jueves, 28 de abril de 2016

Arqueólogos descubren lo que se sirvió en la Última Cena de Cristo No comieron en una mesa, ni usaron vajilla de madera


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Una reciente investigación sobre la cocina palestina en tiempos de Jesús dice que además del pan sin levadura y el vino, en la Ultima Cena también se sirvió estofado de judías, carne de cordero, aceitunas, hierbas amargas, salsa de pescado y tamaras – palmera frutal cuyo fruto es el dátil-.
Generoso Urciuoli, arqueólogo del centro de Petri, Italia, y Marta Berogno arqueóloga y egiptóloga en el Museo Egipcio de Turín, también de Italia, son los responsables de esta investigación que se publicará en un libro el próximo mes con el nombre de “Gerusalemme: L’Ultima Cena“ (Jerusalén, la Última Cena).
El material recogido por ellos fue suficiente para que los arqueólogos pudieran encontrar información sobre los hábitos alimenticios en Jerusalén al inicio del primer siglo d.C., se encontraron con que la Ultima Cena no se servía en mesa rectangular, como se muestra en muchas pinturas de arte religioso, pero con Jesús y sus apóstoles sentados sobre cojines en el suelo, al igual que los romanos se comportaron en esa época. “En ese momento en Palestina, la comida fue colocada en mesas bajas y los invitados comieron en cojines en el suelo y alfombras de reclinación”, dijo Urciuoli.
También de acuerdo con el arqueólogo, “los judíos observaban las normas de pureza como los vasos de piedra, porque no eran susceptibles a la transmisión de impurezas” o se utilizaban como platos, cuencos y jarras de cerámica, que era una tendencia internacional en esa época.
La posición que Jesús y sus apóstoles se sentaron también siguió una regla precisa en la que los clientes más importantes se sentaron a la derecha o la izquierda del invitado principal.
“Los versos del Evangelio de Juan indican que Judas estaba muy cerca de Jesús, probablemente, a su izquierda. De hecho, se nos dice que Judas sumergió su pan en el plato de Jesús, siguiendo la práctica de compartir la comida de un plato común”, dice Urciuoli.
Para encontrar el menú de la Última Cena, utilizaron pasajes bíblicos como la Fiesta de los Tabernáculos, las bodas de Caná (donde Jesús convirtió el agua en vino), y el banquete de Herodes (cuando se pidió la cabeza de Juan el Bautista). “Las Bodas de Caná nos permitieron comprender las leyes religiosas judías dietéticas, conocidos como kashrut, que establecen qué alimentos pueden y no se pueden comer y cómo deben estar preparados. Por otro lado, la fiesta de Herodes nos permitió analizar las influencias culinarias romanas en Jerusalén”, dijo el arqueólogo.
Por lo tanto, los estudios revelan que más allá del pan sin levadura y el vino, se sirvió: tzir, una variante de garum, la salsa de pescado romana; cordero; cholent, un plato de guiso de judías cocidas al horno a fuego lento; aceitunas con hisopo, una hierba con sabor a menta; hierbas amargas con pistachos y charoset de tamaras; además, de pasta de nueces.
“Las hierbas amargas y el charoset son típicos de la Pascua, o el cholent comido durante las fiestas, mientras que el hisopo también se consumía a diario”, dice el investigador.
Fuente: Paperblog
Artículo originalmente publicado por Primeros Cristianos

9 razones por las que es mejor para los hijos que sus padres estén casados Para crecer y ser felices necesitan un contexto de seguridad, protección y alimento emocional


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Los hijos, cuando son recibidos con amor, alegran la vida familiar y dan a los padres una razón más para esforzarse y luchar por ser mejores. Los hijos enriquecen la comunidad humana con su presencia y promesa del futuro.
La fecundidad humana es mucho más que un simple fenómeno de “reproducción”.
Es, sobre todo, la participación en la obra creadora de Dios que desde siempre quiso que fuera en el amor, y por amor, como cada creatura humana entrara en la existencia y se desarrollara.
Esto es verdad también para las parejas que no pueden tener hijos, pues su amor puede alimentar y ayudar a crecer muchos hijos sin padres,  o a la familia humana en general a través de las múltiples formas como el amor puede proyectarse en el servicio comunitario (CIC, 1654).

Los hijos necesitan y merecen ser recibidos en un matrimonio

La presencia de padre y madre, unidos en una relación estable y comprometida como la que establece el sacramento del matrimonio, crea para los hijos el contexto de seguridad, protección y alimento emocional que ellos necesitan para crecer y ser felices.
Así lo constatan las estadísticas de estudios recientes (véase Why Marriage Matters: 26 Conclusions from the Social Sciences, Institute For American Values, 2005, en www.americanvalues.org).
  • El matrimonio reduce el riesgo de pobreza de los niños y sus comunidades. Entre los hispanos residentes en Estados Unidos es claro que los niños provenientes de hogares donde la madre es la cabeza de familia (14%), o los padres conviven pero no están casados (7%) o están separados o divorciados (6% +9%), son los más pobres. (Véase, Ken Johnson-Mondragón, Perspectives on Hispanic Youth and Youth Adult: Fe y Vida Publication).
  • Hogares sin padre aumentan el nivel de criminalidad. Niños hombres cuyos padres son divorciados o no están casados tienen dos veces más probabilidad de terminar en la cárcel cuando son adultos.
  • El matrimonio protege la salud física y mental de los hijos. Hijos de padres que se casan y permanecen casados son más saludables y tienen menos probabilidades de padecer una enfermedad mental, incluyendo la depresión y el suicidio en la adolescencia.
  • Los hijos de parejas que cohabitantienen un riesgo más alto de sufrir violencia doméstica, abuso físico y sexual y abandono.
  • Los hijos nacidos de padres que cohabitan tiene tres veces más probabilidad de sufrir la separación de sus padres antes de cumplir 5 años. Debe anotarse además que los primeros 5 años de la vida de una criatura determina en gran medida su estructura emocional y su capacidad para responder positivamente a los retos de la vida.
  • Los padres que no se casan o que se divorcian ponen en riesgo la educación de sus hijosLa separación de los padres o la inestabilidad de su relación da mensajes contradictorios a los hijos. Por otro lado, el rendimiento escolar de estos niños es mucho menor que el de los hijos de hogares estables.
  • Los casos de embarazos en la adolescencia son mucho más frecuentes entre hijos de madres solteras o separadasAsí mismo las estadísticas muestras que la premura en concebir de un adolescente está relacionada con la edad igualmente temprana en que su madre la concibió (U.S. Department of Health and Human Services, Center for Disease Control and Prevention. National Center for Health Statistics, Adolescent Health in the United States, 2007,50.)
  • La ausencia de una figura paterna crea vacíos emocionales muy grandes, tanto en los hijos varones como en las niñas.
    • Muchos adolescentes varones padecen confusiones en su sexualidad y tienden a buscar en el amor de hombres mayores al padre que no encontraron en su niñez.
    • Así mismo, muchas jovencitas que no conocieron a sus padres o fueron abandonadas por ellos antes de cumplir 5 años son las más propensas a entregarse sexualmente a hombres que apenas conocen o en relaciones que no les dan ninguna garantía y que terminan abandonándolas apenas quedan embarazadas. Y así vuelve a repetirse y crearse la cadena triste de hijos hispanos sin padre, que las estadísticas nos reportan: el 42% de todos los niños hispanos nacidos en Estados Unidos en el 2006 son hijos de madres solteras. En contraste, sólo el 26% de los niños blancos y el 13% de los asiáticos nacieron de madres solteras (véase, Pew Hispanic Center, Statistical Portrait of Hispanics in the United States, 2006, Tabla 11.)
  • Cuando los matrimonian fallan la relación de los hijos con los padres también se debilita. Los hijos adultos cuyos padres se han divorciado sólo tienen la mitad de probabilidad de tener una relación estrecha con ambos padres. El matrimonio da a los hijos el contexto de seguridad, protección y alimento emocional que ellos necesitan para crecer y ser felices.
El matrimonio da a los hijos el contexto de seguridad, protección y alimento emocional que ellos necesitan para crecer y ser felices.

Los hijos necesitan no sólo padres casados sino que vivan un buen matrimonio

Como lo explica la Dra. Judith P. Siegel, la relación de los padres es para los hijos el modelo de todas sus relaciones de intimidad. (Judith P. Siegel, “Lo que los niños aprenden del matrimonio de sus padres”, Traducción Ángela García, Ed. Norma, 206).
Los hijos reciben seguridad cuando ven a sus padres y madres respetarse y ser respetados  por su cónyuge, o por el contrario, se llenan de miedo y desconfianza ante el amor cuando conviven con padres que no logran amarse y respetarse.
Por eso la Iglesia enseña que es responsabilidad de los padres no sólo transmitir la vida sino también crear el contexto donde la familia sea una verdadera escuela de amor; donde los hijos crezcan en su vida espiritual, moral y sobrenatural (CIC 1652-1657).

De los padres aprendemos:

  • El modelo de matrimonio de nuestros  padres puede influir en nuestra elección de pareja.
  • La relación de nuestros padres se refleja en gran medida en el tipo de problemasque experimentamos en la edad adulta.
  • El matrimonio de nuestros padres es el parámetro del cual aprendemos el rol que le adjudicamos al varón y la mujer dentro del matrimonio, así como las expectativas que tenemos de nuestra pareja.
Por todo esto es claro que sus hijos bien merecentodo el esfuerzo por hacer crecer y mejorar sus relaciones matrimoniales. 
Esto no excluye que, en casos extremos y después de agotar todos los recursos algunas parejas se vean forzadas a optar por la separación, precisamente para evitar mayor daño a los hijos.
Con todo, son muchos más los matrimonios quecon esfuerzo y fe pueden mejorarse (Véase, Alba Liliana Jaramillo, Cuándo buscar consejería).
Igualmente, estos datos sobre la importancia de los padres y de su matrimonio para la vida de los hijos debe hacer que los padres hispanos consideren los grandes dolores y perjuicios que migrar sin ellos puede causar en los hijos.
Ciertamente la pobreza y el deseo de ofrecer a los hijos un mejor futuro es una buena razón para migrar. Pero a veces, los beneficios que el bienestar económico puede darles no se comparan con los daños emocionales y morales que sufren los hijos cuando se ven “separados” de sus padres.
Aunque queden en manos de personas que los quieren y los cuidan, casi todos los niños cuyos dos padres emigraron cuando ellos eran pequeños, muestran en su adolescencia y edad madura los síntomas emocionales de quien fue abandonado.
Más sobre el tema en Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes, 52; Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Familiaris Consortio, 85 en www.vatican.va o www.usccbpublishing.org. Lectura Adicional: Judith P. Siegel, Lo que los niños aprenden del matrimonio de sus padres, Traducción Ángela García, Ed. Norma, 2006.

Artículo originalmente publicado por Por tu matrimonio

Jueves de la quinta semana de Pascua

Libro de los Hechos de los Apóstoles 15,7-21. 
Al cabo de una prolongada discusión, Pedro se levantó y dijo: "Hermanos, ustedes saben que Dios, desde los primeros días, me eligió entre todos ustedes para anunciar a los paganos la Palabra del Evangelio, a fin de que ellos abracen la fe.
Y Dios, que conoce los corazones, dio testimonio en favor de ellos, enviándoles el Espíritu Santo, lo mismo que a nosotros.
El no hizo ninguna distinción entre ellos y nosotros, y los purificó por medio de la fe.
¿Por qué ahora ustedes tientan a Dios, pretendiendo imponer a los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos soportar?
Por el contrario, creemos que tanto ellos como nosotros somos salvados por la gracia del Señor Jesús".
Después, toda la asamblea hizo silencio para oír a Bernabé y a Pablo, que comenzaron a relatar los signos y prodigios que Dios había realizado entre los paganos por intermedio de ellos.
Cuando dejaron de hablar, Santiago tomó la palabra, diciendo: "Hermanos, les ruego que me escuchen:
Simón les ha expuesto cómo Dios dispuso desde el principio elegir entre las naciones paganas, un Pueblo consagrado a su Nombre.
Con esto concuerdan las palabras de los profetas que dicen:
Después de esto, yo volveré y levantaré la choza derruida de David; restauraré sus ruinas y la reconstruiré,
para que el resto de los hombres busque al Señor, lo mismo que todas las naciones que llevan mi Nombre. Así dice el Señor, que da
a conocer estas cosas desde la eternidad.
Por eso considero que no se debe inquietar a los paganos que se convierten a Dios,
sino que solamente se les debe escribir, pidiéndoles que se abstengan de lo que está contaminado por los ídolos, de las uniones ilegales, de la carne de animales muertos sin desangrar y de la sangre.
Desde hace muchísimo tiempo, en efecto, Moisés tiene en cada ciudad sus predicadores que leen la Ley en la sinagoga todos los sábados".



Salmo 96(95),1-2a.2b-3.10. 
Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre.

Día tras día, proclamen su victoria.
Anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos.

Digan entre las naciones: “¡El Señor reina!
el mundo está firme y no vacilará.
El Señor juzgará a los pueblos con rectitud”.





Evangelio según San Juan 15,9-11. 
Jesús dijo a sus discípulos:
«Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.»



Leer el comentario del Evangelio por : San Anselmo  
“Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud”