jueves, 30 de mayo de 2019

Hoy es la fiesta de San Fernando III, rey y patrono de España

Hoy es la fiesta de San Fernando III, rey y patrono de España

El 30 de mayo se celebra la Fiesta del rey San Fernando III, patrón de España, quien antes de morir recibió el Viático en el suelo y diciendo: “Señor, desnudo salí del vientre de mi madre, la tierra, y desnudo me ofrezco a ella. Señor, recibe mi alma entre tus siervos”.
San Fernando nació en la actual España en 1198. En su reinado unió los reinos de León y Castilla, lo que favoreció de manera más efectiva a los cristianos en la lucha contra los musulmanes que ocupaban gran parte de la Península Ibérica.
Liberó Córdoba, Murcia, Jaén, Cádiz y Sevilla, siendo afortunado en la guerra, moderado en la paz, piadoso con Dios y preocupado por sus súbditos. El rey se consideraba siervo de la Virgen María y creía que el reino al que todo tenía que someterse es el Reino de Dios.
Fundó las universidades de Salamanca, Palencia y Valladolid. Inició las construcciones de las catedrales de León, Toledo y Burgos. En esta última puso la primera piedra. Perteneció a la Tercera Orden de San Francisco, llevaba siempre consigo una imagen de la Virgen y llegó a hacer penitencia pública.
Se casó dos veces. La primera vez con Beatriz de Suabia que le dio diez hijos. Luego de enviudar contrajo matrimonio con Maria de Potieu, con quien tuvo cinco hijos. Su hijo mayor, Alfonso X, fue conocido como Alfonso el Sabio. Mientras que su hija Eleanor fue esposa de Eduardo I de Inglaterra.
Partió a la Casa del Padre el 30 de mayo de 1252 y fue canonizado en 1671 por el Papa Clemente X. Es patrono de varias instituciones españolas y protector de cautivos, desvalidos y gobernantes. Es patrón de España junto al apóstol Santiago.

Lecturas del Jueves de la 6ª semana de Pascua

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (18,1-8):

EN aquellos días, Pablo dejó Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró a un tal Áquila, judío natural del Ponto, y a su mujer, Priscila; habían llegado hacía poco de Italia, porque Claudio había decretado que todos los judíos abandonasen Roma.
Se juntó con ellos y, como ejercía el mismo oficio, se quedó a vivir y trabajar en su casa; eran tejedores de lona para tiendas de campaña. Todos los sábados discutía en la sinagoga, esforzándose por convencer a judíos y griegos. Cuando Silas y Timoteo bajaron de Macedonia, Pablo se dedicó enteramente a predicar, dando testimonio ante los judíos de que Jesús es el Mesías,
Como ellos se oponían y respondían con blasfemias, Pablo sacudió sus vestidos y les dijo:
«Vuestra sangre recaiga sobre vuestra cabeza. Yo soy inocente y desde ahora me voy con los gentiles».
Se marchó de allí y se fue a casa de un cierto Ticio Justo, que adoraba a Dios y cuya casa estaba al lado de la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; también otros muchos corintios, al escuchar a Pablo, creían y se bautizaban.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 97,1-2ab.2cd-3ab.3cd-4

R/. El Señor revela a las naciones su victoria

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.  R/.

El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.  R/.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.  R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (16,16-20):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver».
Comentaron entonces algunos discípulos:
«¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?».
Y se preguntaban:
«¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice».
Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo:
«¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».

Palabra del Señor