jueves, 31 de agosto de 2017

Arqueólogos israelíes anuncian haber descubierto el lugar donde nació san Pedro


Betsaida, la patria chica de Simon, Andrés y Felipe

Un grupo de arqueólogos israelíes, del Kinneret Institute for Galilean Archeaology, anunció ayer el descubrimiento de las ruinas de la antigua ciudad romana de Julias, junto al Mar de Genesaret, a pocos kilometros de Cafarnaúm, según publica el diario israelí Haaretz.
La ciudad de Julias, según el historiador judío Flavio Josefo, fue erigida en el año 30 d.C. sobre las ruinas de un antiguo poblado de pescadores llamado Betsaida. Según los evangelios, Betsaida era el pueblo natal de Simón Pedro, de su hermano Andrés, y de Felipe, tres de los discípulos de Jesús.
Según Flavio Josefo, el rey judío Herodes hijo de Herodes el Grande, transformó Betsaida, que había sido una aldea de pescadores, en una polis romana, a la que llamó “Julias”, en honor de Julia Augusta, la madre del emperador romano Tiberio.
Este hallazgo se ha producido después de años de búsquedas infructuosas en las orillas del Mar de Galilea de esta pequeña población, tan importante en los relatos evangélicos, muy cerca de la desembocadura norte del río Jordán.
Según informan los arqueólogos, por ahora se han desenterrado fragmentos de cerámica, monedas y restos de unos baños públicos romanos.

Jueves de la vigésima primera semana del tiempo ordinario


Primera Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 3,7-13. 

Por eso, hermanos, a pesar de las angustias y contrariedades, nos sentimos reconfortados por ustedes, al comprobar su fe.
Sí, ahora volvemos a vivir, sabiendo que ustedes permanecen firmes en el Señor.
¿Cómo podremos dar gracias a Dios por ustedes, por todo el gozo que nos hacen sentir en la presencia de nuestro Dios?
Día y noche, le pedimos con insistencia que podamos verlos de nuevo personalmente, para completar lo que todavía falta a su fe.
Que el mismo Dios, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesucristo, nos allanen el camino para ir allí.
Que el Señor los haga crecer cada vez más en el amor mutuo y hacia todos los demás, semejante al que nosotros tenemos por ustedes.
Que él fortalezca sus corazones en la santidad y los haga irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el Día de la Venida del Señor Jesús con todos sus santos.

Salmo 90(89),3-4.12-13.14.17. 
Tú haces que los hombres vuelvan al polvo,
con sólo decirles: “Vuelvan, seres humanos”.
Porque mil años son ante tus ojos

como el día de ayer, que ya pasó,
como una vigilia de la noche.
Enséñanos a calcular nuestros años,

para que nuestro corazón alcance la sabiduría.
¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo...?
Ten compasión de tus servidores.

Sácianos en seguida con tu amor,
y cantaremos felices toda nuestra vida.
Que descienda hasta nosotros

la bondad del Señor;
que el Señor, nuestro Dios,
haga prosperar la obra de nuestras manos.


Evangelio según San Mateo 24,42-51. 
Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor.
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.
¿Cuál es, entonces, el servidor fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su personal, para distribuir el alimento en el momento oportuno?
Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo.
Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
Pero si es un mal servidor, que piensa: 'Mi señor tardará',
y se dedica a golpear a sus compañeros, a comer y a beber con los borrachos,
su señor llegará el día y la hora menos pensada,
y lo castigará. Entonces él correrá la misma suerte que los hipócritas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes. 

miércoles, 30 de agosto de 2017

Hallazgo arqueológico en Tierra Santa corrobora episodio narrado en la Biblia

Parte subterránea de las excavaciones en el templo de Jerusalén / Foto: Flickr Israel_photo_gallery (CC-BY-ND-2.0)

Un grupo de científicos realizó un hallazgo arqueológico en Tierra Santa que corrobora un episodio narrado en unos versículos bíblicos.
Se trata de la quema y conquista de Jerusalén perpetrada hace más de 2600 años por un comandante de la guardia de Nabucodonosor, rey de Babilonia. Este suceso es narrado en el libro de Jeremías 52, 13-34, en el Antiguo Testamento.
El pasaje indica que el entonces rey de Jerusalén, Sedecías, fue apresado y llevado a Babilonia, y que los judíos fueron deportados.
También señala que el comandante de la guardia, Nebuzaradán, “incendió la Casa del Señor, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén, y prendió fuego a todas las casas de los nobles. Después, el ejército de los caldeos que estaba con el comandante de la guardia derribó todas las murallas que rodeaban a Jerusalén”.
A fines del pasado mes de julio, un grupo de arqueólogos del Instituto Weizmann y la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA por sus siglas en inglés) encontraron en la zona este de Jerusalén varios huesos, estatuillas, madera, semillas y vasijas de cerámica que estaban cubiertos de ceniza y presentaban huellas de quemaduras.
El co director del IAA, el arqueólogo Joe Uziel, explicó en un comunicado publicado en el sitio web de la organización que también se pudo determinar la época a la que pertenecían los restos, ya que las vasijas de cerámica tenían un sello con diseño de rosetón.
Indicó que estos sellos son característicos del final del periodo del primer templo de Jerusalén y que eran utilizados por el sistema administrativo que se desarrolló hacia el final de la dinastía Judea, cuyo último rey fue Sedecías.
“La clasificación de los objetos facilitó el control, supervisión, recolección, comercialización y almacenamiento de los rendimientos de los cultivos. El rosetón, en esencia, reemplazó el sello del rey que se utilizó en el sistema administrativo anterior”, indicó Uziel.
En un video realizado por la IAA para explicar el hallazgo, Uziel destacó que los edificios donde estaban estos restos “no fueron destruidos en un solo evento. Parece que algunos fueron destruidos y otros abandonados”.
Por otro lado, el arqueólogo de origen israelí manifestó que este descubrimiento, realizado tras cuatro meses de excavaciones, se relaciona con el de la arqueóloga británica Kathleen Kenyon, que durante la década de 1960 encontró en ese mismo lugar las ruinas del primer templo de Jerusalén, que data de la época del mandato del rey Sedecías.


Santa Rosa de Lima, virgen, Patrona de América Latina - Fiesta





Carta II de San Pablo a los Corintios 10,17-18.11,1-2. 
Hermanos:
El que se gloría, que se gloríe en el Señor.
Porque el que vale no es el que se recomienda a sí mismo, sino aquel a quien Dios recomienda.
¡Ojalá quisieran tolerar un poco de locura de mi parte! De hecho, ya me toleran.
Yo estoy celoso de ustedes con el celo de Dios, porque los he unido al único Esposo, Cristo, para presentarlos a él como una virgen pura.

Salmo 148(147),1-2.11-13a.13c-14. 
¡Aleluya!
Alaben al Señor desde el cielo,
alábenlo en las alturas;
alábenlo, todos sus ángeles,

alábenlo, todos sus ejércitos.
Los reyes de la tierra y todas las naciones,
los príncipes y los gobernantes de la tierra;
los ancianos, los jóvenes y los niños.

alaben el nombre del Señor.
Su majestad está sobre el cielo y la tierra,
y él exalta la fuerza de su pueblo.
¡A él, la alabanza de todos sus fieles,

y de Israel, el pueblo de sus amigos!
¡Aleluya!

Evangelio según San Mateo 13,44-46. 
Jesús dijo a la multitud:
"El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas;
y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró." 

martes, 29 de agosto de 2017

Ocho cosas que quizás no sabías del Papa Pablo VI

Pablo VI crea cardenal a Karol Wojtyla, ahora San Juan Pablo II

Pablo VI, Giovanni Battista Montini, es conocido por ser el Pontífice que llevó a término el Concilio Vaticano II que había comenzado su predecesor Juan XXIII.
Sin embargo, muchos importantes hechos de su pontificado son poco conocidos. Eran tiempos en que los medios de comunicación no tenían el alcance que tienen hoy, con internet y las redes sociales.
Aquí te presentamos ocho cosas que probablemente no conocías del Beato Pablo VI:
1. El 27 de noviembre de 1970, en el Aeropuerto Internacional de Manila (Filipinas), Pablo VI recibió dos puñaladas por parte del pintor boliviano Benjamín Mendoza y Amor Flores, que sufría de problemas mentales y que disfrazado de sacerdote intentó asesinar al Pontífice con una daga.
2. Fue el primer Sumo Pontífice en usar un avión en sus viajes.
3. Fue el primer Pontífice en visitar los cinco continentes, y, antes que San Juan Pablo II, él ya había recibido el apodo de “Papa peregrino”. Realizó una visita pastoral al continente africano; y también visitó Colombia y Estados Unidos, en América; Portugal, en Europa; Australia, en Oceanía; Filipinas e India, en Asia.
4. Fue además el primer Papa en visitar Tierra Santa desde San Pedro. En Jerusalén, en 1964, se encontró con el Patriarca ortodoxo Atenágoras I, con quien celebraron el levantamiento de las mutuas excomuniones impuestas tras el Gran Cisma entre oriente y occidente, en 1054. El Papa Francisco visitó tierra Santa en el 2014 para celebrar los 50 años de este acontecimiento.
5. Fue el último Pontífice en tener una ceremonia de coronación y el primero en prescindir del uso de la tiara, durante las sesiones del Concilio Vaticano II. Eventualmente donó su tiara, un regalo de su antigua Arquidiócesis de Milán, a la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington (Estados Unidos), como señal de su aprecio a los católicos estadounidenses.
6. Ejerció el ministerio sacerdotal durante 58 años. Fue ordenado el 29 de mayo de 1920 y falleció el 6 de agosto de 1978.
7. Nino Lo Bello, veterano “vaticanista” estadounidense, aseguró que Pablo VI, un apasionado de la lectura, llevaba en su equipaje, durante sus viajes, hasta 75 libros para poder elegir cuáles leer.
8. Pablo VI creó cardenales a Karol Wojtyla, en 1967, y a Joseph Ratzinger, en 1977, quienes serían luego sus sucesores San Juan Pablo II y Benedicto XVI, respectivamente.
Pablo VI coloca anillo cardenalicio a Joseph Ratzinger, futuro Benedicto XVI

Memoria del martirio de San Juan Bautista


Libro de Jeremías 1,17-19. 

En cuanto a ti, cíñete la cintura, levántate y diles todo lo que yo te ordene. No te dejes intimidar por ellos, no sea que te intimide yo delante de ellos.
Mira que hoy hago de ti una plaza fuerte, una columna de hierro, una muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes de Judá y a sus jefes, a sus sacerdotes y al pueblo del país.
Ellos combatirán contra ti, pero no te derrotarán, porque yo estoy contigo para librarte -oráculo del Señor-".

Salmo 71(70),1-2.3-4a.5-6ab.15ab.17. 
Yo me refugio en Ti, Señor,
¡que nunca tenga que avergonzarme!
Por tu justicia, líbrame y rescátame,
inclina tu oído hacia mí, y sálvame.

Sé para mí una roca protectora,
tú que decidiste venir siempre en mi ayuda,
porque tú eres mi Roca y mi fortaleza.
¡Líbrame, Dios mío, de las manos del impío!

Porque tú, Señor, eres mi esperanza
y mi seguridad desde mi juventud.
En ti me apoyé desde las entrañas de mi madre;
desde el seno materno fuiste mi protector.

Mi boca anunciará incesantemente
tus actos de justicia y salvación,
Dios mío, tú me enseñaste desde mi juventud,
y hasta hoy he narrado tus maravillas.


Evangelio según San Marcos 6,17-29. 
Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado.
Porque Juan decía a Herodes: "No te es lícito tener a la mujer de tu hermano".
Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía,
porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto.
Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea.
La hija de Herodías salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras y te lo daré".
Y le aseguró bajo juramento: "Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino".
Ella fue a preguntar a su madre: "¿Qué debo pedirle?". "La cabeza de Juan el Bautista", respondió esta.
La joven volvió rápidamente adonde estaba el rey y le hizo este pedido: "Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla.
En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan.
El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y esta se la dio a su madre.
Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron. 

lunes, 28 de agosto de 2017

¿Por qué los católicos encienden velas a los santos?


¿Se trata de una superstición?

No existe nada más “católico” que las velas votivas, sobre todo si se encuentran ante imágenes en un entorno eclesiástico. Siempre que en una película o una serie de televisión se quiere mostrar a la audiencia que un personaje es católico, con toda seguridad aparecerá un confesionario o una repisa con estas velas.
La confesión es un sacramento, por supuesto, pero ¿de dónde viene el uso de las velas? ¿Se trata de una práctica supersticiosa?
Más bien lo contrario, de hecho.
“Yo soy la luz del mundo, el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8: 12).
Durante la Vigilia Pascual, cuando el diácono o el sacerdote entra en la iglesia oscura con el cirio pascual, recita “Luz de Cristo”, a lo que los fieles responden “Demos gracias a Dios”. Este canto nos recuerda cómo Jesús llegó a nuestro mundo de pecado y muerte para traernos la luz de Dios.
Además de su empleo en lugares donde los primeros cristianos celebraban la misa, las velas también iluminaban los sepulcros de los mártires. El padre William Saunders explica que “existen pruebas de que se encendían velas o lámparas de aceite en las tumbas de los santos, concretamente de mártires, ya en los años 200, y ante reliquias e imágenes sagradas a partir de los años 300”.
En este contexto, “la luz representa nuestras oraciones ofrecidas en la fe que se convierten en la luz de Dios. Con la luz de la fe, suplicamos a nuestro Señor por nuestras plegarias o a un santo para que rece con nosotros”. La palabra “vigilia” proviene del latín vigilia y significa velar o supervisar.
La vela de la vigilia permanece encendida durante un periodo de tiempo, ya sean horas o días, y simboliza el anhelo de la persona de “estar presente ante el Señor en su oración aunque nos vayamos para continuar con nuestras tareas diarias”. También recuerda a la persona que el santo siempre está rezando por sus súplicas.
Otra palabra que se emplea para referirse a este tipo de velas es “votiva” y proviene del latín votum, que significa promesa, compromiso o simplemente plegaria. Refuerza la idea de que las velas representan nuestras oraciones ante Dios.
Como seres humanos, tenemos cuerpo y alma y, a menudo, nuestras oraciones deben expresarse de un modo físico y tangible. De esta forma ayudamos a que el alma descanse y podamos profundizar en nuestra espiritualidad. Parecida al incienso, la luz de las velas es un recordatorio físico que hace dirigir nuestras almas hacia Dios. No las encendemos porque creemos que así Dios escuchará mejor nuestras plegarias, sino porque necesitamos un elemento visual que conecte nuestro cuerpo y nuestra alma.

28 de agosto: San Agustín, doctor de la Iglesia y “patrón de los que buscan a Dios”

28 de agosto: San Agustín, doctor de la Iglesia y “patrón de los que buscan a Dios”

“Tarde te amé, oh Belleza siempre antigua, siempre nueva. Tarde te amé”, dijo San Agustín. Este gran Santo es uno de los 36  doctores de la Iglesia y es patrón de "los que buscan a Dios”; también fue autor de varios libros de teología y filosofía, siendo sus obras más famosas las “Confesiones” y "La ciudad de Dios".
San Agustín de Hipona nació el 13 de noviembre en el año 354 en la ciuad de Tagaste, ubicada al norte de Africa. Fue hijo de Patricio y de Santa Mónica, quen rezó durante varios años por la conversión de su esposo y de su hijo.
Durante su juventud, se entregó a una vida libertina y cometió varios pecados de impureza. Convivió con una mujer durante 14 años y ambos tuvieron un hijo llamado Adeodato, que murió siendo joven.
También perteneció durante nueve años a la secta de los Maniqueos hasta que conoció a San Ambrosio, cuyo testimonio le impresiona  y le motiva a acercarse a Dios.
Un día, cuando Agustín estaba en un jardín, sumido en una profunda crisis existencial, escuchó la voz de un niño que le decía : "Toma y lee ; toma y lee". El Santo abrió una biblia que tenía al lado y abrió una página al azar. Se encontró con el capítulo 13,13-14 de la carta de San Pablo a los romanos que decía :
"Nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos...revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupeís de la carne para satisfacer sus concupiscencias".
Esta lectura marcó su conversión y desde ese momento resolvió  permanecer casto y entregar su vida a Cristo.
En el año 387 es bautizado junto a su hijo. Su madre fallece ese mismo año. Regresó a África y quiso llevar un estilo de vida monástica. Sin embargo, Dios tenía otros planes para él.
Un día fue asistió a la Eucaristía en Hipona. El Obispo, Valerio, lo vió y se enteró de su conversión y santidad. Entonces le dijo que necesitaba con urgencia a un sacerdote que lo asistiera en su labor. A pesar de su resistencia y lágrimas, Agustín entendió el llamado del Señor. 
Es ordenado sacerdote y cinco años después fue ordenado Obispo, dirigió la diócesis de Hipona por 34 años. San Agustín utilizó sus dotes intelectuales y espirituales para atender a las necesidades de su rebaño.
Combatió las herejías del tiempo, debatió contra las corrientes contrarias a la fe, acudió a varios consejos de obispos en África y viajó constantemente para predicar el Evangelio. Su intenso trabajo pastoral le forjó un gran prestigio dentro de la Iglesia.
El 28 de agosto del 430 enfermó y falleció. Su cuerpo fue enterrado Hipona, pero luego trasladado a Pavia, Italia. 
Para Benedicto XVI, San Agustín ha sido un “buen compañero de viaje” en su vida y ministerio. En enero del 2008 se refirió a él como “hombre de pasión y de fe, de altísima inteligencia y de incansable solicitud pastoral… dejó una huella profundísima en la vida cultural de Occidente y de todo el mundo”.
En agosto del 2013, el Papa Francisco, durante la Misa de apertura del Capítulo General de la Orden de San Agustín, se refirió al santo como un hombre que “comete errores, toma también caminos equivocados, peca, es un pecador; pero no pierde la inquietud de la búsqueda espiritual. Y de este modo descubre que Dios le esperaba; más aún, que jamás había dejado de buscarle Él primero”.
San Juan Pablo II  difundió la vida y obra de este Doctor de la Iglesia. En 1986, con ocasión del XVI Centerario de la Conversión de San Agustín, redactó la Carta Apostólica “Augustinum Hipponensem”.
Conoce más de este gran Doctor de la Iglesia:

Lunes de la vigésima primera semana del tiempo ordinario


Primera Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 1,1-5.8b-10. 

Pablo, Silvano y Timoteo saludan a la Iglesia de Tesalónica, que está unida a Dios Padre y al Señor Jesucristo. Llegue a ustedes la gracia y la paz.
Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes, cuando los recordamos en nuestras oraciones,
y sin cesar tenemos presente delante de Dios, nuestro Padre, cómo ustedes han manifestado su fe con obras, su amor con fatigas y su esperanza en nuestro Señor Jesucristo con una firme constancia.
Sabemos, hermanos amados por Dios, que ustedes han sido elegidos.
Porque la Buena Noticia que les hemos anunciado llegó hasta ustedes, no solamente con palabras, sino acompañada de poder, de la acción del Espíritu Santo y de toda clase de dones. Ya saben cómo procedimos cuando estuvimos allí al servicio de ustedes.
En efecto, de allí partió la Palabra del Señor, que no sólo resonó en Macedonia y Acaya: en todas partes se ha difundido la fe que ustedes tienen en Dios, de manera que no es necesario hablar de esto.
Ellos mismos cuentan cómo ustedes me han recibido y cómo se convirtieron a Dios, abandonando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero,
y esperar a su Hijo, que vendrá desde el cielo: Jesús, a quien él resucitó y que nos libra de la ira venidera.

Salmo 149(148),1-2.3-4.5-6a.9b. 
Canten al Señor un canto nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que Israel se alegre por su Creador
y los hijos de Sión se regocijen por su Rey.

Celebren su Nombre con danzas,
cántenle con el tambor y la cítara,
porque el Señor tiene predilección por su pueblo
y corona con el triunfo a los humildes.

Que los fieles se alegren por su gloria
y canten jubilosos en sus fiestas.
Glorifiquen a Dios con sus gargantas;
ésta es la victoria de todos sus fieles.



Evangelio según San Mateo 23,13-22. 

"¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran.

¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y cuando lo han conseguido lo hacen dos veces más digno de la Gehena que ustedes!
¡Ay de ustedes, guías, ciegos, que dicen: 'Si se jura por el santuario, el juramento no vale; pero si se jura por el oro del santuario, entonces sí que vale'!
¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro o el santuario que hace sagrado el oro?
Ustedes dicen también: 'Si se jura por el altar, el juramento no vale, pero vale si se jura por la ofrenda que está sobre el altar'.
¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar que hace sagrada esa ofrenda?
Ahora bien, jurar por el altar, es jurar por él y por todo lo que está sobre él.
Jurar por el santuario, es jurar por él y por aquel que lo habita.
Jurar por el cielo, es jurar por el trono de Dios y por aquel que está sentado en él. 

sábado, 26 de agosto de 2017

Vigésimo primer Domingo del tiempo ordinario


Libro de Isaías 22,19-23. 

Yo te derribaré de tu sitial y te destituiré de tu cargo.
Y aquel día, llamaré a mi servidor Eliaquím, hijo de Jilquías;
lo vestiré con tu túnica, lo ceñiré con tu faja, pondré tus poderes en su mano, y él será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá.
Pondré sobre sus hombros la llave de la casa de David: lo que él abra, nadie lo cerrará; lo que él cierre, nadie lo abrirá.
Lo clavaré como una estaca en un sitio firme, y será un trono de gloria para la casa de su padre.

Salmo 138(137),1-2a.2bc-3.6.8bc. 
Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
te cantaré en presencia de los ángeles.
Me postraré ante tu santo Templo.
y daré gracias a tu Nombre

por tu amor y tu fidelidad.
Me respondiste cada vez que te invoqué
y aumentaste la fuerza de mi alma.
El Señor está en las alturas,

pero se fija en el humilde
y reconoce al orgulloso desde lejos.
Tu amor es eterno, Señor,
¡no abandones la obra de tus manos.


Carta de San Pablo a los Romanos 11,33-36. 
¡Qué profunda y llena de riqueza es la sabiduría y la ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus designios y qué incomprensibles sus caminos!
¿Quién penetró en el pensamiento del Señor? ¿Quién fue su consejero?
¿Quién le dio algo, para que tenga derecho a ser retribuido?
Porque todo viene de él, ha sido hecho por él, y es para él. ¡A él sea la gloria eternamente! Amén.

Evangelio según San Mateo 16,13-20. 
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?".
Ellos le respondieron: "Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas".
"Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?".
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".
Y Jesús le dijo: "Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.
Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella.
Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".
Entonces ordenó severamente a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías. 

viernes, 25 de agosto de 2017

Estos fueron los hallazgos de Santa Elena en Tierra Santa

Santa Elena / Foto: Wikipedia (Dominio Público)

 Dice la tradición que en el siglo IV Santa Elena, la madre del emperador Constantino, viajó hasta Tierra Santa para buscar la Santa Cruz.
Los obreros que la acompañaron realizaron excavaciones en el monte Calvario y la encontraron. Sin embargo, este no fue el único hallazgo de esta santa, sino que hubo otras reliquias relacionadas directamente con Jesucristo que mandó enviar a diversos lugares y que hoy se encuentran en lugares como Italia, España y Alemania.
La Santa Cruz
Escritores antiguos como San Crisóstomo y San Ambrosio narraron que, después de realizar muchas excavaciones, se encontraron tres cruces. Como no se podía distinguir cuál era la de Jesús, trajeron hasta el Monte Calvario a una mujer agonizante y al tocarla con dos de las cruces ella empeoró. Pero al tocarla con la tercera cruz, la enferma se recuperó instantáneamente.
Santa Elena, el entonces Obispo de Jerusalén Macario, y miles de fieles llevaron la cruz en procesión por las calles de la ciudad.
Actualmente en la ciudad de Caravaca de la Cruz, ubicada en Murcia (España), se conserva un fragmento del madero donde fue crucificado Jesús.
Otro fragmento de la Vera Cruz se encuentra en la ciudad de Alepo (Siria). Esta reliquia fue un obsequio a la Catedral del Niño Jesús de parte del fallecido Vicario Apostólico Emérito de Alepo, Mons. Giuseppe Nazzaro. Durante todos los viernes de Cuaresma, los fieles tienen la oportunidad de rezar el Vía Crucis con ella.
La Escalera Santa
Santa Elena mandó traer a Roma la Escalera Santa del palacio de Poncio Pilato en Jerusalén. Dice la tradición que Jesús subió por estos peldaños de mármol en Viernes Santo para ser juzgado y que derramó allí gotas de sangre.
Actualmente la Escalera Santa se conserva frente de la Basílica de San Juan de Letrán en Roma. En 1723 fue protegida con madera de nogal para preservarla de los desgastes ya que todos los días miles de peregrinos suben por ella de rodillas. En algunos peldaños se pueden apreciar a través de un cristal las gotas de sangre que derramó Cristo.
La Escalera Santa / Foto: Ximena Rondón (ACI Prensa)
En 1908 el Papa San Pío X concedió la indulgencia plenaria a todos los que asciendan devotamente la escalera, habiendo cumplido además con las condiciones de confesión sacramental, comunión eucarística y la oración por las intenciones del Santo Padre.
Los clavos de Jesús y el “Titulus Crucis”
Santa Elena también encontró los clavos que perforaron las manos y los pies de Cristo. Dice la tradición que para proteger a su hijo Constantino en las batallas, ella colocó uno de los clavos en su caballo y otro en su casco.
La santa también encontró el “Titulus Crucis”, la tablilla donde se leía “Jesús Nazareno Rey de los Judíos", y que fue colgada en la Cruz. Este último objeto fue llevado a Roma por el Papa San Gregorio Magno en el siglo VII.
Uno de los clavos y el "Titulus Crucis" / Foto: Ximena Rondón (ACI Prensa)
El “Titulus Crucis” y uno de los clavos se pueden venerar en la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén. Se cree que los otros clavos están en el altar mayor de la Catedral de Milán, en la llamada Corona de Hierro que está en la Catedral de Monza (Italia) y otro en la Catedral de Colle di Val d´Elsa en la región italiana de Toscana.
La Santa Túnica 
Dice la tradición que Santa Elena también consiguió en Jerusalén una parte de la túnica que utilizó Jesús antes de ser crucificado. Ella se la habría entregado al entonces Arzobispo de Tréveris (Alemania), San Agricio.
Esta reliquia se conserva en la Catedral de Tréveris.
La cuna de Jesús
De su viaje a Tierra Santa, la madre del emperador Constantino trajo consigo un fragmento de la cuna donde, según la tradición, reposó el Niño Jesús.
Reliquias de los Reyes Magos
Según narra la Catedral de Colonia (Alemania) en su sitio web, Santa Elena encontró las reliquias de los Reyes de Magos en la ciudad de Saba, ubicada en la Península Arábiga, y las llevó hasta Constantinopla (hoy Estambul), que en ese entonces era la capital del Imperio Romano.
Años más tarde fueron entregadas como obsequio a San Eustorgio, Obispo de Milán (Italia) y en el siglo XII el emperador Federico Barbarroja se las llevó a la Catedral de Colonia, donde permanecen hasta la fecha.
El Santo Sepulcro
Tras el hallazgo, el emperador Constantino mandó a construir la Iglesiadel Santo Sepulcro.

Oración para pedir alegría en el sufrimiento, de Santo Tomás Moro


Una bellísima oración que el santo escribió en la cárcel, cuando supo que le iban a matar, a su ser más querido, su hija Margarita

Dame, Señor, un poco de sol,
algo de trabajo y un poco de alegría.
Dame el pan de cada día, un poco de mantequilla, una buena
digestión y algo para digerir.
Dame una manera de ser que ignore el aburrimiento, los lamentos y los suspiros.
No permitas que me preocupe demasiado
por esta cosa embarazosa que soy yo.
Dame, Señor, la dosis de humor suficiente como para encontrar
la felicidad en esta vida
y ser provechoso para los demás.
Que siempre haya en mis labios una canción, una poesía o una historia para distraerme.
Enséñame a comprender los sufrimientos
y a no ver en ellos una maldición.
Concédeme tener buen sentido,
pues tengo mucha necesidad de él.
Señor, concédeme la gracia,
en este momento supremo de miedo y angustia,
de recurrir al gran miedo
y a la asombrosa angustia que tú experimentaste en el Monte de los Olivos
antes de tu pasión.
Haz que a fuerza de meditar tu agonía,
reciba el consuelo espiritual necesario
para provecho de mi alma.
Concédeme, Señor, un espíritu abandonado, sosegado, apacible,
caritativo, benévolo, dulce y compasivo.
Que en todas mis acciones, palabras y pensamientos experimente
el gusto de tu Espíritu santo y bendito.
Dame, Señor, una fe plena, una esperanza firme y una ardiente caridad.
Que yo no ame a nadie contra tu voluntad,
sino a todas las cosas en función de tu querer.
Rodéame de tu amor y de tu favor.
“Ten, pues, buen ánimo, hija mia, y no te preocupes por mí,
sea lo que sea que me pase en este mundo.
Nada puede pasarme que Dios no quiera.
Y todo lo que él quiere, por muy malo que nos parezca,
es en realidad lo mejor”.
*****
“Aunque estoy convencido, mi querida Margarita,
de que la maldad de mi vida pasada es tal que merecería que Dios me abandonase del todo,
ni por un momento dejaré de confiar en su inmensa bondad.
Hasta ahora, su gracia santísima me ha dado fuerzas para postergarlo todo:
las riquezas, las ganancias y la misma vida,
antes de prestar juramento en contra de mi conciencia”.
Santo Tomás Moro. Carta escrita en la cárcel a su hija Margarita

Viernes de la vigésima semana del tiempo ordinario


Libro de Rut 1,1.3-6.14b-16.22. 

Durante el tiempo de los Jueces hubo una gran sequía en el país, y un hombre de Belén de Judá emigró a los campos de Moab, con su mujer y sus dos hijos.
Al morir Elimélec, el esposo de Noemí, ella se quedó con sus hijos.
Estos se casaron con mujeres moabitas - una se llamaba Orpá y la otra Rut - y así vivieron unos diez años.
Pero también murieron Majlón y Quilión, y Noemí se quedó sola, sin hijos y sin esposo.
Entonces se decidió a volver junto con sus nueras, abandonando los campos de Moab, porque se enteró de que el Señor había visitado a su pueblo y le había proporcionado alimento.
Ellas volvieron a prorrumpir en sollozos, pero al fin Orpá despidió a su suegra con un beso, mientras que Rut se quedó a su lado.
Noemí le dijo: "Mira, tu cuñada regresa a su pueblo y a sus dioses; regresa tú también con ella".
Pero Rut le respondió: "No insistas en que te abandone y me vuelva, porque yo iré adonde tú vayas y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.
Así regresó Noemí con su nuera, la moabita Rut, la que había venido de los campos de Moab. Cuando llegaron a Belén, comenzaba la cosecha de la cebada.

Salmo 146(145),5-6.7.8-9.10. 
Feliz el que se apoya en el Dios de Jacob
y pone su esperanza en el Señor, su Dios:
él hizo el cielo y la tierra,
el mar y todo lo que hay en ellos.
Él mantiene su fidelidad para siempre,
hace justicia a los oprimidos

y da pan a los hambrientos.
El Señor libera a los cautivos,
Abre los ojos de los ciegos
y endereza a los que están encorvados,
el Señor ama a los justos
y entorpece el camino de los malvados.

El Señor protege a los extranjeros
y sustenta al huérfano y a la viuda;
El Señor reina eternamente,
reina tu Dios, Sión,
a lo largo de las generaciones.
¡Aleluya!


Evangelio según San Mateo 22,34-40. 
Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron con Él,
y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
"Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?".
Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu.
Este es el más grande y el primer mandamiento.
El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas". 

jueves, 24 de agosto de 2017

Oración a la Virgen María para luchar contra el aborto


Por todas las madres que tienen miedo de ser madres

La Iglesia Católica siempre ha condenado el aborto como un grave mal. En su encíclica Evangelium Vitae (“El Evangelio de la Vida”), San Juan Pablo II, sostiene que la Biblia prohíbe el aborto, así como prohíbe el asesinato.
En una entrevista con los medios católicos italianos TV2000 y Blu Radio, para conmemorar el fin de su jubileo Año Santo de la Misericordia, el Papa Francisco describió su angustia al encontrarse con una madre que perdió a uno de sus tres hijos, y llamó al aborto un “crimen horrendo” y “un pecado muy grave”.
A continuación, una oración compuesta por el Padre Frank Pavone, sacerdote y líder provida de Estados Unidos, Director Nacional de Sacerdotes por la Vida (Priests for Life)

Oración a la Virgen para luchar contra el aborto

Oh María, Madre de Jesús y Madre de todos nosotros, nos dirigimos a ti hoy como Aquella quien dijo “Sí” a la Vida.
“Tú concebirás y darás a luz un hijo”, te dijo el ángel. A pesar de la sorpresa y la incertidumbre acerca de cómo podría ser esto, dijiste que SÍ. “Hágase en mí según tu palabra”.
Oh María, oramos hoy por todas las madres que tienen miedo de ser madres. Oramos por aquellos que se sienten amenazados y abrumados por su embarazo.
Intercede por ellos, para que Dios les dé la gracia de decir que SÍ y el valor para continuar.
Que tengan la gracia de rechazar la falsa solución del aborto.
Que puedan ellos decir Contigo: “Hágase en mí según tu palabra”.
Que experimenten la ayuda del pueblo cristiano y conozcan la paz que viene de hacer la voluntad de Dios.
Amén
Qriswell J. Quero
Artículo originalmente publicado por pildorasdefe.net

“No temas”, te dice Jesús desde el sagrario, “Yo estoy aquí”. (Un testimonio bellísimo)



He descubierto un oasis espiritual que nos devuelve las fuerzas y la esperanza. Es el oratorio o la Iglesia donde se encuentra el Sagrario.
La verdad es que me emociono cuando escribo sobre la presencia verdadera de Jesús en el sagrario. Es un misterio tan grande que jamás podremos comprenderlo en toda su magnitud.
Es un don de Dios para toda la humanidad.
Jesús, el hijo del Altísimo “está Vivo” y se queda en un sagrario, esperando a sus amigos, que lo visiten.
Para mí ir a estos oratorios donde tienen los sagrarios es una alegría inmensa. Los veo como oasis de paz en medio de un mundo tan convulsionado.
Ayer que estuve un rato visitando a Jesús me acordé de ti y le dejé tus saludos.
Suelo recibir comentarios a mis escritos. Muchos me sorprenden por la profundidad de sus palabras, por el amor que demuestran amando tanto a Jesús en el sagrario.
Les comparto uno que me encantó.
“Si Jesús está en todas partes, ¿por qué visitarlo en un sagrario?”
Si bien es cierto Jesús está en todas partes porque es parte de la Santísima Trinidad,  Jesús instituyó la Eucaristía para que lo tengamos aquí presente con nosotros. ÉL nos dijo: “«Tomen; esto es mi cuerpo.» Tomó luego una copa, y después de dar gracias se la entregó; y todos bebieron de ella. Y les dijo: «Esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que será derramada por una muchedumbre.”  (Marcos 14, 22-24) El sagrario es el lugar donde se reservan o custodian las Hostias Consagradas que no son consumidas durante la misa…  Si tenemos joyas no las dejamos en cualquier sitio ¿verdad?  Así mismo ocurre con el Cuerpo de Cristo que se custodia en los sagrarios del mundo. Allí puedes preparar tu alma y poder luego ir al confesionario preparado para la reconciliación”.
Me gusta mucho rezar por las personas que encuentro en los oratorios y que visitan a Jesús. Rezo por ellos y por ti. Sé que tienen problemas, ¿quién no los tiene? y acuden a ver a Jesús pidiendo su consuelo. Y Jesús, (qué bueno eres) los escucha y atiende, les las gracias que necesitan para continuar sus vidas.
Muchas personas me escriben a mi correo preguntando sobre el sagrario. Les respondo.
“Debes ir. Anda. Ten la experiencia. Visita a Jesús y comprenderás”.
Los años me lo han demostrado. En medio de la tormenta puedes encontrar a Jesús en aquel sagrario que te dice: 
“No temas. Yo estoy aquí.”

Fiesta de san Bartolomé, apóstol


Apocalipsis 21,9b-14. 

Luego se acercó uno de los siete Angeles que tenían las siete copas llenas de las siete últimas plagas, y me dijo: "Ven que te mostraré a la novia, a la esposa del Cordero".
Me llevó en espíritu a una montaña de enorme altura, y me mostró la Ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios.
La gloria de Dios estaba en ella y resplandecía como la más preciosa de las perlas, como una piedra de jaspe cristalino.
Estaba rodeada por una muralla de gran altura que tenía doce puertas: sobre ellas había doce ángeles y estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel.
Tres puertas miraban al este, otras tres al norte, tres al sur, y tres al oeste.
La muralla de la Ciudad se asentaba sobre doce cimientos, y cada uno de ellos tenía el nombre de uno de los doce Apóstoles del Cordero.

Salmo 145(144),10-11.12-13ab.17-18. 
Que todas tus obras te den gracias, Señor,
y tus fieles te bendigan;
que anuncien la gloria de tu reino
y proclamen tu poder.

Así manifestarán a los hombres tu fuerza
y el glorioso esplendor de tu reino:
tu reino es un reino eterno,
y tu dominio permanece para siempre.

El Señor es justo en todos sus caminos
y bondadoso en todas sus acciones;
está cerca de aquellos que lo invocan,
de aquellos que lo invocan de verdad.


Evangelio según San Juan 1,45-51. 
Felipe encontró a Natanael y le dijo: "Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret".
Natanael le preguntó: "¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?". "Ven y verás", le dijo Felipe.
Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: "Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez".
"¿De dónde me conoces?", le preguntó Natanael. Jesús le respondió: "Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera".
Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".
Jesús continuó: "Porque te dije: 'Te vi debajo de la higuera', crees . Verás cosas más grandes todavía".
Y agregó: "Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre." 

miércoles, 23 de agosto de 2017

Santa Rosa de Lima, 23 de agosto Primera canonizada de América

Santa Rosa de Lima © Abrecht group

«Primera canonizada de América. Compartió sus obras de caridad con san Martín de Porres e influyó en la vida de diversos santos. Es la patrona de Lima, América, Filipinas e Indias Orientales, de la policía nacional de Perú y de las fuerzas armadas argentinas»
Nacida en Lima, Perú, el 20 de abril de 1586, sufrió por su belleza a la que debía el nombre de Rosa, aunque en el bautismo se le impuso el de Isabel. Fue una india que mecía su cuna quién un día reparó en la finura de sus facciones, su tez blanca que realzaba el sonrosado color de sus mejillas enmarcando el ovalo de un rostro coronado por rubios cabellos, y decidió llamarla como la flor. Con el tiempo completó su atractivo una espigada estatura. Pertenecía a una familia numerosa compuesta por trece hermanos, que se trasladó a Quives por motivos laborales del cabeza de familia, un portorriqueño que trabajaba en un oficio relacionado con el refinamiento de la plata.
Recibió la confirmación de manos del arzobispo de Lima, santo Toribio de Mogrovejo y en ese momento ratificó el nombre de Rosa sin que nadie lo hubiese mencionado antes, ya que por él era conocida la joven. Más tarde, ella confió a un dominico que hubiera preferido ser denominada por el de pila, ya que Rosa aludía a la hermosura, de la que tendía a huir. Él le hizo ver que su alma era una rosa de la Virgen, y como tal debía custodiarla. A partir de entonces llevó gozosa el de Rosa de Santa María que ofreció a Nuestra Señora del Rosario ante cuya imagen solía orar cuando acudía a la iglesia de santo Domingo.
De todos modos, durante años hizo todo lo posible para que la belleza con la que estaba adornada no fuese objeto de atención y tropiezo ni para ella ni para nadie. Ideó diversas formas para desembarazarse de ese ornato natural que recuerdan a prácticas de mortificación clásicas en un periodo de la historia de la ascética. Se clavaba una horquilla en la cabeza para castigar su vanidad, se aplicaba ungüentos corrosivos en las manos para afearlas, se cubría el rostro con un velo tupido, o bien se cortaba los hermosos cabellos de raíz por el hecho de verlos ensalzados. Al final, aunque estos actos le ayudaban a progresar espiritualmente, comprendió que ese no era el camino; que todo sacrificio y mortificación era vano si no hacía entrega cabal de los defectos que le dominaban, como su orgullo. Vio la sutileza y el peligro que puede quedar agazapado también en ciertos ejercicios de ayuno. Así que, puso todo su empeño en dominar sus pasiones, ejercitándose en la vivencia de las virtudes. Aceptó humildemente las indicaciones paternas, y aún contrariándole y sabiéndose incomprendida las asumió con toda humildad y paciencia. Solamente las contravino en lo que era sagrado para ella: su voto de plena consagración a Dios. Su familia insistía para que contrajese matrimonio, incluso fue cortejada por jóvenes de la alta sociedad limeña, pero mucho antes ya había labrado el huerto, bordaba para ayudar económicamente a la familia y aceptaba las dificultades del día a día, todo con afán de agradar a su amado; era a lo que su espíritu tendía.
Desde niña rezaba a la Virgen con auténtica devoción. En una ocasión en la que se encomendaba a Ella, entendió que el Niño Jesús le decía: «Rosa, conságrame a Mí todo tu amor». No lo olvidó ni un instante. Su ideal de santidad, junto a Santo Domingo, era santa Catalina de Siena a la que eligió como modelo para su vida. A los 25 años se comprometió como terciaria dominica. Era muy inteligente. Poseía gran agudeza espiritual, como revelaron los testigos de su proceso. Sus escritos rezuman la hondura mística que jalonó su vida. Supo reflejar admirablemente los peldaños del ascenso espiritual que marcaron su trayectoria, incluidos quince años de aridez. Vivió centrada en la oración y las mortificaciones: ayunaba casi a diario, se abstenía de beber, dormía sobre un lecho de tablas con un palo como almohada, etc. Su morada era una humilde cabaña que erigió en el huerto familiar con ayuda de su hermano Hernando. Y la disciplina que puso sobre la cabeza, una cinta de plata que simulaba una corona de espinas, ya que estaba conformada nada menos que con 3 hileras de 33 puntas; desde que se la colocó la mantuvo hasta el fin de sus días. Su atuendo era una túnica blanca, un manto y velo negros.
Fue paciente, comprensiva y misericordiosa con todos los que la vituperaron y se burlaron de ella. Auxiliaba a los pobres, indígenas, mestizos, y enfermos, a los que atendía en su casa y les animaba a convertirse. Prestó gran ayuda a san Martín de Porres en su acción caritativa. Tanto amor se traslucía en su rostro y en sus palabras. El Domingo de Ramos de 1617, unos meses antes de morir, en la capilla del Rosario se produjo su «desposorio místico». No le dieron la palma que esperaba llevar en procesión. Y temiendo que fuese debido a alguna ofensa contra Dios que hubiera podido cometer, se postró ante la imagen de María. Entonces el Niño Jesús le dijo: «Rosa de Mi Corazón, Yo te quiero por Esposa». Ella respondió: «Aquí tienes Señor a tu humilde esclava. Tuya soy y Tuya seré».
Al igual que le sucedió a otros santos, también Rosa fue interrogada por la Inquisición que no pudo alegar nada en contra de ella, puesto que solo apreciaron su excelsa virtud. Fue adornada con dones de penetración de espíritus y profecía. Vaticinó la fundación del monasterio de Santa Catalina de Siena con todo lujo de detalles, la fecha de su muerte y el ingreso de su madre en un monasterio, hecho que se produjo tiempo después de su fallecimiento. La última etapa de su vida la pasó en casa de Gonzalo de Massa, un hombre destacado del gobierno virreinal que la acogió como a una hija. Allí se reunían en torno a ella personas de lo más granado de la sociedad limeña a las que evangelizaba. En ese lugar se erigió después el monasterio que lleva su nombre. Rosa sufrió un ataque de hemiplejía, y cuando su salud se agravó, musitaba: «Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor». Murió a los 31 años con fama de santidad el 24 de agosto de 1617. Clemente IX la beatificó el 15 de abril de 1668. Y Clemente X la canonizó el 12 de abril de 1671.

Miércoles de la vigésima semana del tiempo ordinario


Libro de los Jueces 9,6-15. 

Entonces se reunieron todos los señores de Siquém y todo Bet Miló, y fueron a proclamar rey a Abimélec, junto a la encina de la piedra conmemorativa que está en Siquém.
Cuando le llevaron la noticia a Jotám, este se puso en la cima del monte Garizím, y gritó con voz potente: "Escúchenme, señores de Siquém, y que Dios los escuche a ustedes:
Los árboles se pusieron en camino para ungir a un rey que los gobernara. Entonces dijeron al olivo: 'Sé tú nuestro rey'.
Pero el olivo les respondió: '¿Voy a renunciar a mi aceite con el que se honra a los dioses y a los hombres, para ir a mecerme por encima de los árboles?'
Los árboles dijeron a la higuera: 'Ven tú a reinar sobre nosotros'.
Pero la higuera les respondió: '¿Voy a renunciar a mi dulzura y a mi sabroso fruto, para ir a mecerme por encima de los árboles?'
Los árboles le dijeron a la vid: 'Ven tú a reinar sobre nosotros'.
Pero la vid les respondió: '¿Voy a renunciar a mi mosto que alegra a los dioses y a los hombres, para ir a mecerme por encima de los árboles?'.
Entonces, todos los árboles dijeron a la zarza: 'Ven tú a reinar sobre nosotros'.
Pero la zarza respondió a los árboles: 'Si de veras quieren ungirme para que reine sobre ustedes, vengan a cobijarse bajo mi sombra; de lo contrario, saldrá fuego de la zarza y consumirá los cedros del Líbano'.

Salmo 21(20),2-3.4-5.6-7. 
Señor, el rey se regocija por tu fuerza,
¡y cuánto se alegra por tu victoria!
Tú has colmado los deseos de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios.

Porque te anticipas a bendecirlo con el éxito
y pones en su cabeza una corona de oro puro.
Te pidió larga vida y se la diste:
días que se prolongan para siempre.

Su gloria se acrecentó por tu triunfo,
tú lo revistes de esplendor y majestad;
le concedes incesantes bendiciones,
lo colmas de alegría en tu presencia.


Evangelio según San Mateo 20,1-16a. 
Porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña.
Trató con ellos un denario por día y los envío a su viña.
Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza,
les dijo: 'Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo'.
Y ellos fueron. Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo.
Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: '¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?'.
Ellos les respondieron: 'Nadie nos ha contratado'. Entonces les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña'.
Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: 'Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros'.
Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario.
Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario.
Y al recibirlo, protestaban contra el propietario,
diciendo: 'Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada'.
El propietario respondió a uno de ellos: 'Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario?
Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti.
¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?'.
Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos».