lunes, 10 de abril de 2017

Cristianos de Oriente: ¿Quiénes son los coptos?


La minoría cristiana más importante hoy en el mundo árabe

Los coptos forman la minoría cristiana más importante en el mundo árabe por sus números que llegan a contar entre 18 y 20 millones, no solamente en Egipto sino también en los otros países árabes donde viven y trabajan.
Históricamente, los coptos pertenecen a la iglesia madre de Alejandría, bautizada por San Marcos el Evangelista en el primer siglo. El patriarcado de Alejandría fue uno de los más importantes con un territorio que llegaba hasta la actual Libia. El nombramiento copto tiene su origen en la palabra griega aigyptios (egipcio) y con la llegada del Cristianismo, la palabra “copto” se refería a la religión cristiana que venía de Egipto.
La lengua copta es un desarrollo de la lengua egipcia antigua que fue escrita en letras griegas con la adición de seis letras del demótico para representar a sonidos no existentes en le lengua griega. El copto empezó a florecer como lengua literaria desde el siglo II puesto que llegó a ser la lengua litúrgica de la iglesia copta. Los coptos de Egipto empezaron a usar la lengua árabe después de la llegada del Islam, es decir que pertenecen a los cristianos arabo hablantes de la zona que no eran árabes de origen.
El Patriarcado de Alejandría fue el primero entre otras iglesias orientales en adoptar el monofisismo, declarando su oposición al Consejo ecuménico de Calcedonia del año 451. Los coptos que rechazaron al Concilio se agruparon con los jacobitas, mientras los que aceptaron el Concilio con el tiempo se juntaron con la iglesia melquita, adoptando la liturgia bizantina. El año 1895, los coptos se dividieron entre una iglesia copta católica y otra ortodoxa.
Los monasterios del desierto forman uno de los signos más importantes del Cristianismo copto, que atestiguan la vida monástica del desierto egipcio. Durante siglos, estos monasterios acogieron a monjes y santos, desarrollando una literatura cristiana que dio frutos en manuscritos y textos muy importantes para la liturgia cristiana, tanto oriental como occidental.
Por poner un ejemplo, podemos mencionar al monasterio de San Miguel en Fayum, con su famosa colección de manuscritos conocida como la colección Morgan, que incluye textos teológicos que remontan a los años 832 y 914 d. C. donde encontramos libros completos del Antiguo Testamento, Evangelios del Nuevo Testamento, homilías, discursos, actos de mártires y vidas de santos.
Otro monasterio digno de mencionar será el de Santa Catalina en el Sinaí, considerado como uno de los más antiguos monasterios cristianos del mundo, construido entre  548 y 565 con una biblioteca que contiene libros únicos tales como el Sinaiticus siriaco y el Codex Sinaiticus (hasta el 1859). Cabe mencionar que todos los manuscritos estudiados y reconocidos como textos verdaderos del Nuevo Testamento, tanto en griego como en copto, provienen de Egipto.
En la época islámica, la lengua árabe llegó a ser la lengua materna de todos los cristianos coptos y gradualmente remplazó a la lengua copta que se conserva como lengua litúrgica de la iglesia. Eso hizo que los cristianos coptos tengan la preocupación de poder perder poco a poco su cultura. Por eso, empezaron a escribir libros para conservar esta cultura y este legado cristiano importante.
En el siglo XIII por ejemplo, los coptos escribieron unos de los más importantes resúmenes de la teología copta, tales como ¨Mağmū usūl ad dīn wa masmū mahsūl al yaqīn¨ de Ibn Al Assal, ¨Al Ğauharah an nafīsah fi ´ulūm al kanīsah¨ de Yuhanna bin Sabba´ y la obra de Šams Arriyāsah Abi Al Barakāt bin Kabar ¨ Misbāh adhulmah fi īdāh al jidmah¨.
Actualmente, los cristianos coptos viven en Egipto como ciudadanos de segunda categoría y sufren muchas injusticias, que llegan hasta la persecución. Eso hace que muchos buscan una alternativa en la emigración hacia otros países extranjeros. Existen comunidades coptas en muchos países del mundo árabe y de diáspora en varios países de Europa, África, Australia y las Américas.

6 pistas para rezar por tu marido


¿Quieres rezar por tu marido pero no encuentras las palabras adecuadas? Aquí sugerencias de oraciones cortas inspiradas en las cartas de san Pablo.

¿Rezar por los hijos? Fácil, dicen a coro todas las madres. Pero, ¿por el marido? ¿Quién reza, de verdad, por su marido regularmente? En nuestro ritmo de vida tan ocupado, los maridos a veces se convierten en una figura olvidada, el “último de la fila”, como lamentan algunos. Encontramos tiempo para rezar por los hijos, para que tengan éxito en las diferentes etapas de sus vidas, incluso participamos en grupos de oración de madres de manera regular, pero a veces ¡ni se nos pasa por la cabeza rezar por nuestros esposos! Esta falta de hábito hace que nos cueste más trabajo encontrar las palabras cuando queremos rezar por ellos. Aquí tienes 6 sugerencias de oraciones inspiradas en cartas de san Pablo. 6 oraciones cortas y eficaces, fáciles de aplicar en seguida y para celebrar más a menudo la figura de los padres.
  1. Para que mi marido conozca el Amor de Dios

“Que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que, arraigados y cimentados en el amor, podáis comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vayáis llenando hasta la total Plenitud de Dios” (Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios, 3:17-19).
Oración: Señor Jesús, me pongo en Tu presencia para implorarte que envuelvas el corazón de mi marido con Tu Sagrado Corazón. Ayúdale a tener absoluta confianza en Ti. Que Tu Amor eche raíces profundas en él y que este Amor se extienda a nuestras vidas. Que mi marido pueda conocer Tu infinita Misericordia para que comprenda que Tu Amor es más real que cualquier experiencia terrenal.
  1. Para que cumpla su vocación de esposo

“Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, (…). Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo” (Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios, 5:25-28).
Oración: Señor, según Tu voluntad, mi marido se ha acercado a la santidad gracias al sacramento del matrimonio. Colma su corazón con Tu Amor y ayúdale a cumplir su vocación siguiendo Tu camino.
  1. Para que mi marido enseñe Tu Amor a nuestros hijos

“Padres, no exasperéis a vuestros hijos, sino formadlos más bien mediante la instrucción y la corrección según el Señor” (Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios, 6:4).
Oración: Espíritu Santo, llena el corazón de mi marido con Tu paz para que él transpire Tu Amor a nuestros hijos. Concédele la paciencia y la sabiduría necesarias para criar a nuestros hijos en la pureza y en la fe. Ayúdale a guiar a nuestros hijos por el camino correcto y a animarles a permanecer cerca de Ti.
  1. Por el bien de nuestra familia

“Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su riqueza, en Cristo Jesús” (Carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses, 4:19).
Oración: Señor, Tú sabes qué es lo que necesitamos. Te pido que otorgues siempre a mi marido la gracia de utilizar nuestros recursos con sabiduría, de ser “pobre de espíritu” (Mateo 5:3) y generoso con los necesitados. Amén.
  1. Para que sea el hombre que Tú le has llamado a ser

“Velad, manteneos firmes en la fe, sed hombres, sed fuertes. Haced todo con amor” (Primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 16:13-14).
Oración: Señor, Te confío todas las decisiones de mi marido, sus proyectos, sus inquietudes y todo su ser. Que sea fuerte en Tu Amor y ancle su fuerza en la fe. Que sea el hombre que Tú le has llamado a ser: valiente, alegre y generoso. Que crezca en la fe, la esperanza y la caridad.
  1. Para que mi marido actúe con sabiduría y discernimiento

“No ceso de dar gracias por vosotros recordándoos en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerle perfectamente; iluminando los ojos de vuestro corazón para que conozcáis cuál es la esperanza a que habéis sido llamados por él; cuál la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los santos, y cuál la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa” (Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 1:16-19).
“Si alguno de vosotros está a falta de sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará” (Carta del Apóstol Santiago 1:5)
Oración: Señor Jesús, Tú que haces el bien allá donde vas, Te pido que des a mi marido la gracia de seguir Tus pasos. Que tenga la fuerza de avanzar con sabiduría y conciencia de que sus elecciones tienen consecuencias para nuestra familia. Que su corazón resplandezca con la luz del Espíritu Santo para que pueda avanzar con firmeza y confianza, sean cuales sean los obstáculos que encuentre. Amén.
Virgen María, Madre de Dios, cubre a mi marido con tu manto para que reciba las gracias necesarias para ser el protector de nuestra familia, como lo era san José. Por tu abrazo maternal, oh María, concédele un sentimiento de seguridad para que nunca se sienta abandonado. Amén.

Lunes Santo


Libro de Isaías 42,1-7. 

Así habla el Señor:
Este es mi Servidor, a quien yo sostengo, mi elegido, en quien se complace mi alma. Yo he puesto mi espíritu sobre él para que lleve el derecho a las naciones.
El no gritará, no levantará la voz ni la hará resonar por las calles.
No romperá la caña quebrada ni apagará la mecha que arde débilmente. Expondrá el derecho con fidelidad;
no desfallecerá ni se desalentará hasta implantar el derecho en la tierra, y las costas lejanas esperarán su Ley.
Así habla Dios, el Señor, el que creó el cielo y lo desplegó, el que extendió la tierra y lo que ella produce, el que da el aliento al pueblo que la habita y el espíritu a los que caminan por ella.
Yo, el Señor, te llamé en la justicia, te sostuve de la mano, te formé y te destiné a ser la alianza del pueblo, la luz de las naciones,
para abrir los ojos de los ciegos, para hacer salir de la prisión a los cautivos y de la cárcel a los que habitan en las tinieblas.

Salmo 27(26),1.2.3.13-14. 
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida,
¿ante quién temblaré?

Cuando se alzaron contra mí los malvados
para devorar mi carne,
fueron ellos, mis adversarios y enemigos,
los que tropezaron y cayeron.

Aunque acampe contra mí un ejército,
mi corazón no temerá;
aunque estalle una guerra contra mí,
no perderé la confianza.

Yo creo que contemplaré la bondad del Señor
en la tierra de los vivientes.
Espera en el Señor y sé fuerte;
ten valor y espera en el Señor.



Evangelio según San Juan 12,1-11. 
Seis días antes de la Pascua, Jesús volvió a Betania, donde estaba Lázaro, al que había resucitado.
Allí le prepararon una cena: Marta servía y Lázaro era uno de los comensales.
María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia del perfume.
Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dijo:
"¿Por qué no se vendió este perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?".
Dijo esto, no porque se interesaba por los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, robaba lo que se ponía en ella.
Jesús le respondió: "Déjala. Ella tenía reservado este perfume para el día de mi sepultura.
A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre".
Entre tanto, una gran multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí, y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado.
Entonces los sumos sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro,
porque muchos judíos se apartaban de ellos y creían en Jesús, a causa de él.