martes, 17 de octubre de 2017

Descubre la nueva expresión del Papa para “sacudir” a los jóvenes


El papa Francisco saludó a los bolivianos y ahí emitió una particular palabra para dirigirse a los jóvenes

Sucedió durante la visita de los obispos bolivianos al Vaticano (Ad Limina), quienes se encargaron de difundir el video en el que el papa Francisco saluda al pueblo boliviano y en particular a los jóvenes.
En esa oportunidad, Francisco, utilizó una expresión bastante peculiar, tal cual nos tiene acostumbrados para “sacudir” los corazones.
“No se jubilen antes de tiempo. Vayan adelante con ideales, que los recuerdo, que cuiden y conserven la fe, que no sean ‘quedatistas’, que no se queden. Todo esto a través de los obispos que son los que responden al Papa y están en comunión con él y en los cuales el Papa confía totalmente”, manifestó Francisco.

Marko Vombergar - ALETEIA

Previamente, el Papa recordó que lleva al país en el corazón, que no se olvida de lo vivido en Bolivia cuando lo visitó en el año 2015.
“Que no tengan miedo, que conserven la fe. La Iglesia no tiene compañía de seguros para la fe. O la aseguran ellos o la pierden. No se dejen engañar, que conserven la fe”, señaló el Papa en ese mensaje al pueblo boliviano.




Horas de tensión social

El mensaje del Papa a Bolivia coincide con un momento muy especial en la localidad de Achacachi (La Paz) donde desde hace varias semanas los habitantes se mantienen en protesta impidiendo el libre tránsito de personas y de vehículos. Esta situación se generó a raíz del pedido de renuncia del alcalde local, acusado de corrupción, además del pedido de liberación de tres dirigentes sociales detenidos a raíz del conflicto, indica Los Tiempos.
La Iglesia se ha expresado dispuesta a mediar, pero aún no se han dado las condiciones adecuadas.
“Lastimosamente estas medidas que se han tomado, que tienen sus argumentos comprensibles, hasta cierto punto alejan las posibilidades de diálogo. Ninguna medida que conlleve la fuerza y la violencia va contribuir a ninguna solución sino a empeorar la situación”, afirmó José Rivera -reproduce La Razón–  director de la Oficina de Prensa de la CEB en conferencia de prensa. 

Martes de la vigésima octava semana del tiempo ordinario


Carta de San Pablo a los Romanos 1,16-25. 

Yo no me avergüenzo del Evangelio, porque es el poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos en primer lugar, y después de los que no lo son.
En el Evangelio se revela la justicia de Dios, por la fe y para la fe, conforme a lo que dice la Escritura: El justo vivirá por la fe.
En efecto, la ira de Dios se revela desde el cielo contra la impiedad y la injusticia de los hombres, que por su injusticia retienen prisionera la verdad.
Porque todo cuanto de se puede conocer acerca de Dios está patente ante ellos: Dios mismo se lo dio a conocer,
ya que sus atributos invisibles -su poder eterno y su divinidad- se hacen visibles a los ojos de la inteligencia, desde la creación del mundo, por medio de sus obras. Por lo tanto, aquellos no tienen ninguna excusa:
en efecto, habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron ni le dieron gracias como corresponde. Por el contrario, se extraviaron en vanos razonamientos y su mente insensata quedó en la oscuridad.
Haciendo alarde de sabios se convirtieron en necios,
y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por imágenes que representan a hombres corruptibles, aves, cuadrúpedos y reptiles.
Por eso, dejándolos abandonados a los deseos de su corazón, Dios los entregó a una impureza que deshonraba sus propios cuerpos,
ya que han sustituido la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a las criaturas en lugar del Creador, que es bendito eternamente. Amén.

Salmo 19(18),2-3.4-5. 
El cielo proclama la gloria de Dios
y el firmamento anuncia la obra de sus manos;
un día transmite al otro este mensaje

y las noches se van dando la noticia.
Sin hablar, sin pronunciar palabras,
sin que se escuche su voz,

resuena su eco por toda la tierra
y su lenguaje, hasta los confines del mundo.
Allí puso una carpa para el sol


Evangelio según San Lucas 11,37-41. 
Cuando terminó de hablar, un fariseo lo invitó a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa.
El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer.
Pero el Señor le dijo: "¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia.
¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro?
Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro.