sábado, 4 de enero de 2020

Oración por las familias divididas y rotas

CHILD CRYING

Junto a la armonía y la risa, las disputas y las palabras hirientes también pueden formar parte de la vida familiar, la manera más eficaz de alcanzar la paz es la oración

Cuando todos los intentos de reconciliación parecen perdidos, la oración es la forma más segura de mantener o restaurar la paz. Santa Teresa de Calcuta lo sabía muy bien, diciendo que “una familia que reza es una familia unida”. Puedes rezar su hermosa oración si has discutido con tus seres queridos o si ellos están en conflicto unos con otros:
Oh Dios, Padre de todos los hombres,
Tú nos pides que llevemos
el Amor allí donde los pobres son humillados,
la Alegría allí donde la Iglesia está debilitada,
la Reconciliación allí donde los hombres están divididos.

Ayúdanos a reconciliar
al padre con su hijo,
la madre con su hija,
al esposo con su esposa,
al creyente con el que no puede creer,
al cristiano con su hermano cristiano que no ama.

Tú nos abres este camino
para que el cuerpo herido de Jesucristo,
tu Iglesia, sea el fermento de la comunión para los pobres de la tierra
y en toda la familia humana.

Amén.

200 AÑOS DE NUESTRA DIÓCESIS “Miramos el pasado con gratitud porque, lo que hoy somos, es fruto de la historia de esta “familia” concreta que es nuestra Iglesia Diocesana Nivariense”

200 AÑOS DE NUESTRA DIÓCESIS. Pincha en el enlace...

¿Por qué son importantes las 4 Misas que se celebran por Navidad? Arzobispo lo explica

Imagen referencial. Crédito: Aaron Burden / Unsplash.
El Arzobispo Emérito de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, explicó la importancia de las cuatro Misas que se celebran por Navidad, desde la Vigilia hasta la que corresponde propiamente al día.
Al reflexionar al respecto en el programa “Claves para un Mundo Mejor”, emitido este 21 de diciembre en Canal 9, Mons. Aguer subrayó “el valor litúrgico de la Navidad”.
“Las grandes solemnidades están remarcadas, precisamente, por la liturgia que la Iglesia ha compuesto para celebrarlas. Para Navidad hay cuatro misas y en todas se presenta el Misterio de la Navidad desde ángulos diferentes y utilizando textos bíblicos distintos”, dijo.
El Prelado indicó que “primero está la Misa de la Vigilia o de las Vísperas que se celebra la tarde anterior, la tarde del 24 de diciembre donde encontramos las profecías y encontramos ya la Navidad”.
“Luego tenemos la Misa de la Noche o de la Medianoche que, en realidad, debe ser a las cero horas pero, por distintas razones, se ha ido adelantando y adelantando y acabamos a las siete de la tarde y no es lo mismo”.
“La Misa de la Noche tiene que ser a la noche y la liturgia manda que por lo menos se rece cuando haya caído el sol”, añadió.
Mons. Aguer señaló que “comprendo que hoy día con estos problemas de inseguridad y demás la gente no quiere salir de noche por la calle pero es verdad que también ese día van a festejar con las familias o los amigos”.
“La Misa de la Medianoche es preciosa porque allí se enfoca el momento del Nacimiento, el momento en el que la Virgen María de un modo tan misterioso y tan silencioso da a luz virginalmente al Salvador”, dijo.
El Prelado indicó luego que “hay una tercera Misa es la de la Aurora que tendría que ser a las 6 o 7 de la mañana del 25. Aunque la aurora para mucha gente es a las 11 de la mañana lo que de algún modo se puede llegar a explicar o justificar”.
“En esta Misa lo que se venera es la adoración de los pastores que son los primeros que van, los primeros que se enteran de esta gran noticia porque el Niño nace, el Ángel avisa a los pastores y estos sale y van al pesebre”.
“Nosotros podemos pedir allí también que el Señor nos conceda también un alma sencilla como la de los pastores de Belén, que podamos nosotros también tener ese impulso y ese deseo de ir a encontrarlo, de ir a adorarlo, de ir a besar sus pies”, alentó.
La cuarta Misa, continuó, “es la Misa del día o las Misas del resto del día, que es una misa teológica podemos decir porque allí el Evangelio es el prólogo del Evangelio de San Juan: ‘En el principio existía el Verbo y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios’”.
“Eso lo dice en el versículo 1 y luego en el 14 agrega: ‘Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros y nosotros hemos visto su gloria, gloria que tiene como Unigénito del Padre lleno de gracia y de verdad’”, señaló.
Por esto, subrayó Mons. Aguer, “tenemos en esas 4 misas todo el Misterio de Navidad enfocado con una riqueza extraordinaria. Si ustedes tienen un misal lean los textos y no solamente los textos bíblicos sino también las oraciones porque están adecuadas al momento y a lo que ese momento quiere indicarnos respecto de todo el Misterio de Navidad”.
El Arzobispo Emérito de La Plata remarcó que la celebración familiar “no tiene que sobreponerse a la celebración real que es la celebración religiosa de la Navidad. Mucha gente celebra la Navidad y no sabe muy bien que celebra, porqué se reúne, porque brinda o porque se emborracha también”.
“Más allá de esto es bueno poder celebrar bien con buena comida y un buen brindis pero teniendo en cuenta porque lo hacemos”, señaló.
El Prelado argentino alentó a que “en cualquier reunión familiar ustedes no tenga vergüenza y anímense a decir que van a brindar para dar gracias a Dios porque nos ha enviado al Salvador y así podemos desear como yo les deseo a ustedes Muy Feliz Navidad”.

Lo que necesita (también) Alemania. Por José Luis Restán

Comparto el apunte que acabo de publicar en mi blog "Una fe al aire libre" 
"...El problema no radica en que se afronte con sinceridad la situación y se busquen nuevos modos de presencia misionera (la misión es otra clave que el Papa ha pedido poner en primer plano), en un debate en el que deben participar todas las realidades vivas de la Iglesia en aquel país (no sólo ciertas élites, otra advertencia de Francisco), sino en la referencia obligada de esa reflexión a la comunión con la Iglesia universal presidida por el Sucesor de Pedro. No se trata de suspicacias sino de algo que ha advertido con toda seriedad el Cardenal Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para los Obispos. En una carta dirigida al Presidente de la Conferencia Episcopal, Cardenal Reinhard Marx, señala que el camino sinodal debe atenerse a lo expresado por el Papa en su carta de junio, y advierte que algunos de los procesos diseñados no están en sintonía con la disciplina de la Iglesia Universal. Señala también que esta asamblea no puede establecer por su cuenta una especie de «solución alemana» al margen de la unidad de la Iglesia...”

Lecturas del 4 de Enero. Feria de Navidad

Primera lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (3,7-10):

Hijos míos, que nadie os engañe. Quien obra la justicia es justo, como él es justo. Quien comete el pecado es del diablo, pues el diablo peca desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo. Todo el que ha nacido de Dios no comete pecado, porque su germen permanece en él, y no puede pecar, porque ha nacido de Dios. En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo el que no obra la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 97

R/. Los confines de la tierra han contemplado 
la victoria de nuestro Dios

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos, aclamen los montes. R/.

Al Señor, que llega para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (1,35-42):

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Éste es el Cordero de Dios.» 
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?» 
Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?» 
Él les dijo: «Venid y lo veréis.» 
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).» 
Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro).»

Palabra del Señor