faustina Kowalska, preguntando “¿santa quién?”.
La primera vez que contemplé la imagen de Jesús de la Divina Misericordia quedé menos que impresionada. Confieso que pensé que era algún tipo de obra de arte como las que se venden junto a pinturas de Elvis sobre terciopelo o de perros jugando al póker.
Nada de esto me predisponía a abrirme a lo que para mí era una práctica devocional desconocida, rezar la Coronilla de la Divina Misericordia.
Pero la misericordia, a diferencia de la economía, se abre camino indefectiblemente, encuentra las grietas en los corazones que se volvieron duros y cínicos, y los reblandece y prepara para la curación.
A través de la misericordia de amigos míos, fui a Roma como peregrina en 2010. Nuestra primera misa matinal se celebró en la iglesia Santo Spirito in Sassia, un espléndido templo justo al lado del Vaticano, consagrado por san Juan Pablo II a la Divina Misericordia.
Y allí estaba Esa Imagen, en un cartel que se elevaba por encima de nuestro grupo de peregrinos.
Yo seguía separada de la Iglesia por entonces, así que me abstenía de comulgar. Pero aquella mañana sentí un anhelo profundo y auténtico de regresar. Así obra la misericordia, ablandando e invitando.
Y sí volví a la Iglesia, en el Adviento de 2010, movida inexorablemente por el fruto de aquella peregrinación.
Sin embargo, aunque encontré una dicha renovada en las prácticas que una vez abandoné –el rosario, la Adoración–, no sentía ninguna llamada a explorar la Divina Misericordia.
Luego, otra peregrinación en 2012, esta vez a los santuarios marianos de Portugal, España y Francia, me puso en compañía de peregrinos que tenían el hábito de rezar regularmente la Coronilla de la Divina Misericordia: todos los días, a las 3 pm, la hora (tradicionalmente asociada con el momento de la muerte de Jesús en la cruz) que santa Faustina denominó “la hora de la misericordia”.
Nuestro grupo empezaba a rezar la coronilla todos juntos cada día a las tres, deteniéndonos allá donde estuviéramos o uniéndonos en oración en los autobuses.
En la catedral de la Almudena en Madrid, nuestro director de la visita arregló que se hiciera una grabación de nuestra oración, conducida por una joven peregrina filipina que estaba discerniendo su vocación a la vida religiosa.
Al final del viaje, recibimos copias en CD de la grabación, para que pudiéramos revivir la experiencia de nuevo en nuestros hogares.
Las oraciones de la coronilla, compuestas por santa Faustina, son sencillas y poco sentimentales, se centran en la ofrenda de los sufrimientos de Jesús como expiación del pecado personal y global, e imploran a Dios a que “tenga misericordia de nosotros y del mundo entero”.
La repetición de esta letanía –Señor, ten piedad, Kyrie eleison– es una de las oraciones más antiguas de la Iglesia, Oriental y Occidental, y nunca está desfasada.
En especial ahora, sobre todo ahora. La sugerencia de esta semana para actuar con misericordia, conforme a este Año Jubileo —Reza una Coronilla de la Divina Misericordia camino del trabajo o de vuelta a casa—  es una forma sencilla de presentar ante Dios nuestra necesidad, y la del mundo entero, de que se filtre en nosotros la misericordia, de que sintamos su efervescencia en nosotros.
Si nunca has rezado la Coronilla de la Divina Misericordia, este podría ser un buen momento para conocerla.
Para los que no estén familiarizados con las coronillas, constan de grupos de oraciones que se van contando en círculos de cuentas.
La Coronilla de la Divina Misericordia usa las cuentas de un rosario dominico estándar (de 5 decenas).
Después de una oración inicial opcional y las oraciones tradicionales rezadas sobre la cruz y las cuentas introductorias, la coronilla consiste en 5 “decenas” de oración e intercesión. En las cuentas de Padre Nuestro, rezamos:
“Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y los del mundo entero”.
Y en cada una de las diez cuentas de cada decena, rezamos:
Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
La coronilla cierra con la oración “Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero”, tres veces, y luego oraciones de cierre opcionales. (Para más información sobre cómo rezar la coronilla, haz clic aquí).
Puedes rezar la Coronilla de la Divina Misericordia, como un rosario, a solas o en grupo, en silencio o en voz alta, usando las cuentas o contando con los dedos.
Si vas y vuelves del trabajo acompañado, podéis rezar juntos. Si vas conduciendo a solas, puedes rezar con una grabación.
La coronilla es fácil de rezar en transporte público (doy fe de ello) y, además, aquello que veas a través de las ventanas del autobús o en los rostros de tus compañeros de tren puede moverte a pedir la misericordia de Dios con mayor fervor si cabe.
Pruébalo. Como quien dice, daño no va a hacerte.

¿Por qué los católicos usan velas en la misa?


Aunque ya no tienen un propósito práctico, la Iglesia sigue requiriendo su empleo en la liturgia

Con la excepción de las misas de la Vigilia Pascual y la Rorate Caeli de Adviento, en las celebraciones modernas de la misa, las velas por lo general no mantienen su antiguo propósito práctico de iluminar un espacio oscuro. Sin embargo, la Instrucción General del Misal Romano (IGMR) dice: “Colóquense en forma apropiada los candeleros que se requieren para cada acción litúrgica, como manifestación de veneración o de celebración festiva, o sobre el altar o cerca de él”.
Esto suscita una pregunta: si las velas no guardan ningún propósito práctico, ¿por qué insiste la Iglesia en seguir utilizándolas en el siglo XXI?
Las velas se han usado siempre en la Iglesia de forma simbólica. Desde tiempos antiguos la vela se ha usado como un símbolo de la luz de Cristo.
Esto queda claramente expresado en la Vigilia Pascual, cuando el diácono o el sacerdote entra con el cirio pascual en la iglesia oscura. Jesús llegó a nuestro mundo de pecado y muerte para traernos la luz de Dios. Así se expresa claramente en el Evangelio de Juan: “Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).
Hay quienes señalan también hacia el uso de las velas como un recordatorio de los primeros cristianos, que celebraban misa en las catacumbas a la luz de las velas. Es algo de debería recordarnos el sacrificio que hicieron, además de la posibilidad de que también nosotros pudiéramos estar en una situación similar, celebrando misa bajo la amenaza de la persecución.
Además de ofrecernos una meditación en torno a la luz, también es destacable que las velas de la Iglesia católica están elaboradas tradicionalmente con cera de abeja. Según la Enciclopedia Católica, “la cera pura extraída por las abejas de las flores simboliza la carne pura de Cristo recibida de Su Madre Virgen, la mecha simboliza el alma de Cristo y la llama representa Su divinidad”.
El requisito de usar velas que estén, al menos parcialmente, elaboradas con cera de abeja, sigue presente en la Iglesia por respeto a esta antigua simbología.
Las velas también se han usado para añadir un carácter más festivo a la celebración de la misa. Según la IGMR: “Cúbrase el altar al menos con un mantel de color blanco. Sobre el altar, o cerca de él, colóquese en todas las celebraciones por lo menos dos candeleros, o también cuatro o seis, especialmente si se trata de una Misa dominical o festiva de precepto y, si celebra el Obispo diocesano, siete, con sus velas encendidas”.
El número de velas tiene por objetivo recordar que hay algún elemento diferente en determinado día y debería despertar el interés de los presentes.
En resumen, aunque las velas puedan parecer anticuadas o innecesarias, la Iglesia valora que la belleza natural de las velas puede tener un impacto espiritual en nuestras almas. La Iglesia, en su sabiduría, percibe el poder detrás del simbolismo de emplear velas y cómo pueden volver a prender el ánimo de un alma alicaída y llenarla con el fuego del amor divino.

Lo que puedes descubrir rezando el rosario


Antes de empezar a rezarlo le digo: “María, muéstrame a tu Hijo”

El Rosario es una oración viva: es como sentarse a la mesa con María para hablar de su Hijo. Y entonces mientras más lo rezas más lo añoras, más tuyo se hace y más enternece tu alma.
Es como un instrumento que la Virgen nos regala para acercarnos a Cristo, sabiendo lo difícil que se nos hace poner las cosas del cielo cerca de nosotros y lo fundamental que es el no perder de vista su presencia en nuestras vidas.
El Rosario es a la vez, la mano de María enseñándonos a dibujar a Cristo en nuestro Corazón. Con esta oración en forma de meditación, aprendemos a contemplar la vida de Cristo, es decir, a mirar estas escenas con el corazón.
Y entonces en el medio de éste, surgen preguntas y revelaciones: porque Cristo, porque Dios, porque el Espíritu Santo, porque el sacrificio, porque el dolor… ¡de qué manera cada escena toca mi vida personalmente! La respuesta última y definitiva: el amor de un Padre por toda la humanidad, el amor, siempre el amor…
Antes de empezar a rezarlo, con el Rosario en las manos le digo: “María, muéstrame a tu Hijo”, entonces es ella misma como Madre que conoce a profundidad a su propio Hijo, quien me toma de las manos y despliega todo el Misterio de Cristo en mi corazón.
El Rosario no es una alabanza a María, ella no nos enseña sobre sí misma. En cada decena meditamos un misterio sobre la Vida de Cristo, durante estas 10 cuentas pensamos en un solo misterio.
Y pedimos, pedimos por todo lo que se nos ocurra, tenemos 50 cuentas para pedir por nuestras necesidades y por las necesidades del mundo entero, y ella ora, ora por todo lo que le pidamos, pide como una madre por su hijo, ¡por nuestras necesidades, dolores y angustias!
Recordamos entonces algunas de estas “escenas”: el anuncio del ángel a María, el nacimiento del Niño Jesús, el bautismo de Jesús en el Jordán, la Transfiguración, la Ultima Cena, la agonía en el huerto, la crucifixión, la resurrección, la venida del Espíritu Santo, etc. Tanta riqueza en un atado de perlas… descubrir a Cristo es recibir el amor del Padre.
Cuando reces el Rosario con devoción, piensa con detenimiento en que María está depositando a Cristo en tus manos.

El Santo Padre - La Santa Sede

El Santo Padre - La Santa Sede

10 cosas que debes saber sobre el Domingo de la Divina Misericordia

10 cosas que debes saber sobre el Domingo de la Divina Misericordia

La Iglesia está cerca de la celebración del segundo Domingo de Pascua o Domingo de la Divina de la Misericordia. ¿Qué es y por qué es tan importante este día para los católicos? Estas son 10 cosas que debes saber al respecto:
1. El Domingo de la Misericordia se basa en revelaciones privadas
Esta celebración se lleva a cabo en el segundo Domingo de Pascua. Se basa en las revelaciones privadas de Santa Faustina Kowalska, religiosa polaca que recibió mensajes de Jesús sobre su Divina Misericordia en el pueblo de Plock, Polonia.
2. Forma parte del calendario de la Iglesia por acción de San Juan Pablo II
En el año 2000 el Papa Juan Pablo II canonizó a Santa Faustina y durante la ceremonia declaró: “así pues, es importante que acojamos íntegramente el mensaje que nos transmite la palabra de Dios en este segundo domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se designará con el nombre de ‘Domingo de la Divina Misericordia’”. (Homilía, 30 de Abril, 2000)
3. Esta revelación privada tiene efectos válidos en la liturgia
En su comentario teológico sobre el mensaje de Fátima, el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, ahora Papa Emérito Benedicto XVI, escribió: “podemos añadir que a menudo las revelaciones privadas provienen sobre todo de la piedad popular y se apoyan en ella, le dan nuevos impulsos y abren para ella nuevas formas. Eso no excluye que tengan efectos incluso sobre la liturgia, como por ejemplo muestran las fiestas del Corpus Domini y del Sagrado Corazón de Jesús”.
4. La Iglesia invita a celebrar la Divina Misericordia de varias formas
Entre otras cosas, ofrece una indulgencia plenaria: “para hacer que los fieles vivan con intensa piedad esta celebración, el mismo Sumo Pontífice (Juan Pablo II) ha establecido que el citado domingo se enriquezca con la indulgencia plenaria para que los fieles reciban con más abundancia el don de la consolación del Espíritu Santo y cultiven así una creciente caridad hacia Dios y hacia el prójimo, y una vez obtenido de Dios el perdón de sus pecados, ellos a su vez perdonen generosamente a sus hermanos”. [Decreto de la Penitenciaría Apostólica del 2002]
5. La imagen de la Divina Misericordia fue revelada por Jesús mismo
Esta imagen le fue revelada a Santa Faustina en 1931 y Jesús mismo le pidió que se pintara. Luego el Señor le explicaría su significado y lo que los fieles alcanzarán con ella.
En la mayoría de versiones Jesús se muestra levantando su mano derecha en señal de bendición, y apuntando con su mano izquierda sobre su pecho fluyen dos rayos: uno rojo y otro blanco.
“El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas (…). Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos” (Diario, 299). Toda la imagen es un símbolo de la caridad, el perdón y el amor de Dios, conocida como la "Fuente de la Misericordia".
6. Esta devoción cuenta con oraciones particulares
La Coronilla es un conjunto de oraciones utilizadas como parte de la devoción a la Divina Misericordia.
Se suele rezar a las 3:00 pm (el momento de la muerte de Jesús) utilizando las cuentas del Santo Rosario, pero con un conjunto diferente de oraciones. Puede acceder a la Coronilla en el siguiente enlace.
7. La Divina Misericordia está vinculada al Evangelio del segundo Domingo de Pascua
La imagen de la Divina Misericordia representa a Jesús en el momento en que se aparece a los discípulos en el Cenáculo –tras la resurrección–, cuando se les da el poder de perdonar o retener los pecados.
Este momento está registrado en Juan 20: 19-31, que es la lectura del Evangelio de este domingo.
La lectura se coloca en ese día porque incluye la aparición de Jesús al apóstol Tomás (en la que Jesús lo invita a tocar sus llagas). Este evento ocurrió en el octavo día después de la Resurrección (Juan 20:26) y por ello se utiliza en la liturgia ocho días después de la Pascua.
8. Los sacerdotes tienen un empoderamiento especial para administrar la Divina Misericordia
En Juan 20, 21-23 dice: “Jesús les dijo otra vez: ‘La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío’. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos’”.
9. La confesión es la acción de la Divina Misericordia hasta el fin de los tiempos
Jesús capacitó a los apóstoles (y sus sucesores en el ministerio) con el Espíritu Santo para perdonar o retener (no perdonar) los pecados.
Debido a que están facultados con el Espíritu de Dios para hacer esto, su administración del perdón es eficaz: realmente elimina el pecado en lugar de ser solo un símbolo de perdón.
10. En las revelaciones privadas Jesús le da suma importancia a su Segunda Venida
Jesús promete regresar en gloria a juzgar al mundo en el amor, como claramente lo dice en su discurso del Reino en los capítulos 13 y 25 de San Mateo.
Solo en el contexto de una revelación pública como es enseñado por el Magisterio de la Iglesia se puede situar las palabras de la revelación privada dada a Sor Faustina:
“Prepararás al mundo para Mí última venida”. (Diario 429)
“Habla al mundo de mi Misericordia….Es señal de los últimos tiempos después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo que recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia”. (Diario 848)
“Habla a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día terrible, el día de Mi justicia”. (Diario 965)
“Estoy prolongándoles el tiempo de la misericordia, pero ay de ellos si no reconocen este tiempo de Mi visita”. (Diario 1160)
“Antes del Día de la justicia envío el día de la misericordia”. (Diario 1588)
“Quien no quiera pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi justicia”. (Diario 1146)

sábado, 29 de abril de 2017

Francisco concluye su histórico viaje a Egipto


Francisco concluye su viaje a Egipto. El presidente de la República de Egipto acompañó al Papa Francisco a pie de pista en la que soplaba un fuerte viento. Se despidieron con buen humor y un fuerte apretón de manos.

Antes, en el aeropuerto, departieron unos minutos antes de subir al avión. Fue una ceremonia sencilla en la que estuvieron presentes las princpales autoridades del país y de las diferentes confesiones cristianas.

El avión del Papa partió a las cinco de la tarde y llegará a Roma sobre las ocho y media, hora de Italia.

Papa en misa en Egipto: El único extremismo que se les permite a los creyentes es el de la caridad


El gran encuentro del Papa con los católicos de Egipto fue aquí, en el estadio de las fuerzas aéreas a las afueras de El Cairo.

Miren cómo recibieron al Papa Francisco.

El Papa recorrió el estadio en un coche eléctrico para estar cerca del mayor número posible de personas. Había unas quince mil que le esperaban, muchos de ellos muy jóvenes. Y cuando se bajó del coche, se llevó el abrazo de estos pequeños faraones.

El Papa celebró allí una Misa junto a una imagen de la Sagrada Familia, que vivió unos años en Egipto. Una ceremonia de gran espiritualidad y con oraciones en árabe.

En su homilía, el Papa dejó este legado a los católicos del país. Aunque parecía un mensaje para todas las religiones.

FRANCISCO
"A Dios sólo le agrada la fe profesada con la vida, porque el único extremismo que se permite a los creyentes es el de la caridad. Cualquier otro extremismo no viene de Dios y no le agrada. No tengáis miedo a amar a todos, amigos y enemigos, porque el amor es la fuerza y el tesoro del creyente”.

Durante la ceremonia rezaron por las víctimas de todos los atentados, y también por los refugiados de todo el mundo.

Entre los asistentes, había también cristianos coptos y fieles musulmanes, como el número tres de la Universidad Al Azhar, la principal institución del Islam suní.

En una de las primeras filas asistía emocionada esta mujer musulmana. Viene para rezar por la paz, porque en octubre asesinaron a su marido.

SAMIA
"Mataron a mi marido delante de mis ojos el 22 de octubre del año pasado en mi propia casa. En mi casa. Quiero que haya paz en el mundo, paz, paz. Que no se asesine a nadie nunca más. Mi marido era mi amor. Mi amor. Quiero al Papa Francisco, quiero al Papa Francisco y quiero conocerlo y quiero la paz”. 

Se calcula que en Egipto hay unos 272 mil católicos, aproximadamente un 0,3 por ciento de la población total. Para todos ellos era esta jornada del Papa Francisco en Egipto.

Tercer Domingo de Pascua


Libro de los Hechos de los Apóstoles 2,14.22-33. 

El día de Pentecostés, Pedro poniéndose de pie con los Once, levantó la voz y dijo: "Hombres de Judea y todos los que habitan en Jerusalén, presten atención, porque voy a explicarles lo que ha sucedido.
Israelitas, escuchen: A Jesús de Nazaret, el hombre que Dios acreditó ante ustedes realizando por su intermedio los milagros, prodigios y signos que todos conocen,
a ese hombre que había sido entregado conforme al plan y a la previsión de Dios, ustedes lo hicieron morir, clavándolo en la cruz por medio de los infieles.
Pero Dios lo resucitó, librándolo de las angustias de la muerte, porque no era posible que ella tuviera dominio sobre él.
En efecto, refiriéndose a él, dijo David: Veía sin cesar al Señor delante de mí, porque él está a mi derecha para que yo no vacile.
Por eso se alegra mi corazón y mi lengua canta llena de gozo. También mi cuerpo descansará en la esperanza,
porque tú no entregarás mi alma al Abismo, ni dejarás que tu servidor sufra la corrupción.
Tú me has hecho conocer los caminos de la vida y me llenarás de gozo en tu presencia.
Hermanos, permítanme decirles con toda franqueza que el patriarca David murió y fue sepultado, y su tumba se conserva entre nosotros hasta el día de hoy.
Pero como él era profeta, sabía que Dios le había jurado que un descendiente suyo se sentaría en su trono.
Por eso previó y anunció la resurrección del Mesías, cuando dijo que no fue entregado al Abismo ni su cuerpo sufrió la corrupción.
A este Jesús, Dios lo resucitó, y todos nosotros somos testigos.
Exaltado por el poder de Dios, él recibió del Padre el Espíritu Santo prometido, y lo ha comunicado como ustedes ven y oyen."

Salmo 16(15),1-2a.5.7-8.9-10.11. 
Protégeme, Dios mío,
porque me refugio en ti.
Yo digo al Señor:
El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz,

¡tú decides mi suerte!
Bendeciré al Señor que me aconseja,
¡hasta de noche me instruye mi conciencia!
Tengo siempre presente al Señor:

él está a mi lado, nunca vacilaré.
Por eso mi corazón se alegra,
se regocijan mis entrañas
y todo mi ser descansa seguro:

porque no me entregarás a la Muerte
ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro.
Me harás conocer el camino de la vida,
saciándome de gozo en tu presencia,

de felicidad eterna a tu derecha.



Epístola I de San Pedro 1,17-21. 
Queridos hermanos:
Y ya que ustedes llaman Padre a aquel que, sin hacer acepción de personas, juzga a cada uno según sus obras, vivan en el temor mientras están de paso en este mundo.
Ustedes saben que fueron rescatados de la vana conducta heredada de sus padres, no con bienes corruptibles, como el oro y la plata,
sino con la sangre preciosa de Cristo, el Cordero sin mancha y sin defecto,
predestinado antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos para bien de ustedes.
Por él, ustedes creen en Dios, que lo ha resucitado y lo ha glorificado, de manera que la fe y la esperanza de ustedes estén puestas en Dios.

Evangelio según San Lucas 24,13-35. 
Ese mismo día, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén.
En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido.
Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos.
Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran.
El les dijo: "¿Qué comentaban por el camino?". Ellos se detuvieron, con el semblante triste,
y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días!".
"¿Qué cosa?", les preguntó. Ellos respondieron: "Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo,
y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron.
Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas.
Es verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro
y al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles, asegurándoles que él está vivo.
Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron".
Jesús les dijo: "¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas!
¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?"
Y comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a él.
Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante.
Pero ellos le insistieron: "Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba". El entró y se quedó con ellos.
Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio.
Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista.
Y se decían: "¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?".
En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban con ellos,
y estos les dijeron: "Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se apareció a Simón!".
Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Hoy es fiesta de Santa Catalina de Siena: De analfabeta a Doctora de la Iglesia

Hoy es fiesta de Santa Catalina de Siena: De analfabeta a Doctora de la Iglesia

“Si somos lo que debemos ser, prenderemos fuego al mundo entero”, decía Santa Catalina de Siena, Doctora de la Iglesia perteneciente a la tercera orden de Santo Domingo, gran defensora del Papado y proclamada Copatrona de Europa por San Juan Pablo II.
Santa Catalina nació en Siena (Italia) en 1347 en una familia de padres piadosos. Gustaba mucho de la oración, las cosas de Dios, y a los siete años hizo un voto privado de virginidad. Más adelante, su familia trató de persuadirla para que se casara, pero ella se mantuvo firme y sirvió generosamente a los pobres y enfermos.
A los 18 años recibió el hábito de la tercera orden de Santo Domingo, viviendo la espiritualidad dominica en el mundo secular y siendo la primera mujer soltera en ser admitida. Tuvo que superar muchas tentaciones del diablo que buscaban hacer que desistiera, pero ella seguía confiando en Dios.
En 1366, Santa Catalina vivió un “matrimonio místico”. Se encontraba en su habitación orando cuando vio a Cristo acompañado de su Madre y un cortejo celestial.
La Virgen tomó la mano de Catalina y la llevó hasta Cristo, quien le puso un anillo, la desposó consigo y le manifestó que ella estaba sustentada por una fe que podría superar todas las tentaciones. Después de ello, solamente Catalina podía ver el anillo.
Por aquel tiempo brotó una peste y la Santa siempre se mantuvo con los enfermos, los preparaba para la muerte y llegó incluso a enterrarlos ella misma con sus propias manos. Además, tenía el don de reconciliar hasta a los peores enemigos, más con sus oraciones a Dios que con sus palabras.
En esta época los Papas vivían en Avignon (Francia) y los romanos se quejaban de haber sido abandonados por sus Obispos, amenazando con realizar un cisma.
Gregorio XI hizo un voto secreto a Dios de regresar a Roma y al consultarle a Santa Catalina, ella le dijo: “Cumpla con su promesa hecha a Dios”. El Pontífice se quedó sorprendido porque no le había dicho del voto a nadie y más adelante el Santo Padre cumplió su promesa y volvió a la Ciudad Eterna.
Posteriormente, en el pontificado de Urbano VI, los cardenales se distanciaron del Papa por su temperamento y declararon nula su elección, designando a Clemente VII que fue a residir a Avignon. Santa Catalina envió cartas a los cardenales presionándolos para reconocer al auténtico Pontífice.
"Aunque era hija de artesanos y analfabeta por no haber tenido estudios ni instrucción, comprendió, sin embargo, las necesidades del mundo de su tiempo con tal inteligencia que superó con mucho los límites del lugar donde vivía, hasta el punto de extender su acción hacia toda la sociedad de los hombres; no había ya modo de detener su valentía, ni su ansia por la salvación de las almas", escribió de ella San Juan Pablo II en 1980 por el VI centenario de su muerte. 
La Santa también escribió a Urbano VI exhortándolo a llevar con temple y gozo los problemas, controlando el temperamento. Santa Catalina fue a Roma, a pedido del Papa, quien siguió sus instrucciones. La Santa también escribió a los reyes de Francia y Hungría para que dejen el cisma. Toda una muestra de la defensa del papado.
En otra ocasión Jesús se le vuelve a aparecer y le enseñó dos coronas, una de oro y otra de espinas, para que escoja. Ella le dijo: "Yo deseo, oh Señor, vivir aquí siempre conforme a tu pasión, y encontrar en el dolor y en el sufrimiento mi reposo y deleite". Luego tomó la corona de espinas y se la puso sobre la cabeza.
Santa Catalina murió el 29 de abril de 1380 en Roma con tan solo 33 años y de un ataque súbito. El Papa Pablo VI la nombró Doctora de la Iglesia en 1970 y fue proclamada Copatrona de Europa por San Juan Pablo II en 1999 junto a Santa Brígida de Suecia y Santa Teresa Benedicta de la Cruz. Su fiesta es cada 29 de abril.
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viernes, 28 de abril de 2017

VATICANO

La Santa Sede

BIOGRAFÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

BIOGRAFÍA 

DEL SANTO PADRE

FRANCISCO
Papa Francesco, Jorge Mario Bergoglio
El primer Papa americano es el jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio, de 76 años, arzobispo de Buenos Aires. Es una figura destacada de todo el continente y un pastor sencillo y muy querido en su diócesis, que ha visitado a lo ancho y a lo largo, incluso trasladándose en medios de transporte público, en los quince años de ministerio episcopal.
«Mi gente es pobre y yo soy uno de ellos», ha dicho más de una vez para explicar la opción de vivir en un apartamento y de prepararse la cena él mismo. A sus sacerdotes siempre les ha recomendado misericordia, valentía apostólica y puertas abiertas a todos. Lo peor que puede suceder en la Iglesia, explicó en algunas circunstancias, «es aquello que De Lubac llama mundanidad espiritual», que significa «ponerse a sí mismo en el centro». Y cuando cita la justicia social, invita en primer lugar a volver a tomar el catecismo, a redescubrir los diez mandamientos y las bienaventuranzas. Su proyecto es sencillo: si se sigue a Cristo, se comprende que «pisotear la dignidad de una persona es pecado grave».
Su biografía oficial es de pocas líneas, al menos hasta el nombramiento como arzobispo de Buenos Aires. Llegó a ser un punto de referencia por sus fuertes tomas de posición durante la dramática crisis económica que devastó el país en 2001. 
En la capital argentina nació el 17 de diciembre de 1936, hijo de emigrantes piamonteses: su padre, Mario, era contador, empleado en ferrocarril, mientras que su madre, Regina Sivori, se ocupaba de la casa y de la educación de los cinco hijos.
Se diplomó como técnico químico, y eligió luego el camino del sacerdocio entrando en el seminario diocesano de Villa Devoto. El 11 de marzo de 1958 pasó al noviciado de la Compañía de Jesús. Completó los estudios de humanidades en Chile y en 1963, al regresar a Argentina, se licenció en filosofía en el Colegio San José, de San Miguel. Entre 1964 y 1965 fue profesor de literatura y psicología en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe y en 1966 enseñó las mismas materias en el Colegio del Salvador en Buenos Aires. De 1967 a 1970 estudió teología en el Colegio San José, y obtuvo la licenciatura.
El 13 de diciembre de 1969 recibió la ordenación sacerdotal de manos del arzobispo Ramón José Castellano. Prosiguió la preparación en la Compañía de 1970 a 1971 en Alcalá de Henares (España), y el 22 de abril de 1973 emitió la profesión perpetua. De nuevo en Argentina, fue maestro de novicios en Villa Barilari en San Miguel, profesor en la facultad de teología, consultor de la provincia de la Compañía de Jesús y también rector del Colegio.
El 31 de julio de 1973 fue elegido provincial de los jesuitas de Argentina, tarea que desempeñó durante seis años. Después reanudó el trabajo en el campo universitario y entre 1980 y 1986 es de nuevo rector del colegio de San José, además de párroco en San Miguel. En marzo de 1986 se traslada a Alemania para ultimar la tesis doctoral; posteriormente los superiores le envían al colegio del Salvador en Buenos Aires y después a la iglesia de la Compañía de la ciudad de Córdoba, como director espiritual y confesor.
Es el cardenal Antonio Quarracino quien le llama como su estrecho colaborador en Buenos Aires. Así, el 20 de mayo de 1992 Juan Pablo ii le nombra obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. El 27 de junio recibe en la catedral la ordenación episcopal de manos del purpurado. Como lema elige Miserando atque eligendo y en el escudo incluye el cristograma ihs, símbolo de la Compañía de Jesús.
Concede su primera entrevista como obispo a un pequeño periódico parroquial, «Estrellita de Belén». Es nombrado enseguida vicario episcopal de la zona de Flores y el 21 de diciembre de 1993 se le encomienda también la tarea de vicario general de la arquidiócesis. Por lo tanto no sorprendió que el 3 de junio de 1997 fuera promovido como arzobispo coadjutor de Buenos Aires. Antes de nueve meses, a la muerte del cardenal Quarracino, le sucede, el 28 de febrero de 1998, como arzobispo, primado de Argentina. El 6 de noviembre sucesivo fue nombrado Ordinario para los fieles de rito oriental residentes en el país y desprovistos de Ordinario del propio rito. 
Tres años después, en el Consistorio del 21 de febrero de 2001, Juan Pablo ii le crea cardenal, asignándole el título de san Roberto Bellarmino. En esa ocasión, invita a los fieles a no acudir a Roma para celebrar la púrpura y a destinar a los pobres el importe del viaje. Gran canciller de la Universidad Católica Argentina, es autor de los libros Meditaciones para religiosos (1982), Reflexiones sobre la vida apostólica (1986) y Reflexiones de esperanza (1992).
En octubre de 2001 es nombrado relator general adjunto para la décima asamblea general ordinaria del Sínodo de los obispos, dedicada al ministerio episcopal, encargo recibido en el último momento en sustitución del cardenal Edward Michael Egan, arzobispo de Nueva York, de presencia necesaria en su país a causa de los ataques terroristas del 11 de septiembre. En el Sínodo subraya en particular la «misión profética del obispo», su «ser profeta de justicia», su deber de «predicar incesantemente» la doctrina social de la Iglesia, pero también de «expresar un juicio auténtico en materia de fe y de moral».
Mientras, en América Latina su figura se hace cada vez más popular. A pesar de ello, no pierde la sobriedad de trato y el estilo de vida riguroso, por alguno definido casi «ascético». Con este espíritu en 2002 declina el nombramiento como presidente de la Conferencia episcopal argentina, pero tres años después es elegido y más tarde reconfirmado por otro trienio en 2008. Entre tanto, en abril de 2005, participa en el cónclave en el que es elegido Benedicto xvi.
Como arzobispo de Buenos Aires —diócesis de más de tres millones de habitantes— piensa en un proyecto misionero centrado en la comunión y en la evangelización. Cuatro los objetivos principales: comunidades abiertas y fraternas; protagonismo de un laicado consciente; evangelización dirigida a cada habitante de la ciudad; asistencia a los pobres y a los enfermos. Apunta a reevangelizar Buenos Aires «teniendo en cuenta a quien allí vive, cómo está hecha, su historia». Invita a sacerdotes y laicos a trabajar juntos. En septiembre de 2009 lanza a nivel nacional la campaña de solidaridad por el bicentenario de la independencia del país: doscientas obras de caridad para llevar a cabo hasta 2016. Y, en clave continental, alimenta fuertes esperanzas en la estela del mensaje de la Conferencia de Aparecida de 2007, que define «la Evangelii nuntiandi de América Latina».

Hasta el inicio de la sede vacante era miembro de las Congregaciones para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, para el clero, para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica; del Consejo pontificio para la familia y de la Comisión pontificia para América Latina.

VIAJE APOSTÓLICO DEL SANTO PADRE FRANCISCO A EGIPTO 28-29 DE ABRIL DE 2017


VIAJE APOSTÓLICO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A EGIPTO
28-29 DE ABRIL DE 2017
Viaggio Apostolico in Egitto, 28-29 aprile 2017

Transmisiones en directo del CTV
(Centro Televisivo Vaticano)
Live CTV

Viernes 28 de abril de 2017
10.45Salida en avión desde el aeropuerto de Roma/Fiumicino hacia El Cairo
Saludo del Santo Padre a los periodistas durante el vuelo Roma-El Cairo
14.00Llegada al aeropuerto internacional de El Cairo
Recibimiento oficial
Ceremonia de bienvenida en el Palacio Presidencial de Heliópolis
Visita de cortesía al Presidente de la República
Visita de cortesía al Gran Imán de Al-Azhar
Discurso a los participantes en la Conferencia Internacional para la Paz
  • Discurso del Gran Imán
  • Discurso del Santo Padre
16.40Encuentro con las autoridades
  • Discurso del Presidente
  • Discurso del Santo Padre
Visita de cortesía a S.S. el Papa Tawadros II
  • Discurso del Papa Tawadros II
  • Discurso del Santo Padre

Sábado 29 de abril de 2017
10.00Santa Misa
12.15Almuerzo con los obispos egipcios y el séquito papal
15.15Encuentro de oración con el clero, religiosos/as y seminaristas
Ceremonia de despedida
17.00Salida en avión del aeropuerto de El Cairo
20.30Llegada al aeropuerto de Roma/Ciampino
__________________
huso horario
Roma: +2h UTC
El Cairo: +2h UTC

TODO LISTO PARA LAS IV JORNADAS NUEVA EVANGELIZACIÓN

Del 28 al 30 de abril, en el Seminario Diocesano, se celebrarán las IV Jornadas Nueva Evangelización (JNE). Esta iniciativa, ya consolidada en nuestra diócesis, es una de las citas más esperadas dentro del calendario pastoral. Este año, las jornadas llevan por lema "Involucrarse". Están dirigidas a cerca de 500 agentes de pastoral y pretenden ser un marco idóneo para crecer en la fe, en la formación y en la capacitación pastoral. Todo ello en sintonía con la Misión Diocesana en marcha y con la invitación del papa Francisco a ser mejores discípulos misioneros en una Iglesia que se siente llamada a ser y estar en estado permanente de Misión.
Como novedad para este año, del sábado al domingo y con un ritmo distinto, se celebrará un encuentro paralelo dirigido a jóvenes a partir de 18 años.
Otra de las novedades será la presencia como ponente del jesuita y sociólogo, José María Rodríguez Olaizola. Entre sus múltiples proyectos, Olaizola trabaja en el Grupo de Comunicación Loyola en Valladolid, y es coordinador del proyecto de evangelización digital "Rezandovoy" y de la web "pastoralsj". Desde hace años ha hecho de la comunicación un aspecto muy importante de su misión, a través de conferencias y libros (entre ellos "El corazón del árbol solitario", "La alegría, también de noche", "Contemplaciones de papel" y "Los forjadores de historias"). También está muy activo en las redes sociales como una forma de poner en diálogo la actualidad, la fe y la cultura contemporánea.
En cuanto a la parte práctica, los diferentes agentes de pastoral podrán elegir un taller de entre las cinco “Herramientas para la Misión” que se ofertan. 
Las jornadas, como ocurriera en pasadas ediciones, se complementan y enriquecen con otras iniciativas. En este sentido, destaca la exposición oficial sobre la vida y espiritualidad de la Madre Teresa de Calcuta, que se inaugurará el jueves 27, a las 19.00 horas, en el exconvento lagunero de Santo Domingo. Una muestra que permanecerá abierta hasta el próximo 14 de mayo.
Por último, la entera comunidad diocesana está invitada a orar por la Misión más intensamente  durante el fin de semana del 29 al 30 de abril, mientras se desarrollan las JNE. Se trata de "ofrecer un cauce más que haga patente que Dios nos “primerea” y que todos y cada uno podemos hacer algo por la Misión, aunque no todos hagamos lo mismo".