martes, 12 de septiembre de 2017

¿Conoces las 7 alegrías de la Santísima Virgen María?


Quizás muchos estemos más familiarizados con sus dolores, pero ¿y sus alegrías?

Entre las muchas devociones a la Virgen María, una que a menudo se pasa por alto es la de sus siete alegrías. Muchos católicos quizás conozcan mejor los siete dolores de María, en especial gracias a la Corona de los Siete Dolores.
Sin embargo, pocos conocen bien sus siete alegrías, que componen una tradición igual de antigua. Los franciscanos han contribuido a preservar esta tradición a lo largo de los siglos gracias a su “rosario”, llamado Corona Franciscana.
Hay una historia que dice que esta corona nació cuando la Virgen María se apareció a un joven novicio franciscano en el siglo XV y “le enseñó que, rezando diariamente un rosario de siete decenas en honor a sus siete alegrías, podría tejer una corona que sería más de su agrado [de la Señora] que el material ramo de flores”.
Las siete alegrías que se meditan durante la Corona Franciscana son similares a los cinco Misterios Gozosos del Rosario.
  1. Anunciación
  2. Visitación
  3. Natividad de Jesús
  4. Adoración de los Reyes Magos
  5. Encuentro de en el templo
  6. Resurrección de Jesús
  7. Asunción de María (y/o la Coronación de la Virgen en el Paraíso)

APRENDE A REZARLO AQUÍ: LA CORONA DE LAS SIETE ALEGRÍAS

La devoción a las siete alegrías de María es un complemento perfecto a los siete dolores y ayuda a equilibrar la vida espiritual del fiel, reconociendo que la existencia no está repleta únicamente de penas, sino que también contiene muchas alegrías, en esta vida y la próxima.

San Francisco de Asís: Alabanzas al Dios Altísimo


Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas. Tú eres fuerte, Tú eres grande, Tú eres Altísimo

Estas son las Alabanzas al Dios Altísimo que San Francisco de Asís compartió una vez con Fray León. Pertenecen al grupo de escritos del santo. Léanlas, órenlas y háganlas suyas.
  

Alabanzas al Dios Altísimo
Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas.

Tú eres fuerte, tú eres grande, tú eres Altísimo.

Tú eres Rey omnipotente.

Tú eres Padre santo, Rey del cielo y de la tierra.

Tú eres Trino y Uno, Señor Dios de los dioses.

Tú eres el Bien, todo el Bien, el sumo Bien, Señor Dios vivo y verdadero.

Tú eres Amor, tú eres Caridad.

Tú eres Sabiduría, tú eres Humildad, tú eres Paciencia.

Tú eres belleza, tú eres Seguridad, tú eres Paz.

Tú eres Gozo y Alegría, tú eres nuestra Esperanza.

Tú eres Justicia, tú eres Templanza, tú eres toda nuestra Riqueza.

Tú eres Belleza, tú eres Mansedumbre.

Tú eres Protector, tú eres nuestro Custodio y Defensor.

Tú eres Fortaleza, tú eres Refugio.

Tú eres nuestra Esperanza, tú eres nuestra Fe.

Tú eres Caridad, tú eres nuestra Dulzura.

Tú eres nuestra Vida eterna, grande y admirable Señor,

Dios Omnipotente, misericordioso Salvador".


¿Te llamas María? 7 rasgos del Santo Nombre de la Virgen explicados por los santos

 A mediados del siglo XVIII los jansenistas empezaron a divulgar que la devoción a la Santísima Virgen era una superstición. San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia, salió en defensa de la Madre de Dios y publicó su famoso libro “Las Glorias de María”.
En dicha obra, capítulo X, se leen 7 importantes rasgos del Santo Nombre de María que todo cristiano siempre debe recordar:
1.- Nombre Santo 
“El augusto nombre de María, dado a la Madre de Dios, no fue cosa terrenal, ni inventado por la mente humana o elegido por decisión humana, como sucede con todos los demás nombres que se imponen. Este nombre fue elegido por el cielo y se le impuso por divina disposición, como lo atestiguan San Jerónimo, San Epifanio, San Antonino y otros”.
2.- Lleno de dulzura 
“El glorioso San Antonio de Papua, reconocía en el nombre de María la misma dulzura que San Bernardo en el nombre de Jesús. ‘El nombre de Jesús’, decía éste; ‘el nombre de María’, decía aquél, ‘es alegría para el corazón, miel en los labios y melodía para el oído de sus devotos’… Se lee en el Cantar de los Cantares que, en la Asunción de María, los ángeles preguntaron por tres veces: ‘¿Quién es ésta que sube del desierto como columnita de humo? ¿Quién es ésta que va subiendo cual aurora naciente? ¿Quién es ésta que sube del desierto rebosando en delicias?’ (Ct 3, 6; 6, 9; 8, 5)”.
“Pregunta Ricardo de San Lorenzo: ‘¿Por qué los ángeles preguntan tantas veces el nombre de esta Reina?’ Y él mismo responde: ‘Era tan dulce para los ángeles oír pronunciar el nombre de María, que por eso hacen tantas preguntas’. Pero no quiero hablar de esta dulzura sensible, porque no se concede a todos de manera ordinaria; quiero hablar de la dulzura saludable, consuelo, amor, alegría, confianza y fortaleza que da este nombre de María a los que lo pronuncian con fervor”.
3.- Alegra e inspira amor 
“Tu nombre, oh Madre de Dios –como dice San Metodio– está lleno de gracias y de bendiciones divinas. De modo que –como dice San Buenaventura– no se puede pronunciar tu nombre sin que aporte alguna gracia al que devotamente lo invoca. Búsquese un corazón empedernido lo más que se pueda imaginar y del todo desesperado; si éste te nombra, oh benignísima Virgen, es tal el poder de tu nombre –dice el Idiota– que él ablandará su dureza, porque eres la que conforta a los pecadores con la esperanza del perdón y de la gracia”.
4.- Da fortaleza 
“Los demonios, afirma Tomás de Kempis, temen de tal manera a la Reina del cielo, que al oír su nombre, huyen de aquel que lo nombra como de fuego que los abrasara. La misma Virgen reveló a santa Brígida, que no hay pecador tan frío en el divino amor, que invocando su santo nombre con propósito de convertirse, no consiga que el demonio se aleje de él al instante”.
“Y otra vez le declaró que todos los demonios sienten tal respeto y pavor a su nombre que en cuanto lo oyen pronunciar al punto sueltan al alma que tenían aprisionada entre sus garras. Y así como se alejan de los pecadores los ángeles rebeldes al oír invocar el nombre de María, lo mismo –dijo la Señora a santa Brígida– acuden numerosos los ángeles buenos a las almas justas que devotamente la invocan”.
5.- Promesas de Jesús 
“Son maravillosas las gracias prometidas por Jesucristo a los devotos del nombre de María, como lo dio a entender a santa Brígida hablando con su Madre santísima, revelándole que quien invoque el nombre de María con confianza y propósito de la enmienda, recibirá estas gracias especiales: un perfecto dolor de sus pecados, expiarlos cual conviene, la fortaleza para alcanzar la perfección y al fin la gloria del paraíso. Porque, añadió el divino Salvador, son para mí tan dulces y queridas tus palabras, oh María, que no puedo negarte lo que me pides”.
“En suma, llega a decir San Efrén, que el nombre de María es la llave que abre la puerta del cielo a quien lo invoca con devoción”.
6.- Brinda consuelo 
“San Camilo de Lelis, recomendaba muy encarecidamente a sus religiosos que ayudasen a los moribundos con frecuencia a invocar los nombres de Jesús y de María como él mismo siempre lo había practicado; y mucho mejor lo practicó consigo mismo en la hora de la muerte, como se refiere en su biografía; repetía con tanta dulzura los nombres, tan amados por él, de Jesús y de María, que inflamaba en amor a todos los que le escuchaban”.
“Y finalmente, con los ojos fijos en aquellas adoradas imágenes, con los brazos en cruz, pronunciando por última vez los dulcísimos nombres de Jesús y de María, expiró el santo con una paz celestial”.
7.- Buena aventura 
“Roguemos pues, mi devoto lector, roguemos a Dios nos conceda esta gracia, que en la hora de la muerte, la última palabra que pronunciemos sea el nombre de María, como lo deseaba y pedía San Germán”.
“Concluyamos con esta tierna plegaria de San Buenaventura: ‘Para gloria de tu nombre, cuando mi alma esté para salir de este mundo, ven tú misma a mi encuentro, Señora benditísima, y recíbela’. No desdeñes, oh María –sigamos rezando con el santo– de venir a consolarme con tu dulce presencia. Sé mi escala y camino del paraíso. Concédele la gracia del perdón y del descanso eterno. Y termina el Santo diciendo: ‘Oh María, abogada nuestra, a ti te corresponde defender a tus devotos y tomar a tu cuidado su causa ante el tribunal de Jesucristo’”.

¿Cuál es la situación de la enseñanza de Religión en la Unión Europea?

    ¿Cuál es la situación de la enseñanza de Religión en la Unión Europea?

    La revista Religión y Escuela ha editado un mapa en el que se recoge la situación de las enseñanzas escolares en materia de Religión en cada uno de los países de la Unión Europa. Este mapa se ha elaborado con la información que ha recogido y sistematizado el profesor Flavio Pajer.
    – Alemania  – Austria – Bélgica – Bulgaria – Chipre – Croacia – Dinamarca – Eslovaquia – Eslovenia – España– Estonia – Finlandia – Francia – Grecia – Hungría – Irlandia – Italia – Letonia– Lituania – Luxemburgo
    – Malta – Paises Bajos– Polonia – Portugal – Reino Unido – República Checa – Rumanía – Suecia
    Nota: Agradecemos a la revista Religión y Escuela, que edita PPC-SM y que tiene los derechos de esta imagen, el permiso para reproducir este estudio en nuestra página web.

    12 de septiembre: Santísimo Nombre de María, luz que ilumina los cielos y la tierra

    12 de septiembre: Santísimo Nombre de María, luz que ilumina los cielos y la tierra
    Cada 12 de septiembre la Iglesia celebra el Santísimo Nombre de la Madre de Dios que San Lucas señala en su Evangelio para veneración de todos los cristianos: “el nombre de la virgen era María” (Lc. 1, 27).
    En el libro “El secreto admirable del Santísimo Rosario” (p. 68), San Luis María Grignion de Montfort cuenta que la Virgen, llevando sobre el pecho la salutación angélica escrita en letras de oro, se le apareció a Santa Matilde y le dijo:
    “El nombre de María, que significa Señora de la luz, indica que Dios me colmó de sabiduría y luz, como astros brillantes, para iluminar los cielos y la tierra”.
    Desde muy antiguo, en la historia de la salvación, siempre se ha tenido un respeto especial por la forma con la que cada uno es nombrado porque, tal como como dice el Catecismo de la Iglesia Católica (2158-2159), “el nombre de todo hombre es sagrado. El nombre es la imagen de la persona. Exige respeto en señal de la dignidad del que lo lleva”.
    “El nombre recibido es un nombre de eternidad. En el reino de Dios, el carácter misterioso y único de cada persona marcada con el nombre de Dios brillará a plena luz”.
    Por lo tanto, si el nombre de los hombres comunes merece respeto, con mayor razón los cristianos están llamados a honrar los Santos Nombres de Jesús y de la Virgen María.
    Para conocer más de esta celebración, visite:

    Cuatro días después de celebrar la Natividad de la Virgen, se celebra el Dulce Nombre de María.
    Fue en la ciudad española de Cuenca donde, por primera vez, se autorizó la celebración de esta fiesta en el año 1513. Poco después se extendió por toda España. 170 años después, en 1683, el Papa Inocencio XI admitió la fiesta en la iglesia de occidente como acción de gracias por el levantamiento del sitio a Viena y por la victoria de Juan Sobieski, rey de Polonia contra los turcos. El Santo Padre introdujo en el santoral esta fiesta para que se celebrase en toda la Iglesia Universal.
    San Bernardino de Siena, muy devoto de la Virgen, fue uno de los grandes propagadores de esta fiesta.

    Martes de la vigésima tercera semana del tiempo ordinario


    Carta de San Pablo a los Colosenses 2,6-15. 

    Vivan en Cristo Jesús, el Señor, tal como ustedes lo han recibido,
    arraigados y edificados en él, apoyándose en la fe que les fue enseñada y dando gracias constantemente.
    No se dejen esclavizar por nadie con la vacuidad de una engañosa filosofía, inspirada en tradiciones puramente humanas y en los elementos del mundo, y no en Cristo.
    Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad,
    y ustedes participan de esa plenitud de Cristo, que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potestad.
    En él fueron circuncidados, no por mano de hombre, sino por una circuncisión que los despoja del cuerpo carnal, la circuncisión de Cristo.
    En el bautismo, ustedes fueron sepultados con él, y con él resucitaron, por la fe en el poder de Dios que lo resucitó de entre los muertos.
    Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y de la incircuncisión de su carne, pero Cristo los hizo revivir con él, perdonando todas nuestras faltas.
    El canceló el acta de condenación que nos era contraria, con todas sus cláusulas, y la hizo desaparecer clavándola en la cruz.
    En cuanto a los Principados y a las Potestades, los despojó y los expuso públicamente a la burla, incorporándolos a su cortejo triunfal.

    Salmo 145(144),1-2.8-9.10-11. 
    Te alabaré, Dios mío, a ti, el único Rey,
    y bendeciré tu Nombre eternamente;
    día tras día te bendeciré,
    y alabaré tu Nombre sin cesar.

    El Señor es bondadoso y compasivo,
    lento para enojarse y de gran misericordia;
    el Señor es bueno con todos
    y tiene compasión de todas sus criaturas.

    Que todas tus obras te den gracias, Señor,
    y tus fieles te bendigan;
    que anuncien la gloria de tu reino
    y proclamen tu poder.


    Evangelio según San Lucas 6,12-19. 
    Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios.
    Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles:
    Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé,
    Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote,
    Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
    Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón,
    para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados;
    y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.