miércoles, 25 de mayo de 2016

Bienaventurados los ancianos Los ancianos, los que nos traen la historia, la doctrina, la fe y nos la dan en herencia


pareja anciana


1.Bienaventurados y felices todos los ancianos que encontrándose solos y abandonados continúan amando porque se creen amados por Dios.

2.Bienaventurados los ancianos que aceptan con mirada confiada y serena sus limitaciones, porque descubrirán la felicidad de la humildad.

3.Bienaventurados los ancianos que viviendo su pobreza siembran alegría a su alrededor, porque conocerán el gozo de vivir.

4. Bienaventurados los ancianos que no fomentan el egoísmo de vivir buscando sus seguridades, porque las encontrará cubiertas todas por añadidura.

5.Bienaventurados los ancianos, que se acercan al sufrimiento de los demás, porque nunca carecerán de compañía.

6.Bienaventurados los ancianos que se mantienen optimistas, porque no tendrán la sensación de haber desperdiciado su vida.

7.Bienaventurados los ancianos que son portadores de paz y energía creadora, porque contribuirán hasta el último momento a la construcción del mundo.

8.Bienaventurados los ancianos que valoraron su vida y valoran su ancianidad, porque en su atardecer sabrán dar gracias a Dios por el gran don de la vida.

9.Bienaventurados los ancianos que le dejan a la sociedad y a la Iglesia una lección de vida, un bagaje de sabiduría y un ejemplo de fe hecha vida.

10.Bienaventurados los ancianos que al momento de dejar este mundo puedan repetir las palabras del profeta Simeón al ver al niño Jesús.

Que tengas un muy feliz día

Miércoles de la octava semana del tiempo ordinario


Epístola I de San Pedro 1,18-25. 

Ustedes saben que fueron rescatados de la vana conducta heredada de sus padres, no con bienes corruptibles, como el oro y la plata,
sino con la sangre preciosa de Cristo, el Cordero sin mancha y sin defecto,
predestinado antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos para bien de ustedes.
Por él, ustedes creen en Dios, que lo ha resucitado y lo ha glorificado, de manera que la fe y la esperanza de ustedes estén puestas en Dios.
Por su obediencia a la verdad, ustedes se han purificado para amarse sinceramente como hermanos. Amense constantemente los unos a los otros con un corazón puro,
como quienes han sido engendrados de nuevo, no por un germen corruptible, sino incorruptible: la Palabra de Dios, viva y eterna.
Porque toda carne es como hierba y toda su gloria como flor del campo: la hierba se seca y su flor se marchita,
pero la Palabra del Señor permanece para siempre. Esta es la Palabra que les ha sido anunciada, la Buena Noticia.



Salmo 147,12-13.14-15.19-20. 
¡Glorifica al Señor, Jerusalén,
alaba a tu Dios, Sión!
El reforzó los cerrojos de tus puertas
y bendijo a tus hijos dentro de ti.

El asegura la paz en tus fronteras
y te sacia con lo mejor del trigo.
Envía su mensaje a la tierra,
su palabra corre velozmente;

Revela su palabra a Jacob,
sus preceptos y mandatos a Israel:
a ningún otro pueblo trató así
ni le dio a conocer sus mandamientos.





Evangelio según San Marcos 10,32-45. 
Mientras iban de camino para subir a Jerusalén, Jesús se adelantaba a sus discípulos; ellos estaban asombrados y los que lo seguían tenían miedo. Entonces reunió nuevamente a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder:
"Ahora subimos a Jerusalén; allí el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos:
ellos se burlarán de él, lo escupirán, lo azotarán y lo matarán. Y tres días después, resucitará".
Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir".
El les respondió: "¿Qué quieren que haga por ustedes?".
Ellos le dijeron: "Concédenos sentarnos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria".
Jesús les dijo: "No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz que yo beberé y recibir el bautismo que yo recibiré?".
"Podemos", le respondieron. Entonces Jesús agregó: "Ustedes beberán el cáliz que yo beberé y recibirán el mismo bautismo que yo.
En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados".
Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos.
Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que aquellos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad.
Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes;
y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos.
Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud".




Leer el comentario del Evangelio por : San Efrén