jueves, 23 de junio de 2016

¿Era Juan el Bautista el “maestro” de Jesús?


Una de las figuras clave en la vida de Jesús fue su 

pariente Juan el Bautista, de quien dijo que era

  “el mayor de los nacidos de mujer”, y que le bautizó 

en el Jordán. ¿Qué relación tenía con Jesús? 

¿Qué influencia tuvo sobre él?


1. Juan el Bautista ha sido venerado desde muy antiguo por el pueblo cristiano. Sabemos de él no sólo por los Evangelios, sino también por los historiadores de su época.
La figura de san Juan Bautista ocupa un lugar importante en el Nuevo Testamento y concretamente en los evangelios. Ha sido comentada en la tradición cristiana más antigua y ha calado hondamente en la piedad popular, que celebra la fiesta de su nacimiento con especial solemnidad desde muy antiguo. En los últimos años viene siendo centro de atención entre los estudiosos del Nuevo Testamento y de los orígenes del cristianismo, que se plantean qué se puede conocer acerca de la relación entre Juan Bautista y Jesús de Nazaret desde el punto de vista de la crítica histórica.
Dos tipos de fuentes hablan de Juan Bautista, unas cristianas y otras profanas. Las cristianas son los cuatro evangelios canónicos y el evangelio gnóstico de Tomás. La fuente profana más relevante es Flavio Josefo, que dedicó un largo apartado de su libro Antiquitates Judaicae (18,116-119) a glosar el martirio del Bautista a manos de Herodes en la fortaleza de Maqueronte (Perea).
Juan y Jesús se conocieron personalmente. Ambos predicaban sobre la llegada del “Reino”, ambos criticaron la hipocresía religiosa de su tiempo, ambos eran seguidos por el pueblo sencillo. Pero tienen también muchos puntos de divergencia.
2. Para valorar las eventuales influencias, puede ayudar fijarse en lo que se sabe acerca de las vidas, conductas y  mensajes de ambos.
Nacimiento y muerte: Juan Bautista coincidió en el tiempo con Jesús, seguramente nació algún tiempo antes y comenzó su vida pública también antes. Era de origen sacerdotal (Lc 1), aunque nunca ejerció sus funciones y se supone que se mostró opuesto al comportamiento del sacerdocio oficial, por su conducta y su permanencia lejos del Templo. Pasó tiempo en el desierto de Judea (Lc 1,80), pero no parece que tuviera relación con el grupo de Qumrán, puesto que no se muestra tan radical en el cumplimiento de las normas legales (halakhot). Murió condenado por Herodes Antipas (Flavio Josefo, Ant. 18,118). Jesús, por su parte, pasó su primera infancia en Galilea y fue bautizado por él en el Jordán. Supo de la muerte del Bautista y siempre alabó su figura, su mensaje y su misión profética.
Comportamiento: De la vida y conducta de Juan, Josefo señala que era “buena persona” y que muchos “acudían a él y se enardecían escuchándole”. Los evangelistas son más explícitos y mencionan el lugar donde desarrolló su vida pública, Judea y la orilla del Jordán, su conducta austera en el vestir y en el comer, su liderazgo ante sus discípulos y su función de precursor, al descubrir a Jesús de Nazaret como verdadero Mesías. Jesús, en cambio, no se distinguió en lo externo de sus conciudadanos: no se limitó a predicar en un lugar determinado, participó en comidas de familia, vistió con naturalidad y, aun condenando la interpretación literalista de la ley que hacían los fariseos, cumplió todas las normas legales y acudió al templo con asiduidad.
Mensaje y bautismo: Juan Bautista, según Flavio Josefo, “exhortaba a los judíos a practicar la virtud, la justicia unos con otros y la piedad con Dios, y después a recibir el bautismo”. Los evangelios añaden que su mensaje era de penitencia, escatológico y mesiánico: exhortaba a la conversión y enseñaba que el juicio de Dios es inminente: vendrá uno “más fuerte que yo” que bautizará en espíritu santo y fuego. Su bautismo era para Flavio Josefo “un baño del cuerpo” y señal de la limpieza del alma por la justicia. Para los evangelistas era “un bautismo de conversión para el perdón de los pecados” (Mc 1,5). Jesús no rechaza el mensaje del Bautista, más bien parte de él (Mc 1,15) para anunciar el reino y la salvación universal, y se identifica con el Mesías que Juan anunciaba, abriendo el horizonte escatológico. Y, sobre todo, hace de su bautismo fuente de salvación (Mc 16,16) y puerta para participar de los dones otorgados a los discípulos.
En resumen, entre Juan y Jesús hubo muchos puntos de contacto, pero todos los datos conocidos hasta ahora ponen de manifiesto que Jesús de Nazaret superó el esquema veterotestamentario del Bautista (conversión, actitud ética, esperanza mesiánica) y presentó el horizonte infinito de salvación (reino de Dios, redención universal, revelación definitiva).
3. Aunque le precedió en el tiempo y en la predicación, Juan no fue el “maestro espiritual” de Jesús ni Jesús el “heredero espiritual” de Juan.
Puesto que la relación entre Juan Bautista y Jesús fue tan directa e intensa, cabría preguntarse si entre ellos hubo una relación de maestro-discípulo. Para una respuesta adecuada a esta cuestión se requieren explicar los tres datos que se han debatido sobre este tema entre los estudiosos, a saber, el discipulado de Juan, el alcance de su bautismo en el Jordán y las alabanzas de Jesús al Bautista.
Los discípulos de Juan. Los evangelios señalan con frecuencia que Juan tenía discípulos, entre los cuales algunos se fueron con Jesús (Jn 1,35-37). No eran, por tanto simples seguidores eventuales; le acompañaban, le seguían y seguramente compartían su misma vida (Mc 2,18) y sus mismas ideas (Jn 3,22). Flavio Josefo distinguía dos clases de partidarios, unos que le escuchaban con atención hablar de virtud, de justicia y de piedad, y se bautizaban; otros que “se reunían en torno a él porque se exaltaban mucho al oírle hablar” (Antiquitates iudaicae 18,116-117). Entre los seguidores de Juan hubo quien llegó a plantear a su maestro si Jesús con su conducta estaba mostrándose como un rival (Jn 3,25-27), por tanto no lo consideraban como uno de los suyos.
El bautismo de Jesús. Los especialistas no dudan de la historicidad del hecho, entre otras cosas porque su inclusión en los evangelios planteaba ciertas dificultades: una, la posible interpretación de que el Bautista era superior al bautizado, a Jesús, y otra, que siendo un bautismo de penitencia podría pensarse que Jesús tenía conciencia de ser pecador. Los sinópticos dejan claro en sus relatos que Juan se reconoce inferior: rehúsa bautizar a Jesús (Mt 3,13-17), la voz del cielo revela la dignidad divina de Jesús (Mc 1,9-11), y el cuarto evangelio que no relata el bautismo señala que el Bautista da testimonio de haber visto posarse la paloma sobre Jesús (Jn 1,29-34) y de su propia inferioridad (Jn 3,28). Si embargo, no se deduce de ahí inmediatamente que Jesús fuera discípulo de Juan el Bautista. Si los evangelistas no detallan que Jesús fue discípulo de Juan es porque no lo fue.
Las alabanzas de Jesús. Hay dos frases de Jesús que demuestran su estima por el Bautista. Una la recogen Mateo (Mt 11,11) y Lucas (7,28): “no ha surgido entre los nacidos de mujer nadie mayor que Juan el Bautista”. Otra está en Marcos (9,13) y aplica al Bautista la profecía de Ml 3,23-24: “Elías vendrá primero y restablecerá todas las cosas (…). Sin embargo, yo os digo —afirma Jesús— que Elías ya ha venido y han hecho con él lo que querían, según está escrito de él”. No cabe duda de que la persona de Juan, su bautismo (cfr. Mt 21,13-27) y su mensaje estuvieron muy presentes en la vida de Jesús. Sin embargo siguió un camino totalmente diferente: en su conducta, puesto que recorrió todo el país, la capital Jerusalén y el ámbito del templo; en su mensaje, pues predicó el reino de salvación universal; en sus discípulos, a quienes instruyó en el mandamiento del amor por encima de normas legales y hasta de prácticas ascéticas. Pero lo más llamativo es que Jesús abre el horizonte de salvación a todos los hombres de todas las razas y de todos los tiempos.
En resumen, en el supuesto poco probable y nada comprobado de que Jesús pasara algún tiempo junto a los seguidores del Bautista, no se puede decir que recibiera un influjo decisivo. Jesús más que discípulo fue el Mesías y Salvador anunciado por el último y mayor de los profetas, Juan el Bautista.


6 claves para comprender el viaje del Papa Francisco a Armenia Por Eduardo Berdejo

Papa Francisco en Armenia / Foto: Alexey Gotovskiy (ACI Prensa)

Del 24 al 26 de junio el Papa Francisco realizará una visita apostólica a Armenia, un pequeño país de Asia Menor ubicado al norte de Irán y al este de Turquía, con una larga historia ligada al cristianismo y a las Sagradas Escrituras. A continuación te presentamos 6 claves que te servirán para comprender la importancia de este viaje:
1.       ¿Por qué el Papa Francisco va a Armenia?
El vocero vaticano, P. Federico Lombardi, explicó que una de las razones del viaje se debe a la relación entre el Papa Francisco y el Catholicós armenio, Karekin II, quien ya estuvo presente en Roma durante la elección del Santo Padre en marzo de 2013. Además, el Pontífice llega a la Tierra de Noé para abrazar a la minoría católica.
2.       Armenia es el primer país cristiano
La tradición cuenta que los apóstoles San Judas Tadeo y San Bartolomé fueron los primeros en llevar el cristianismo a Armenia; sin embargo, fue San Gregorio “El Iluminador” quien consolidó la evangelización al lograr la conversión del rey Tiridates III en el año 301. La tradición considera que en esta fecha ocurrió la declaración oficial del cristianismo como religión del país.
Esto ocurrió mucho tiempo antes de que el emperador romano Teodosio -con un decreto en el año 380- convirtiera al cristianismo en la religión oficial del Imperio Romano. Por ello el lema del viaje de Francisco a Armenia es "Visita al primer país cristiano".
3.       Noé y Armenia
El libro del Génesis narra que cuando terminó el Diluvio, el arca de Noé se asentó sobre el monte Ararat, el cual, si bien se encuentra actualmente en Turquía, es parte de la Armenia histórica. Por ello el monte Ararat aparece en el centro del escudo de armas de Armenia.
4.       ¿Cuántos católicos hay en Armenia?
Armenia tiene cerca de 3 millones de habitantes y la gran mayoría pertenece a la Iglesia Apostólica Armenia, que se separó de la comunión con Roma en el siglo V, pero con la cual mantiene el diálogo ecuménico. La Iglesia Católica tiene en este país 280 mil fieles.
5.       El genocidio armenio
Luego de continuas conquistas y liberaciones, Armenia fue tomada por el Imperio Otomano en el siglo XVI, pero este perdió la parte oriental ante los rusos en 1829. Años después, en 1915 ocurrió el llamado “genocidio armenio”, que consistió en el asesinato de cerca de un millón y medio de armenios cristianos, muchos de los cuales murieron durante el destierro al que fueron empujados por los gobernantes turcos.
Hasta el momento Turquía se niega a usar el término “genocidio”, sin embargo, cerca de 20 países e instituciones han comenzado a utilizarlo, como por ejemplo Alemania y el Parlamento Europeo. En 2015 el Papa Francisco habló de “genocidio” al momento de recordar el primer centenario de esta masacre. Por su parte, la Iglesia Apostólica Armeniadeclaró mártires el año pasado a este millón y medio de víctimas.
6.       ¿Cuál es el lema y qué significa el logo de la visita?
El lema del viaje del Papa a Armenia es "Visita al primer país cristiano". Con respecto al logo, este consta de un círculo dividido en dos partes: uno violeta y el otro amarillo. Ambos reflejan los colores oficiales de la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Católica; además contiene el escudo de ambas.
El logo también presenta las siluetas del monte Ararat y del Monasterio Khor Virap, construido por San Gregorio “el Iluminador”, fundador y santo patrón de la Iglesia Apostólica Armenia.

El Papa pide desarrollar una pastoral familiar capaz de acoger, acompañar, discernir e integrar Discurso del Papa a la diócesis de Roma sobre la Pastoral Familiar y la Amoris laetitia


Pope Francis General Audience June 15, 2016


Con el discurso del Papa Francisco se abrió la tarde de este 16 de junio en la catedral de Roma, la basílica de San Juan de Letrán, el Congreso Diocesano sobre el tema La Alegría del Amor, el camino de las familias a Roma a la luz de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia del Papa Francisco.
Tres imágenes bíblicas dio el Papa Francisco para iluminar la reflexión sobre tres temas: 1. La vida de toda persona, la vida de toda familia debe ser tratada con mucho respeto y cuidado. Especialmente cuando reflexionamos sobre ello. 2. Cuidarnos de armar una pastoral de guetos y para guetos. 3. Darle espacios a los ancianos para que vuelvan a soñar.
El Congreso inició con el saludo del cardenal vicario de la diócesis de Roma, S.E. Agostino Vallini, al cual siguió la oración inicial y el discurso del Papa Francisco sobre el tema del Congreso. Los trabajos proseguirán hasta la tarde del viernes 17 con cinco laboratorios temáticos en las 36 prefecturas de la diócesis de Roma. Las conclusiones, con la relación del cardenal vicario y la presentación de las líneas pastorales, tendrán lugar el 19 de setiembre, siempre en la catedral de Roma, por la mañana con los párrocos y sacerdotes y por la tarde con los agentes laicos. En esa ocasión será otorgado el mandato a los catequistas para el nuevo año pastoral.
Radio Vaticano/Alfa y Omega
Artículo publicado por Alfa y Omega
Papa Francisco sobre matrimonios sacramentales nulos
El ‪#‎PapaFrancisco‬ dijo que por esta razón muchos matrimonios sacramentales son nulos.
ACLARACIÓN: Aunque el Papa utilizó la palabra "mayoría", el Vaticano aclaró que en la transcripción oficial de sus palabras pidió cambiar esta expresión por "una parte".
Más información en http://bit.ly/1Xu6vdA

Jueves de la duodécima semana del tiempo ordinario

Segundo Libro de los Reyes 24,8-17. 
Joaquín tenía dieciocho años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. Su madre se llamaba Nejustá, hija de Elnatán, y era de Jerusalén.
El hizo lo que es malo a los ojos del Señor, tal como lo había hecho su padre.
En aquel tiempo, los servidores de Nabucodonosor, rey de Babilonia, subieron contra Jerusalén, y la ciudad quedó sitiada.
Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó a la ciudad mientras sus servidores la sitiaban,
y Joaquín, rey de Judá, se rindió al rey de Babilonia junto con su madre, sus servidores, sus príncipes y sus eunucos. El rey de Babilonia los tomó prisioneros en el año octavo de su reinado.
Luego retiró de allí todos los tesoros de la Casa del Señor y los tesoros de la casa del rey, y rompió todos los objetos que Salomón, rey de Judá, había hecho para la Casa del Señor, como lo había anunciado el Señor.
Deportó a todo Jerusalén, a todos los jefes y a toda la gente rica - diez mil deportados - además de todos los herreros y cerrajeros: sólo quedó la gente más pobre del país.
Deportó a Joaquín a Babilonia; y también llevó deportados de Jerusalén a Babilonia a la madre y a las mujeres del rey, a sus eunucos y a los grandes del país.
A todos los guerreros - en número de siete mil - a los herreros y cerrajeros - en número de mil - todos aptos para la guerra, el rey de Babilonia los llevó deportados a su país.
El rey de Babilonia designó rey, en lugar de Joaquín, a su tío Matanías, a quien le cambió el nombre por el de Sedecías.



Salmo 79(78),1-2.3-5.8.9. 
Oh Dios, los paganos invadieron tu herencia,
profanaron tu santo Templo,
hicieron de Jerusalén un montón de ruinas;
dieron los cadáveres de tus servidores
como pasto a las aves del cielo,
y la carne de tus amigos, a las fieras de la tierra.

Derramaron su sangre como agua
alrededor de Jerusalén,
y nadie les daba sepultura.
Fuimos el escarnio de nuestros vecinos,
la irrisión y la burla de los que nos rodean.
¿Hasta cuándo, Señor? ¿Estarás enojado para siempre?
¿Arderán tus celos como un fuego?

No recuerdes para nuestro mal
las culpas de otros tiempos;
compadécete pronto de nosotros,
porque estamos totalmente abatidos.

Ayúdanos, Dios salvador nuestro,
por el honor de tu Nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados,
a causa de tu Nombre.





Evangelio según San Mateo 7,21-29. 
Jesús dijo a sus discípulos:
"No son los que me dicen: 'Señor, Señor', los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Muchos me dirán en aquel día: 'Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?'.
Entonces yo les manifestaré: 'Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal'.
Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca.
Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca.
Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena.
Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande".
Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, la multitud estaba asombrada de su enseñanza,
porque él les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas.



Leer el comentario del Evangelio por : San Benito de Nursia  
«Para entrar en el Reino de los cielos..., hay que cumplir la voluntad de mi Padre»