martes, 20 de junio de 2017

El Papa anima al clero a vivir como sacerdotes pobres y no como pobres sacerdotes

El Papa Francisco reza ante la tumba de don Primo Mazzolari. Foto: Captura Youtube

El Papa Francisco animó al clero a seguir el ejemplo del sacerdote italiano don Primo Mazzolari quien “vivió como un sacerdote pobre, no como un pobre sacerdote” y a quien situó como “predecesor de la Iglesia en salida”.
En la primera parada de su peregrinación a las tumbas de los sacerdotes don Primo Mazzolari, en Bozzolo (Diócesis de Cremona), y de don Lorenzo Milani, en Barbiana (Diócesis de Florencia), el Santo Padre ofreció un discurso en el que reflexionó sobre algunas claves de la vidade los sacerdotes. El primero está en proceso de beatificación.

Tras haber orado unos instantes ante la tumba de don Primo Mazzolari, el Pontífice subrayó que “los párrocos son la fuerza de la Iglesia en Italia”, y puso de ejemplo a este sacerdote italiano por su compromiso pastoral.
“Don Primo Mazzolari fue considerado como ‘el párroco de Italia’”, destacó. “Como decía el Beato Pablo VI: ‘Caminaba adelante con un paso largo, y con frecuencia no se le podía seguir el ritmo. Y así sufrió él y hemos sufrido también nosotros. Es el destino de los profetas’”.
El Papa meditó sobre el mensaje de don Primo Mazzolari, “para lo cual, me sitúo simbólicamente ante los tres escenarios que cada día llenaron sus ojos y su corazón: el río, la granja y la llanura”.
El río
“Don Primo desempeñó su ministerio a lo largo del río, símbolo del poder de la gracia de Dios que va recorriendo incesantemente a lo largo del mundo”, explicó.
“Su palabra, predicada o escrita, dibujaba un pensamiento y una fuerza persuasiva clara de la fuente de la Palabra del Dios vivo: el Evangelio meditado y rezado ante el Crucifijo y ante los hombres, celebrando con gestos sacramentales que jamás redujo a un puro rito”.
El Papa señaló que “don Mazzolari, párroco en Cicognara y en Bozzolo, no abandonó nunca el río de la vida, del sufrimiento de la gente, que le formó como pastor contundente y exigente, en primer lugar consigo mismo. A lo largo del río aprendía a recibir cada día el don de la verdad y del amor, para hacerse portador fuerte y generoso”.
“Su profecía se realizaba en el amar el propio tiempo, en el vincularse a la vida de las personas que conocía, en el aprovechar cada oportunidad de anunciar la misericordia de Dios. Don Mazzolari no era alguien que se lamentara por la Iglesia del pasado, sino que trataba de cambiar la Iglesia y el mundo por medio del amor apasionado y de la dedicación incondicional”.  
La granja
El Santo Padre explicó el simbolismo de la granja, la cual “en tiempos de don Primo, era una ‘familia de familias’ que vivían juntos en este fértil campo, también sufriendo injusticias y miserias, a la espera de un cambio que, a su vez, se tradujo en un éxodo a las ciudades”.
“La granja, la casa, nos dice la idea de Iglesia que guiaba a don Mazzolari. También él pensaba en una Iglesia en salida”. Don Mazzolari “era un párroco convencido de que ‘el destino del mundo se madura en las periferias’, e hizo de la propia humanidad un instrumento de la misericordia de Dios”.
Recordó que se le definía como “el párroco de los lejanos”, pues en su acción pastoral se preocupaba por los que estaban lejos, y trataba de poner en práctica “un método de apostolado válido para todos”.
“Esta mirada misericordiosa y evangélica sobre la humanidad le llevó a dar valor también a la necesaria gradualidad. El sacerdote no es alguien que exija la perfección, sino que ayuda a cada uno a dar lo mejor de sí”.
La llanura
Por último, se refirió a la llanura como un ámbito de evangelización ineludible. “Quien ha acogido el ‘Discurso de la montaña’ no teme avanzar, como caminante y testigo, en la llanura que se abre sin límites”.
“A la caridad pastoral de don Primo se abrían diferentes horizontes en la compleja situación que debió afrontar: la guerra, los totalitarismos, las luchas fratricidas, la crisis de la democracia, la miseria de su gente”.
En este sentido, animó a los sacerdotes a “escuchar el mundo y a los que viven y trabajan en él para hacerse cargo de cada situación sin miedo a cruzar los desiertos y las zonas de sombra. Así podemos hacernos Iglesia pobre con los pobres, la Iglesia de Jesús”.
Don Primo Mazzolari nació en Cremona el 13 de enero de 1890 y falleció el 12 de abril de 1959. Su ministerio sacerdotal se caracterizó por su cercanía a los fieles y su compromiso evangélico con los más desfavorecidos. Asimismo, se caracterizó por su oposición sin complejos al fascismo y al comunismo. Se encuentra en proceso de beatificación.

¿Jesús derramó su sangre “por muchos” o “por todos”?


El biblista Pius-Ramón Tragán habla sobre las traducciones y el significado de las palabras eucarísticas de Jesús en la última cena

El nuevo Misal editado recientemente por la Conferencia Episcopal Española suscita algunas cuestiones para muchos cristianos. En concreto la forma eucarística “sobre el cáliz” que en la edición anterior decía: “mi sangre derramada por vosotros y por todos los hombres” en el nuevo misal se lee: “mi sangre derramada por vosotros y por muchos”. 
Al respecto nos hemos puesto en contacto con Pius-Ramón Tragán, O.S.B., monje del Monasterio de Montserrat y gran conocedor del mundo antiguo y de la Biblia. A continuación, la entrevista en exclusiva para Aleteia.
Padre Pius-Ramón, ¿cuál es el significado justo de este texto eucarístico? ¿Jesús ha derramado su sangre “por muchos” o “por todos”? 
La pregunta es pertinente y no resulta sencillo de responder. Para mejor claridad conviene mencionar algunos antecedentes para situar el problema. 
La reforma litúrgica del Concilio Vaticano II estableció que la celebración litúrgica romana fuera traducida del latín en las diversas lenguas vigentes para ofrecer una participación activa de los fieles en el culto, especialmente en la Misa. 
Para obtener una traducción fiel al texto original y al mismo tiempo adaptada a la cultura de los cristianos, trabajaron eficazmente exegetas y teólogos. En concreto establecieron la siguiente traducción de la fórmula eucarística en el misal español: “mi sangre derramada por vosotros y por todos los hombres”. 
¿Por qué se ha modificado el texto en el nuevo Misal?
La Instrucción “Liturgiam autheticam”, aprobada por el papa Benedicto XVI en 2001, vuelve a insistir en la importancia del latín en la liturgia romana y propone corregir algunas expresiones del Misal postconciliar en castellano, en concreto la fórmula eucarística sobre el cáliz: “… mi sangre derramada por vosotros y por todos los hombres” considerada como interpretación y no como fiel traducción del original latino: “qui pro multis effundetur”, es decir para muchosNo para todos.  
El mismo Pontífice se dio cuenta que este principio de literalidad y el cambio que suponía en las palabras eucarísticas, podía causar desconcierto entre los fieles, ya que la muerte de Jesús sería solo para “muchos” y no para “todos”.  
Por este motivo, Benedicto XVI exhorta a los obispos y a los presbíteros a intensificar una catequesis que excluya la contradicción que puede aparecer entre los dos sentidos de la muerte de Jesús: para “muchos” y para “todos” y expliquen claramente que se trata de dos sentidos que no se excluyen sino que se completan.
¡Pero la lengua de Jesús no era el latín!
Ciertamente no era el griego ni en latín. Su lenguaje era el hebreo o arameo y, por tanto, para conocer el sentido original de sus palabras hay que referirse al sentido de su lengua semítica. 
Los primeros discípulos que siguieron a Jesús y los primeros hebreos convertidos al cristianismo mantuvieron la fórmula pronunciada por Jesús en su lengua semítica celebrando la cena en memoria del Señor.  
La expansión del cristianismo entre los griegos hizo pronto necesaria una primera predicación del evangelio en griego. Algunos decenios más tarde, las cartas en griego de San Pablo y de cuatro evangelios son testimonio de la traducción escrita del Nuevo Testamento y representan una primera interpretación del original semítico.  
El Nuevo Testamento traducido más tarde del griego al latín, supone una segunda versión del texto original y, por tanto, el Evangelio traducido en las lenguas modernas supone tres estadios de interpretación cuando llega a las lenguas modernas.
¿Cuáles son las palabras eucarísticas que pronunció Jesús?
Según los filólogos, las palabras que están detrás del latín: “effundetur pro multis”, traducidas palabra por palabra en español por “derramada por muchos” corresponden a la expresión griega “polloi” que significa también “muchos”. 
El evangelio de Marcos ofrece una variante significativa: la preposición “‘uper” precede al sustantivo “polloi” sugiere que la muerte de Jesús no es solo “por muchos” sino  “por una multitud”.  Hay que tener en cuenta, además, que el térmico griego “polloi”, traduce la palabra semítica “rabbiym” que indica “una gran multitud” e implica también la noción “todos”. 
En todo caso, el sentido original de las palabras de Jesús no suponía ninguna contraposición entre “muchos” y “todos”.
Por razones filológicas, exegéticas y por motivos teológicos, la traducción del Misal postconciliar en lenguas modernas interpretó el significado de las palabras eucarísticas en su sentido genuino: “sangre derramada por todos”. 
San Pablo, en efecto, en la primera carta a los Corintios, transmite la fórmula eucarística de la última cena de Jesús con la palabra griega “polloi”, “muchos”, pero en la misma carta afirma claramente que Jesús murió por todos.
¿Qué piensa usted personalmente sobre esta cuestión?
Por diversas razones, considero que la traducción aprobada por el Concilio Vaticano expresa con mayor exactitud y claridad el sentido de las palabras de Jesús en la última cena. Esto no significa que la opinión de traducir “pro multis” “para todos los hombres” sea una opinión personal o aislada, existen estudios recientes muy precisos sobre la conveniencia de mantener la expresión española “mi sangre derramada por todos” y no la expresión “mi sangre derramada por muchos”. 
De todos modos la Conferencia Episcopal Española ha preferido modificar el texto aceptado por el Vaticano II. Se deberá acentuar la catequesis sobre los cambios del nuevo Misal, según la exhortación del papa Benedicto XVI.
 ¿Qué contacto tiene usted con la lengua semítica?
Para preparar los exámenes de licencia en Ciencias Bíblicas en la Pontificia Comisión Bíblica pasé tres años en Jerusalén estudiando hebreo clásico, en l’École Biblique y el hebreo moderno en un Ulpán. Dejé Jerusalén después de la guerra de seis días en 1967. Seguí mis estudios bíblicos en Estrasburgo hasta el doctorado y también estudié el siríaco. 
Más tarde ejercí como profesor en el Pontificio Ateneo San Anselmo en Roma, dedicando mi investigación y docencia en el Nuevo Testamento, durante 25 años. 
He vuelto a visitar varias veces la tierra de Israel, de Jordania y de Siria antes de los desastres de los conflictos actuales. Pude darme cuenta, no obstante, de la dificultad enorme que supone llegar a una paz duradera entre los israelitas y los árabes y equilibrar tan diversas tendencias religiosas y pretensiones de poder.

El P. Tragán es actualmente director del Scriptorium Biblicum et Orientale de la Abadía de Montserrat, dedicado al estudio de las Sagradas Escrituras, a la investigación de la historia y la cultura del Oriente Medio y a la catalogación de las piezas arqueológicas procedentes de Mesopotamia, Egipto y Palestina que se encuentran en el Museo. 

10 bonitos nombres bíblicos para poner a los niños


Para quien desea que el nombre de su hijo tenga origen bíblico, aquí van algunas sugerencias

Elegir el nombre de un hijo es una gran tarea. En ese momento, todo el mundo quiere dar su opinión: la abuela materna cree que es hora de honrar al bisabuelo, la abuela paterna no para de repetir que el nombre del padre (es decir, el que eligió ella para su hijo) es bonito, y el hermano mayor insiste en que el bebé lleve el nombre de su héroe favorito.
Son tantas opiniones que a fin de cuentas, lo importante es el significado que tiene y lo que representa para los padres del niño. Los nombres bíblicos son fuente de inspiraciones para muchas parejas, porque además de lo que representan, también llevan consigo la historia de grandes hombres y mujeres.
Ofrecemos en esta lista algunos de esos nombres para niños. Algunas historias quizás no las conoces, pero tienen mucha importancia en la cultura y en el arte de Occidente.
Después de leerlo, consulta también la lista de nombres bíblicos para niñas.
Benjamín: el “hijo de la felicidad” o el “bien-amado”. Benjamín fue el hijo más pequeño de Jacob y Raquel, y su madre murió durante el parto. Antes de fallecer, ella le llamó Bem-Oni, que significa “hijo de mi dolor”, pero Jacob decidió llamarle Benjamín. A partir de él nació una de las 12 tribus de Israel. Su historia puede leerse en el capítulo 35 del libro de Génesis.
Enmanuel: “Dios está con nosotros”. Es una de las maneras de llamar a Jesucristo, y viene de una promesa citada en Isaías 7, donde se lee: “He aquí que la virgen concebirá y dará a luz a un hijo, y le llamará Enmanuel“.  El nombre Enmanuel significa “Dios con nosotros“. En Mateo 1 se puede leer sobre esto, también.
David: puede significar “el amado” y “el querido”. David fue ungido por Samuel, y el Espíritu de Dios pasó a habitar en él. Al derrotar al gigante Goliat, cuando aún era adolescente, acabó irritando al rey Saúl y años más tarde, con su muerte, se convirtió en rey de Judá y después de todo Israel. Cometió errores graves, pero el reconocimiento del amor de Dios hizo que se arrepintiese. Fue un gran hombre y de su linaje nació Jesús. Su historia está en los dos libros de Samuel.
Daniel: significa “Dios en mi juez”. Uno de los profetas hebreos, Daniel, vivió durante el período en que los judíos estaban cautivos en Babilonia, y fue escogido para trabajar para el rey, junto con otros jóvenes inteligentes como él. Aun habiéndose entrenado para ejercer funciones reales y aprendiera sobre la cultura babilónica, él no se olvidó de Dios. A él y a otros se les quería obligar a comer la comida que el rey mandaba, pero no lo hizo, y se alimentaba sólo de vegetales. A pesar de ello tenía mejor salud que los demás. En otro episodio, fue arrojado a un pozo con leones, cuando el nuevo rey, Darío, creó una ley prohibiendo cualquier acto de culto que no se dirigiera al rey. A la mañana siguiente Daniel seguía con vida, lo que hizo que el rey creyera en el Dios verdadero.
Felipe: “amigo de los caballos”. Hay más de un Felipe en la Biblia, y uno de ellos es el apóstol. Fue el instrumento de Dios en la llamada de Bartolomé. El otro conocido es el que, al encontrar a un eunuco etíope, le habló sobre la fe en Jesús y le anunció el evangelio. Se puede leer sobre él en los Hechos de los Apóstoles y en el evangelio de Juan.
Gabriel: “hombre de Dios”. Fue el ángel Gabriel quien anunció a María la venida de Jesús. Antes ya había sido responsable de decir a Daniel, que la visión que había tenido era sobre el fin de los tiempos. Más tarde, de nuevo Gabriel, habló sobre la profecía de las setenta semanas y sobre la venida de Cristo. También fue él el responsable de contar a Zacarías que su esposa, Isabel, quedaría embarazada.
Levi: significa “ligado” o “unido”. Levi fue el tercer hijo de Jacob con su primera esposa, Lía. A partir de él nació una de las tribus de Israel, los levitas. Los miembros de esa tribu eran cantores y tocaban instrumentos, en los tiempos del rey David. Ellos cuidaban del templo construido por Salomón, de la manutención y cuidado y otras actividades que se realizaban en ese espacio. En el capítulo 35 del Génesis es posible saber más sobre Levi. Es también el nombre del apóstol Mateo, el cobrador de impuestos.
Juan: “el Señor se ha apiadado”. El apóstol Juan, antes de caminar con Cristo, seguía a otro Juan, el Bautista, que era hijo de Isabel, pariente de María, la madre de Jesús. Dejó el oficio de pescador para estar con Jesús y con los apóstoles. Era uno de los más cercanos al maestro – el único que le acompañó en su pasión y muerte – y fue llamado el discípulo amado.
José: “el que hace crecer” o “Dios multiplica”. En la Biblia, destacan dos personajes con ese nombre. José, hijo de Jacob, era el preferido del padre, porque era el primero que Jacob tuvo con Raquel. Jacob amaba tanto a Raquel, que trabajó siete años por su hermana Lía y después otros siete para poder casarse con ella. El favoritismo de José acabó creando una antipatía con los demás hermanos. Cuando él contó un sueño en que veía a la luna y las estrellas inclinándose ante él, se irritaron y vendieron a José a un mercader de esclavos. En Egipto fue vendido a Putifar, oficial del rey, y la esposa de Putifar intentó seducirle. Él se negó y ella hizo de todo para meterle en la cárcel. En prisión le conocieron por interpretar sueños, lo que le hizo llegar hasta el Faraón, que le convirtió en gobernador de Egipto y así pudo volver a reunirse con su familia. El otro José es el esposo de María, que tuvo la delicada misión de cuidar de ella y de Jesús, como su padre adoptivo. Llamado “hombre justo” por la Escritura, Dios le guiaba por medio de sueños.
Samuel: significa “Dios escucha”. Samuel fue un profeta y el último juez de Israel. Él también fue el hijo muy deseado de Ana, una de las mujeres de Elcaná y que era estéril. Samuel lideró al ejército de Israel en una batalla contra los filisteos. Cuando fue de edad avanzada puso a sus hijos como jueces, pero ante sus errores, el pueblo pidió que se nombrara a un rey. Samuel ungió a Saul y éste, algunos años después, se apartó de Dios. Dios pidió entonces que Samuel ungiese a un nuevo rey, que fue David.

20 de junio: Inicia la Novena a San Pedro y San Pablo

Cada 29 de junio la Iglesia celebra la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, quienes murieron como mártires al dar testimonio del amor de Cristo.
Esta celebración recuerda que San Pedro fue elegido por Cristo: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”, quien con humildad aceptó la misión de ser “la roca” de la Iglesia.
Asimismo se conmemora a San Pablo, el Apóstol de los gentiles, que antes de su conversión era perseguidor de los cristianos y pasó, con su vida, a ser un ardoroso evangelizador para todos los católicos, sin reservas en el anuncio del Evangelio.
En preparación a esta gran celebración, en que se festeja también al Papa, ACI Prensa ofrece una novena a los Santos Apóstoles:

Martes de la undécima semana del tiempo ordinario


Carta II de San Pablo a los Corintios 8,1-9. 

Ahora, hermanos, queremos informarles acerca de la gracia que Dios ha concedido a las Iglesias de Macedonia.
Porque, a pesar de las grandes tribulaciones con que fueron probadas, la abundancia de su gozo y su extrema pobreza han desbordado en tesoros de generosidad.
Puedo asegurarles que ellos estaban dispuestos a dar según sus posibilidades y más todavía: por propia iniciativa,
ellos nos pidieron, con viva insistencia, que les permitiéramos participar de este servicio en favor de los hermanos de Jerusalén.
Y superando nuestras esperanzas, ellos se entregaron, en primer lugar al Señor, y luego a nosotros, por la voluntad de Dios.
Por eso, hemos rogado a Tito que lleve a feliz término entre ustedes esta obra de generosidad, de la misma manera que la había comenzado.
Y ya que ustedes se distinguen en todo: en fe, en elocuencia, en ciencia, en toda clase de solicitud por los demás, y en el amor que nosotros les hemos comunicado, espero que también se distingan en generosidad.
Esta no es una orden: solamente quiero que manifiesten la sinceridad de su amor, mediante la solicitud por los demás.
Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo que, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza.

Salmo 146(145),2.5-6.7.8-9a. 
Alabaré al Señor toda mi vida;
mientras yo exista, cantaré al Señor.
Feliz el que se apoya en el Dios de Jacob

y pone su esperanza en el Señor, su Dios:
él hizo el cielo y la tierra,
el mar y todo lo que hay en ellos.

Él mantiene su fidelidad para siempre,
hace justicia a los oprimidos
y da pan a los hambrientos.

El Señor libera a los cautivos,
Abre los ojos de los ciegos
y endereza a los que están encorvados,

el Señor ama a los justos
y entorpece el camino de los malvados.
El Señor protege a los extranjeros


Evangelio según San Mateo 5,43-48. 
Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;
así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.