jueves, 13 de octubre de 2016

El Papa convoca un Sínodo sobre los jóvenes y la vocación

Arranca la maquinaria del próximo Sínodo de obispos, el segundo convocado por el Papa Francisco
   
En octubre de 2018, cientos de obispos de todo el mundo reflexionarán sobre "Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. 

Los organizadores del Sínodo explican que la idea es "acompañar a los jóvenes en su camino existencial hacia la madurez para que a través de un proceso de discernimiento puedan descubrir el propio proyecto de vida y realizarlo con alegría, abriéndose al encuentro con Dios y con los hombres, y participando activamente en la edificación de la Iglesia y de la sociedad”.

Una oración para transformar los obstáculos en sendas de victoria No puedes ser un ganador pensando como fracasado, eres un Hijo de Dios, eso ya te convierte en ganador


Una oración para transformar los obstáculos en sendas de victoria

No debes permitir que los obstáculos en el camino definan tu destino o tus ideas, más bien, que los obstáculos, lejos de desanimarte, fortalezcan tu fe y tus proyectos. Dios es quien te cuida, Él es quien derrama la fortaleza necesaria para salir adelante de cualquier problema o circunstancia adversa que se te presente.
¿Quieres ser un ganador? Por supuesto que sí, pero no puedes ser un ganador pensando como fracasado, eres un Hijo de Dios, eso ya te convierte en ganador. Comienza por hacer nuevas las cosas, recuerda que para hacer nuevas cosas, debes comenzar a hacer cosas que jamás has hecho. No te quedes pegado en lo mismo. Las palabras de este Salmo lo repetirás el día de hoy.
“Cuando estoy cargado de preocupaciones, tus consuelos me llenan de alegría” (Salmo 94,19)
¡Confía! Repite en estos momentos: “Señor, sé luz y fortaleza en todas mis dificultades y problemas, sé sabiduría y entendimiento para que abras caminos de solución. ¡Yo creo en Ti, Señor! ¡Yo te amo! Quiero amarte más, quiero ser lo que quieres que sea. Amén”
Oración para transformar los obstáculos en sendas de victoria
Señor mío, te alabamos por este hermoso día que has creado para todos nosotros. Aquí te presento mi corazón dispuesto a recibir las bendiciones que me tienes preparadas. No quiero vivir este día con miedo, quiero vivirlo con la alegría de saber que me tienes en tus deseos.
Te pido, Señor mío, que me permitas tener ánimo y esperanza, no dejes que decaiga en la medida en que pasa el día y van llegando las dificultades. Transforma mi mente, corazón y espíritu para que todo reto que se me presente, pueda convertirlo en peldaños que me ayuden a seguir adelante. Sé que detrás de cada problema escondes una bendición y confío en que, con la asistencia de tu Espíritu Santo, me guiarás y me ayudarás a encontrarlos para mi crecimiento y la de los míos.
Bendito seas mi Dios, en este momento también pongo en tus manos a quien reflexiona y ora conmigo en este instante y hace suya estas palabras. Toma su corazón y llénalo de tu amor, de tu bondad, de espíritu de fortaleza e ilumínale el camino que le ha tocado vivir. Te suplico que hoy te hagas presente en cada una de las experiencias que le toca vivir y llénalo de tu paz y de tu consuelo. Amén
“La oración es la mejor arma que tenemos: es la llave que abre el corazón de Dios. Debes hablarle a Jesús, no sólo con tus labios, sino con tu corazón. En realidad, en algunas ocasiones debes hablarle sólo con el corazón”. (Padre Pío)
Qriswell Quero
Artículo originalmente publicado por pildorasdefe.net

10 pasos para lidiar con personas maleducadas Seguro que en algún momento de tu vida te ha sucedido, y que preferirías una isla desierta a compartir el espacio con una persona grosera o ruda...


Seguro que en algún momento de tu vida has tenido que lidiar con una persona grosera o ruda, y que preferirías estar en una isla desierta antes que allí, compartiendo el mismo espacio con esa persona. Por desgracia, existen personas que no saben tratar con los demás con el debido respeto.

¿Cómo lidiar con personas maleducadas?

Esas situaciones incómodas forman parte de nuestras vidas y, a pesar de todo, representan oportunidades inmejorables para poner la inteligencia en práctica y dar una buena lección a la arrogancia ajena. Tenemos que lidiar con esas situaciones con madurez e inteligencia, de lo contrario, estaremos haciendo el mismo papel que la otra persona. Así que, la próxima vez que te encuentres con una persona maleducada o grosera, respira hondo y sigue estos consejos:

1. No lo lleves al lado personal (sea lo que sea)

Es normal que nos enfademos cuando alguien está siendo grosero con nosotros. Felizmente, tenemos la oportunidad de decidir cómo reaccionar a eso, por tanto podemos adoptar una postura más apropiada frente a las ofensas. Lo más importante es no dejarse incomodar, no llevarlo al lado personal, lo sé, es muy difícil, pero si no lo haces acabas cayendo en el juego de la otra persona.

2. Descubre el por qué

Generalmente las personas tienen dos razones para actuar de manera grosera – además de por ser una persona grosera, está claro. La mayoría de las veces se trata de un malentendido, esa persona puede haber tenido un mal día o sólo tenía prisa, pero en cualquier caso, no sabrás el motivo real de su actitud ofensiva a no ser que le preguntes. Por tanto, mantén la calma y di: ”Me molesta tu actitud, ¿existe alguna razón para que me hayas tratado de esa forma?”. Podría sorprenderte la respuesta.

3. Recuerda que también tú has sido maleducado alguna vez en la vida

La culpa esta vez no es tuya, sin embargo, seguro que tú has reaccionado alguna vez de manera ruda, ofensiva o llena de prejuicios hacia alguien. Y eso no significa que seas una mala persona, a veces interpretamos al otro de forma equivocada o nos ofendemos por algo hecho de forma impulsiva, y eso es totalmente normal. La próxima vez que alguien sea rudo contigo, haz uso de la empatía y acuérdate de que esa persona también es un ser humano y comete errores.

4. Sé objetivo y analiza el comportamiento rudo

¿Alguien ha sido rudo o descortés contigo? ¿Qué fue lo que te dijo? ¿Había alguna razón para ello? Si miras la situación de forma objetiva, puede ser que no encuentres ninguna razón para esa actitud. Pero a veces sí existe alguna razón que haya provocado su enfado, así que sé objetivo para que no aumente el tamaño del problema.

5. No seas melodramático

En esas situaciones, puede ser que sientas las ganas de gritar o de empezar a pelear con esa persona, pero no sigas ese instinto. No discutas, no te rebajes a ese nivel, pues eso hará que la situación empeore. Así que, mantén tu dignidad intacta, así la situación no se te escapará de las manos. A veces, la prudencia y la paciencia son las claves para resolver una discusión.

6. Permite que la tempestad llegue y pase

Si pierdes el control puedes acabar perjudicándote, así que, con el fin de evitar eso, a veces cambiar de asunto es la mejor manera de evitar esa situación. Además de eso, si se trata de una persona extraña, no necesitas prolongar la situación, y si se trata de un amigo o de un conocido, aprenderán con esa situación y, probablemente, no reaccionarán más de esa forma contigo.

7. Considera ofrecer ayuda

Puede ser sólo simplemente un caso de malos modos, pero generalmente la persona que es ruda o grosera está frustrada con alguna situación. Si fueras capaz de ayudarla a solucionar la frustración o por lo menos entender que está reaccionando de esa manera por una buena razón, con seguridad cambiará su postura agresiva a una postura de gratitud, casi que instantáneamente. Al final, nunca sabemos lo que el otro está pasando.

8. Entiende que, para algunas personas, la grosería es un hábito

Algunas personas que son rudas contigo, son rudas con todo el mundo, esa es su postura ante la vida. Cuando la grosería ya se ha convertido en hábito, resulta muy difícil evitarla, incluso aunque la persona lo intente. La actitud de desprecio nunca debe ser tomada como algo personal, pues es sólo un patrón de conducta difícil de romper.

9. No intentes forzar el cambio

No puedes obligar a alguien a ser educado, a no ser que esa persona lo desee. En realidad, intentar cambiar su comportamiento puede hacer que se vuelva aún peor. La decisión de cambiar es una decisión puramente personal, así que por más bondadosas que sean tus intenciones, no intentes cambiar a nadie. El cambio tiene que venir de dentro.

10. Lucha contra la grosería con bondad

No permitas que la grosería de alguien se le suba a la cabeza. La mejor manera de reaccionar contra ella es adquiriendo una postura amistosa, esto permitirá que esa persona se calme y regule su propio comportamiento.

LA DIÓCESIS CUENTA CON DOS NUEVOS DIÁCONOS





La Catedral acogía la tarde del día del Pilar la ordenación diaconal de Juan Pablo Mendoza y Cosme Piñero. El primero natural de Venezuela y el segundo de S. Sebastián de La Gomera. Horas antes de su ordenación compartieron con nosotros algunos aspectos de su vida y sus vivencias de cara al diaconado que recibieron  en la eucaristía que presidió el obispo Bernardo Álvarez Afonso.
El obispo señaló en la homilía que la respuesta a una llamada no es dar un simple sí, sino que implica a la vida entera, ya que se trata de vivir conforme a la vocación que cada uno ha recibido. Además, Álvarez Afonso subrayó la importancia de ser servidores, a imagen de Jesucristo. Se trata de ser siempre siervos- dijo. Igualmente exhortó a los ordenandos a hacer vida las promesas de oración, castidad y obediencia. 
Cosme y Juan Pablo recordaron el momento de entrar al seminario. “Ingresé en él hace seis años, cuando tenía 25, porque deseaba ser sacerdote”, indica Cosme. “Después de un proceso algo accidentado y largo, fui confrontando lo que el Señor quería para mi vida. Poco a poco me fui dando cuenta que Él era lo más importante. También me encantaba la idea de poder llevar a Cristo a la gente, poder comunicar la alegría que el Señor me da. Cuando entré en el Seminario lo hice con esta certeza. Sé que vale la pena entregar la vida por este motivo”. 
Por su parte, Juan Pablo señaló que antes de entrar al seminario, estudiaba Ingeniería Química en la Universidad de La Laguna. Por aquel entonces, había llegado no hacía mucho de Venezuela y consiguió vincularse a una parroquia, que era su deseo. También empezó a formar parte del grupo de jóvenes “Savia Nueva”. “De esa forma volvió a despertar mi fe”, indicó Juan Pablo. “Luego, gracias a un sacerdote, muy amigo, comencé a plantearme qué era lo más importante en mi vida. Me di cuenta que el Señor me estaba llamando para dar la vida a los demás. Yo era muy feliz antes pero desde que entré en el Seminario aquella felicidad se hizo mayor”. 
Cosme también pasó por la Universidad de La Laguna. Primero estudiando la carrera de Química pero al no ver sus expectativas colmadas, se pasó a la carrera de Aparejadores, estudios que finalizó. Luego realizó un Master en Seguridad y Prevención en Riesgos Laborales. Cuando entró en el Seminario tenía 31 años. A las puertas de ordenarse diácono experimentaba, según indicó, dos cosas fundamentalmente: “La primera es una conmoción porque te das cuenta que vas a recibir algo que tú no mereces. No es una conquista, sino un don inmerecido. Y no lo digo por decir, realmente creo que es un don para el que no doy la talla. Sin embargo, el Señor me lo ha querido regalar por medio de la Iglesia. Y también es una alegría, una alegría que vivo con tranquilidad. Es verdad que será un hito en mi vida; pero un hito dentro de un camino de fe en el que el Señor siempre ha estado. Lo vivo con alegría y agradecimiento, pero con normalidad, es un paso decisivo pero dentro de un camino”.
Sin embargo, Juan Pablo vive este paso algo más inquieto, como señalaba el día antes de su ordenación  “Sí que tengo nervios porque es un paso muy importante. Siento mucha alegría y mucho agradecimiento a Dios pero también me reconozco indigno de este regalo. En definitiva, asumo que el Señor se haya fijado en mí y yo me fío de él”. 
Juan Pablo reconoce que tras estos años en el seminario, en esencia, sigue siendo el mismo pero con algunas cosas más claras.  “He crecido mucho en el celo por querer transmitir a los demás la palabra de Dios. Mi deseo es dar gratis lo que he recibido gratis”.
Por su parte, Cosme afirma que estos seis años le han valido para crecer en capacidad para saber valorar todo lo bueno que el Señor da. “Esta etapa de mi vida me ha ayudado a aumentar la capacidad para aceptar la realidad tal cual viene.  He crecido en paciencia, en saber que el Señor siempre está ahí, aunque no se manifieste espectacularmente”.

Francisco asegura que las obras de misericordia son el mejor antídoto contra la indiferencia En la catequesis de la audiencia general, el Santo Padre recuerda que debemos ser signo e instrumento de la misericordia través de pequeños gestos concretos

El Papa en la audiencia general - CTV
El Papa En La Audiencia General - CTV
El papa Francisco, durante la catequesis de la audiencia general de esta semana, ha reflexionado sobre la misericordia, centrando la meditación en “las obras corporales y espirituales”.
Como cada semana, miles de fieles venidos de todo el mundo, han llenado la plaza de San Pedro para escuchar y recibir la bendición del Santo Padre. Antes de comenzar la catequesis, el Pontífice ha pasado con el papa móvil por la plaza para saludar a los peregrinos. Además, esta mañana, un grupo de niños le han acompañado durante este trayecto.
En el resumen hecho en español, el Santo Padre ha recordado que en las catequesis anteriores se ha reflexionado sobre el misterio de la misericordia de Dios, “desde el actuar del Padre en el Antiguo Testamento hasta el de Jesús”, quien a través de las narraciones evangélicas, “se nos muestra, en sus palabras y en sus gestos, como la encarnación misma de la Misericordia”.
No es suficiente –ha advertido– haber experimentado la misericordia de Dios en nuestra vida, debemos ser su signo e instrumento a través de pequeños gestos concretos. “Estos tienen valor a los ojos del Señor, hasta el punto de ser el criterio sobre el que seremos juzgados”, ha precisado. Además, el Papa ha señalado que “la Iglesia ha llamado a estos pequeños gestos «obras de misericordia corporales y espirituales», que tocan las exigencias más importantes y esenciales de las personas”.
En esta línea, el Papa ha observado que en un mundo donde reina la indiferencia, “las obras de misericordia son el mejor antídoto contra ella”, porque “nos educan a estar atentos a las necesidades más elementales de nuestros «hermanos más pequeños» y vulnerables”. Finalmente ha anunciado que en las próximas catequesis “meditaremos sobre cada una de estas obras, que son el modo concreto de vivir la misericordia, y hacer nuestra fe viva y operosa con la caridad”.
A continuación, el Papa ha saludado a los peregrinos de lengua española, en particular a los provenientes de España y Latinoamérica. Que el Espíritu Santo –ha pedido– encienda en nosotros el deseo de practicar las obras de misericordia, para que nuestros hermanos sientan presente a Jesús, que no los abandona en sus necesidades sino que se hace cercano y los abraza con ternura.
Después de los saludos en las distintas lenguas, el Papa ha saludado a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Recordando que este martes se celebró la memoria de san Juan XXIII, ha pedido a los jóvenes que invoquen siempre su “celeste intercesión” para imitar “la dulzura de su amor paterno”. Del mismo modo ha invitado a los enfermos a que le recen “en los momentos de la cruz y del sufrimiento” para “afrontar las dificultades con la misma mansedumbre”. Y finalmente ha exhortado a los recién casados a que aprendan de este santo “el arte de educar a los hijos con ternura y con el ejemplo”.

Jueves de la vigésima octava semana del tiempo ordinario


Carta de San Pablo a los Efesios 1,1-10. 

Pablo, Apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, saluda a los santos que creen en Cristo Jesús.
Llegue a ustedes la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo,
y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor.
El nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad,
para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido.
En él hemos sido redimidos por su sangre y hemos recibido el perdón de los pecados, según la riqueza de su gracia,
que Dios derramó sobre nosotros, dándonos toda sabiduría y entendimiento.
El nos hizo conocer el misterio de su voluntad, conforme al designio misericordioso que estableció de antemano en Cristo,
para que se cumpliera en la plenitud de los tiempos: reunir todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, bajo un solo jefe, que es Cristo.

Salmo 98(97),1.2-3ab.3cd-4.5-6. 
Canten al Señor un canto nuevo,
porque él hizo maravillas:
su mano derecha y su santo brazo
le obtuvieron la victoria.

El Señor manifestó su victoria,
reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad
en favor del pueblo de Israel.

Los confines de la tierra han contemplado
el triunfo de nuestro Dios.
Aclame al Señor toda la tierra,
prorrumpan en cantos jubilosos.

Canten al Señor con el arpa
y al son de instrumentos musicales;
con clarines y sonidos de trompeta
aclamen al Señor, que es Rey.



Evangelio según San Lucas 11,47-54. 
Dijo el Señor:
«¡Ay de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus mismos padres han matado!
Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los mataron y ustedes les construyen sepulcros.
Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: Yo les enviaré profetas y apóstoles: matarán y perseguirán a muchos de ellos.
Así se pedirá cuanta a esta generación de la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la creación del mundo:
desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de todo esto.
¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden.»
Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo, exigiéndole respuesta sobre muchas cosas
y tendiéndole trampas para sorprenderlo en alguna afirmación.


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.







Leer el comentario del Evangelio por : Severiano de Gabala