sábado, 3 de febrero de 2018

¿Qué diferencia hay entre un sacerdote diocesano y uno religioso?

Tal vez nos hemos preguntado qué diferencia existe entre un sacerdote diocesano y un sacerdote religioso, y para resolver esa duda, el P. Samuel Bonilla, conocido como el “Padre Sam”, escribió una explicación en su sitio web.
El presbítero de origen hondureño señaló que en la Última Cena, Cristo instituyó los sacramentos de la Eucaristía y del Orden Sacerdotal.
Indicó que “el ministerio sacerdotal confiado a los apóstoles fue, posteriormente, comunicado por ellos a otros que los sucederían en la misión, a los cuales llamaron Epíscopos (obispos)”.
El P. Sam explicó que siendo obispos, los apóstoles fueron “asociando a su ministerio a otros a los que llaman presbíteros”, otro de los nombres que se usan para referirse a los sacerdotes, y a los diáconos.
“Así, cada comunidad cristiana, situada en un territorio determinado, estaba pastoreada por un obispo con un grupo de presbíteros y diáconos, situación que continúa hasta hoy”, prosiguió.
En ese sentido, aclaró que los obispos “además de la potestad de celebrar los sacramentos, conlleva el oficio pastoral”.
Por otro lado, el P. Sam indicó que en los primeros siglos de la Iglesia, surgieron grupos de personas que se retiraban para “dedicarse únicamente al Señor, especialmente yéndose al desierto, conocidos como eremitas y anacoretas. Con el tiempo, se empiezan a reunir en grupos para compartir este estilo de vida. Esto es el germen de los que más adelante se llamará vida religiosa”.
Luego de explicar el contexto histórico, el presbítero señaló que los sacerdotes diocesanos son aquellos que “están bajo la autoridad exclusiva de su obispo, por medio de las promesas hechas el día de su ordenación: castidad, pobreza y obediencia”.
Indicó que “tiene un modo de vida que brota de lo que los apóstoles fundaron en las primeras comunidades: un obispo y un grupo de sacerdotes con él pastoreando un territorio determinado llamado Diócesis (de ahí su nombre, diocesanos)” y “atienden las parroquias y otras dependencias de la diócesis”.
El sacerdote religioso también puede celebrar los sacramentos, “pero lo que lo distingue es su modo de vivir”.
“Ya no es entorno a un obispo en una diócesis determinada, sino en una comunidad específica de religiosos, con un carisma propio, inspirado por el fundador de tal comunidad, bajo la autoridad de un hermano superior de la misma comunidad. Toda la comunidad bajo la autoridad y cuidado del obispo de la diócesis en la que reside. Cada uno profesa, antes de su ordenación sacerdotal, los votos de pobreza, castidad y obediencia”, señaló el P. Sam.
“En síntesis, es el mismo sacerdocio, sólo que el diocesano lo ejerce bajo la autoridad de un Obispo en un territorio específico llamado diócesis, mientras que el religioso lo ejerce bajo la autoridad de un Superior, siguiendo el carisma de su fundador y viviendo en una comunidad”, concluyó.

Sábado de la cuarta semana del tiempo ordinario


Primer Libro de los Reyes 3,4-13. 

El rey fue a Gabaón para ofrecer sacrificios allí, porque ese era el principal lugar alto. Sobre ese altar, Salomón ofreció mil holocaustos.
En Gabaón, el Señor se apareció a Salomón en un sueño, durante la noche. Dios le dijo: "Pídeme lo que quieras".
Salomón respondió: "Tú has tratado a tu servidor, David, mi padre, con gran fidelidad, porque él caminó en tu presencia con lealtad, con justicia y rectitud de corazón; tú le has atestiguado esta gran fidelidad, dándole un hijo que hoy está sentado en su trono.
"Señor, Dios mío, has hecho reinar a tu servidor en lugar de mi padre David, a mí, que soy apenas un muchacho y no sé valerme por mí mismo.
Tu servidor está en medio de tu pueblo, el que tú has elegido, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular.
Concede entonces a tu servidor un corazón comprensivo, para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién sería capaz de juzgar a un pueblo tan grande como el tuyo?".
Al Señor le agradó que Salomón le hiciera este pedido,
y Dios le dijo: "Porque tú has pedido esto, y no has pedido para ti una larga vida, ni riqueza, ni la vida de tus enemigos, sino que has pedido el discernimiento necesario para juzgar con rectitud,
yo voy a obrar conforme a lo que dices: Te doy un corazón sabio y prudente, de manera que no ha habido nadie como tú antes de ti, ni habrá nadie como tú después de ti."
Y también te doy aquello que no has pedido: tanta riqueza y gloria que no habrá nadie como tú entre los reyes, durante toda tu vida.

Salmo 119(118),9.10.11.12.13.14. 
¿Cómo un joven llevará una vida honesta?
Cumpliendo tus palabras.
Yo te busco de todo corazón:
no permitas que me aparte de tus mandamientos.

Conservo tu palabra en mi corazón,
para no pecar contra ti.
Tú eres bendito, Señor:
enséñame tus preceptos.

Yo proclamo con mis labios
todos los juicios de tu boca.
Me alegro de cumplir tus prescripciones,
más que de todas las riquezas.


Evangelio según San Marcos 6,30-34. 
Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
El les dijo: "Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco". Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer.
Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto.
Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos.
Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.