miércoles, 26 de abril de 2017

Papa Francisco a Egipto: “Honrado de visitar tierra en la que habitó la Sagrada Familia”

“Al Salamò Alaikum! / La paz esté con vosotros”, dijo Francisco en el video mensaje antesala de su viaje apostólico 

Con el lema: “El Papa de la paz en el Egipto de la paz”, el Pontífice viaja a Egipto los días 28 y 29 de abril, en su visita marcada por tres aspectos esenciales: el encuentro con la comunidad católica, el diálogo con el islam y el ecumenismo.
El Pontífice aseguró tener el corazón lleno de “gratitud” y “rebosante de alegría” porque pronto visitará la “cuna” de “la civilización”, “don del Nilo, tierra de sol y hospitalidad, donde vivieron Patriarcas y Profetas, y donde Dios, Clemente y Misericordioso, Todopoderoso y Único, hizo resonar su voz”, declaró.
El Sucesor de Pedro evocó que la Sagrada Familia fue refugiada en Egipto. “Me siento realmente feliz de ir como amigo…” al País que, “hace dos mil años, dio refugio y hospitalidad a la Sagrada Familia, que huía de las amenazas del Rey Herodes (cf. Mt 2,1-16). Me siento honrado de visitar la tierra en la que habitó la Sagrada Familia”.
Saludo a las autoridades y organizadores. Llamó a Egipto «Umm il Dugna» / Madre del Universo, como es tradición en ese pueblo. Así aprovechó para agradecer públicamente a los líderes egipcios que le invitaron: Desde el presidente de la República, el Patriarca Tawadros II hasta al Gran Imán de Al-Azhar y el Patriarca Copto–Católico”. “Mi agradecimiento también a todas las personas que han trabajado, y están trabajando, para hacer posible este viaje”, añadió.
Cristianos, Islam y Ecumenismo
Dirigió su pensamiento a todos los cristianos de Oriente Medio y deseó que su visita sea como un “abrazo” para todos “los habitantes de Egipto y de la Región”.
Asimismo, envío un mensaje a la comunidad islámica de “fraternidad y de reconciliación para todos los hijos de Abrahám”, mayoría en el país. “Espero también que contribuya eficazmente al diálogo interreligioso con el mundo islámico y al diálogo ecuménico con la venerada y amada Iglesia Copto-Ortodoxa”, añadió.
 Ataques a los cristianos en Egipto
Francisco ha hecho referencia a los dos atentados contra los cristianos coptos del pasado domingo de Ramos. “Nuestro mundo, desgarrado por la violencia ciega —que también ha golpeado el corazón de vuestra querida tierra— tiene necesidad de paz, de amor y de misericordia”.
“Tiene – añadió – necesidad de agentes de paz y de personas libres y liberadoras, de gente valiente que sepa aprender del pasado para construir el futuro sin encerrarse en prejuicios. Tiene necesidad de constructores de puentes de paz, de diálogo, de fraternidad, de justicia y de humanidad”.
Dios bendiga a los egipcios ricos, pobres, cristianos o musulmanes…Por último, se dirigió a la entera nación: “Queridos hermanos egipcios, jóvenes y ancianos, mujeres y hombres, musulmanes y cristianos, ricos y pobres…, os abrazo cordialmente y pido a Dios Todopoderoso que os bendiga y proteja vuestro País de todo mal”. Como es costumbre pidió que rezaran. “Por favor, rezad por mí. Shukran wa Tahiahì! Gracias y ¡viva Egipto!”.

Papa Francisco: La fe se basa en hechos concretos, no en teorías

El Papa durante la homilía. Foto: L'Osservatore Romano

El Papa Francisco retomó la Misade la mañana en la capilla de la residencia Santa Marta y explicó que la fe se sostiene sobre hechos concretos, como que Dios se hizo carne.
Para su homilía, tomó el relato del encuentro de Nicodemo con Jesús y el testimonio de Pedro y Juan después de la curación del lisiado. Esto es “un hecho concreto”, “lo concreto de la fe” en contraposición a los doctores de la ley que “quieren negociar para llegar a compromisos”, explicó.
Sin embargo, Pedro y Juan “tienen el coraje, tienen la franqueza, la franqueza del Espíritu” que “significa hablar abiertamente, con valentía, la verdad sin compromisos”.  
“A veces olvidamos que nuestra fe es concreta: el Verbo se ha hecho carne, no se ha hecho idea: se ha hecho carne. Y cuando recitamos el Credo, decimos todos cosas concretas: ‘Creo en Dios Padre, que ha hecho el cielo y la tierra, creo en Jesucristo que ha nacido, que ha muerto…’ son todo cosas concretas”.
Por eso el Credo no dice ‘creo que debo hacer esto, que tengo que hacer esto otro, que tengo que hacer esto o que las cosas son por esto…’ ¡no! Son cosas concretas. La concreción de la fe que lleva a la franqueza, al testimonio hasta el martirio, que está contra los compromisos o la idealización de la fe”.
Francisco reconoció que a veces la Iglesia ha caído también en una “teología del ‘sí se puede’ o del ‘no se puede”. Y para estos doctores de la ley, el Verbo “no se ha hecho carne, sino que se ha hecho ley: y se debe hacer esto hasta aquí y no más allá”.
“Y así estaban atrapados en esta mentalidad racionalista, que no ha terminado con ellos, ¿eh?, porque en la historia de la Iglesia muchas veces –la Iglesia misma que ha condenado el racionalismo, el iluminismo– después tantas veces ha caído en una teología del ‘sí se puede y no se puede’, ‘hasta aquí, hasta ahí’, y ha olvidado la fuerza, la libertad del Espíritu, este renacer del Espíritu que te da la libertad, la franqueza de la predicación, el anuncio de que Jesucristo es el Señor”.
Por tanto, “pidamos al Señor esta experiencia del Espíritu que va y viene y nos lleva adelante, del Espíritu que nos da la unción de la fe, la unción de la concreción de la fe”.
“El viento sopla donde quiere y escuchas su sonido, pero no sabes de donde viene y a donde va. Así es todo el que nace el Espíritu: siente su voz, sigue el viento, sigue la voz del Espíritu sin saber dónde terminará, porque ha tomado opción por la concreción de la fe y el renacer en el Espíritu”, manifestó el Papa.
“Que el Señor –pidió para concluir– nos dé a todos este Espíritu pascual, de ir sobre los caminos del Espíritu sin compromisos, sin rigidez, sino con la libertad de anunciar a Jesucristo como Él ha venido: haciéndose carne”. 

Miércoles de la segunda semana de Pascua


Libro de los Hechos de los Apóstoles 5,17-26. 

Intervino entonces el Sumo Sacerdote con todos sus partidarios, los de la secta de los saduceos. Llenos de envidia,
hicieron arrestar a los Apóstoles y los enviaron a la prisión pública.
Pero durante la noche, el Angel del Señor abrió las puertas de la prisión y los hizo salir. Luego les dijo:
"Vayan al Templo y anuncien al pueblo todo lo que se refiere a esta nueva Vida".
Los Apóstoles, obedecieron la orden, entraron en el Templo en las primeras horas del día, y se pusieron a enseñar. Entre tanto, llegaron el Sumo Sacerdote y sus partidarios, convocaron al Sanedrín y a todo el Senado del pueblo de Israel, y mandaron a buscarlos a la cárcel.
Cuando llegaron los guardias a la prisión, no los encontraron. Entonces volvieron y dijeron:
"Encontramos la prisión cuidadosamente cerrada y a los centinelas de guardia junto a las puertas, pero cuando las abrimos, no había nadie adentro".
Al oír esto, el jefe del Templo y los sumos sacerdotes quedaron perplejos y no podían explicarse qué había sucedido.
En ese momento llegó uno, diciendo: "Los hombres que ustedes arrestaron, están en el Templo y enseñan al pueblo".
El jefe de la guardia salió con sus hombres y trajeron a los Apóstoles, pero sin violencia, por temor de ser apedreados por el pueblo.

Salmo 34(33),2-3.4-5.6-7.8-9. 
Bendeciré al Señor en todo tiempo,
su alabanza estará siempre en mis labios.
Mi alma se gloría en el Señor:
que lo oigan los humildes y se alegren.

Glorifiquen conmigo al Señor,
alabemos su Nombre todos juntos.
Busqué al Señor: El me respondió
y me libró de todos mis temores.

Miren hacia El y quedarán resplandecientes,
y sus rostros no se avergonzarán.
Este pobre hombre invocó al Señor:
El lo escuchó y lo salvó de sus angustias.

El Ángel del Señor acampa
en torno de sus fieles, y los libra.
¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
¡Felices los que en El se refugian!


Evangelio según San Juan 3,16-21. 
Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»
El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.
En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas.
Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas.
En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios.