miércoles, 16 de mayo de 2018

¿Cómo fue la muerte de san José?


¿Puede haber mejor paso a la vida eterna que entre los brazos de Jesús y María?

No existen registros documentados de la muerte de san José, pero es comúnmente aceptado que él falleció antes del inicio de la vida pública de Jesús.
En los primeros siglos de la Iglesia, conforme narra Isidoro de Isolani, se acostumbraba leer en las Iglesias de Oriente, todos los 19 de marzo, una narración solemne de la muerte del padre adoptivo del Hijo de Dios:
“Ha llegado para san José el momento de dejar esta vida. El Ángel del Señor se le apareció y le anunció que había llegado la hora de abandonar el mundo e ir a descansar con sus padres. Sabiendo que estaba cerca su último día, quiso visitar, por última vez, el Templo de Jerusalén, y ahí le pidió al Señor que lo ayudara en la hora final.
Volvió a Nazaret y, al sentirse mal, se acostó en la cama y su estado se agravó rápidamente. Entre Jesús y María, que lo asistían con cariño, expiró suavemente, enardecido en el Divino Amor.
¡Oh, muerte bienaventurada! ¿Cómo no había de ser dulce y enardecida en el Divino Amor la muerte de aquel que expiró en los brazos de Dios y de su Madre?
Jesús y María cerraron los ojos de san José.
¿Y cómo no habría de llorar ese mismo Jesús que lloraría sobre la sepultura de Lázaro? ‘Mirad cómo le quería’ dijeron los judíos. San José no era tan sólo un amigo, sino un querido y santísimo padre para Jesús”.
La Iglesia, que venera con cariño a este santo de gran devoción de los cristianos, lo reconoce como el patrón de la buena muerte.
¿Puede haber mejor pasaje a la vida eterna que entre los brazos de Jesús y María?

¿Qué significa el escapulario? ¿Es sólo una moda?


Mucha gente lo usa como amuleto o como una moda, pero ese no es su verdadero sentido

Muchas personas usan el escapulario u otros objetos de devoción sin saber su verdadero significado, o incluso como un amuleto, algo mágico que “da suerte”, que libra del “mal de ojo” o algo parecido.
Como si el verdadero sentido no viniese del corazón de quien usa tal o cual objeto, pues su verdadero significado es el de señalar algo que está en su interior, en su fe, en sus propósitos y en su conversión.
Muchos usan cruces, medallitas, rosarios y escapularios de Nuestra Señora del Carmen como una moda, porque lo usa tal artista o tal telenovela.
Pero ¿cuál es el verdadero significado del escapulario?
El escapulario era un delantal usado por los monjes durante el trabajo, para no ensuciar la túnica. Colocado sobre las escápulas (hombros), el escapulario es una pieza del hábito que aún hoy usan los carmelitas.
Con el tiempo, se estableció un escapulario reducido para ser dado a los fieles laicos. De esa forma, quien lo usase podría participar de la espiritualidad del Carmelo y de las grandes gracias que están ligados a él; entre otras el privilegio sabatino.
En su bula llamada Sabatina, el papa Juan XXII afirma que quienes usan el escapulario serán rápidamente librados de las penas del purgatorio el sábado que sigue a su muerte. Las ventajas del privilegio sabatino fueron confirmadas por la Sagrada Congregación de las Indulgencias, el 14 de julio de 1908.
El escapulario actual está hecho de dos cuadraditos de tejido marrón unidos por cordones, que tienen a un lado la imagen de Nuestra Señora del Carmen, y en la otra el Corazón de Jesús, o el escudo de la Orden del Carmen.
Es una miniatura del hábito carmelita, por eso es de tela. Quien se reviste del escapulario pasa a formar parte de la familia carmelita y se consagra a Nuestra Señora. Así, el escapulario es un signo visible de la alianza con María.

¿Para qué sirve?

El escapulario es un signo exterior de devoción mariana, que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María, por medio de la inscripción en la Orden Carmelita.
El escapulario del Carmen es un sacramental. Según el Vaticano II, es “un signo sagrado, según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se obtienen efectos, sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia” (SC 60)
“La devoción del escapulario del Carmen hizo descender sobre el mundo una copiosa lluvia de gracias espirituales y temporales”. (Pío XII, 6/8/50)
La devoción al escapulario de Nuestra Señora del Carmen comenzó con la visión de san Simón Stock. Según la tradición, la Orden del Carmen atravesaba una fase difícil entre los años 1230-1250.
Recién llegada a Europa como nómada, expulsada por los musulmanes del Monte Carmelo, la Orden atravesaba un período crítico.
Los frailes carmelitas encontraban fuerte resistencia por parte de otras órdenes religiosas. Eran hostilizados e incluso satirizados por su manera de vestir. El futuro de los carmelitas lo dirigió Simón Stock, hombre de fe y gran devoto de Nuestra Señora.
Es importante destacar algunas actitudes que deben ser asumidas por quien se reviste de este signo mariano:
  • Colocar a Dios en primer lugar en su vida y buscar siempre realizar Su voluntad.
  • Escuchar la Palabra de Dios en la Biblia y practicarla en la vida.
  • Buscar la comunión con Dios por medio de la oración.
  • Abrirse al sufrimiento del prójimo, solidarizándose con él en sus necesidades, procurando solucionarlas.
  • Participar con frecuencia de los sacramentos de la Iglesia, de la Eucaristía y de la confesión.






Miércoles de la séptima semana de Pascua


Libro de los Hechos de los Apóstoles 20,28-38. 

Pablo decía a los principales de la Iglesia de Efeso:
"Velen por ustedes, y por todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha constituido guardianes para apacentar a la Iglesia de Dios, que él adquirió al precio de su propia sangre.
Yo sé que después de mi partida se introducirán entre ustedes lobos rapaces que no perdonarán al rebaño.
Y aun de entre ustedes mismos, surgirán hombres que tratarán de arrastrar a los discípulos con doctrinas perniciosas.
Velen, entonces, y recuerden que durante tres años, de noche y de día, no he cesado de aconsejar con lágrimas a cada uno de ustedes.
Ahora los encomiendo al Señor y a la Palabra de su gracia, que tiene poder para construir el edificio y darles la parte de la herencia que les corresponde, con todos los que han sido santificados.
En cuanto a mí, no he deseado ni plata ni oro ni los bienes de nadie.
Ustedes saben que con mis propias manos he atendido a mis necesidades y a las de mis compañeros.
De todas las maneras posibles, les he mostrado que así, trabajando duramente, se debe ayudar a los débiles, y que es preciso recordar las palabras del Señor Jesús: 'La felicidad está más en dar que en recibir'".
Después de decirles esto, se arrodilló y oró junto a ellos.
Todos se pusieron a llorar, abrazaron a Pablo y lo besaron afectuosamente,
apenados sobre todo porque les había dicho que ya no volverían a verlo. Después lo acompañaron hasta el barco.

Salmo 68(67),29-30.33-35a.35b-36c. 
Tu Dios ha desplegado tu poder:
¡sé fuerte, Dios, tú que has actuado por nosotros!
A causa de tu Templo, que está en Jerusalén,
los reyes te presentarán tributo.

¡Canten al Señor, reinos de la tierra,
entonen un himno al Señor,
al que cabalga por el cielo,
por el cielo antiquísimo!

El hace oír su voz poderosa,
¡reconozcan el poder del Señor!
Su majestad brilla sobre Israel
¡Bendito sea Dios!


Evangelio según San Juan 17,11b-19. 
Jesús levantó los ojos al cielo, y oró diciendo:
"Padre santo, cuida en tu Nombre a aquellos que me diste, para que sean uno, como nosotros.
Mientras estaba con ellos, cuidaba en tu Nombre a los que me diste; yo los protegía y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que se cumpliera la Escritura.
Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el mundo, para que mi gozo sea el de ellos y su gozo sea perfecto.
Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno.
Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad.
Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo.
Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad."