martes, 6 de diciembre de 2016

12 maneras de estar más atento durante el Adviento ¡Mantén tu espíritu en buena forma hasta la Navidad!

12 maneras de estar más atento durante el Adviento



Aquí presento una serie de sugerencias para pasar los días que nos quedan para Navidad con una buena disposición mental y espiritual. En otras ocasiones he escrito sobre los beneficios espirituales del silencio y la bendita espera que debemos cultivar durante la temporada de Adviento. Sin embargo, es demasiado fácil quedar atrapado por la larguísima lista de responsabilidades que tenemos en estas semanas. Así que he creado esta lista para que me ayude, a mí y a los lectores, a prestar atención a lo importante y a no perdernos por el camino.
Irónicamente, se parece un poco a una de esas listas de cosas que hacer, pero en realidad es más sobre “cómo” hacerlas. Confío en que nos sirva a todos los que sintamos que el estrés de la vida nos lleva hasta el límite.
1) Ve a la adoración. Imitarás a los pastores, los reyes y los ángeles, reunidos para adorar a Jesús.
2) Cuando las tareas te ahoguen, pide ayuda. No esperes a llegar a un estado crítico. Es mucho más fácil pedir ayuda cuando todavía no estás desbordados que esperar a estar abrumados para suplicar con desesperación la ayuda de otra persona.
3) Cada día, haz alguna cosa con un miembro diferente de la familia, para demostrar con gestos, mejor que con palabras, tu amor por él o por ella.
4) Haz ejercicio. Es un buen método para evacuar el estrés.
5) Duerme siesta o acuéstate temprano de noche. El cansancio genera ira, desesperación, más ganas de comer, más ganas de gastar dinero, todo lo exageramos.
6) Escribe una carta. Ya nadie recibe cartas por correo tradicional. De ahí la valía del detalle. Esta es la oportunidad de demostrar al receptor cuánto significa para ti.
7) Llama a un amigo. Todos los días, saluda a un amigo, dile que te acuerdas de él, que lo extrañas y escucha qué tal le va la vida. ¡Hazte presente!
8) Haz una lista en vez de tratar de acordarte de todas las cosas. Eso de recordarlo todo no te sirve ni a ti ni a tus hijos. Escribe las cosas, así también podréis aclarar vuestras responsabilidades.
9) Escucha música. Villancicos, por ejemplo, música que alegre el hogar y os recuerde el propósito de estas fechas.
10) Reza. Puede parecer ridículamente fácil, pero es sin duda el mejor modo de cambiar las cosas, de cambiar tú y tu familia y de recuperar tu serenidad.
11) Lee. La lectura permite tranquilizar el espíritu, porque no se pueden hacer varias cosas mientras se lee, se evita el estrés del multitasking. Puede ser un libro de Navidad o cualquier otra cosa, la cuestión es que te ayudará a estar quieto y permanecer en calma.
12) Da limosna. Dona alguna cosa, ofrece un poco de dinero, haz un regalo a alguien necesitado usando el dinero que tenías previsto gastar. Te ayudará a tomar conciencia de tu suerte.
El Adviento pasará rápido, pero con estas sugerencias conseguirás usar el tiempo como es debido, esperando con entusiasmo y preparación el nacimiento de Cristo, como esperamos a alguien a quien siempre hemos amado pero que todavía no hemos visto cara a cara.

La llaga más dolorosa que San Pío reveló en vida solo a Wojtyla Nunca dijo a nadie que llevaba un estigma más escondido, excepto al que sería futuro Juan Pablo II

La llaga más dolorosa que San Pío reveló en vida solo a Wojtyla
San Pío de Pietralcina fue uno de los poquísimos santos en tener en su cuerpo los signos visibles y tangibles de la Pasión de Cristo, y sufrió también los mismos atroces dolores que otra herida más, confirmando lo que había revelado directamente Jesús a San Bernardo sobre la presencia de una dolorosísima y desconocida llaga en su hombro.
Un nuevo y desconcertante descubrimiento sobre los dolores en la espalda sufridos por padre Pío la hizo tras su muerte uno de sus amigos más queridos e hijo espiritual, fray Modestino de Pietralcina.
Este fraile era paisano suyo, que le ayudaba en algunas ocupaciones domésticas, lo advirtió. El santo le dijo un día que uno de los grandes dolores que sentía era cuando tenía que cambiarse la camiseta. Fray Modestino no comprendió lo que había detrás de aquella frase, pensando que se trataba del dolor que sentía cuando tenía que quitarse la tela del contacto con la herida del costado. Se dio cuenta después de tres años, cuando ponía en orden los vestidos del difunto, el 4 de febrero de 1971 (http://www.riscossacristiana.it, mayo 2014).
El padre guardián le encargó que recogiera todo lo que había pertenecido a Padre Pío y lo sellara en bolsitas de nylon. Se dio cuenta de que en la camiseta había una gran mancha a la altura del hombro derecho, cerca de la clavícula. La mancha tenía un diámetro de unos diez centímetros (mas o menos el que se nota en la Sábana Santa). Al quitarse la camiseta, el dolor debía ser tremendo si la llaga estaba en carne viva.
“Informé en seguida de este descubrimiento al padre superior – recuerda fray Modestino – quien me dijo que escribiera un breve informe. También el padre Pellegrino Funicelli, que durante años había asistido al Padre Pío, me confió que, al ayudar muchas veces al Padre a cambiarse la camiseta de lana que llevaba, notaba siempre, en unas veces en el hombro derecho y otras en el izquierdo, una equimosis circular”.
Wojtyla, confidente 
De esa llaga nadie supo nada nunca. Sólo lo supo el futuro Papa Juan Pablo II, y si el santo fraile sólo se lo reveló a él, debía haber alguna razón particular.
En el libro “L’autobiografia segreta“, de Francesco Castelli, historiador, postulador de la causa de beatificación de Karol Wojtyla y profesor de Historia de la Iglesia moderna y contemporánea en el ISSR “R. Guardini” de Taranto, cuenta que el cardinale Andrzej Maria Deskur, en una entrevista, se refirió a un encuentro en San Giovanni Rotondo, en abril de 1948, entre el entonces sacerdote Karol Wojtyla y el fraile estigmatizado. Fue entonces cuando el fraile le comunicó la existencia de la “llaga más dolorosa” (Zenit.org, 2008).
Una revelación
Fray Modestino afirma haber tenido una revelación del propio Padre Pío después de su muerte. “Una noche, antes de dormir, le hice una petición en la oración: ‘Querido Padre, si realmente tenías esa llaga, dame una señal’. Me dormí. Pero, exactamente a la una y cinco minutos de esa noche, mientras dormía tranquilamente, un dolor agudo y repentino en el hombro me hizo despertar. Era como si alguien, con un cuchillo, me hubiera descarnado el hueso de la clavícula. Si ese dolor hubiese durado unos minutos más, creo que habría muerto. Al mismo tiempo, oí una voz que me decía: ‘¡Así he sufrido yo!’. Un intenso perfume me envolvió y llenó toda mi celda. Sentí el corazón desbordante de amor a Dios. Sentí una extraña sensación: ser privado de ese sufrimiento insoportable me era aún más penoso. El cuerpo quería rechazarla pero el alma, inexplicablemente, la deseaba. Era dolorosísima y dulce a la vez. ¡Por fin lo había comprendido!”.



5 consejos para aprovechar el Adviento al máximo Tenemos 4 semanas para prepararnos para Navidad, pero ¿qué es lo verdaderamente importante que debemos preparar?

5 consejos para aprovechar el Adviento al máximo



El Adviento nos hace ser agradecidos de ser católicos. Este tiempo litúrgico está lleno de hermosas y de antiguas tradiciones únicas de nuestra fe, un momento ideal para inculcar el anhelo de Jesús a nuestros niños.
Durante el Adviento, podemos experimentar con nuestros hijos lo que experimentó un pueblo del Antiguo Testamento, el anhelo de un Salvador.
Podemos enseñar a nuestros hijos lecciones sobre la paciencia y aprender a esperar. Al ver el entusiasmo y la alegría de nuestros hijos de que se acerca la Navidad, podemos renovar nuestro amor por Jesús.
Aquí presentamos cinco cosas fáciles que podemos hacer para vivir el adviento en familia y sacarle el máximo provecho
1. Ponga una corona de Adviento en su mesa de comedor y enciéndala cada noche para la cena.
No deje que esta tradición milenaria solamente se vea en la Iglesia el domingo. La corona simboliza algo más que las cuatro semanas de Adviento; las cuatro velas también pueden representar a los hombres que estuvieron en la tierra 4.000 años antes de que naciera el Salvador.
Los niños pueden turnarse para encender y soplar las velas. Solemos decir una breve oración como: “Ven, Señor Jesús, ven y nace en nuestros corazones”
2. Haga obras de misericordia para prepararse para el Salvador.
El Adviento es un tiempo de preparación, y todos tenemos maneras tangibles para prepararnos espiritualmente para el nacimiento de Jesús.
Ponga un pequeño pesebre en algún lugar de su casa o en el exterior, y cada vez que un miembro de la familia haga algo por el amor de Jesús, él o ella puede pone una hebra de heno en la cuna para poco a poco, ir construyendo la cuna del niño Jesús con los pequeños gestos de amor.
Es una bendición ver que el pesebre crece y luce y más completo para Jesús a medida que se acerca la Navidad.
No coloque al niño Jesús en el pesebre hasta la víspera de Navidad…
3. No se olvide de san Nicolás.
Su historia es el origen de muchas tradiciones, como el de colgar medias y esperar regalos. Él fue una persona real, un obispo durante una de las persecuciones romanas, y su fiesta se celebra el 6 de diciembre. A continuación puedes leer su historia: San Nicolás, Obispo. Patrón de los niños.
4. Hagan intercambios y sean “ángeles de Adviento” para los otros.
Anime a los niños a orar por la persona que le ha tocado para el intercambio, así como hacer buenas acciones secretas para ese “ángel de Adviento” durante toda la temporada.
En la víspera de Navidad, todo el mundo puede jugar a adivinar quién es su “ángel secreto” e intercambiar regalos. Esto ayuda a que la rivalidad entre hermanos se transforme en algo divertido.
5. Haga algo espiritual para sí mismo.
¿Puede usted añadir un breve tiempo de oración o lectura de la Biblia cada mañana durante el Adviento o tal vez un rosario todos los días? Esto podría convertirlo en un gran hábito que a la larga sería beneficioso para usted y los suyos.
Además, tome ventaja de cualquier evento en su parroquia. Ore para que la Navidad le traiga un nuevo celo y amor más profundo por Jesús en el próximo año.

Fuente: NCRegister
Artículo originalmente publicado por pildorasdefe.net

PATRONOS DE LA MISIÓN DIOCESANA

El obispo proclamará el próximo 16 de diciembre, patronos de la Misión Diocesana al Santo Hermano Pedro, S. José de Anchieta y los beatos mártires de Tazacorte.
Ese día, viernes 16 de diciembre a las 17 horas, la Comisión Diocesana de la Misión, junto a los Scouts Católicos, están promoviendo la acogida de la "Luz de la Paz de Belén". Será en la parte alta del edificio terminal del muelle de la capital tinerfeña, concretamente, justo donde atracan los ferrys de Fred Olsen. La luz será traída hasta Tenerife por varios jóvenes Scouts. Después de ser encendida en Belén y trasladada a Austria, llegará a España, a Logroño, donde será recogida por los representantes canarios para trasladarla, en barco, desde Cádiz hasta nuestras islas.
El lema de esta iniciativa pastoral"Tú la llevas", refleja un doble mensaje: dejar y dar. La paz de Jesús nos es dada y, por eso, la llevamos con nosotros y, a su vez, nos comprometemos a llevarla a otros. Y lo mismo ocurre con la luz de la paz de Belén.
Se trata de una acción dirigida, preferentemente, a los adolescentes y jóvenes, y apunta al objetivo del curso pastoral: involucrar(se). Es una buena oportunidad para vivir "en familia" una jornada previa a la navidad. Por ello, se está invitando a todos los grupos de catequesis, así como a la escuela católica, la ERE, a movimientos y grupos de estas edades.
La propuesta pretende ser, un pequeño gesto, para ir involucrando en la misión diocesana a las nuevas generaciones de católicos´.
Desde el muelle, tras la acogida de la luz de la Paz de Belén, en comitiva festiva, los participantes se dirigirán a la parroquia del Pilar, en Santa Cruz. Allí el obispo preside una celebración en la cual proclamará "patronos de la Misión Diocesana" al Santo Hermano Pedro, a San José de Anchieta y a los beatos mártires de Tazacorte.
Allí se entregarán los tres primeros faroles - que son el símbolo de la misión diocesana - encendidos en la "luz de Belén". Los mismos serán custodiados encendidos, en la parroquia de Santo Domingo de La Laguna, donde está la Pila donde fue bautizado Anchieta, la Casa de las Hermanas Betlemitas en Vilaflor, cuna del hermano Pedro,  y la parroquia de S. Miguel en Tazacorte, en cuyas aguas Ignacio de Acevedo y sus compañeros mártires, por la fe, entregaron su vida.
Desde esos lugares, serán llevados a la celebración de fin de curso, en la que por las distintas vicarías se va a entregar a todas las parroquia el símbolo de la Misión, comenzando así la etapa propiamente misionera de esta iniciativa en consonancia con el Plan Diocesano de Pastoral.

¿Por qué no se casan los sacerdotes?

Los protestantes nos acusan a los católicos de prohibir casarse a nuestros sacerdotes. Todo parte de una visión sesgada y malintencionada de las cosas. Lo que la Iglesia hace es reservar el sacramento u orden sacerdotal, exclusivamente para hombres que tengan el don de la continencia; es decir, hombres que puedan vivir el celibato, hombres que por amor al Reino han decidido consagrarse totalmente al servicio de Dios en su Iglesia, hombres valientes capaces de dejarlo todo por amor a Cristo, de sacrificar la totalidad de su vida. El celibato de nuestros sacerdotes es tan criticado; pero, sin embargo, es uno de los motivos de gloria de nuestra Iglesia Católica. Por otra parte, no solamente los sacerdotes son célibes, sino también hombres y mujeres que se consagran a la vida religiosa, en las diversas órdenes que existen en el catolicismo. Incluso, personas que no forman parte del clero, deciden vivir sin casarse, para dedicarse íntegramente a la propagación del Reino.
Mt 16.25 El que sacrifique su vida por causa mía, la hallará.
Mt 19.12 ‘Hay otros todavía, que se hicieron tales (incapacitados) por el Reino de los Cielos. ¡Entienda el que pueda!’.
Mc 10.28 Pedro le dijo: ‘Nosotros lo hemos dejado todo para seguirte’.
Hch 21.9 (Felipe) tenía cuatro hijas que se habían quedado vírgenes y tenían en don de profecía.
1 Cor 7.8 A los solteros y a las viudas les digo que estaría bien que se quedaran como yo.
1 Cor 7.25-26 Respecto a los que se mantienen vírgenes, … yo pienso que ésa es una decisión buena.
1 Cor 7.27 ¿No tienes obligaciones con una mujer? No busques esposa.
1 Cor 7.32-33 El que no se ha casado se preocupa de las cosas del Señor y de cómo agradarle. No así el que se ha casado…
1 Cor 7.34 La mujer soltera y la joven sin casar se preocupan del servicio del Señor y de ser santas en su cuerpo y en su espíritu.
1 Cor 7.38 El que no se casa obra mejor.
Por último, veamos que en el Cielo, los célibes por Cristo, tienen un privilegio especial, lo que demuestra que de ningún modo el celibato es algo condenable, al contrario, es algo digno de ponderación, tanto así que en los Cielos, siguen a Jesús adondequiera que El vaya:
Ap 14.4 Estos son los que no se mancharon con mujeres: son vírgenes. Estos siguen al Cordero adondequiera que vaya.

Martes de la segunda semana de Adviento


Libro de Isaías 40,1-11. 

¡Consuelen, consuelen a mi Pueblo, dice su Dios!
Hablen al corazón de Jerusalén y anúncienle que su tiempo de servicio se ha cumplido, que su culpa está paga, que ha recibido de la mano del Señor doble castigo por todos sus pecados.
Una voz proclama: ¡Preparen en el desierto el camino del Señor, tracen en la estepa un sendero para nuestro Dios!
¡Que se rellenen todos los valles y se aplanen todas las montañas y colinas; que las quebradas se conviertan en llanuras y los terrenos escarpados, en planicies!
Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán juntamente, porque ha hablado la boca del Señor.
Una voz dice: "¡Proclama!". Y yo respondo: "¿Qué proclamaré?". "Toda carne es hierba y toda su consistencia, como la flor de los campos:
la hierba se seca, la flor se marchita cuando sopla sobre ella el aliento del Señor. Sí, el pueblo es la hierba.
La hierba se seca, la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre".
Súbete a una montaña elevada, tú que llevas la buena noticia a Sión; levanta con fuerza tu voz, tú que llevas la buena noticia a Jerusalén. Levántala sin temor, di a las ciudades de Judá: "¡Aquí está su Dios!".
Ya llega el Señor con poder y su brazo le asegura el dominio: el premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede.
Como un pastor, él apacienta su rebaño, lo reúne con su brazo; lleva sobre su pecho a los corderos y guía con cuidado a las que han dado a luz.

Salmo 96(95),1-2.3.10ac.11-12.13. 
Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre,
día tras día, proclamen su victoria.

Anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos.
Digan entre las naciones: “¡El Señor reina!
El Señor juzgará a los pueblos con rectitud”.

Alégrese el cielo y exulte la tierra,
resuene el mar y todo lo que hay en él;
regocíjese el campo con todos sus frutos,
griten de gozo los árboles del bosque.

Griten de gozo delante del Señor,
porque él viene a gobernar la tierra:
Él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con su verdad.


Evangelio según San Mateo 18,12-14. 
Jesús dijo a sus discípulos:
"¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió?
Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron.
De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños."