domingo, 30 de septiembre de 2018

Vigésimo sexto Domingo del tiempo ordinario

  • Evangelio según San Marcos 9,38-43.45.47-48.

    Juan le dijo a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros".
    Pero Jesús les dijo: "No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí.
    Y el que no está contra nosotros, está con nosotros.
    Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo.
    Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar.
    Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos a la Gehena, al fuego inextinguible.
    Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies a la Gehena.
    Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos a la Gehena,
    donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.

sábado, 29 de septiembre de 2018

Fiesta de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael

Evangelio según San Juan 1,47-51.

Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: "Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez".
"¿De dónde me conoces?", le preguntó Natanael. Jesús le respondió: "Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera".
Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".
Jesús continuó: "Porque te dije: 'Te vi debajo de la higuera', crees . Verás cosas más grandes todavía".
Y agregó: "Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."

viernes, 28 de septiembre de 2018

El poderoso Rosario de san Miguel arcángel

MICHAEL

Para tu protección y la de tu familia

¿Has oído hablar de las promesas de san Miguel a quien reza diariamente su rosario? En una aparición suya a la sierva de Dios Antônia d’Astonoac en Portugal, el arcángel declaró que deseaba que se hicieran nueve saludos correspondientes a los nueve coros de ángeles, que consistirían en el rezo de un Padrenuestro y tres Avemarías en honor de cada uno de esos coros.
En retribución a quien le rindiera este culto, prometió a un cortejo de nueve ángeles durante todo el transcurso de la vida siempre que se aproximara a la mesa eucarística, y después de la muerte la liberación del purgatorio para esa persona y sus familiares.
La devoción cruzó fronteras, fue aprobada por muchos obispos y hasta por el santo papa Pío IX, que la enriqueció de indulgencias el 8 de agosto de 1851.
Este rosario será para ti un arma poderosa, porque desde el momento en que lo pronuncias podrás estar seguro de la presencia celestial a tu lado y para aquella persona por la que rezas.
Así se reza el rosario de san Miguel:
Reprodução/Youtube
Sobre el crucifijo se dice:
V. Oh Dios, ven en mi ayuda.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre…

Después, dejando para el final las cuatro cuentas que siguen a la medalla, se toma la primera cuenta grande del rosario y se reza el primer saludo.
Por la intercesión de san Miguel y el coro celestial de los serafines, que Dios Nuestro Señor prepare nuestras almas para recibir dignamente en nuestros corazones el fuego de la caridad perfecta. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.

Por la intercesión de san Miguel y el coro celestial de los querubines, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de abandonar los caminos del pecado y seguir el camino de la perfección cristiana. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.

Por la intercesión de san Miguel y el coro celestial de los tronos, que Dios Nuestro Señor derrame en nuestros corazones el verdadero y sincero espíritu de humildad. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.

Por la intercesión de san Miguel y el coro celestial de dominaciones, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de controlar nuestros sentidos y así dominar nuestras pasiones. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.

Por la intercesión de san Miguel y el coro celestial de potestades, que Dios Nuestro Señor proteja nuestras almas contra las asechanzas del demonio. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.

Por la intercesión de san Miguel y el coro de las virtudes, que Dios Nuestro Señor nos libre de todo mal y no nos deje caer en la tentación. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.

Por la intercesión de san Miguel y el coro celestial de los principados, que Dios Nuestro Señor llene nuestras almas con el verdadero espíritu de la obediencia. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.

Por la intercesión de san Miguel y el coro celestial de los arcángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de perseverancia final de la fe y en las buenas obras y así nos lleve a la gloria del paraíso. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.

Por la intercesión de san Miguel y el coro celestial de los ángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de ser protegidos por ellos durante esta vida mortal y que nos guíen a la gloria eterna. Amén.
Un Padrenuestro y tres Avemarías.

En las cuatro cuentas después de la medalla se reza un Padrenuestro en honor de cada uno de los siguientes ángeles: san Miguel arcángel, san Gabriel, san Rafael y el ángel de la guarda.
El Rosario de san Miguel se termina con las siguientes oraciones:
Oh glorioso Príncipe, san Miguel, jefe principal de la milicia celestial, guardián fidelísimo de las almas, vencedor eficaz de los espíritus rebeldes, fiel servidor en el palacio del Rey Divino, sois nuestro admirable guía y conductor. Vos que brilláis con excelente resplandor y con virtud sobrehumana, libradnos de todo mal. Con plena confianza recurrimos a vos. Asistidnos con vuestra afable protección; para que seamos más y más fieles al servicio de Dios, todos los días de nuestra vida.
V. Rogad por nosotros, oh glorioso san Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo.
R. Para que seamos dignos de alcanzar sus promesas.

Oración

Omnipotente y Eterno Dios, os adoramos y bendecimos. En vuestra maravillosa bondad, y con el misericordioso deseo de salvar las almas del género humano, habéis escogido al glorioso arcángel san Miguel como príncipe de vuestra Iglesia. Humildemente os suplicamos, Padre celestial, que nos liberéis de nuestros enemigos. En la hora de la muerte, no permitáis que ningún espíritu maligno se nos acerque para perjudicar nuestras almas. Oh Dios y Señor nuestro, guiadnos por medio de este mismo arcángel. Enviadle que nos conduzca a la presencia de vuestra excelsa y divina majestad. Os lo pedimos por los méritos de Jesucristo Nuestro Señor. Amén

Viernes de la vigésima quinta semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Lucas 9,18-22.

Un día en que Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con él, les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?".
Ellos le respondieron: "Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado".
"Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy yo?". Pedro, tomando la palabra, respondió: "Tú eres el Mesías de Dios".
Y él les ordenó terminantemente que no lo dijeran a nadie.
"El Hijo del hombre, les dijo, debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día".

jueves, 27 de septiembre de 2018

¿Cómo quedar una hora en adoración?

Eucharistic adoration

La adoración eucarística es uno de los tesoros más preciosos de la vida de la Iglesia. Por desgracia, no siempre sabemos cómo pasar tanto tiempo ante el Santísimo Sacramento. Aquí tienes algunos consejos para que tu tiempo de adoración produzca los mejores frutos espirituales posibles

A veces, en tu parroquia, durante un retiro o incluso una visita al Sagrado Corazón, Jesús-Hostia sale de su tabernáculo. Una hostia consagrada se expone en el altar en una especie de objeto de oro o plata en forma de sol llamado custodia u ostensorio. Estás siendo invitado a pasar algún tiempo ante Jesús, presente en el Santísimo Sacramento. Generalmente, se recomienda una duración de una hora: “¿Es posible que no hayan podido quedarse despiertos conmigo, ni siquiera una hora?” (Mt26,40), dijo Jesús a sus discípulos tras encontrarlos dormidos en Getsemaní.
Como a los discípulos, a todos nos resulta difícil permanecer en adoración durante una hora sin dejarnos arrastrar por las distracciones o el sueño (¡hay quien califica esto de “ador(mir)ación”!).
Aquí algunos consejos para permanecer una hora en presencia de Jesús-Eucaristía sin quedarse dormido:

Mirar a Cristo con ojos de amor

Para empezar, permite que Cristo te mire. Recuerda que él decidió pasar este tiempo contigo. En este momento, es bueno permanecer de rodillas por un tiempo (si tu salud lo permite) para reconocer tu pequeñez ante el misterio de la encarnación y de la presencia real. Pero recuerda: cualquiera que sea la actitud de tu cuerpo, debe reflejar tu movimiento interior, la mirada de amor que dedicas a Cristo.
Esta mirada de amor es la misma del joven hacia su prometida el día de su boda, la de una madre hacia su bebé recién nacido o hacia su hijo o hija que acaba de regresar de un largo viaje. Es una mirada llena de intimidad, silencio, alegría. Esto es lo que debemos buscar cuando nos ponemos en presencia de Jesús-Eucaristía. Y si no sientes nada, debes saber que Él sí. Está infinitamente más feliz de verte de lo que nosotros podríamos estarlo.

Pasar tiempo con Jesús

Si no sabes qué decir o qué hacer, lo importante es pasar tiempo con Jesucristo, el rostro mismo del amor. Es la base de cualquier relación: pasar tiempo con el otro. Aprendamos a sentarnos a los pies de Jesús, a escoger “la mejor parte”, como María de Betania (Lc 10,42). De este modo, podremos abrir nuestros oídos a la voluntad del Señor y rezar con Jesús el Padre Nuestro: “Hágase Tu voluntad”.
Ante el Santísimo Sacramento, puedes rezar con la Biblia. Elige un pasaje y léelo varias veces. Saboréalo en la boca como si fuera un buen vino. Esto te permitirá enfocar tus pensamientos en el Señor y no abandonarte a las distracciones. Pídele también al Espíritu Santo que te ayude a entender lo que estás leyendo.
También puedes rezar el rosario. La Virgen María amó a Jesús más que nadie. A través de los misterios del rosario, ella puede ayudarte a meditar sobre la vida de su Hijo: contemplarlo el día de su nacimiento, de su pasión, de su muerte y de su resurrección. Ora con ella: ella te enseñará a hacer “todo lo que él os diga”.
Puede ser beneficioso cantar interiormente. Seguro que tienes un himno favorito que te sabes de memoria. Es un buen momento para cantarlo en tu cabeza, para el Señor.
Si a pesar de todo esto estás distraído, no es tan grave. No pierdas el tiempo ahuyentando tus distracciones: ofrécelas al Señor. Si el sueño te gana, no malgastes tus energías luchando: “Dios concede el sueño a sus amados” (Sal 127). Si no aguantas una hora, recuerda que media hora de culto es suficiente para obtener una indulgencia plenaria en las condiciones habituales (comunión y confesión en los ocho días, oración por las intenciones del Papa). O puedes dividir esa hora en tramos de diez minutos cada día. Lo importante es que hayas dado este paso de compartir tiempo con Cristo, presente en la Eucaristía.
Por supuesto, aunque el Santísimo Sacramento no esté expuesto, nada te impide entrar en una iglesia para orar delante del tabernáculo (de hecho, ¡es muy recomendable!).
¡Venite adoremus Dominum! (¡Venid, adoremos al Señor!)

Jueves de la vigésima qunita semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Lucas 9,7-9.

El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que pasaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: "Es Juan, que ha resucitado".
Otros decían: "Es Elías, que se ha aparecido", y otros: "Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado".
Pero Herodes decía: "A Juan lo hice decapitar. Entonces, ¿quién es este del que oigo decir semejantes cosas?". Y trataba de verlo.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Mira los lugares sagrados en los que le puedes rezar a san Miguel, enemigo de Satanás

ST MICHAEL PRAYER CARD

Para rezar “…Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio”

En la actual crisis que aflige a la Iglesia, la devoción a san Miguel Arcángel parece de imperiosa necesidad.
La tradición de la Iglesia atribuye muchas funciones a san Miguel, cuyo nombre significa ‘¿Quién es como Dios?’. Tal vez la más importante de sus funciones es su papel en la lucha contra Satanás. Esto se refleja en la Oración a San Miguel, que a menudo se dice después de la misa y comienza con estas líneas:
San Miguel Arcángel, 
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
En 1884, el papa León XIII ordenó que esta oración se dijera al final de las misas bajas después de haber tenido una visión horrible sobre la destrucción de la Iglesia por obra de Satanás. Esta práctica cesó en 1970 con la emisión del nuevo misal, pero más tarde fue retomada por el papa san Juan Pablo II en 1994. (Esta fuente explica más de la historia).
En el libro de Apocalipsis, san Miguel aparece liderando a los ángeles victoriosos en la batalla contra Satán. En la Carta de san Judas, san Miguel discute con Satán por el cuerpo de Moisés y, en Daniel, san Miguel ayuda y protege al profeta, que también tiene una visión del arcángel como guardián de la Iglesia.
Siguiendo la Escritura, la Iglesia considera que san Miguel tiene cuatro “oficios”:
  • Luchar contra Satán
  • Rescatar las almas de los cristianos de las manos de Satán, como hizo con Moisés
  • Proteger y ser el campeón de la Iglesia
  • Guiar las almas de los difuntos hacia el Juicio Final
(adaptado de la Enciclopedia Católica)
Tal vez es por su primer y tercer oficio que necesitamos especialmente la ayuda y la intercesión de san Miguel en la actualidad. Además de la oración anterior, hay también una novena y una corona que se le puede decir a san Miguel, entre otras oraciones. También puedes entrar en nuestra galería de imágenes para ver una lista de algunos de los lugares sagrados especialmente conectados con san Miguel en América del Norte.

Santuario de Tarpon Springs

Este es el único santuario consagrado a san Miguel en los Estados Unidos. Su origen se remonta a finales de la década de 1930 y a la curación milagrosa de un niño llamado Steve Tsalickis con cáncer cerebral. Durante su enfermedad, el niño rezó ante un icono de san Miguel Arcángel, diciéndole a su madre que el santo quería que le construyeran un santuario en su honor. Steve sobrevivió al tumor y el santuario fue construido en el patio trasero de la familia. El santuario, que se encuentra en Tarpon Springs en la costa del golfo de Florida, ha sido asociado con otras curaciones milagrosas reportadas. Según el diario Catholic Herald, el santuario atrae a devotos ortodoxos y católicos. (Mira estas fuentes aquí y aquí para más información sobre el santuario).
SPONGE BOAT
© 1988 by James G. Howes
El padre de Steve Tsalickis trabajaba como buzo pescador de esponjas. En la imagen se ven barcos de pesca de esponja en Tarpon Springs, Florida.

Basílica de San Miguel Arcángel en Florida

Florida es también el hogar de una de las dos basílicas dedicadas a san Miguel en los Estados Unidos. Ubicada en Pensacola, la parroquia fue fundada en 1781 y su historia se remonta al segundo asentamiento español en la zona, en 1693, según el sitio web de la parroquia. La parroquia fue establecida después de una batalla para recuperar la ciudad de la ocupación británica. Fue reconocida como basílica por el papa Benedicto XVI en 2012.
ST MICHAL'S CHURCH
Ebyabe | CC BY-SA 3.0

Basílica de San Miguel Arcángel (Pensilvania)

La segunda basílica de San Miguel en EE.UU. se encuentra en Loretto, en el oeste de Pensilvania, y también se remonta a principios de la historia colonial. La parroquia fue fundada a finales del siglo XVIII y la iglesia ha sido reconstruida varias veces. La actual estructura de piedra fue erigida en 1901, según el sitio web de la parroquia. San Miguel fue el patrón de la primera persona que se estableció en la zona, Michael McGuire.
BASILICA OF ST MICHAEL
Farragutful | CC BY-SA 4.0

Basílica de Nuevo Brunswick

Situada en Miramichi, cerca de Quebec capital en Canadá, esta basílica fue construida en 1921 como hogar para los inmigrantes irlandeses locales. La parroquia en sí tiene unos 150 años. Se dice que la iglesia es una de las más grandes de Canadá.
ST MICHAEL'S BASILICA
Darren S. Weaver | CC BY 3.0

Basílica catedral de San Miguel (Sherbrooke)

Tanto catedral como basílica, San Miguel está situada en un acantilado en una especie de acrópolis sobre a la ciudad de Sherbrooke, provincia de Quebec, según un sitio web de viajes. Fue construida por primera vez en 1803 y reconstruida en 1849 después de un incendio, según una web de turismo.
SAINT MICHEL CATHEDRALE
Libertad-pb | CC BY-SA 3.0

Basílica catedral de San Miguel (Toronto)

San Miguel se construyó en Toronto en 1845 fundada por inmigrantes irlandeses. Según un relato, los católicos locales estuvieron muy involucrados en su construcción: los cimientos fueron excavados a mano y después obsequiaron a los trabajadores voluntarios con una barbacoa. Constructores navales locales también elaboraron sus columnas interiores con arce y roble.
ST MICHAEL
paul (dex) | CC BY 2.0

Miércoles de la vigésima qunita semana del tiempo ordinario

  • Evangelio según San Lucas 9,1-6.

    Jesús convocó a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar a toda clase de demonios y para curar las enfermedades.
    Y los envió a proclamar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos,
    diciéndoles: "No lleven nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni tampoco dos túnicas cada uno.
    Permanezcan en la casa donde se alojen, hasta el momento de partir.
    Si no los reciben, al salir de esa ciudad sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos".
    Fueron entonces de pueblo en pueblo, anunciando la Buena Noticia y curando enfermos en todas partes.

martes, 25 de septiembre de 2018

Martes de la vigésima qunita semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Lucas 8,19-21.

Su madre y sus hermanos fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud.
Entonces le anunciaron a Jesús: "Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte".
Pero él les respondió: "Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican".

lunes, 24 de septiembre de 2018

Oración a Nuestra Señora de la Merced


Para que nos ayude a romper las cadenas del pecado

Virgen María de la Merced, bondadosa Madre de Dios, estrella resplandeciente del mar, luna purísima que recoges los rayos del Sol de Justicia, te nutres de ellos para reflejarlos de la mejor manera.
Escucha Madre, nuestros ruegos; tú que benigna atendiste desde el cielo los tristes lamentos de los pobres cautivos que gemían sin consuelo en la dura opresión de los moros, y rompiste los grillos y cadenas que los aprisionaban, por medio de tu familia de redentores.
Por tu ardiente caridad, por tus virginales entrañas en que se encarnó el Hijo de Dios para nuestro remedio, te pedimos, Madre querida, que rompas las cadenas de nuestro pecado, para que libres de ellas, podamos conformarnos con tu Hijo el Señor Jesús. Amén.

El secreto para aumentar la confianza en Dios: Invoca el Santo Nombre de María

 
santo nombre de maria secreto para aumentar confiar en dios

Veneramos el Santo Nombre de María porque es la muy amada de Dios-Padre, la Madre del Hijo y la que ha sido colmada de gracias.

 En hebreo, el nombre de María es Miryam. En el tiempo de la Virgen, el arameo era la lengua hablada, y la forma del nombre entonces en uso era Mariam. 
María siempre nos apunta la dirección hacia Dios, es la que nos recuerda su bondad infinita. Ella nos ayuda a abrir el corazón a los caminos de Dios, y a donde quiera que Él nos pueda llevar. 
Honrada con el título de "Reina de la Paz", María nos anima a colaborar con Jesús en la construcción de una paz basada en la justicia, una paz que respete los derechos humanos fundamentales y religiosos de todos los pueblos.

Invocar el Santo Nombre de María para aumentar la confianza en Dios 

"María significa iluminada, porque Ella dio a luz a la Luz del mundo. En la lengua siríaca, María significa Señora". (San Isidoro de Sevilla)

María significa: la muy amada

El nombre de María significa "la muy amada" Veneramos a María porque es la muy amada de Dios-Padre que la ha predestinado para ser la Madre del Hijo y la ha colmado de gracias, privilegiada y excepcionalmente predestinada y bendecida.
María es “la muy amada” de Dios-Hijo, ejemplo de amor, obediencia y sumisión a su Madre (Lc.2,51). La mantuvo con su trabajo, ayudando a S. José. Llenó el corazón de su Madre de enseñanzas divinas (Lc.2,19).
María es “la muy amada” de Dios-Espíritu Santo que la cubrió virginalmente en su concepción y la hizo Virgen y Madre. (Lc.1,35)

María significa: la Señora

María es “Señora” porque es Reina, al participar de la Realeza de Cristo. Por eso, la Iglesia la invoca con la súplica: "Dios te salve Reina y Madre..."

María significa: Mar amargo

María es "Mar amargo" desde la presentación de Jesús en el templo. Simeón profetiza que Jesús será "signo de contradicción" y que una espada de dolor atravesará el corazón de la Madre (Lc. 2,34)
"Mar amargo" que culminará en la calle de la Amargura y en el Calvario donde la Madre será testigo de la muerte atroz del Hijo (Jo. 19, 25-28)

María significa: Estrella del mar

María es la “Estrella del mar” que nos marca la ruta hacia el puerto definitivo de salvación, que nos orienta y nos salva de las tempestades.

María significa "Esperanza"

“Yo soy la madre de la santa esperanza” (Ecl.24,24). María es la Madre de la esperanza porque es la Madre de Dios y, consecuentemente, nuestra Madre, siempre dispuesta a ayudar a sus hijos ante su Hijo. 
Por eso, nos apoyamos en María, confiamos en Ella y lo esperamos todo por medio de Ella.

Oración al Santo nombre de María

Espíritu Santo, Tú modelaste a María dándole un corazón puro, toda ternura, toda compasión, todo amor; por esto le decimos siempre en la Salve: "Oh Clementísima, oh Piadosa, oh Dulcísima Virgen María. 
Danos la gracia que después de haber participado en esta tierra de su inmensa ternura de Madre y después de haberla amado con inmenso cariño de hijo, podamos contemplarla con gloria en el Cielo. Amén".
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita. 
Ruega por nosotros santa Madre de Dios, Para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. 
Amén.

Lunes de la vigésima qunita semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Lucas 8,16-18.

Jesús dijo a la gente: 
"No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente o para ponerla debajo de la cama, sino que se la coloca sobre un candelero, para que los que entren vean la luz.
Porque no hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.
Presten atención y oigan bien, porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que cree tener".

domingo, 23 de septiembre de 2018

Vigésimo quinto Domingo del tiempo ordinario

Evangelio según San Marcos 9,30-37.

Al salir de allí atravesaron la Galilea; Jesús no quería que nadie lo supiera,porque enseñaba y les decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará".Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas.Llegaron a Cafarnaún y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: "¿De qué hablaban en el camino?".Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande.Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: "El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos".Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo:"El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a aquel que me ha enviado".

sábado, 22 de septiembre de 2018

Sábado de la vigésima cuarta semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Lucas 8,4-15.

Como se reunía una gran multitud y acudía a Jesús gente de todas las ciudades, él les dijo, valiéndose de una parábola:
"El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrar, una parte de la semilla cayó al borde del camino, donde fue pisoteada y se la comieron los pájaros del cielo.
Otra parte cayó sobre las piedras y, al brotar, se secó por falta de humedad.
Otra cayó entre las espinas, y estas, brotando al mismo tiempo, la ahogaron.
Otra parte cayó en tierra fértil, brotó y produjo fruto al ciento por uno". Y una vez que dijo esto, exclamó: "¡El que tenga oídos para oír, que oiga!".
Sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola,
y Jesús les dijo: "A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás, en cambio, se les habla en parábolas, para que miren sin ver y oigan sin comprender.
La parábola quiere decir esto: La semilla es la Palabra de Dios.
Los que están al borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el demonio y arrebata la Palabra de sus corazones, para que no crean y se salven.
Los que están sobre las piedras son los que reciben la Palabra con alegría, apenas la oyen; pero no tienen raíces: creen por un tiempo, y en el momento de la tentación se vuelven atrás.
Lo que cayó entre espinas son los que escuchan, pero con las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, se van dejando ahogar poco a poco, y no llegan a madurar.
Lo que cayó en tierra fértil son los que escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen, y dan fruto gracias a su constancia.

viernes, 21 de septiembre de 2018

Oracion para proteger toda tu familia al Arcángel Miguel


OH DIVINO PROTECTOR ARCÁNGEL MIGUEL


El Arcángel San Miguel, aparece en el libro de Daniel Igualmente aparece en el libro del Apocalipsis. Es el principal Arcángel. 
Lo consideramos como el mayor arcángel y ángel de la protección y siempre defensor de la bondad y de la luz. Porque tu luz. Es de Gran alcance para todos nosotros.
Una de las principales funciones del Arcángel San Miguel es liberar a la tierra de todo mal asociado con el miedo, esté con su grito de guerra este gran ayuda a la humanidad, ha tenido batallas por cada uno de nosotros aquí en la tierra, SEÑOR DIOS.
El juego del sol es el color principal. Igual lleva consigo una espada de Zafiro, que tiene un rayo de luz y constante en el tercer ojo. Arcángel San Miguel, el protégeme siempre con tu luz divina abrígame con tu manto, no me desampares siempre mantén a tu lado. 
De noche y de día, dame fuerza A TI ACUDIMOS, ven en nuestras batallas y respaldanos con tu fuerza y poder dado por el mismo DIOS.
Líbrame de toda maldad. Protege a mí, y a toda mi familia de todo cuando acechan. En el nombre del padre del hijo espíritu santo Amén gracias por tu protección.
Amado San Miguel, siempre te ayuda cada vez que sientas cualquier presencia de cualquier fuerza negativa alrededor tuyo. SEÑOR MÍO NO ME DESAMPARES DE NI NOCHE NI DE DÍA. ANTE TI TENGO LA FUERZA DE VENCER TODO MAL, TODO FUERZA ABRUMADORA, TODA BATALLA QUE ME CONFIEREN. TE LO PIDO MI SEÑOR Y SANA ESTE CUERPO LUEGO DE LA BATALLA, AMEN, AMEN.
Cuando tú sientas temor, miedo, no importa los motivos habla al arcángel San Miguel, siempre te dará valor, tanto interior como exterior el autoestima aumentará de manera inigualable tu fuerza, para que puedan vencer todas esas fuerzas negativas que te lleguen en tu vida. 
Todo cual debes hacer es aclamar en su nombre ayuda, ayúdame, arcángel Miguel, AMEN.

jueves, 20 de septiembre de 2018

Cómo alabar a Dios como Él lo merece: desde lo profundo del corazón

 
hombre de espaldas viendo el altar de dios misa levanta manos oracion alabanza a dios

Alabar a Dios. Los medios que más me han ayudado a desarrollar mi propio lenguaje de alabanza y adoración son las oraciones de los santos
¿Cómo aprender a alabar a Dios cómo el se lo merece?. Ésta es una pregunta muy conmovedora, el sólo hecho de hacerla es un gesto muy bello.
Los medios que más me han ayudado a desarrollar mi propio lenguaje de alabanza y adoración son las oraciones de los santos.
Por ejemplo, una de mis oraciones preferidas durante la Cuaresma es el Viacrucis en la versión de san Alfonso María de Ligorio. En su reflexión en para la segunda estación dice:
"Amabilísimo Jesús mío, abrazo todas las tribulaciones que me tienes destinadas hasta la muerte y te ruego, por los méritos de la pena que sufriste llevando tu cruz, me des fuerza para llevar la mía con tu perfecta paciencia y resignación. Te adoro, Jesús, mi amor. Me arrepiento de haberte ofendido. Nunca permitas que me separe de Ti. Concédeme amarte siempre y luego haz de mí lo que Tú quieras".
La primera vez que recé esto me sentí incomodo. Simplemente no sentía que era del todo cierto.
Sí, amo a Jesús, pero sé que mi corazón está dividido. Lo amo con lo que a mí me parece es un amor profundo, pero también estoy muy consciente de mi pecado y del hecho que mi amor no siempre es como yo desearía que fuera.
Por lo tanto, me sentía un poco falso diciendo las palabras
"Te amo Jesús, amor mío".
Parecía más honesto rezar:
"No te amo tanto como debiera, pero quiero amarte mucho más de lo que lo hago".
Mi rescate llegó con los escritos de santa Catalina de Siena. Ella transmite que no es posible para nosotros expiar ni siquiera el más pequeño pecado (si es que acaso existe un pequeño pecado).
Y ella, hace notar que, aunque esto es cierto, con la gracia de Diostrabajando a través de nosotros para amarlo, estamos mucho más capacitados para arrepentirnos, por la virtud desbordante de esa gracia que nos lleva amar a Dios de manera más completa.
Me di cuenta que cuando expreso aun la alabanza más parca, poco entusiasta y pobremente redactada, mis palabras están llegando a Dios de una manera que tiene mucha más belleza y gracia de la que yo pudiera musitar por mí mismo.
Es algo así como un niño pequeño, poco habilidoso, haciendo una pintura que expresa su amor a Dios. El pequeño trabaja lo mejor que puede, pero desde un punto de vista humano la pintura es artísticamente deplorable. Sin embargo, por la gracia poderosa de Dios, Él recibe, a través del deseo del niño y de su propia gracia abundante, una pintura que es más hermosa cualquiera que Miguel Ángel pudo jamás pintar.
Las asombrosas palabras de un poema escrito por santa Teresa Margarita del Sagrado Corazón, O.C.D. me confortaron aún más:
"...¿Cómo puedes decir que no amas a Dios cuando tu propio deseo de amar es amor en sí mismo?
Es la dulce flama que escapa desde el crisol secreto de tu corazón..."

Oración a los santos

Con respecto a rezar con los santos, hay muchos libros disponibles. Uno que yo he encontrado de gran ayuda es Intimidad Divina.
Siguiendo el calendario litúrgico, este libro presenta, para cada día del año, meditaciones y oraciones muy hermosas de los santos carmelitas y de otros hombres y mujeres santos. Rezar estas oraciones y hacerlas propias realmente me ha ayudado.
Otra forma que he encontrado útil es personalizar el tesoro de nuestras oraciones tradicionales.
Por ejemplo, comienzo casi todas mis meditaciones con una adaptación de los actos de fe, esperanza y caridad. Cuando inicié con esta práctica, simplemente los rezaba como son.
Poco a poco, empecé a rezar improvisando sobre las ideas y sentimientos que contenían. Esto es, hice míos esos actos rezándolos ya fuera en la forma tradicional o adaptándolos a mi experiencia personal y al estado de mi corazón cada vez que empezaba la meditación. Esta mañana, recé algo así para mi acto de fe:
"Señor, creo en ti. Gracias por estar presente en mi vida. Agradezco que anheles mi presencia a pesar de mi pecado. Desde antes de la creación del mundo Tú me formaste de la nada para poder estar en comunión contigo. Tú enviaste a tu Hijo para ayudarme a comprender que, sin importar lo profundo de mi pecado, hay redención para mí. Creo en tu amor, por eso espero en Ti..."
Cuando me siento menos capaz de expresarme, simplemente vuelvo a las formas tradicionales y las rezo como si fueran mis propias oraciones o sólo me siento en silencio y suavemente repito:
"Te amo Jesús, mi amor. Concédeme que siempre te ame y luego haz de mí lo que Tú quieras".
Para todos nuestros amigos devotos que nos leen, ¿qué formas de oración han adoptado para mejorar su habilidad de alabar a Dios?