domingo, 17 de abril de 2016

Características de las personas felices Si no las tienes, ¿a qué esperas? ¡Es simple!


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Se han hecho muchos estudios sobre la felicidad. Siempre nos hacemos la misma pregunta: ¿Cómo podré ser más feliz? ¿Cómo hago para acabar con la pena y vivir feliz el presente que me toca vivir?
Tenemos un anhelo de felicidad eterna en el alma. Queremos que la alegría dure siempre. Que la paz nunca muera.
Dicen los estudiosos que las personas más felices son los que han invertido su tiempo en estar con otras personas. Aquellos que han elegido dar y no guardar, entregar la vida y no retenerla. Son aquellos que tienen claras sus prioridades y han optado por servir la vida ajena.
Han jugado el partido de su vida en el que ellos eran los protagonistas. No se han dejado vivir, han vivido. Han elegido bien sus decisiones. Se han desgastado amando. No han seguido las presiones del mundo.
Han entregado sus vidas en un esfuerzo por hacer más feliz la vida de los otros. Han acompañado a los que sufrían. Se han preocupado de los que tenían menos. Han invertido su tiempo en tareas poco remuneradas.
Se han dado sin esperar tanto a cambio en un mundo en el que tantos desean obtener muchas ganancias invirtiendo poco esfuerzo. Han amado y han sido amados. No siempre obtuvieron premio por su entrega. No siempre recibieron gratitud cuando se dieron. Pero no perdieron la sonrisa del alma.
Dicen que hay dos sonrisas. Una la que se ve siempre. Está en la superficie del rostro y disimula a veces una tristeza pesada y grave, algo más honda. Esa sonrisa forzada alimenta a veces sólo una imagen falsa. Es importante, porque todos la ven. Pero es triste, cuando no refleja una alegría verdadera.
Hay otra sonrisa más oculta, más honda, más verdadera. Se ve en destellos de luz que deja ver la mirada. Esta sonrisa no todos la perciben. A veces vive oculta detrás de las lágrimas del dolor, o escondida en duras experiencias que tiene la vida.
Pero no por ello muere. Sigue vibrando en lo más hondo del corazón. Esa sonrisa es la firma de la felicidad más verdadera. Estoy seguro.
Aquellos que desgastan su vida por amor la poseen. Aquellos que se entregan sin temer perder lo que hoy tienen. Aquellos que no pretenden puestos, ni cargos importantes. Los que no aspiran a un reconocimiento global por su generosidad sincera.
Aquellos que han decidido amar para ser más felices. Y viven, y se desgastan, y sonríen con el alma. Los que no buscan siempre la victoria en la vida. Y saben conservar una sonrisa sabia detrás de muchas derrotas.
Aquellos que han decidido mantener el equilibrio después de muchos golpes y caídas. Esos son los más felices.
Y la sonrisa del alma no se borra en medio del barro y de la lluvia. La conservan. Está grabada a fuego.
Yo quiero ser así, vivir así, sonreír así. Conservar en el alma una sonrisa eterna. Vivir sin miedo a que me derriben. Porque ya lo he dado todo. Porque no temo perder nada.
Dicen al mismo tiempo que las personas más infelices son las que han pasado su vida preocupadas de ser más felices ellas mismas.Preocupadas de tener más, de lograr más, de guardar más su vida para no perderla. Sin mirar a nadie.
El camino de la felicidad pasa por esa entrega personal y sincera. El camino de la felicidad pasa por agradecer siempre. A Dios, a los hombres, a la vida, a mí mismo. Agradecerle a Dios por lo que yo soy. Por lo que vivo. Abrazando mi fragilidad y mi miseria. Si me abrazo a mí mismo, podré abrazar a otros.
Quiero agradecer a Dios por mi vida. Así podré aprender a agradecer a tantos.

Un día tendremos que pedir perdón por lo que hicimos con los inmigrantes El mayor endurecimiento de las leyes en el control y el cierre de fronteras nos llevará a más explotación, más ilegalidad, más muertes, más mafias y más sufrimiento y dolor


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En la foto: rescate “in extremis” de Pelen Hussein, joven sirio de 20 años, en el momento de hundirse su embarcación, por parte de la Guardia Costera turca. 
Durante estos años los inmigrantes han dado pasos importantes en el camino de la integración y han afrontado la cobertura tanto de sus necesidades como las de los familiares que se han quedado en sus países de origen. Los inmigrantes han aportado, con su esfuerzo, servicios a la sociedad de acogida, adaptándose a esta nueva realidad.
Las mujeres, con su ilusión y esfuerzo, llegaron a entrar en nuestros hogares para realizar todas aquellas actividades que se les ofrecían en este ámbito. Poco a poco, con mucho esfuerzo, consiguieron ganarse ese espacio.
Pero han aparecido nuevas dificultades que hacen difícil vivir como inmigrantes o refugiados y que, al llegar a estos 25 años, están pendientes en el quehacer de Karibu. Son cuestiones graves que forman parte de la realidad de la inmigración en estos momentos: las familias monoparentales, las detenciones en la calle o los arrestos en el centro de internamiento de extranjeros (CIE).
Nos preocupan también las denominadas devoluciones en caliente, las de aquellas personas que en el momento de saltar la valla (que separa España de Marruecos, en el enclave africano de Melilla, n.d.e.) son devueltas al otro lado, sin respetar el derecho a tramitar el asilo y a no ser expulsados de esa manera.
Nos sigue preocupando la situación de los menores no acompañados, porque consideramos que no reciben el trato que debiera corresponderles en la acogida.
Creemos que sigue siendo alarmante la situación de los inmigrantes y refugiados que permanecen de forma indefinida como ilegales, excluyéndoles de programas de integración y de formación, por estar estos dirigidos exclusivamente a inmigrantes con residencia y permiso de trabajo.
Consideramos que no dar una solución digna a estas situaciones constituye un gran fracaso de nuestro mundo. Nosotros estamos convencidos de que la inmigración es el inicio de la creación de una sociedad nueva, más justa, más solidaria,y que no va por el camino de la experiencia obtenida de los últimos años. Esta nos debiera hacer comprender que un mayor endurecimiento de las leyes en el control y el cierre de fronteras nos llevará a más explotación, más ilegalidad, más muertes, más mafias y más sufrimiento y dolor.
Alguien en el futuro tendrá que pedir perdón por el trato que estamos dando a la población inmigrante y refugiada, de la misma forma que se ha tenido que pedir perdón por la esclavitud o el racismo.
Extracto de un artículo originalmente publicado por Mundo Negro, de Antonio Freijo, Director de Asociación Karibu, que se dedica a acoger y defender a los inmigrantes en España

El Papa: Iglesia no es comunidad de perfectos y ser cristiano no te hace impecable Por Alvaro de Juana


La Plaza de San Pedro acogió una nueva Audiencia General a la que asistieron miles de fieles y en la que el Papa Francisco aseguró que “la Iglesia no es una comunidad de perfectos” y advirtió del muro que se levanta como fruto de la soberbia y el orgullo, puesto que “impiden la relación con Dios”.
El Santo Padre dedicó la catequesis general de este día a la necesidad de que todo cristiano se sienta pecador puesto que “la vida cristiana es escuela de humildad que se abre a la gracia”.
Francisco habló del apóstol San Mateo, quien antes de que Jesús le eligiera trabajaba como recaudador de impuestos. “Jesús lo llama a seguirlo y a convertirse en su discípulo. Mateo acepta, y lo invita a cena en su casa junto a los discípulos”.
“Entonces surge una discusión entre los fariseos y los discípulos de Jesús por el hecho de que ellos comparten el comedor con los publicanos y los pecadores: ‘pero tú no puedes ir a la casa de estas personas’, decían ellos”.
El Pontífice indicó que “Jesús, de hecho, no los aleja, más bien los frecuenta en sus casas, se sienta al lado de ellos; esto significa que también ellos pueden ser sus discípulos. Y además es verdad que ser cristiano no nos hace impecables. Como el publicano Mateo, cada uno de nosotros confía en la gracia del Señor, a pesar de los propios pecados. Todos somos pecadores, todos hemos pecado”.
El Santo Padre explicó entonces que “Jesús muestra a los pecadores que no mira su pasado, a la condición social, a las convenciones exteriores, sino que más bien les abre un futuro nuevo”.
“Una vez escuché un dicho hermoso: ‘no hay santo sin pasado y no hay pecador sin futuro’. Es bello esto. Esto es lo que hace Jesús. No hay santo sin pasado, ni pecador sin futuro”, agregó.
Francisco dijo que para ellos se debe responder con corazón humilde y sincero y alejar por tanto la soberbia y el orgullo, puesto que “no permiten reconocerse necesitados de salvación, más bien, impiden ver el rostro misericordioso de Dios y de actuar con misericordia”.
El Papa también explicó a los fieles que “la misión de Jesús es propio estar: ir en búsqueda de cada uno de nosotros, para sanar nuestras heridas y llamarnos a seguirlo con amor”.
“Él anuncia el Reino de Dios, y los signos de su venida son evidentes: Él sana las enfermedades, libera del miedo, de la muerte y del demonio”.
Por ello, “frente a Jesús ningún pecador es excluido, porque el poder curador de Dios no conoce enfermedad que no pueda ser curada. Y esto nos debe dar confianza y abrir nuestro corazón al Señor para que venga y nos cure”.
Refiriéndose de nuevo a la comida de Jesús con publicanos y pecadores, el Papa recordó que “si los fariseos ven en los invitados sólo pecadores y rechazan sentarse con ellos, Jesús por el contrario les recuerda que también ellos son comensales de Dios”.
Francisco explicó que hay dos tipos de “mesas”. Por un lado la de la Palabra y por otra la de Eucaristía y son “las medicinas con las cuales el Médico Divino nos cura y nos nutre”.
“Con la primera –la Palabra– Él se revela y nos invita a un diálogo entre amigos. Jesús no tenía miedo de dialogar con los publicanos, los pecadores, las prostitutas, Él no tenía miedo, amaba a todos”.
“Su Palabra nos penetra y, como un bisturí, actúa profundamente para liberarnos del mal que se anida en nuestra vida. A veces esta Palabra es dolorosa porque incide sobre hipocresías, desenmascara las falsas escusas, mete al desnudo las verdades escondidas; pero al mismo tiempo ilumina y purifica, da fuerza y esperanza, es un reconstituyente valioso en nuestro camino de fe”.
De otra parte, “la Eucaristía, por su parte, nos nutre de la vida misma de Jesús y, como un poderoso remedio, renueva en modo misterioso continuamente la gracia de nuestro Bautismo”.
“Acercándose a la Eucaristía nosotros nos nutrimos del Cuerpo y la Sangre de Jesús, y sin embargo, viniendo a nosotros, ¡es Jesús que nos une a su Cuerpo!”, dijo en la catequesis.
Antes de concluir, el Santo Padre advirtió de una religiosidad popular o “de fachada” que vivía el pueblo con frecuencia y “sin vivir en profundidad el mandamiento del Señor”.
“¡Sin un corazón arrepentido cada acción religiosa es ineficaz!”, alertó. En relación a los fariseos detalló que “eran muy religiosos en la forma, pero no estaban dispuestos a compartir la mesa con los publicanos y los pecadores; no reconocían la posibilidad de un arrepentimiento y por eso, de una curación; no colocan en primer lugar la misericordia: siendo fieles custodios de la Ley, ¡demostraban no conocer el corazón de Dios!”.
“Es como si a ti, te regalaran un paquete, donde dentro hay un regalo y tú, en lugar de ir a buscar el regalo, miras sólo el papel que lo envuelve, sólo las apariencias, la forma, y no el centro, el regalo que viene dado”.
 

Amoris Laetitia, Papa Francisco invita a “formar conciencias” y “no a sustituirlas” Entrevista al experto sobre el discernimiento caso por caso entre comunión a los divorciados vueltos a casar, indisolubilidad matrimonial y normas


El punto clave de la ExhortaciónAmoris laetitia(AL) es el “discernimiento”, opina Humberto Miguel Yáñez S.J., director del departamento de Teología Moral de la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma.
No obstante, a pocos días de la presentación del documento post sinodal, varios supuestos ‘doctores de la ley’ han salido al ruedo mediático y en las redes sociales para criticar el concepto del discernimientopresente en el documento del papa Francisco sobre el amor en la familia.
Controversia sobre discernimiento y comunión a divorciados vueltos a casar
A las personas divorciadas que viven en nueva unión, es importante hacerles sentir que son parte de la Iglesia, que “no están excomulgadas” […]Estas situaciones “exigen un atento discernimiento y un acompañamiento con gran respeto. El Papa Francisco
Para generalizar el río verbal que fluye, especialmente en Internet, la tildan de ‘erosión velada’ de la indisolubilidad matrimonial y de una apertura ‘amañada’ a los divorciados vueltos a casar y las parejas que conviven sin casarse que contribuye a una pecaminosa ‘confusión’ del magisterio entre los ‘fieles’.
Yáñez, experto en pastoral familiar, expresó que el discernimiento: “Nos hace más responsables todavía que decir simplemente: ‘acá se aplica o no se aplica la norma’ o ‘usted está de acuerdo con lo que dicen las normas o está fuera del acceso a los sacramentos o de la vida litúrgica de la comunidad’”.
Asimismo, reflexiona sobre el discernimiento que no es algo que se inventó el Papa. “Es una invitación a lo que ya el Concilio Vaticano II había revalorizado que es el lugar de la conciencia como experiencia de Dios y de relación interpersonal”.
El Problema – dice el Papa – es que a la Iglesia le cuesta dejar espacio a la conciencia de los fieles. Así, se trata de “formar las conciencias” no “sustituirlas” (AL 37).
En la introducción de la Exhortación se invita a una lectura meditada y sin afán. Es así como varias universidades pontificias en Roma, entre ellas la Gregoriana, organizan sesiones de reflexión. Así, los docentes del diploma en Pastoral Familiar analizarán los aspectos ‘realistas’ del texto en la escucha de los fieles durante una presentación convocada para este viernes 15 de abril.
Examinemos a continuación algunos de los puntos más controvertidos de la Exhortación en compañía del experto invitado.
La doctrina es la misma 
Durante mucho tiempo creímos que con sólo insistir en cuestiones doctrinales, bioéticas y morales, sin motivar la apertura a la gracia, ya sosteníamos suficientemente a las familias. Papa Francisco
No cambia la doctrina, pero el documento responsabiliza en el amor a los esposos, a los pastores y va más allá de la ‘rígida’ norma que ‘condena’ para que cada persona que se sienta ‘herida’ encuentre un lugar en la Iglesia, explica el también profesor de la Gregoriana en Concilio Vaticano II y renovación de la teología moral.
Divorciados vueltos a casar 
Los divorciados en nueva unión pueden encontrarse en situaciones muy diferentes, que no han de ser catalogadas o encerradas en afirmaciones rígidas sin dejar lugar a un adecuado discernimiento personal y pastoral. Papa Francisco
Amoris Laetitia no se pronuncia específicamente para que todos los divorciados que se han vuelto a casar puedan comulgar. Habla más bien de un camino gradual en la pastoral. Por ello, la importancia del discernimiento, las normas y las circunstancias.
De hecho, confirma que “la Iglesia no es una aduana, es la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas” (AL310).
Indisolubilidad matrimonial en AL 
Por eso, ya no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así llamada “irregular” viven en una situación de pecado mortal, privados de la gracia santificante. Papa Francisco.
“La indisolubilidad (matrimonial) no la pone en discusión en ningún momento. En realidad, el ideal no es la indisolubilidad como tal, sino una pareja de esposos que se aman cada día de su vida y que son capaces de recrear ese amor en las distintas etapas del matrimonio”, expone Yáñez.
Para responder a las dudas de quien no ha leído el documento, “el sentido de indisolubilidad es al servicio de la unión matrimonial y, por lo tanto, de la familia porque el matrimonio es el contexto donde el hijo puede crecer recibiendo el cariño de sus padres, pero además experimentando lo que es el amor conyugal”, agregó.
Ideal matrimonio cristiano y realidad de la vida 
Tenemos dificultad para presentar al matrimonio más como un camino dinámico de realización que como un peso a soportar toda la vida. Papa Francisco 
 Al mismo tiempo, está el ideal del matrimonio cristiano y la situación real de las personas. “Somos seres humanos limitados. La felicidad completa en ésta vida es prácticamente imposible. Es una promesa para la vida futura. Así también la indisolubilidades más una promesa que una realidad”, dijo.
Análogamente, señala que el punto más importante es el amor concreto en el matrimonio: “El matrimonio camina en ese horizonte, en esa promesa de indisolubilidad que significa el vivir el amor de manera concreta y cotidiana”.
En ese sentido, “la Exhortación muestra las distintas facetas, las distintas etapas y las distintas maneras que presupone el amor conyugal en toda su riqueza y en toda su complejidad”, expresó el también profesor de teología moral fundamental.
Amoris laetitia, las normas y el discernimiento caso por caso 
Tampoco sirve pretender imponer normas por la fuerza de la autoridad. Nos cabe un esfuerzo más responsable y generoso, que consiste en presentar las razones y las motivaciones para optar por el matrimonio y la familia. Papa Francisco
El Papa Francisco reafirma en La alegría del amor, la doctrina de la Iglesia sobre la familia con una visión esperanzadora y sin negar la complejidad de las relaciones y de las crisis de pareja, del matrimonio y de la educación de los hijos.
“Al afirmar de que las normas no pueden cubrir toda la gama de la realidad y que es necesario el discernimiento personal, el Papa Francisco para nada está bajando el nivel de exigencia. Todo lo contrario. O sea, la Exhortación es una invitación a hacer responsables a todos los niveles del pueblo de Dios”.
Conciencia no es seguir el propio capricho 
Y aclara: “La conciencia no es seguir el propio capricho, sino que es ser capaz de entrar en la propia interioridad para allí poder confrontarse con Dios a la luz de la palabra y poder valorar todas las condiciones objetivas en las cuales una persona se pueda encontrar en una determinada situación para con la luz de la Palabra de Dios, del Espíritu Santo poder encontrar una vía de salida.
Lo que no puede ser – dice el Papa- es que una persona pueda vivir condenada para siempre. Es decir, por ejemplo, un divorciado que se encuentra en una nueva unión, donde probablemente el anterior matrimonio no se pueda encontrar la nulidad.
Entonces, supongamos que esa persona quiere acercarse a Dios, que quiera llevar una vida plena de fe también en la práctica de los sacramentos, el Papa no niega ésta posibilidad”, confirma Yáñez.
No todos pueden comulgar  
A las personas divorciadas que viven en nueva unión, es importante hacerles sentir que son parte de la Iglesia, que “no están excomulgadas”. Papa Francisco 
“Tampoco, el Papa dice que todos los divorciados vueltos a casar puedan comulgar. Hay situaciones que son diversas. Eso es lo que el pastor junto con el fiel cristiano deben discernir juntos para encontrar cual es la real situación en la cual se encuentra la persona.
Siempre habrá una vía de solución
Esta familia grande debería integrar con mucho amor a las madres adolescentes, a los niños sin padres, a las mujeres solas que deben llevar adelante la educación de sus hijos. Papa Francisco.
Es verdad que existen casos difíciles. “Por ejemplo, puede haber una situación en la cual se encuentra objetivamente en una situación desordenada o hasta de pecado, pero subjetivamente, a lo mejor esa persona no ha consentido, o no desearía estar en esa situación. Por lo tanto, no se verifica un pecado personal”, argumentó el experto.
Por último, advierte que “hay una cantidad de situaciones que hay que valorar y siempre habrá una vía de solución. Dios no abandona a nadie. No nos abandona en ninguna situación. Tenemos que pensar al actuar de Jesús. Ese mismo actuar es lo que la Iglesia quiere recrear en nuestra vida, en nuestro mundo de hoy”.

¿Cuánto dependemos del celular? Las redes sociales me han acostumbrado a una forma superficial de contar mi vida

Han inventado un teléfono para hablar sólo por teléfono. Un teléfono que no permite nada más que la posibilidad de hacer y contestar llamadas. Ni whatsapp, ni mails, ni internet. Un teléfono aparentemente inútil en los tiempos que corren, pero muy práctico en realidad.
Hay personas que pagan altas cantidades de dinero por tener un teléfono como los de antes. ¡Qué paradoja! Uno de esos teléfonos que antes costaban tan poco ahora valen mucho. ¿Qué ha cambiado?
Tal vez hemos cambiado nosotros y nos hemos dado cuenta de que hemos perdido algo importante en la vida. Hemos dejado de estar presentes donde tenemos que estar. Nos ausentamos del lugar en el que nos encontramos.
Dejamos de escuchar a las personas con las que hablamos. Dejamos de mirar al que tenemos delante. Tal vez hemos perdido el aquí y el ahora. Recuperar ese tesoro resulta caro.
Me doy cuenta de que con frecuencia no estoy con la persona con la que me toca estar. El móvil tiene la capacidad de trasladarme a otro lugar. Lejos, muy lejos.
El cuerpo está ahí, donde estoy, con las personas a las que quiero. Tal vez cenando, o simplemente esperando la cola del médico, o caminando por la calle. No importa dónde. El móvil me traslada a otra parte, a otro mundo. Estoy, pero no estoy realmente. Estoy ausente estando presente.
Tal vez por eso uno ahora está dispuesto a pagar lo que sea por volver a lo de antes. A esa libertad sin llamadas, sin mensajes. Libres de esa necesidad que nos hemos creado de estar siempre localizados, siempre disponibles, siempre conectados. Siempre respondiendo a todo lo que nos piden. Nos parece muy difícil liberarnos.
Dicen que lo que más nos cuesta hoy es superar el síndrome de abstinencia cuando tenemos que renunciar por algún motivo a estar conectados a todas las redes sociales posibles.
Conectados pero desconectados de nuestra realidad. Conectados con los que no están. Desconectados de los que sí que están.
Sería bueno que me preguntara cuánta dependencia real tengo del móvil y de internet. Nos parece imposible cambiar. Nos hemos introducido en un mundo que no conocíamos y nos hemos vuelto esclavos.
¿Es posible crecer en libertad en ese mundo desconocido? Sería bueno examinarme al final del día y preguntarme si he dependido mucho o poco de lo que me entra por la pantalla del móvil. Es una buena pregunta al final del día, al final de la semana. La independencia de esa necesidad de estar siempre ahí.
A veces pienso que si no estoy conectado es como si no existiera. Y no es verdad. Pero el mundo me hace creer que sí.
Por eso me pregunto cómo están mis relaciones, mis vínculos de verdad. Cómo está mi capacidad de amar y comunicarme en el día a día. Con aquellos con los que comparto la vida.
A veces puedo comunicar cosas, contar anécdotas, inventar cuentos. Mandar fotos, decir lo que he hecho. Pero en el fondo nunca hablo de mí, de lo que estoy viviendo. Las redes sociales me han acostumbrado a una forma superficial de contar mi vida.
Cuento lo que me ha pasado, pero no cómo lo he vivido. Cuento lo que he hecho, lo que he dicho, pero no lo que hay en lo más hondo del corazón. Tal vez ni yo mismo he pensado en ello. Vivo superficialmente mi vida pasando de una escena a otra. Sin profundidad, sin hondura.
Y tampoco me preocupo de verdad por lo que ocurre en el corazón de los que están más cerca. No me detengo a mirar a los ojos de las personas. Creo que están bien. No pregunto mucho porque tampoco busco esa intimidad. 
Y me quedo a mitad de camino al encuentro del otro. En tierra de nadie. No pregunto. No cuento. No me abro. No escucho. No percibo la vida que hay en los demás. Pienso sólo en lo que a mí me ocurre. En lo que me preocupa. Me cuesta buscar en los ojos de aquellos que me aman y a los que amo la paz para seguir caminando.

5 Respuestas al ridículo rencor de algunos hacia Madre Teresa Si no crees en Dios, en difícil creer en el bien


Mother Teresa (L) gives her blessing to a child at the Gift of Love Home on October 20, 1993, in Singapore. The 1979 Nobel Peace Prize winner is on a stop-over while enroute to China where she will set up a fist home for Chinese handicapped children in Shanghai. AFP PHOTO ROSLAN RAHMAN / AFP / ROSLAN RAHMAN

La obsesión que algunos ateos tienen con la Madre Teresa roza la monomanía.
Aun cuando yo misma era atea, pensaba que era algo absurdo que esos ateos del acomodado “primer mundo” se ensañaran atacando a una mujer que lo dio todo para servir a los pobres y que vivió, también, en una miserable pobreza.
La idea de que esta mujer desprendida fuera en realidad una lunática masoquista y egocéntrica que disfrutaba viendo sufrir a los pobres tuvo su origen con Christopher Hitchens, considerado en gran medida como el fundador del movimiento del Nuevo Ateísmo. De hecho, el origen de prácticamente todas las críticas irracionales y pasadas de rosca que he leído sobre la Madre Teresa puede ser rastreado hasta su obsesivo odio hacia la monja albana.
Hitchens ya ha fallecido (por favor, digan una oración por su alma), pero, por desgracia, sus teorías favoritas no han desaparecido; afloran por los foros de internet constantemente.
A medida que se acerca la fecha de la canonización de la Madre Teresa, es probable que todo este sinsentido se propague más. Esta era en la que vivimos es adicta al escándalo y la crueldad, así que los titulares vituperando a Madre Teresa serán algo irresistible, sin importar lo falsos que sean.
Con esto en mente, aquí tenéis unas cuantas respuestas útiles a las acusaciones más comunes que algunos ateos usan para justificar su odio hacia la Madre Teresa:
  1. La canonización de la Madre Teresa es un “fraude”.Christopher Hitchens criticaba el reconocimiento de la Madre Teresa por parte de la Iglesia porque la Iglesia aceleró su proceso de beatificación. También se burlaba de la idea de que hubiera acontecido un milagro por intercesión de la Madre Teresa.
¿Y qué? Hitchens era ateo, ¿acaso estaría satisfecho con cualquier tipo de proceso para canonizar a la Madre Teresa o a cualquier otro santo? ¿Creía en alguno de los milagros atribuidos a intercesiones de santos, siquiera aquellos con abundantes testigos, verificaciones científicas, etc.? La respuesta es no. Así que, ¿qué diferencia supondría para Hitchens (o cualquier otro ateo) la velocidad de la canonización de la Madre Teresa? Aun siendo hipotéticamente cierto que la Madre Teresa fuera una persona horrible, ¿qué le importa a un ateo a quién canoniza la Iglesia católica?
  1. La Madre Teresa “administraba mal el dinero”. Hay críticas contra la Madre Teresa que la acusan de administrar mal o fraudulentamente las donaciones y, como prueba de ello, apuntan al estado humilde de los refugios de la congregación en contraste con las enormes donaciones que supuestamente recibieron sus arcas. Sin embargo, ninguna teoría llega tan lejos como para explicar exactamente cómo la fundadora se gastó el dinero de la organización de forma inmoral. Desde luego no se lo gastó en sí misma.
Fuentes oficiales del Vaticano confirman que la Madre Teresa donaba el dinero excedente de su congregación entre las muchas formas en que la Iglesia ayuda a los pobres. En otras palabras, no acaparaba las donaciones que recibía sólo para su orden, sino que compartía las riquezas, que es, por cierto, coherente con la misión de su organización. La Madre Teresa y sus hermanas son llamadas a atender de forma sencilla a los más pobres de entre los pobres y, si tienen dinero extra, va hacia otras personas pobres. No me queda claro por qué esto podría parecer tan ofensivo, a no ser que uno vaya buscando la ofensa.
  1. Los centros de la Madre Teresa son “indecentes”. Las críticas apuntan a lo que denominan unas condiciones deplorables de los hogares de acogida que dirigen las hermanas; una acusación que pone de manifiesto lo poco que entienden de las Misioneras de la Caridad. Las hermanas se unen a la pobreza de las personas a las que sirven. Su misión no es construir hospitales de vanguardia ni trabajar por el cambio político o social, cosa que sí hacen muchos católicos. Por el contrario, ellas ofrecen atención a niños y adultos en las situaciones más desesperadas, ofrecen ayuda a personas que, de lo contrario, estarían malviviendo y muriendo en las calles. Las mismas hermanas viven en una pobreza total y absoluta, duermen en el suelo, limpian su único hábito en cubos y los ponen a secar durante la noche.
A menudo, esta crítica viene impregnada de una forma de pensar primermundista privilegiada que no tiene ni idea de en qué tipo de condiciones viven los países del tercer mundo. También son críticas de personas que no se molestan en pasar ningún tiempo prolongado en estas mencionadas situaciones, sólo muestran un interés que no va más allá de “investigar” las condiciones de estos hogares, en lugar de estar ahí de verdad y trabajar codo con codo con las monjas.
  1. La Madre Teresa era una “fanática” que disfrutaba con el sufrimiento. Cuando la gente señala el “fanatismo” de la Madre Teresa, normalmente lo que señalan es su forma de vivir los valores cristianos. Es cierto, vivía de forma extrema y heroica, pero es por eso que es una santa. A la mayoría de nosotros nos vendría bien emular, aunque fuera ligeramente, su “fanatismo”. Los críticos que preferían ver en sus comentarios sobre el “don” del sufrimiento una moderna teología masoquista sólo revelan su falta de conocimiento sobre una idea cristiana básica: la idea de que Dios extrae el bien del mal —como demostró el Dios-hecho-hombre al ser torturado y crucificado injustamente— y que Él está presente de una forma especial entre los más débiles y los más pobres de entre los pobres.
¿No te gusta este mensaje? Entonces tu problema no es con la Madre Teresa, sino con el cristianismo.
  1. La Madre Teresa era “imperfecta”. Los críticos podrán mostrarse en desacuerdo con la filosofía y las acciones de la Madre Teresa, pero ninguno parece aportar pruebas concretas de intenciones maliciosas por su parte, así que los argumentos ad hominen terminan con un “¡no era perfecta!”.
Bueno, por supuesto que la Madre Teresa era imperfecta. En esto todos estamos de acuerdo y estoy segura de que la santa también coincidiría. Se dice que iba al menos todas las semanas a confesarse. Era una mujer que sabía que tenía defectos y que cometía errores.
Los santos canonizados no tienen por qué ser todos perfectos, como recién salidos de fábrica. Las vidas de innumerables santos prueban que la canonización no es un sello de perfección, sino un reconocimiento por una vida de santidad heroica. Y la Iglesia cree que la Madre Teresa fue una mujer santa, a pesar de sus imperfecciones.
Así que, ¿por qué exactamente se vierte tanta tinta para criticar a la Madre Teresa cuando hay otros personajes en el mundo que, de lejos, son mucho más detestables? La búsqueda de visitas en los sitios web y la gratificación de la ideología ciega.
Este tipo de odio rencoroso viene de corazones que, por una falta de fe en Dios, están empañados a la razón y a la bondad más evidente.
Cuando ves a una persona haciendo buenas obras porque cree en Dios, es razonable atribuir las buenas obras de esa persona a esas creencias (incluso aunque uno no esté de acuerdo con esas creencias).
Lo que no es razonable es dar por sentado que una persona que hace buenas obras tiene un corazón oscuro lleno de violencia y egoísmo simplemente porque el corazón airado del crítico no puede entender el Evangelio, ni siquiera en teoría.

La resurrección y la muerte del ateísmo. Jesús resucitó de los muertos. ¿Cómo prueba que Dios existe?


sábana santa turín

Puedes tener tus cinco argumentos filosóficos de la existencia de Dios. Si para ti van bien, pero siempre he pensado que los cinco argumentos filosóficos de la existencia de Dios son demasiado filosóficos y polémicos.
A los ateos les gusta decir: “¿Dónde está la prueba de la existencia de Dios?”, y los argumentos filosóficos no son una prueba en cuanto tal. Funcionan bastante bien, pero son ejercicios mentales abstractos. Cuando oigo a los ateos decir que quieren pruebas, les respondo preguntando: “¿Qué tipo de pruebas quieres?” Extrañamente, parecen desconcertados a mi pregunta.
Y entonces respondo por ellos: “¿Quisieras pruebas médico legales? ¿Pruebas documentales? ¿Pruebas arqueológicas? ¿Pruebas botánicas o biológicas? ¿Quisieras pruebas fotográficas? ¿Pruebas lógicas? ¿Pruebas históricas? ¿Pruebas de testigos oculares? ¿Pruebas legales?” Todas estas formas de pruebas de la existencia de Dios existen, pero antes tenemos que usar algunos de esos ejercicios mentales filosóficos.
Si Dios no existe, entonces el orden natural debe ser un sistema cerrado, quiere decir que debe operar en base a las reglas de la naturaleza. No se admiten los milagros, porque un milagro querría decir que existe una fuerza exterior a la naturaleza y, por lo tanto, independiente y más grande a la naturaleza.
Si existe un único milagro, sin embargo – y se necesita sólo uno -, entonces la naturaleza no es un sistema cerrado y existe una fuerza más grande que la naturaleza y externa a ella. Si ese milagro es inteligible, o tiene sentido, entonces la fuerza que es más grande que la naturaleza es inteligente, y si es inteligente es más que una fuerza, es una personalidad. La fuerza, si lo quieres, tiene un rostro.
El único milagro que los cristianos reivindican más allá de todos los demás es la resurrección de Jesucristo de entre los muertos. Los argumentos para la existencia de Dios son mucho más interesantes cuando comienzan con la prueba de la resurrección.
Las conversaciones con los ateos deberían iniciar con ese milagro, y las discusiones sobre ese presunto milagro de hace dos mil años se vuelven rápidamente muy interesantes.
Cuando se consideran las afirmaciones por las que Jesucristo resucitó de entre los muertos, existen sólo tres opciones: primero, que no se haya muerto y que la “resurrección” sea sólo una forma de reanimación; segundo, que se haya muerto, pero luego sucedió algo por eso su cuerpo desapareció; tercero, los testigos de la resurrección han sido engañados, o ellos mismos engañaron a los demás.
Si Jesús no se murió realmente, entonces tenemos que suponer que los verdugos romanos profesionales (que realizaron su trabajo en público) hayan hecho un desastre.
Tenemos también que creer que los enemigos de Jesús, que estaban ahí para asegurarse que estuviera muerto, se hubieran equivocado. Tenemos además que creer que tras haber sido azotado con látigos que le arrancaron la carne y haber sido clavado en una cruz, Jesús haya sobrevivido incluso a la lanza que le atravesó el corazón por parte de un verdugo experto.
Aunque hubiera sobrevivido, tenemos que creer que más o menos un día después estuviera lo suficientemente fuerte para empujar una roca que pesaba varias toneladas y caminar desnudo por el jardín. Y sus discípulos viendo a ese hombre hubieran gritado: “¡Es la resurrección! ¡Iniciamos una nueva religión!” ¿Si hubieras visto que un amigo tuyo, destruido y sangrando, hubiera sobrevivido de alguna manera a la crucifixión no habrías llamado a una ambulancia?
Si Jesús se murió, por otro lado, tenemos que rendir cuentas de lo que sucedió con su cuerpo. ¿Sus discípulos se lo robaron?
¿Por qué lo habrían hecho? ¿Para fingir un milagro en el que nadie hubiera creído? Dos días antes huían como conejos espantados y ¿ahora se reunieron para planear una misión: un golpe imposible? ¿Los perros se comieron el cuerpo de Jesús sobre un cúmulo de basura? No coincide con lo que sabemos sobre las costumbres de sepultura judía, y además sobre esto la historia dice claramente que los amigos de Jesús pidieron su cuerpo y que les fue entregado.
¿Los discípulos fueron a la tumba equivocada? ¿No habrían dicho sólo “Ups, tumba equivocada” en lugar de “Ha resucitado de entre los muertos?” ¿No fue realmente crucificado Jesús? ¿Todos sus enemigos estaban listos para capturarlo; se habrían dejado engañar por un falso?
La única otra opción es que los discípulos hayan sido engañados o ellos mismos hubieran engañado. ¿Qué fue de ellos, y de otros cientos de personas que dijeron haber visto a Jesús vivo? ¿Se encontraron para ponerse de acuerdo sobre la historia que contarían? Si es así, estaban muy retorcidos. En este caso, ¿se habrían mantenido fieles a su mentira al punto de estar dispuestos a ser torturados y morir por ella? ¿Tú lo habrías hecho?
Frente a estos argumentos aplastantes, la mayor parte de los ateos se limita a encogerse de hombros y decir: “Bueno, existen muchas cosas extrañas en el mundo para las que no tenemos respuesta”. Pero esto no funciona. El peso de la historia y las pruebas recogidas requieren un veredicto. Si los ateos piden pruebas y estas se ofrecen, entonces se debe exigir una reacción.
¿Recuerdas que he hablado de pruebas botánicas, biológicas, históricas, forenses, fotográficas, científicas, físicas y arqueológicas de la resurrección?
Sería la Sábana Santa de Turín, y requeriría un artículo más extenso que este.
El padre Dwight Longenecker fue evangélico, luego anglicano y ahora es sacerdote católico. Su página web es dwightlongenecker.com