lunes, 31 de julio de 2017

El día en que se escucharon latir los campanarios

Alfombra en homenaje al Hermano Pedro, en Vilaflor, su pueblo natal, durante el último Corpus Christi. DA


Aquel 30 de julio de 2002 ha quedado grabado para siempre en la memoria de miles de creyentes canarios y de América Central. A las 16.42 minutos el papa Juan Pablo II, ante una multitud formada por un millón de personas congregadas en el Hipódromo del Sur, en Ciudad de Guatemala, pronunciaba, en castellano, la frase clave de la canonización: “Después de haber reflexionado largamente, invocado muchas veces la ayuda divina y oído el parecer de numerosos hermanos del episcopado, declaramos y definimos Santo al beato Hermano Pedro de San José de Betancurt y lo inscribimos en el catálogo de los santos”.
En ese instante comenzaron a repicar las campanas de la iglesia de San Pedro Apóstol, en Vilaflor, su pueblo natal. De inmediato se fueron sumando otros campanarios de la Isla en una especie de sinfonía sincronizada que acabó por extenderse a todos los municipios. Un millar de personas que seguía la liturgia desde la cuevita de El Médano, punto de peregrinación donde el Hermano Pedro bajaba con su rebaño de cabras, prorrumpió en un aplauso interminable. En Guatemala, el país donde el Hermano Pedro desarrolló gran parte de su labor y en el que fundó la Orden Bethlemita, dedicada a la atención de los pobres que enfermaban, hubo, además de repique de campanas, cohetes, y la gente se echó a la calle para celebrarlo. Culminaba así un proceso de canonización que duró 350 años.

En su homilía Juan Pablo II, que dio muestras de agotamiento durante la ceremonia, por su avanzada edad, se refirió al religioso chasnero como un hombre de “profunda oración tanto en su tierra natal, Tenerife, como en todas las etapas posteriores de su vida”. Uno de los momentos más esperados de la misa se produjo cuando tomó la comunión (fue el primero en hacerlo de manos del sumo pontífice) el joven Adalberto González, de 22 años, cuya “sorprendente” curación, en 1985, sirvió como documento del milagro necesario para la canonización. Bertito superó con cinco años una grave enfermedad intestinal por el efecto atribuido a unos rezados realizados con una reliquia del Hermano Pedro.
La ceremonia de canonización, en Guatemala, estuvo presidida por un gran retrato del religioso de Vilaflor. M.P.P.
La ceremonia de canonización, en Guatemala, estuvo presidida por un gran retrato del religioso de Vilaflor. M.P.P.
La ceremonia, a la que asistieron siete jefes de Estado, y en la que participaron 700 sacerdotes procedentes, además de las Islas, de todos los países centroamericanos, duró dos horas y media y contó con una importante delegación de las Islas formada por 400 personas encabezadas por el presidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez; el obispo de Tenerife, Felipe Fernández; el presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, y el alcalde de Vilaflor, José Luis Fumero. Las banderas de España, Tenerife y de Canarias ondearon junto a las del Vaticano y Guatemala en la inmensa explanada presidida por un gran altar formado por 6.000 rosas blancas y 200 arreglos florales, entre las que había flores típicas canarias.
El Hermano Pedro nació en Vilaflor el 19 de marzo de 1626. Con 23 años abandonó Tenerife y dos años después llegó a Antigua de Guatemala. Allí se entregó en cuerpo y alma a los más desfavorecidos. Visitó hospitales, cárceles, casas de pobres, emigrantes sin trabajo… y fundó la Orden Bethlemita que hoy sigue ejerciendo su misión apostólica y caritativa en América, Italia, La India y España. Murió el 25 de abril de 1667, con 41 años. Fue beatificado en Roma, también por el papa Juan Pablo II, el 22 de junio de 1980, junto al misionero lagunero José de Anchieta, apóstol de Brasil, que se convertiría en el segundo santo canario el 3 de abril de 2014 en una ceremonia oficiada por el papa Francisco.
Los restos del Hermano Pedro reposan en la Iglesia de San Francisco, en la Antigua Guatemala, lugar al que acuden miles de fieles todos los años.

Ignacio de Loyola: En tiempo de desolación no hacer mudanza

¿Nunca has oído esa frase? Es de los ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola. Pero la cita mucha gente dándole un sentido que no es el que tiene. No significa que nunca haya que cambiar las cosas, o que haya que resistir siempre las tormentas. Es, más bien, sobre cuándo y cómo tomar las decisiones


EL AMOR ES LA RAZÓN DE TODO. ORDENACIÓN DE UN NUEVO SACERDOTE.

Juan Pablo Mendoza Vera es, desde este sábado, nuevo sacerdote al servicio del Reino de Dios en la diócesis Nivariense.
El obispo presidía en la Catedral la eucaristía en la que impartía el sacramento del Orden a un joven nacido en Venezuela y, desde hace años, afincado en Tenerife. 
Precisamente, Bernardo Álvarez Afonso, en la homilía hacia memoria de la trayectoria vital del ordenado. “En el año 1985 San Juan Pablo II visitó Venezuela.  Por esos días Juan Pablo iniciaba su existencia en el seno de su madre. Nació nueve meses después de esa visita. Por ello, su madre eligió ese nombre en homenaje al Papa polaco que visitó su diócesis de Mérida. 32 años después Juan Pablo es ordenado presbítero. 
Así escribe Dios su historia- prosiguió el prelado nivariense su relato. Vino a Tenerife a estudiar química; durante ese tiempo siguió practicando su vida cristiana y al terminar la carrera, respondiendo a la llamada de Dios, ingresa en el seminario.  Hoy pide al Señor, el don, la gracia del sacramento del Orden. Dios - siguió explicando. “Dios sigue eligiendo personas por los caminos más insospechados, porque la fidelidad del Señor dura por siempre” – sostuvo. 
El prelado también recordó los lazos de Venezuela con Canarias y pidió a Dios, ante la situación por la que pasa el citado país, por su progreso material y espiritual y pueda salir adelante. 
A partir del texto de Isaías leído, recordó Álvarez que el Espíritu iba a ser derramado en el corazón de Juan Pablo para que ejerza la caridad pastoral. Además, enfatizó la sensibilidad que tenía el ordenando por el trabajo con los más vulnerables, concretamente con los encarcelados. 
Necesitamos la unción del Espíritu porque la tarea que se nos encarga nos sobrepasa ampliamente para, como S. Pablo hacerse todo a todos, para ganar para Cristo a alguno, y todo desde la centralidad del amor. Es el amor la razón de todo – aseveró- . A continuación el Obispo explico el conocido himno a la caridad de S. Pablo. “Hacer todo por amor gratuito sin buscar el propio interés y no contaminar lo que se hace”. 
En la parte final volvió Álvarez a la idea inicial de su homilía al señalar que “Dios no nos pide nada que Él no nos haya dado antes. Él derramó su amor en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado. Por eso podemos amar como Jesucristo nos ama. Y ésto acontece en la ordenación. Juan Pablo va a ser capacitado para amar con corazón de pastor, como Dios nos ama. “Porque seguimos a Cristo” hacen los cristianos en general y los sacerdotes en particular, determinadas elecciones y asumen estilos de vida – concluyó.
**En www.facebook.com/nivariensedigital pueden encontrar la emisión íntegra de la Misa y un álbum fotográfico.

Santo Hermano Pedro

Nacido en Tenerife, Islas Canarias (España) Terciario franciscano, vivió en la ciudad de la Antigua Guatemala, Centro América. Primer Santo Guatemalteco y Tenerifeño. Entregó su vida al Señor en servicio a los pobres y enfermos. Se destacó por su caridad, humildad, penitencia, amor a la Eucaristía y a la Santísima Virgen, a los pobres, enfermos y a las almas del purgatorio. Murió el 25 de abril, 1667. Sus restos descansan en la Iglesia de San Francisco el Grande, Antigua Guatemala. Beatificado por S.S. Juan Pablo II el 22 de junio de 1980 en la Basílica de San Pedro, Roma. Canonizado durante la tercera visita del S.S. Juan Pablo II a Guatemala (viaje pastoral # 97), 30 de julio del 2002 Hoy su legado de amor continua en las Obras Sociales del Hermano Pedro , ver enlace... http://www.obrashermanopedro.org/ "Para agradar a Dios pocos discursos y muchos afectos es lo más acertado. Desconfiar de sí y confiar en Dios. Aprende a morir, llora lo pasado, desprecia los presente, provee lo porvenir"

“Nunca digas nunca” responde Francisco a un niño que le invita a una peregrinación La carta es publicada por el diario italiano on-line ‘Il sussidiario’

El Papa con un niño en el Hospital Bambino Gesu'. (Fto. Osservatore © Romano)

“¡Nunca digas nunca!”. Este es el consejo que el papa Francisco le dio a un niño de nueve años de edad, Andrea, que le invitó a una peregrinación.  Y añadió que para él “estar con los niños es la alegría más grande” que hay.
Lo informó hoy el diario italiano on-line ‘Il sussidiario‘, precisando que Andrea le había escrito diciéndole que el regalo de su primera comunión fue una peregrinación al santuario de Loreto.
“Estimado Andrea, fue hermoso recibir tu carta y saber de tu rica aventura vivida con la Unitalsi en la peregrinación a Loreto para los niños”, escribió el Pontífice.
El Santo Padre extiende su agradecimiento a los amigos de Loreto y revela: “Alguien me dijo que antes de mandar la carta la has leído a tus amigos, y cuando le has preguntado si estaban contentos de que me la enviarías, ellos aplaudieron con fuerza”. El sucesor de Pedro señala también que vio la foto que le hicieron llegar. “Los bendije de corazón” a ellos, sus papás, los voluntarios y sacerdotes responsables del Unitalsi, escribió el Papa.
La Unitalsi es una institución italiana que se ocupa del transporte de los enfermos a Lourdes y a otros santuarios, que se basa principalmente en la labor de médicos, enfermeros y voluntarios.

Fiesta de la patrona palmera


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Autoridad y voto de obediencia en la SJ


El reciente cambio de provincial y el nuevo período que comienza con el nombramiento de Antonio España es una buena ocasión para reflexionar sobre el voto de obediencia. Para muchos es paradigmática la escena de “La misión”, en que un joven jesuita (Liam Neeson) discute con el padre Gabriel (Jeremy Irons) sobre una decisión que hay que tomar, y este le silencia recordándole: “La Compañía de Jesús no es una democracia. Es una orden.” Este silencio casi autoritario puede resultar chocante en un mundo como el nuestro, que tiene en la autonomía, el individualismo y la realización personal algunas de sus grandes aspiraciones. ¿Cómo entender la obediencia hoy? ¿Es una anulación de la voluntad, supeditada a la decisión de un superior en quien el General ha delegado esta tarea? ¿Cómo entender hoy aquello que en las Constituciones decía San Ignacio de que el jesuita debe ser, ante la insinuación del superior, «como bastón (en manos) de hombre viejo» (Const VI, 548)? ¿Es el voto de obediencia la delegación absoluta de la toma de decisiones sobre misión y vida, en manos de un compañero con más autoridad?
Habría que matizar bien para evitar visiones tajantes. La obediencia, efectivamente, supone dejar que otro –el superior provincial, en lo tocante a destinos y misión- tome las decisiones últimas relativas a la organización del proyecto apostólico de la Compañía en una zona concreta. Para ello, se pide de los jesuitas, de cada jesuita, una actitud de disponibilidad que facilite el que cada uno en particular, y todos en conjunto, puedan compartir proyecto y misión. Porque la misión no es particular, y las obras o los proyectos no son propiedad de un jesuita, por mucho que se pueda implicar en ello. El conjunto es de la Compañía de Jesús, para servir a la Iglesia y la sociedad.
 Esto no significa que esa autoridad se deba ejercer de manera impersonal, sin tener en cuenta a las personas, sus sentimientos, intuiciones, propuestas, etc. El provincial tiene una misión fundamental, que es la de dialogar con cada jesuita que está bajo su “jurisdicción”, para conocer de primera mano la realidad, las necesidades, los problemas, las posibilidades y la situación, de obras pero sobre todo de las personas, de modo que eso le ayude a la hora de tomar decisiones. Se habla mucho, en la Compañía, de cura personalis (atención a las personas –o a lo personal-). Esto es un imperativo, pues el provincial no debería tener la única palabra a la hora de destinar a una persona, sino en todo caso, la última tras haber escuchado y hacerse cargo de todo lo que está en juego. De ahí que durante el año el provincial visite las distintas comunidades y dedique la mayor parte de su tiempo a ese encuentro personal con los jesuitas en la llamada cuenta de conciencia. Para enriquecer esa visión el provincial cuenta con un equipo (la consulta) que le asesora, y además con una serie de delegados que conocen mejor los diferentes sectores.
Hablamos con frecuencia de discernimiento. El objetivo último no es dotarnos de una organización funcional como podría darse en cualquier institución, consorcio o grupo humano. Creemos que en la manera de trabajar estamos buscando la voluntad de Dios para nuestro mundo, nuestra sociedad y el contexto concreto en que se desempeña nuestra misión. A eso aspira nuestro discernimiento, que, dicho sea de paso, no es fácil.
Para terminar, conviene señalar una peculiaridad de esta provincia de España. Al ser la provincia con mayor número de jesuitas en el mundo, muy por encima de la inmediatamente siguiente, no es posible que el provincial, actualmente, atienda en cuenta de conciencia a todos los miembros de la provincia. De ahí el que, desde la unión, aparece la figura del Delegado de la Tercera Edad (en nuestro caso el Padre Cipriano Díaz sj). A él ha encomendado el provincial esas tareas de acompañamiento y destino de los jesuitas mayores de 75 años.

¿Dónde nació la Virgen María?


¿Y cuál es la fecha de su cumpleaños?

Para entender la escasez de informaciones sobre la vida de Nuestra Señora en los primeros siglos conviene tener en cuenta las particularidades de aquella época.
El mundo pagano, por efecto de la decadencia en que se encontraba, era politeísta, o sea, los hombres adoraban simultáneamente a varios dioses. Los paganos no consideraban ilógico que existieran varias divinidades o que estas fueran imperfectas.
Incluso consideraban normal que los dioses dieran ejemplo de devastación moral, siendo, por ejemplo, adúlteros, ladrones o borrachos.
Obviamente no todos los dioses eran representados por esos vicios, pero el hecho de que hubiera varios en esas condiciones dificultaba que los paganos entendieran la noción católica del verdadero y único Dios, de perfección infinita.
Por eso la Iglesia primitiva tuvo mucho cuidado al representar a Nuestra Señora como Madre de Dios, pues aquellos pueblos, con fuerte influencia del paganismo, rápidamente tenderían a transformarla en una diosa.
Aunque nunca se ocultó la importancia fundamental de la Virgen Santísima en la historia de la salvación, fue sólo tras la caída del imperio romano de Occidente y de la sucesiva cristianización de los pueblos cuando la Iglesia empezó a colocar a Nuestra Señora en la evidencia que le compete, exaltando sus maravillas. Y con ello hizo un bien indescriptible.
Es fácil comprender por qué en ese largo periodo, de cerca de 400 años, muchas informaciones relativas a la Virgen María se perdieran y otras se hallaran en fuentes no totalmente confiables. A pesar de ello, la Tradición de la Iglesia conservó fielmente esos atributos de María que eran necesarios para la integridad de la fe de los católicos. Lo esencial se transmitió y para un hijo que ama a su Madre cualquier dato relativo a ella es importante.
Entre los datos sobre los que permanece un velo de misterio está el lugar en el que nació Nuestra Señora.

¿Belén, Séforis o Jerusalén?

Tres ciudades se disputan la honra de haber sido el lugar de nacimiento de la Madre de Dios.
La primera es Belén. Esa tradición se debe al hecho de que Nuestra Señora es de estirpe real, de la casa de David. Siendo Belén la ciudad de David, fue esa la razón por la que san José y la Virgen Santísima, ambos descendientes del profeta rey, se dirigieron a esa localidad en ocasión del censo romano que ordenaba que todos se registraran en el lugar originario de sus familias.
Por eso el niño Jesús nació en Belén y es aclamado, en el Evangelio, como hijo de David. El principal argumento de los que sustentan la tesis de que Nuestra Señora nació en Belén se basa en un documento titulado De Nativitate Sanctae Mariae [“Sobre el nacimiento de Santa María“], incluido en la continuación de las obras de san Jerónimo.
Hay una tradición, en paralelo, que señala la pequeña localidad de Séforis, localizada a pocos kilómetros al norte de Belén, como lugar de nacimiento de la Virgen María.
Esa opinión tiene como base que, ya en la época del emperador Constantino, a principios del siglo IV, se construyó una iglesia en la localidad para celebrar a san Joaquín y santa Ana, padres de Nuestra Señora, que residían allí.
San Epifanio menciona este santuario. Los defensores de otras hipótesis señalan que el hecho de que los padres de la Virgen residieran allí no indica necesariamente que Nuestra Señora hubiera nacido en esa localidad.
La hipótesis que congrega el mayor número de adeptos es la de que María nació en Jerusalén. San Sofronio, patriarca de Jerusalén (634-638) escribió en el año 603 que esa es la ciudad natal de María Santísima. San Juan Damasceno defiende la misma postura.

La fiesta de la Natividad

En la Iglesia católica celebramos muchas fiestas de santos. Habiendo, felizmente, millares de santos, se conmemoran millares de fiestas. Pasa que no se celebra la fiesta del nacimiento del santo, sino la de su muerte en esta vida, por ser el día de su entrada en la vida eterna. Sólo en tres casos se conmemoran las fiestas el día del nacimiento: la Navidad de Jesús, el nacimiento de san Juan Bautista y la natividad de la Virgen María.
La fiesta de la Natividad se celebraba en el Oriente católico mucho antes de ser instituida en Occidente. Según una bella tradición, esta se inició cuando san Maurilio la introdujo en la diócesis de Angers, en Francia, a consecuencia de una revelación en el año 430.
Un hombre de Angers se encontraba en la pradera de Marillais la noche del 8 de septiembre de ese año cuando vio a los ángeles cantar en el cielo. Les preguntó cuál era el motivo de su cántico y le respondieron que cantaban de alegría por el nacimiento de Nuestra Señora esa noche (cf. La fête angevine N.D. de France, IV, París, 1864, 188).
En Roma, ya en el siglo VII, se encuentra el registro de la conmemoración de esta fiesta. El papa Servio la volvió solemne mediante una gran procesión.
Posteriormente, Fulberto, obispo de Chartres, contribuyó mucho a la difusión de esta fecha en toda Francia. Finalmente el papa Inocencio IV, en 1245, durante el Concilio de Lyon, extendió la festividad a toda la Iglesia.

La conmemoración en la actualidad

Por una serie de motivos curiosos, la fiesta de la Natividad se celebra muy especialmente en Italia y en la isla de Malta, donde la principal conmemoración de la fiesta consiste en una procesión solemne en la localidad de Xaghra.
En la ciudad de Florencia, el día de la fiesta, muchos niños se dirigen al río Arno llevando pequeñas linternas que se colocan en el agua y lentamente van atravesando la ciudad.
En Mistretta, Sicilia, la población celebra la fiesta representando un baile entre dos gigantes. A primera vista parecería que eso no tiene nada que ver con la natividad, pero corresponde a una tradición: una imagen de santa Ana con Nuestra Señora niña fue encontrada y llevada a la ciudad, pero misteriosamente volvió al lugar donde había sido hallada; los habitantes consideraron que sólo podría haber sido llevada por gigantes y de ahí proviene esa costumbre.
En Moliterno existe la bonita y pintoresca costumbre entre las chicas de fijar pequeñas candelas en los sombreros de sus trajes típicos. En un determinado momento se pagan las demás luces y sólo se encienden esas velas, mientras las jóvenes ejecutan una danza regional.
En muchas localidades, las luces desempeñan un papel determinante en la fiesta. Podemos conjeturar una razón: la Natividad de Nuestra Señora representó un preanuncio de la llegada al mundo de la Luz de justicia, Nuestro Señor Jesucristo.

En todo amar y servir

Una máxima ignaciana que define un idea, un deseo, una aspiración legítima del creyente. Amar a cercanos y lejanos. Con amor que recibe muchos nombres: amistad, pasión, compasión, respeto… Es verdad que no es fácil, y que en ocasiones resulta difícil querer a algunas personas. Y no por mala voluntad, sino porque las relaciones humanas son complejas. Pero también se aprende.  A mirar con benevolencia. A comprender otras vidas. A desearles lo mejor. Y a trabajar por ello. Ahí entra el servir. Servir es ponerse manos a la obra para tratar de dejar el mundo un poquito mejor de lo que lo conocemos.  Servir es la disposición para ayudar, para atender, para sanar… Servir en lo cotidiano. En la familia, en el trabajo, en el descanso.  Sirven las palabras y los gestos; los silencios y las miradas; sirve nuestro tiempo, si lo empleamos bien; y la risa que se contagia; las canciones que esponjan; los esfuerzos por levantar al que anda caído. Sirve dar la vida cada día. Ignacio de Loyola lo aprendió al mirar a Jesús. Al conocerle, amarle y seguirle.
Es un buen eslogan para esta época nuestra. Un poco contracorriente, y para muchos, difícil de entender. Pero es una buena disposición vital. Darse, a tiempo y a destiempo. Porque de egoístas  va el mundo sobrado. Y así nos va. De modo que, aunque sea difícil y a veces cueste, ¿por qué no ser ambiciosos? Para amar y servir, en todo.  

Apuntes para unas vacaciones y un verano más sostenibles


Jesús Sanz.
Llega el verano. Para muchos, época de ocio y vacaciones. Y es fácil que en estos días estés pensando cómo vas a pasar esos días de merecido tiempo de descanso. Si es así, ahí van algunas pequeñas notas e ideas que, a lo mejor, te hacen pensar de cara al verano. Comenzaremos con algunas notas más generales relacionadas con el verano como tiempo de descanso y vacaciones.
  • Cuida y cultiva tus relaciones personales. Frente a los agobios del tiempo ordinario, las vacaciones es un buen momento para pasar tiempo con la familia y los amigos y disfrutar de ellos/as.
  • Disfruta de la gratuidad. Bañarse en un río, dar un paseo en bicicleta, dar un paseo por el campo, ver una puesta de sol, disfrutar de un fuego bajo las estrellas… La vida está llena de pequeños momentos y placeres gratuitos que, a su vez, nos conectan en muchas ocasiones con el misterio de la vida y nos hacen ser conscientes de la belleza y de la fragilidad de la misma. El verano es un momento excelente para disfrutar de muchos de estos momentos, especialmente si es en compañía.
  • Practica un ocio creativo y saludable (preferiblemente con amigos o con la familia). Jugar a las cartas o a algún juego en compañía, disfrutar juntos de una velada musical, cocinar o hacer manualidades juntos/as, pintar o leer… Frente a tantas ofertas de ocio que fomentan el consumismo y la alienación, el verano es un buen momento para disfrutar de las relaciones sociales y de experimentar actividades que favorezcan la creatividad, la imaginación y un ocio saludable.
  • ¿Qué tal una “dieta tecnológica”? Seguro que has oído hablar alguna vez de la “operación bikini / bañador” que algunos/as se plantean para lucir cuerpo en verano. En su lugar, ¿qué tal que aproveches el verano para reducir tu dependencia de internet, móvil y otros dispositivos tecnológicos y fomentar más los encuentros y las relaciones cara a cara?
  • Experimenta y vive la sencillez. Acampar en una tienda de campaña bajo las estrellas, caminar con una mochila llevando lo imprescindible… Las vacaciones son un buen momento para pasar unos días de forma sencilla, reduciendo a lo mínimo aquello que necesitamos en nuestro día a día. Además, experimentar la felicidad que brota de algunas de estas experiencias es un buen camino que nos anima a profundizar en esa apuesta por una vida sobria y sencilla.
  • ¿Verano y “vuelta al “campo”? Posiblemente seas un urbanita que aprovecha el verano para volver al pueblo de tus padres y tus abuelos. Si es así, probablemente tienes una buena oportunidad para tomar conciencia del contacto con la tierra y aprender de la sabiduría rural. 
Más allá de estas notas generales, si estás buscando y planificando tu destino para las próximas vacaciones,ahí van unas notas más a tener en cuenta
  • El viaje. Por obvio que sea, hay que recordar que la selección que hagamos de cuál queremos que sea nuestro destino turístico influye, y mucho, sobre el impacto medioambiental que tendrán nuestras vacaciones. Para que te hagas una idea, en esta página puedes comprobar la huella de CO2 que tienen los viajes realizados en diferentes medios de transporte. Así que un primer consejo pasa por intentar reducir en la medida de lo posible los viajes realizados en avión, que es el medio de transporte que más CO2 emite.
    Una vez que ya sabes esto y has tomado conciencia, tienes dos opciones. Si en tus próximas vacaciones vas a utilizar el avión sí o sí, no te desanimes y pasa al siguiente punto para seguir recogiendo algunas ideas más. Si no es así, valora qué medio de transporte tiene menos impacto ambiental en tu desplazamiento a tu destino de vacaciones, o incluso, piensa qué formas de desplazamiento pueden unir diversión con nuevas experiencias y formas de movilidad que sean más sostenibles Experiencias como el cicloturismo o el Inter-rail son dos buenos ejemplos en este sentido.
  • El destino turístico: Más allá del viaje, llega la hora de seleccionar destino turístico y ver donde alojarse, comer y pensar dónde queremos que vaya el dinero que vamos a gastar en nuestras vacaciones. El turismo es una actividad que puede concentrar buena parte de nuestro gasto en muy pocas manos (un touroperador que se encargue de todas las actividades que realizaremos durante nuestra estancia, por ejemplo), o, por el contrario, podemos diversificar y distribuir en muchas manos el dinero que gastemos en nuestro destino. Además de tener en cuenta esta cuestión, un criterio interesante para nuestra toma de decisiones puede ser apostar por aquellas iniciativas (alojamientos, restaurantes etc.) que apuesten por unas condiciones laborales dignas para sus trabajadores o que persigan algún criterio de sostenibilidad en su iniciativa, como, por ejemplo, el posible uso de energías renovables o de alimentos locales.
  • Apuesta por un comportamiento responsable. Estar de vacaciones no significa tener carta blanca para malgastar. Allá donde vayas apuesta por un consumo sobrio, vigila tu consumo de agua y electricidad y apuesta por el reciclaje. De la misma forma, en la medida de lo posible, apuesta en tu consumo por los productos locales del lugar donde vas y de temporada, y favorece en tus compras y actividades a los pequeños productores y artesanos locales.
  • Haz de tus vacaciones un espacio para el conocimiento y la creatividad. Las vacaciones son un tiempo para el descanso, pero también son un espacio privilegiado para conocer nuevas experiencias de las que aprender e inspirarse en nuestro contexto cotidiano. Una buena vía puede ser aprovechar tus vacaciones para visitar allá donde vayas alguna experiencia que sea interesante desde el punto de vista medioambiental, o relacionado con algún proyecto social interesante ,e inspirarse y aprender de ellas.
En definitiva, el verano es un tiempo para el descanso y el ocio. Pero también una oportunidad para pensar sobre nuestras formas de vida cotidianas y para experimentar, reflexionar y dar pasos que fomenten vidas más sostenibles y sencillas.


Lunes de la decimoséptima semana del tiempo ordinario


Libro del Exodo 32,15-24.30-34. 

Moisés emprendió el camino de regreso y bajó de la montaña llevando en sus manos las dos tablas del Testimonio, que estaban escritas de un lado y de otro.
Esas tablas eran obra de Dios, y la escritura grabada sobre ellas era escritura de Dios.
Al escuchar el ruido de las aclamaciones que profería el pueblo, Josué dijo a Moisés: "Hay gritos de guerra en el campamento".
Pero Moisés respondió: "No son cantos de victoria, ni alaridos de derrota; lo que oigo son cantos de coros alternados".
Cuando Moisés estuvo cerca del campamento y vio el ternero y las danzas, se enfureció, y arrojando violentamente las tablas que llevaba en sus manos, las hizo añicos al pie de la montaña.
Después tomó el ternero que habían hecho, lo quemó y lo trituró hasta pulverizarlo. Luego esparció el polvo sobre el agua, y se la hizo beber a los israelitas.
Moisés dijo a Aarón: "¿Qué te ha hecho este pueblo para que lo indujeras a cometer un pecado tan grave?".
Pero Aarón respondió: "Te ruego, señor, que reprimas tu enojo. Tú sabes muy bien que este pueblo está inclinado al mal.
Ellos me dijeron: "Fabrícamos un dios que vaya al frente de nosotros, porque no sabemos qué le ha pasado a Moisés, ese hombre que nos hizo salir de Egipto".
Entonces les ordené: "El que tenga oro que se desprenda de él. Ellos me lo trajeron, yo lo eché al fuego, y salió este ternero".
Al día siguiente, Moisés dijo al pueblo: "Ustedes han cometido un gran pecado. Pero ahora subiré a encontrarme con el Señor, y tal vez pueda expiar ese pecado".
Moisés fue a encontrarse nuevamente con el Señor y le dijo: "Por desgracia, este pueblo ha cometido un gran pecado, ya que se han fabricado un dios de oro.
¡Si tú quisieras perdonarlo, a pesar de esto...! Y si no, bórrame por favor del Libro que tú has escrito".
El Señor le respondió: "Yo borraré de mi Libro al que ha pecado contra mí.
Y ahora vete. Lleva a este pueblo hasta el lugar que yo te indiqué: mi ángel irá delante de ti. Y cuando llegue el momento, los visitaré para castigarlos por su pecado".

Salmo 106(105),19-20.21-22.23. 
En Horeb se fabricaron un ternero,
adoraron una estatua de metal fundido:
así cambiaron su Gloria
por la imagen de un toro que come pasto.

Olvidaron a Dios, que los había salvado
y había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en la tierra de Cam
y portentos junto al Mar Rojo.

El Señor amenazó con destruirlos,
pero Moisés, su elegido,
se mantuvo firme en la brecha
para aplacar su enojo destructor.


Evangelio según San Mateo 13,31-35. 
Jesús propuso a la gente otra parábola:
"El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo.
En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas".
Después les dijo esta otra parábola: "El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa".
Todo esto lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas, y no les hablaba sin parábolas,
para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Hablaré en parábolas, anunciaré cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo.