jueves, 16 de marzo de 2017

Estas son las celebraciones que el Papa Francisco presidirá en Semana Santa

El Papa imparte la Bendición Urbi et Orbi. Foto: ACI Prensa
El Vaticano ha hecho público el calendario del Papa Francisco para los meses de marzo y abril, que incluyen las celebraciones que serán presididas por él en Semana Santa.
Marzo
El viernes 17, el Papa presidirá la Liturgia penitencial en la Basílica de San Pedro a las 17 horas, y el sábado 25, en la solemnidad de la Anunciación del Señor, acudirá en visita pastoral a Milán.
Abril
El domingo 2 de abril, Francisco visitará la localidad de Carpi y el 9 presidirá el Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor en la Plaza de San Pedro a las 10 horas de Roma.
El día 13 celebrará el Jueves Santo con la Santa Misa del Crisma a las 9,30 horas en la Basílica de San Pedro.
El Viernes Santo, día 14, a las 17 horas tendrá lugar en la Basílica de San Pedro la celebración de la Pasión del Señor. Después a las 21:15 horas tendrá lugar el tradicional Via Crucis en el Coliseo.
El sábado 15, el Papa Francisco presidirá a las 20,30 horas en la Basílica de San Pedro la Vigilia de la Noche de Pascua y el Domingo de Resurrección, día 16 de abril, el Papa celebrará la Santa Misa en la Plaza de San Pedro. Después, desde el balcón central, impartirá la Bendición “Urbi et Orbi”.


Jueves de la segunda semana de Cuaresma


Libro de Jeremías 17,5-10. 

Así habla el Señor: ¡Maldito el hombre que confía en el hombre y busca su apoyo en la carne, mientras su corazón se aparta del Señor!
El es como un matorral en la estepa que no ve llegar la felicidad; habita en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhóspita.
¡Bendito el hombre que confía en el Señor y en él tiene puesta su confianza!
El es como un árbol plantado al borde de las aguas, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme cuando llega el calor y su follaje se mantiene frondoso; no se inquieta en un año de sequía y nunca deja de dar fruto.
Nada más tortuoso que el corazón humano y no tiene arreglo: ¿quién puede penetrarlo?
Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino las entrañas, para dar a cada uno según su conducta, según el fruto de sus acciones.

Salmo 1,1-2.3.4.6. 
¡Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor
y la medita de día y de noche!

El es como un árbol
plantado al borde de las aguas,
que produce fruto a su debido tiempo,
y cuyas hojas nunca se marchitan:
todo lo que haga le saldrá bien.

No sucede así con los malvados:
ellos son como paja que se lleva el viento.
Porque el Señor cuida el camino de los justos,
pero el camino de los malvados termina mal.



Evangelio según San Lucas 16,19-31. 
Jesús dijo a los fariseos: "Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes.
A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro,
que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas.
El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado.
En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él.
Entonces exclamó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan'.
'Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento.
Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí'.
El rico contestó: 'Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre,
porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento'.
Abraham respondió: 'Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen'.
'No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán'.
Pero Abraham respondió: 'Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán'".