martes, 31 de octubre de 2017

¿Dónde se conservan los fragmentos de la Cruz de Cristo?


Tres lugares en el mundo conservan esta preciada reliquia

El 14 de septiembre celebramos la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, día en que la Iglesia conmemora la veneración de las reliquias de la Cruz de Cristo. Éstas son recuerdos tangibles de nuestra fe, que nos sitúan en el tiempo histórico del que fueron parte y nos llevan a hacer memoria de nuestra entrega y fidelidad a Dios (como lo hacen las reliquias de los santos).
En el caso de los fragmentos del madero donde fue crucificado Jesús, la historia es la misma. Ante las reliquias de la Cruz del Señor no nos queda más que conmovernos, pues en ellas el amor venció a la muerte y encendió el mundo entero. Como dice esa hermosa frase de San Ignacio de Loyola: No hay mejor leña para encender el fuego del amor divino que el santo madero de la Cruz”.
Aprovechemos esta fiesta para recordar y agradecer por el misterio de la Cruz,que hasta hoy nos sigue enseñando cuál es la medida del verdadero amor a Dios y a nuestros hermanos. Y si tenemos la bendición de visitar los lugares donde están expuestas sus reliquias, venerémoslas con gran amor y devoción.
¡Recuerda que este recurso lo puedes compartir y utilizar para tu apostolado! 🙂

Martes de la trigésima semana del tiempo ordinario


Carta de San Pablo a los Romanos 8,18-25. 

Hermanos:
Yo considero que los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con la gloria futura que se revelará en nosotros.
En efecto, toda la creación espera ansiosamente esta revelación de los hijos de Dios.
Ella quedó sujeta a la vanidad, no voluntariamente, sino por causa de quien la sometió, pero conservando una esperanza.
Porque también la creación será liberada de la esclavitud de la corrupción para participar de la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Sabemos que la creación entera, hasta el presente, gime y sufre dolores de parto.
Y no sólo ella: también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente anhelando que se realice la redención de nuestro cuerpo.
Porque solamente en esperanza estamos salvados. Ahora bien, cuando se ve lo que se espera, ya no se espera más: ¿acaso se puede esperar lo que se ve?
En cambio, si esperamos lo que no vemos, lo esperamos con constancia.

Salmo 126(125),1-2ab.2cd-3.4-5.6. 
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía que soñábamos:
nuestra boca se llenó de risas
y nuestros labios, de canciones.

Hasta los mismos paganos decían:
“¡El Señor hizo por ellos grandes cosas!”.
¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros
y estamos rebosantes de alegría!

¡Cambia, Señor, nuestra suerte
como los torrentes del Négueb!
Los que siembran entre lágrimas
cosecharán entre canciones.

El sembrador va llorando
cuando esparce la semilla,
pero vuelve cantando
cuando trae las gavillas.


Evangelio según San Lucas 13,18-21. 
Jesús dijo entonces: "¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo?
Se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció, se convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se cobijaron en sus ramas".
Dijo también: "¿Con qué podré comparar el Reino de Dios?
Se parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa". 

lunes, 30 de octubre de 2017

La Iglesia acompaña a unos 60.000 presos en las cárceles españolas


La atención continúa tras el cumplimiento de la condena, a través de casas de acogida y distintos programas de ayuda
La Iglesia atendió en 2016 a unos 60.000 presos en España. Son datos de un informe elaborado por el Departamento de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal con datos de 74 de las 83 prisiones existentes, dado a conocer con motivo de la festividad de la Virgen de la Merced, patrona de los reclusos.
Para asistir a esas 56.569 registradas, junto a los capellanes católicos, colaboró un ejército de unos 2.000 voluntarios, de perfil mayoritariamente femenino (1.148 mujeres frente a 770 varones).
La ayuda a los presos se extiende en momentos de permiso o al complimiento de la condena. En las 67 casas de acogida de la Iglesia documentadas en el informe, fueron atendidas 2.711 personas, entre ellas unas 500 de religión musulmana. También este trabajo fue posible gracias al trabajo de los voluntarios, 421 en total.
Hubo en 2016 también programas de ayuda económica o bien de ropa, de los que se beneficiaron respectivamente 6.208 y 6.516 personas. En conjunto, la pastoral penitenciaria de las diócesis puso en marcha 951 programas, la mayoría dentro de prisión (829). Aproximadamente la mitad, 416, se dedicaron a satisfacer el derecho a la atención religiosa de los reclusos. A estos programas se suman otros 349 en el área social, no dirigidos específicamente a católicos, y 64 en el área jurídica.
Florencio Roselló, director Departamento de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Española, resalta en la presentación del informe «el gran compromiso que la iglesia española tiene con nuestro hermanos privados de libertad» y pone «en valor el esfuerzo de capellanes y delegados diocesanos que han hecho posible estos resultados».
«Hacemos mucho y bien –añade–, pero si no logramos reflejarlos en datos, son muchas veces gestiones y acciones invisibles, y esa es mi lucha y mi trabajo con algunos capellanes y delegados diocesanos, mostrar el rostro del evangelio en la cárcel a través de datos, no es vanagloria, es realidad y lectura, en los nuevos tiempos, del evangelio penitenciario».




Lunes de la trigésima semana del tiempo ordinario


Carta de San Pablo a los Romanos 8,12-17. 

Hermanos, nosotros no somos deudores de la carne, para vivir de una manera carnal.
Si ustedes viven según la carne, morirán. Al contrario, si hacen morir las obras de la carne por medio del Espíritu, entonces vivirán.
Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para volver a caer en el temor, sino el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios ¡Abba!, es decir, ¡Padre!
El mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios.
Y si somos hijos, también somos herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo, porque sufrimos con él para ser glorificados con él.

Salmo 68(67),2.4.6-7ab.20-21. 
¡Se alza Dios!
Sus enemigos se dispersan
y sus adversarios huyen delante de él.
Pero los justos se regocijan,

gritan de gozo delante de Dios
y se llenan de alegría.
Dios en su santa Morada
es padre de los huérfanos y defensor de las viudas:

él instala en un hogar a los solitarios
y hace salir con felicidad a los cautivos.
¡Bendito sea el Señor, el Dios de nuestra salvación!
El carga con nosotros día tras día;

él es el Dios que nos salva
y nos hace escapar de la muerte.

Evangelio según San Lucas 13,10-17. 
Un sábado, Jesús enseñaba en una sinagoga.
Había allí una mujer poseída de un espíritu, que la tenía enferma desde hacía dieciocho años. Estaba completamente encorvada y no podía enderezarse de ninguna manera.
Jesús, al verla, la llamó y le dijo: "Mujer, estás curada de tu enfermedad",
y le impuso las manos. Ella se enderezó en seguida y glorificaba a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la multitud: "Los días de trabajo son seis; vengan durante esos días para hacerse curar, y no el sábado".
El Señor le respondió: "¡Hipócritas! Cualquiera de ustedes, aunque sea sábado, ¿no desata del pesebre a su buey o a su asno para llevarlo a beber?
Y esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo aprisionada durante dieciocho años, ¿no podía ser librada de sus cadenas el día sábado?".
Al oír estas palabras, todos sus adversarios se llenaron de confusión, pero la multitud se alegraba de las maravillas que él hacía. 

domingo, 29 de octubre de 2017

Trigésimo Domingo del tiempo ordinario


Libro del Exodo 22,20-26. 

Éstas son las normas que el Señor dió a Moisés:
No maltratarás al extranjero ni lo oprimirás, porque ustedes fueron extranjeros en Egipto.
No harás daño a la viuda ni al huérfano.
Si les haces daño y ellos me piden auxilio, yo escucharé su clamor.
Entonces arderá mi ira, y yo los mataré a ustedes con la espada; sus mujeres quedará viudas, y sus hijos huérfanos.
Si prestas dinero a un miembro de mi pueblo, al pobre que vive a tu lado, no te comportarás con él como un usurero, no le exigirás interés.
Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, devuélveselo antes que se ponga el sol,
porque ese es su único abrigo y el vestido de su cuerpo. De lo contrario, ¿con qué dormirá? Y si él me invoca, yo lo escucharé, porque soy compasivo.

Salmo 18(17),2-3a.3bc-4.47.51a-51b. 
Yo te amo, Señor, mi fuerza,
Señor, mi Roca, mi fortaleza y mi libertador.

Mi Dios, el peñasco en que me refugio,
mi escudo, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoqué al Señor, que es digno de alabanza
y quedé a salvo de mis enemigos.

¡Viva el Señor! ¡Bendita sea mi Roca!
¡Glorificado sea el Dios de mi salvación !
El concede grandes victorias a su rey
y trata con fidelidad a su Ungido



Primera Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 1,5c-10. 
Hermanos:
Ya saben cómo procedimos cuando estuvimos allí al servicio de ustedes.
Y ustedes, a su vez, imitaron nuestro ejemplo y el del Señor, recibiendo la Palabra en medio de muchas dificultades, con la alegría que da el Espíritu Santo.
Así llegaron a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y Acaya.
En efecto, de allí partió la Palabra del Señor, que no sólo resonó en Macedonia y Acaya: en todas partes se ha difundido la fe que ustedes tienen en Dios, de manera que no es necesario hablar de esto.
Ellos mismos cuentan cómo ustedes me han recibido y cómo se convirtieron a Dios, abandonando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero,
y esperar a su Hijo, que vendrá desde el cielo: Jesús, a quien él resucitó y que nos libra de la ira venidera.

Evangelio según San Mateo 22,34-40. 
Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron con Él,
y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
"Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?".
Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu.
Este es el más grande y el primer mandamiento.
El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas". 

sábado, 28 de octubre de 2017

San Judas Tadeo: ¿Qué significan los símbolos que porta?

San Judas Tadeo / Foto: Flickr Lawrence OP (CC-BY-NC-ND-2.0)

San Judas Tadeo fue uno de los apóstoles de Jesús –no es Judas Iscariote el traidor –y es conocido como el patrono de las causas imposibles.
En muchas iglesias y santuarios se puede encontrar un cuadro o una pintura suya donde se puede apreciar que el santo porta una serie de símbolos. Aquí presentamos una explicación de ellos:
1.- La medalla
La medalla dorada que lleva el santo en el pecho es una efigie de Jesús conocida como la “Imagen de Edesa”.
Según la tradición, el rey Abgaro V de Edesa –localidad situada en la actual Turquía –estaba muy enfermo y tras escuchar las curaciones milagrosas que hacía Cristo, mandó llamarlo para que Él lo sanara.
Jesús se colocó un pedazo de tela en su rostro para que su imagen se imprimiera y le pidió a San Judas Tadeo que se la llevara al soberano. Cuando este recibió la tela, quedó totalmente curado. Esta reliquia se conserva actualmente en el Vaticano.
2.- La llama sobre la cabeza
San Judas Tadeo estuvo junto con los apóstoles y la Virgen María cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos.  
El capítulo dos del libro de los Hechos de los Apóstoles narra que “se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo”. (Hechos 2, 3-4).
3.- La prenda de color verde
La prenda de color verde que el santo viste representa la esperanza y la renovación.
Este color recuerda a la primavera, la estación donde las flores brotan y las plantas se tornan verdes.
4.- El mazo y el hacha
En algunas pinturas y esculturas, San Judas Tadeo aparece portando un hacha o un mazo. Según la tradición, sus verdugos lo mataron al golpearlo con un mazo en la cabeza y luego se la cortaron con un hacha.
5.- Palma del martirio
Los romanos consideraban la palma como un símbolo de triunfo en tiempos de guerra y los primeros cristianos lo adoptaron como un signo de la victoria sobre la muerte.
San Judas Tadeo lleva la palma en su brazo derecho porque fue martirizado junto con San Simón.
6.- El libro
Otra de las imágenes de San Judas Tadeo lo representa con un libro o un rollo de papel en la mano. Esto hace alusión a la Epístola o Carta de Judas que está incluida en el Nuevo Testamento y cuya autoría se le atribuye a este santo.
El texto fue escrito entre los años 62-65, antes de la caída de Jerusalén. La carta no está dirigida a nadie en particular y trata sobre los falsos maestros y la pureza de la fe.

28 de octubre: San Judas Tadeo, patrono de las causas imposibles

28 de octubre: San Judas Tadeo, patrono de las causas imposibles

Hoy la Iglesia celebra la fiesta de San Judas Tadeo, uno de los apóstoles de Jesús (no el Iscariote) que es presentado en los Evangelios como "hermano de Santiago", patrono de las causas imposibles.
Probablemente era hermano de Santiago el Menor y primo de Jesús. Se le atribuye la epístola que lleva su nombre, donde se presenta a  sí mismo como servidor de Jesucristo y hermano de Santiago. 
Predicó en Mesopotamia y luego marchó a Persia, donde junto a Simón sufrieron el martirio en la ciudad de Suanis, según la tradición recogida por el martirologio romano.
En sus Revelaciones, Santa Brígida cuenta que el Señor Jesús la exhorta a que cuando necesitara conseguir ciertos favores los pidiera por medio de este apóstol. Es por ello que la devoción a San Judas Tadeo es muy grande dentro de la piedad popular, a causa de los numerosos favores que por su intercesión le son concedidos a quienes le rezan con fe.
Se le representa con una imagen de Cristo en el pecho, a causa de su parentesco con el Señor, de quien la tradición cuenta que era muy parecido. También se le representa con un mazo, pues según la tradición le dieron muerte con este instrumento de un golpe en la cabeza, para luego cortársela con un hacha.
Su fiesta se celebra el 28 de Octubre, junto con la fiesta de San Simón.
No es patrono de delincuentes ni narcos y su culto no es compatible con la llamada “Santa Muerte”
En el año 2008 y mediante un comunicado la Arquidiócesis primada de México aclaró que San Judas Tadeo no es el "santo" de los delincuentes o narcotraficantes; y que la llamada "santa muerte" no es una devoción compatible con la identidad católica.
En el comunicado titulado "San Judas Tadeo y algunas desviaciones de su culto", la Arquidiócesis explicó que "por todos es sabido que muchas personas que delinquen consideran a San Judas como su santo patrono", este santo "de ningún modo se vería en el cielo intercediendo ante Dios a favor de quienes actúan en forma contraria a los mandamientos de Cristo, entre ellos, violentando los preceptos de No Matarás, No robarás, No cometerás adulterio".
La Arquidiócesis señaló que la Iglesia alienta las manifestaciones populares de auténtica devoción; pero aclaró que es su obligación señalar que "en algunos casos existen serias incompatibilidades" con las enseñanzas católica.
El comunicado aclaró que la devoción a San Judas Tadeo "es totalmente contraria al culto a la llamada “Santa Muerte”, pues “Cristo mismo venció a la muerte al resucitar glorioso del sepulcro, prometiendo vida eterna para quienes cumplen con los mandamientos de la ley de Dios".
El culto a la "Santa Muerte", vinculado a prácticas de brujería e intensificado en la cercanía de la fiesta de los Fieles Difuntos, se ha popularizado en los últimos años en algunas regiones de México.
El comunicado señaló que "la Biblia claramente señala que no se puede servir a dos amos, de modo que quienes buscan a Cristo a través de su amor a San Judas Tadeo, deben estar conscientes de que ante todo, deben cumplir con los mandamientos que el Señor nos dio. De otra forma, se cae en la aberración y en el absurdo".

Oración a san Judas Tadeo para pedir trabajo

“Consígueme un trabajo en que me realice como humano y que a mi familia no le falte lo necesario…”

San Judas Tadeo, intercesor de todo problema difícil: consígueme un trabajo en que me realice como humano y que a mi familia no le falte lo necesario en ningún aspecto de la vida, que lo conserve a pesar de las circunstancias y problemas adversos.
 
Que en él progrese mejorando siempre mi calidad y gozando de salud y fuerza. Y que día a día trate de ser útil a cuantos me rodean. Asocio tu intercesión a la Sagrada Familia, de la cual eres pariente y prometo difundir tu devoción como expresión de mi gratitud a tus favores. Amén.

Fiesta de san Simón y san Judas, apóstoles


Carta de San Pablo a los Efesios 2,19-22. 

Hermanos:
Ustedes ya no son extranjeros ni huéspedes, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios.
Ustedes están edificados sobre los apóstoles y los profetas, que son los cimientos, mientras que la piedra angular es el mismo Jesucristo.
En él, todo el edificio, bien trabado, va creciendo para constituir un templo santo en el Señor.
En él, también ustedes son incorporados al edificio, para llegar a ser una morada de Dios en el Espíritu.

Salmo 19(18),2-3.4-5. 
El cielo proclama la gloria de Dios
y el firmamento anuncia la obra de sus manos;
un día transmite al otro este mensaje

y las noches se van dando la noticia.
Sin hablar, sin pronunciar palabras,
sin que se escuche su voz,

resuena su eco por toda la tierra
y su lenguaje, hasta los confines del mundo.
Allí puso una carpa para el sol


Evangelio según San Lucas 6,12-19. 
Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles:
Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé,
Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote,
Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón,
para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados;
y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos. 

viernes, 27 de octubre de 2017

¿Qué rezar, cuando el mundo se derrumba alrededor?

Oración de protección en desastres o tragedias en una ciudad, pueblo o país

Señor, en este momento ruego por tu protección
sobre aquellas familias que han sido afectadas
por este desastre natural o tragedia que ha ocurrido,
Ten misericordia de ellos, Dios,
permite que puedan conseguir la forma
de salir hasta un lugar seguro y resguardado.

Señor, en tu amor protege a los niños
y a los ancianos, que puedan estar en buena salud.
Te ruego por aquellas personas que están enfermas,
heridas o afectadas psicológicamente,
pon tu mano de sanidad sobre ellos,
que puedan recuperarse con prontitud,
provee para ellos las medicinas,
la atención médica a tiempo
y que tengas personas dispuestas
y disponibles para ayudarlos en estos momentos
de crisis y de mucha angustia.

Señor, sabemos que podemos contar contigo
aún en los momentos más duros,
ayuda en estos momentos a las familias
que se han quedado sin hogar,
sin un sitio para refugiarse del frío,
de la lluvia y el sol.

Padre santo, ten misericordia y
permite que los vecinos y otras personas
se soliradicen con ellos y los ayuden
proveyendo un lugar para pasar la noche.

Dios nuestro, da tu provisión
a estas familias afectadas por esta tragedia,
que puedan tener alimento cada día,
pañales para los niños y ancianos,
ropa para estar protegidos del frío
y todo lo demás que necesitan
para vivir y seguir adelante.

Señor, pon esperanza en las mentes
de estas personas que están sufriendo,
abrázalos con tu amor y tu bondad,
haz que puedan orar y confiar en ti,
abre puertas para ellos para que puedan
salir adelante a pesar de esta crisis.

Señor, te ruego por aquellos
que han perdido algún familiar
en esta tragedia, que los ha desconsolado,
dales consuelo y fuerza para seguir,
que tu fortaleza les sostenga en paz,
que encuentren también gente
que les acompañe y les apoye.

Padre amoroso, no entendemos
muchas cosas que suceden
pero sabemos que ayudarás
a estas personas que sufren
por haber estado en este desastre natural.

Ten misericordia y manifiesta tu gran poder
en medio de toda esta grave situación
de esta ciudad, pueblo o país.
Gracias porque podemos contar contigo
aún cuando estamos angustiados
en ti encontramos esperanza y alivio
para el dolor y la angustia.
En el nombre de Jesús presento esta oración, amén.

Artículo publicado por oracionesdefamilia.com

Viernes de la vigésima novena semana del tiempo ordinario


Carta de San Pablo a los Romanos 7,18-25a. 

Porque sé que nada bueno hay en mí, es decir, en mi carne. En efecto, el deseo de hacer el bien está a mi alcance, pero no el realizarlo.
Y así, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero.
Pero cuando hago lo que no quiero, no soy yo quien lo hace, sino el pecado que reside en mí.
De esa manera, vengo a descubrir esta ley: queriendo hacer el bien, se me presenta el mal.
Porque de acuerdo con el hombre interior, me complazco en la Ley de Dios,
pero observo que hay en mis miembros otra ley que lucha contra la ley de mi razón y me ata a la ley del pecado que está en mis miembros.
¡Ay de mí! ¿Quién podrá librarme de este cuerpo que me lleva a la muerte?
¡Gracias a Dios, por Jesucristo, nuestro Señor! En una palabra, con mi razón sirvo a la Ley de Dios, pero con mi carne sirvo a la ley del pecado.

Salmo 119(118),66.68.76.77.93.94. 
Enséñame la discreción y la sabiduría,
porque confío en tus mandamientos.
Tú eres bueno y haces el bien:
enséñame tus mandamientos.

Que tu misericordia me consuele,
de acuerdo con la promesa que me hiciste.
Que llegue hasta mí tu compasión, y viviré,
porque tu ley es toda mi alegría.

Nunca me olvidaré de tus preceptos:
por medio de ellos, me has dado la vida.
Sálvame, porque yo te pertenezco
y busco tus preceptos.


Evangelio según San Lucas 12,54-59. 
Jesús dijo a la multitud:
"Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede.
Y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede.
¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente?
¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo?
Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel.
Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo." 

jueves, 26 de octubre de 2017

El mejor negocio de tu vida es salvar tu alma


Lourdes, 18 de febrero de 1858, la santísima Virgen María se le aparece a una jovencita de 14 años, Bernardita Soubirous, en las afueras de Lourdes. Es una niña pobre y sencilla.  La Virgen entre otras cosas le confía:
“Yo te prometo que serás muy feliz, no en este mundo, sino en el otro”.
¿Qué significaban estas palabras tan sobrecogedoras? A menudo pienso en ellas.
Ante esta revelación ¿qué pensar?
Como sabes me encanta leer libros sobre las vidas de los santos. También disfruto mucho sus escritos porque me enseñan el camino que recorrieron para llegar a la santidad. Sus temores, inquietudes y el tipo de vida que llevaron.
Casi todos sin excepción tuvieron que pasar grandes y dolorosas pruebas, desde la incomprensión, la burla, hasta el dolor físico. Y sin embargo nunca perdieron la humildad ni la alegría de su espíritu. Es algo que siempre me ha llamado la atención.
También me intriga su confianza plena, absoluta en Dios. Se abandonaron en las manos de Dios aceptando en todo momento su santa voluntad.
Los mejores ejemplos los tenemos en la vida de grandes santos como el padre Pío y san Francisco de Asís.
¿Qué los impulsaba? ¿Cómo podían conservar  la alegría? ¿Por qué perseveraron en la fe?
Sabemos que eran personas de oración. Pasaban largas jornadas rezando, en la presencia de Dios. Pero había algo más… ¿Qué era?
Hoy que fui por la tarde a misa en la Iglesia de Lourdes, en Panamá. Iba pensando estas cosas, reflexionando, tratando de comprender.  Ya sabes lo testarudo que soy y a menudo entiendo muy poco.  Iba a iniciar la Eucaristía y de pronto me percaté que tenía frente a mí la solución a mi inquietud. Todo estaba tan claro y yo no lo veía. La respuesta la encontré en las palabras de la Virgen a santa Bernardita.
“Te prometo que serás feliz en el otro mundo”.
Y pensé:
“Nuestra patria es el cielo. La vida actual es un viaje largo y cansado.  Pero nos espera el Paraíso”.
Nos aferramos tanto a lo material, lo pasajero, que olvidamos alimentar nuestra alma, que es eterna.
Y justamente en la misa trataron este tema. Cómo pasamos nuestras vidas sufriendo por tener más, buscando una riqueza que al final no podremos llevar con nosotros. Job dijo algo que te hace pensar:
«Desnudo salí del seno de mi madre, desnudo allá volveré Yavé me lo dio, Yavé me lo ha quitado, ¡que su nombre sea bendito!” (Job, 1, 21)
¿Qué les daba esperanzas y alegría a estos santos? No se aferraron a las cosas materiales sino a las espirituales. Anhelaban en todo momento cumplir la santa voluntad de Dios. Y sobre todo…
Tenían la mirada puesta en el cielo.
Cuando se desanimaban por las grandes pruebas que debían pasar, para recuperar el buen ánimo les bastaba pensar en el Amor infinito de Dios y las maravillas que podrían encontrar en el Paraíso, viviendo eternamente en la dulce presencia del Padre.
Piénsalo: Todo en este mundo es pasajero. Todo pasará. Puedes ahorrar toda tu vida, hacer grandes negocios, y al final no te llevas nada contigo, salvo tus buenas obras.
“¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma? (San Mateo 15, 26)
 No recuerdo dónde leí estas sabias palabras: “El mejor negocio de tu vida es salvar tu alma y ganar almas para Cristo”. Son muy ciertas. Y me mueven a reflexionar en mi vida y lo que estoy haciendo con ella. También me hacen recordar aquella hermosa canción que cantábamos de niños:
Nos hallamos aquí en este mundo,
este mundo que tu amor nos dio;
mas la meta no está en esta tierra:
es un cielo que está más allá.

SOMOS LOS PEREGRINOS,
QUE VAMOS HACIA EL CIELO,
LA FE NOS ILUMINA:
NUESTRO DESTINO NO SE HALLA AQUÍ.
LA META ESTÁ EN LO ETERNO,
NUESTRA PATRIA ES EL CIELO.

Jueves de la vigésima novena semana del tiempo ordinario


Carta de San Pablo a los Romanos 6,19-23. 

Voy a hablarles de una manera humana, teniendo en cuenta la debilidad natural de ustedes. Si antes entregaron sus miembros, haciéndolos esclavos de la impureza y del desorden hasta llegar a sus excesos, pónganlos ahora al servicio de la justicia para alcanzar la santidad.
Cuando eran esclavos del pecado, ustedes estaban libres con respecto de la justicia.
Pero, ¿Qué provecho sacaron entonces de las obras que ahora los avergüenzan? El resultado de esas obras es la muerte.
Ahora, en cambio, ustedes están libres del pecado y sometidos a Dios: el fruto de esto es la santidad y su resultado, la Vida eterna.
Porque el salario del pecado es la muerte, mientras que el don gratuito de Dios es la Vida eterna, en Cristo Jesús, nuestro Señor.

Salmo 1,1-2.3.4.6. 
¡Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor
y la medita de día y de noche!

El es como un árbol
plantado al borde de las aguas,
que produce fruto a su debido tiempo,
y cuyas hojas nunca se marchitan:
todo lo que haga le saldrá bien.

No sucede así con los malvados:
ellos son como paja que se lleva el viento.
Porque el Señor cuida el camino de los justos,
pero el camino de los malvados termina mal.



Evangelio según San Lucas 12,49-53. 
Jesús dijo a sus discípulos:
"Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!
Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente!
¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división.
De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres:
el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra". 

miércoles, 25 de octubre de 2017

Miércoles de la vigésima novena semana del tiempo ordinario


Carta de San Pablo a los Romanos 6,12-18. 

No permitan que el pecado reine en sus cuerpos mortales, obedeciendo a sus malos deseos.
Ni hagan de sus miembros instrumentos de injusticia al servicio del pecado, sino ofrézcanse ustedes mismos a Dios, como quienes han pasado de la muerte a la Vida, y hagan de sus miembros instrumentos de justicia al servicio de Dios.
Que el pecado no tenga más dominio sobre ustedes, ya que no están sometidos a la Ley, sino a la gracia.
¿Entonces qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos sometidos a la Ley sino a la gracia? ¡De ninguna manera!
¿No saben que al someterse a alguien como esclavos para obedecerle, se hacen esclavos de aquel a quien obedecen, sea del pecado, que conduce a la muerte, sea de la obediencia que conduce a la justicia?
Pero gracias a Dios, ustedes, después de haber sido esclavos del pecado, han obedecido de corazón a la regla de doctrina, a la cual fueron confiados,
y ahora, liberados del pecado, han llegado a ser servidores de la justicia.

Salmo 124(123),1-3.4-6.7-8. 
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
– que lo diga Israel –
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando los hombres se alzaron contra nosotros,

nos habrían devorado vivos.
Cuando ardió su furor contra nosotros,
las aguas nos habrían inundado,
un torrente nos habría sumergido,

nos habrían sumergido las aguas turbulentas.
¡Bendito sea el Señor, que no nos entregó
como presa de sus dientes!
Nuestra vida se salvó como un pájaro

de la trampa del cazador:
la trampa se rompió y nosotros escapamos.
Nuestra ayuda está en el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.


Evangelio según San Lucas 12,39-48. 
Jesús dijo a sus discípulos: "Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada".
Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?".
El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno?
¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo!
Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
Pero si este servidor piensa: 'Mi señor tardará en llegar', y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse,
su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles.
El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo.
Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más." 

martes, 24 de octubre de 2017

Martes de la vigésima novena semana del tiempo ordinario


Carta de San Pablo a los Romanos 5,12.15b.17-19.20b-21. 

Hermanos:
Por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron.
Pero no hay proporción entre el don y la falta. Porque si la falta de uno solo provocó la muerte de todos, la gracia de Dios y el don conferido por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, fueron derramados mucho más abundantemente sobre todos.
En efecto, si por la falta de uno solo reinó la muerte, con mucha más razón, vivirán y reinarán por medio de un solo hombre, Jesucristo, aquellos que han recibido abundantemente la gracia y el don de la justicia.
Por consiguiente, así como la falta de uno solo causó la condenación de todos, también el acto de justicia de uno solo producirá para todos los hombres la justificación que conduce a la Vida.
Y de la misma manera que por la desobediencia de un solo hombre, todos se convirtieron en pecadores, también por la obediencia de uno solo, todos se convertirán en justos.
Es verdad que la Ley entró para que se multiplicaran las transgresiones, pero donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia.
Porque así como el pecado reinó produciendo la muerte, también la gracia reinará por medio de la justicia para la Vida eterna, por Jesucristo, nuestro Señor.

Salmo 40(39),7-8a.8b-9.10.17. 
Tú no quisiste víctima ni oblación;
pero me diste un oído atento;
no pediste holocaustos ni sacrificios,
entonces dije: “Aquí estoy.


En el libro de la Ley está escrito
lo que tengo que hacer:
yo amo, Dios mío, tu voluntad,

y tu ley está en mi corazón».
Proclamé gozosamente tu justicia
en la gran asamblea;
no, no mantuve cerrados mis labios,

Tú lo sabes, Señor.
Que se alegren y se regocijen en ti
todos los que te buscan,
y digan siempre los que desean tu victoria:

“¡Qué grande es el Señor!”.

Evangelio según San Lucas 12,35-38. 
Jesús dijo a sus discípulos: "Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas.
Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta.
¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlo.
¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!" 

lunes, 23 de octubre de 2017

Lunes de la vigésima novena semana del tiempo ordinario


Carta de San Pablo a los Romanos 4,20-25. 

El no dudó de la promesa de Dios, por falta de fe, sino al contrario, fortalecido por esa fe, glorificó a Dios,
plenamente convencido de que Dios tiene poder para cumplir lo que promete.
Por eso, la fe le fue tenida en cuenta para su justificación.
Pero cuando dice la Escritura: Dios tuvo en cuenta su fe, no se refiere únicamente a Abraham, sino también a nosotros,
que tenemos fe en aquel que resucitó a nuestro Señor Jesús,
el cual fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación.

Evangelio según San Lucas 1,69-70.71-72.73-75. 
Nos ha dado un poderoso Salvador
en la casa de David, su servidor,
como lo había anunciado mucho tiempo antes
por boca de sus santos profetas.

Para salvarnos de nuestros enemigos
y de las manos de todos los que nos odian.
Así tuvo misericordia de nuestros padres
y se acordó de su santa Alianza,

Se acordó del juramento que hizo a nuestro padre Abraham
de concedernos que, libres de temor,
arrancados de las manos de nuestros enemigos,
lo sirvamos en santidad y justicia
bajo su mirada, durante toda nuestra vida.



Evangelio según San Lucas 12,13-21. 
En aquel tiempo:
Uno de la multitud le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia".
Jesús le respondió: "Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?".
Después les dijo: "Cuídense de toda avaricia, porque aún en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas".
Les dijo entonces una parábola: "Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho,
y se preguntaba a sí mismo: '¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha'.
Después pensó: 'Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes,
y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida'.
Pero Dios le dijo: 'Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?'.
Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios". 

domingo, 22 de octubre de 2017

¿Santa Teresa de Ávila fue la inventora de las papas fritas?


También los belgas, los franceses y los neoyorquinos se disputan la invención del famoso plato

Según el profesor de historia del arte y fundador del singular museo de las papas fritas “Friet Museum” el belga Paul Ilegems da como casi seguro que fue Santa Teresa la inventora de esta popular comida rápida, basándose en una carta que la santa enviaba a la madre superiora del convento del Carmen en Sevilla, para agradecerle del envío de las papas y otras viandas, con fecha 19 de diciembre de 1577. En ella dice: “La suya recibí, y con ella las patatas y el pipote y siete limones. Todo vino muy bueno”.
Pero el periodista y crítico gastronómico Cristino Álvarez, en un artículo opina que no cree que esta teoría sea probable, afirmando: “Nunca probó este tubérculo ya que la patata a que se refiere la santa, es la llamada patata de Málaga o batata, un tubérculo que trajo ya Colón de Haití a la vuelta de su primer viaje mientras que hubo que esperar medio siglo para tener noticias de la patata propiamente dicha.”
Lo que si se da por cierto es que hay datos, a partir de 1573, en los libros de cuentas de un hospital, el cual registraba que recibía este nutritivo tubérculo con tantas propiedades alimenticias y curativas de uno de los conventos de las Carmelitas Descalzas, orden fundada por Teresa de Ávila.
Ahora bien, el mismo Paul Ilegems da una segunda teoría, que quizás las papas fueron inventados por unos pescadores belgas acostumbrados a freír pescaditos hicieron lo mismo cuando llegaron a sus manos las primeras papas en el año 1650.
Esto es lo que dicen los belgas, pero los franceses no están muy de acuerdo con ellos, pues se adjudican a sí mismos la invención de los famosos “french fries”. Ellos aseguran que ya a fines del siglo XVIII, sobre el Pont Neuf de París, se veían vendedores de esta delicia, que las preparaban a la vista de sus clientes dentro de braseros y sartenes.​
Lo cierto está que el nombre popular de las papas fritas justamente era en idioma francés, a lo que los belgas explicaron que el término se hizo popular durante la primera guerra mundial, cuando sus soldados, que usaban el francés para comunicarse, ofrecieron las papas fritas a los soldados norteamericanos, que las bautizaron de este modo. Esta disputa se refiere a las conocidas papas fritas que, cortadas en formas de bastoncitos, se hacen freír en bastante aceite o, en algunos casos, manteca.
Pero las papas fritas cortadas muy finas y de forma redonda, muy conocidas por “chips”, surgieron por accidente en el año 1853 en un restaurante de Nueva York. El chef de dicho restaurante, ante las continuas quejas de un cliente que siempre lo recriminaba por no cortar las papas fritas lo suficientemente finas, decidió darle una lección cortándolas excesivamente delgadas, de manera que no pudieran pincharse con el tenedor. El resultado fue todo lo contrario al esperado, el cliente quedó sorprendido y completamente satisfecho y pronto todos los clientes empezaron a pedir aquella nueva y extraña especialidad.
¿Entonces las papas fritas es invento de Santa Teresa de Ávila, de los belgas, de los franceses o de los neoyorquinos? Imposible saberlo. Lo cierto está que este famoso plato hecho con la papa, tubérculo originario de América es mundialmente conocido y aunque todos las podemos hacer en casa, el gustarlas bien crujientes y doradas tiene sus secretos. Aquí te van algunos:
Pelar las papas y enjuagarlas muy bien, al menos cinco veces con agua fría cada trozo, para remover el exceso de almidón. De lo contrario se pegaran unas a otras. Este procedimiento también ayuda a conseguir papas bien crujientes.
Secarlas muy bien con un paño de cocina
Calentar una buena cantidad de aceite, una cocción correcta está garantizada cuando las papas están completamente sumergidas.
Cocinarlas dos veces, para la primera cocción la temperatura del aceite debe tener entre 120°C y 150°C, freírlas, sacarlas más bien blancuzcas y dejarlas enfriar por algunos minutos y luego volverlas a cocinar, pero esta vez con el aceite más caliente, a 175°C, para la segunda. Para saber la temperatura justa, arroja un pedacito de pan a la sartén. Si se queda en el fondo está alrededor de los 150°, si sube rápidamente ronda los 175°.
Salar las papas fritas apenas salen de la sartén. Esto ayuda a que se absorba el excedente de aceite y queden bien crujientes. Si agregas la sal antes de la cocción, corres el riesgo de que la papa se ablande.
Solo te queda gustarlas solo con sal o con el aderezo que más te guste. Existe una gran variedad de salsas y aderezos dependiendo el país o zona donde te encuentres, muchas creadas exclusivamente para este plato. Pero… ¡Ojo! Recuerda que una porción promedio de papas fritas, de unos 200 gramos, aporta 760 calorías…

Vigésimo noveno Domingo del tiempo ordinario


Libro de Isaías 45,1.4-6. 

Así habla el Señor a su ungido,
a Ciro, a quien tomé de la mano derecha,
para someter ante él a las naciones
y desarmar a los reyes
para abrir ante él las puertas de las ciudades,
de manera que no puedan cerrarse.
Por amor a Jacob, mi servidor,
y a Israel, mi elegido,
yo te llamé por tu nombre,
te di un título insigne,
sin que tú me conocieras.
Yo soy el Señor, y no hay otro,
no hay ningún Dios fuera de mí.
Yo te hice empuñar las armas,
sin que tú me conocieras,
para que se conozca,
desde el Oriente y el Occidente,
que no hay nada fuera de mí.
Yo soy el Señor, y no hay otro.

Salmo 96(95),1.3.4-5.7-8.9-10a.10c. 
Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
Anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos.

Porque el Señor es grande
y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Los dioses de los pueblos

no son más que apariencia,
pero el Señor hizo el cielo.
Aclamen al Señor, familias de los pueblos,
aclamen la gloria y el poder del Señor;

aclamen la gloria del nombre del Señor.
Entren en sus atrios trayendo una ofrenda.
adoren al Señor al manifestarse su santidad:
¡que toda la tierra tiemble ante él!

Digan entre las naciones: “¡El Señor reina!

El Señor juzgará a los pueblos con rectitud”.



Primera Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 1,1-5b. 
Pablo, Silvano y Timoteo saludan a la Iglesia de Tesalónica, que está unida a Dios Padre y al Señor Jesucristo. Llegue a ustedes la gracia y la paz.
Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes, cuando los recordamos en nuestras oraciones,
y sin cesar tenemos presente delante de Dios, nuestro Padre, cómo ustedes han manifestado su fe con obras, su amor con fatigas y su esperanza en nuestro Señor Jesucristo con una firme constancia.
Sabemos, hermanos amados por Dios, que ustedes han sido elegidos.
Porque la Buena Noticia que les hemos anunciado llegó hasta ustedes, no solamente con palabras, sino acompañada de poder, de la acción del Espíritu Santo y de toda clase de dones.

Evangelio según San Mateo 22,15-21. 
Los fariseos se reunieron entonces para sorprender a Jesús en alguna de sus afirmaciones.
Y le enviaron a varios discípulos con unos herodianos, para decirle: "Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios, sin tener en cuenta la condición de las personas, porque tú no te fijas en la categoría de nadie.
Dinos qué te parece: ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?".
Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: "Hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa?
Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto". Ellos le presentaron un denario.
Y él les preguntó: "¿De quién es esta figura y esta inscripción?".
Le respondieron: "Del César". Jesús les dijo: "Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios". 

sábado, 21 de octubre de 2017

Sábado de la vigésima octava semana del tiempo ordinario


Carta de San Pablo a los Romanos 4,13.16-18. 

Hermanos:
En efecto, la promesa de recibir el mundo en herencia, hecha a Abraham y a su posteridad, no le fue concedida en virtud de la Ley, sino por la justicia que procede de la fe.
Por eso, la herencia se obtiene por medio de la fe, a fin de que esa herencia sea gratuita y la promesa quede asegurada para todos los descendientes de Abraham, no sólo los que lo son por la Ley, sino también los que lo son por la fe. Porque él es nuestro padre común,
como dice la Escritura: Te he constituido padre de muchas naciones. Abraham es nuestro padre a los ojos de aquel en quien creyó: el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia a las cosas que no existen.
Esperando contra toda esperanza, Abraham creyó y llegó a ser padre de muchas naciones, como se le había anunciado: Así será tu descendencia.

Salmo 105(104),6-7.8-9.42-43. 
Descendientes de Abraham, su servidor,
hijos de Jacob, su elegido:
el Señor es nuestro Dios,
en toda la tierra rigen sus decretos.

El se acuerda eternamente de su alianza,
de la palabra que dio por mil generaciones,
del pacto que selló con Abraham,
del juramento que hizo a Isaac.

Él se acordó de la palabra sagrada,
que había dado a Abraham, su servidor,
e hizo salir a su pueblo con alegría,
a sus elegidos, entre cantos de triunfo


Evangelio según San Lucas 12,8-12. 
Les aseguro que aquel que me reconozca abiertamente delante de los hombres, el Hijo del hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios.
Pero el que no me reconozca delante de los hombres, no será reconocido ante los ángeles de Dios.
Al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.
Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir,
porque el Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que deban decir". 

viernes, 20 de octubre de 2017

Así es como un padre bendice a sus hijos

Una antigua tradición cristiana que puedes repetir cada día

Los padres tienen la importante tarea de guiar a sus hijos hasta Dios. El Catecismo de la Iglesia Católica explica cómo “por la gracia del sacramento del matrimonio, los padres han recibido la responsabilidad y el privilegio de evangelizar a sus hijos. Desde su primera edad, deberán iniciarlos en los misterios de la fe, de los que ellos son para sus hijos los ‘primeros […] heraldos de la fe’” (CIC 2225).
Sin duda, no es una tarea fácil y, en ocasiones hasta puede parecer infructuosa. A veces no conoceremos el efecto que tuvimos sobre nuestros hijos hasta muchos años más tarde.
Una parte importante de “evangelizar” a nuestros hijos es bastante simple y muy antigua. Se llama “Bendición paterna” y consiste en la capacidad de invocar la bendición de Dios sobre nuestros hijos. Como padres, tenemos una responsabilidad especial y el deber de confiar nuestros hijos a Dios, de modo que nuestras oraciones tienen un doble efecto sobre ellos. Dios nos los ha dado y es nuestro deber devolverlos a Dios.
Encontramos ejemplos de este tipo de bendición por todo el Antiguo Testamento. Uno de los ejemplos más conocidos es la bendición de Isaac sobre su hijo Jacob (cf. Génesis 27). Hay muchos otros ejemplos en el Antiguo Testamento y por esta razón muchas personas usan estas bendiciones para sus propios hijos.
Una bendición que se usa con frecuencia viene del libro de Números y se la conoce como Bendición aarónica: “Que el Señor te bendiga y te proteja. Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y muestre su gracia. Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz” (Números 6,24-26).
Encontramos otra bendición en el libro de Tobías, donde Tobit ofrece a su hijo Tobías una bendición antes de que parta en su viaje: “El Dios que está en el cielo los proteja y los haga volver a mi lado sanos y salvos. ¡Que su ángel los acompañe con su protección, hijo mío!” (Tobías 5,17).
Una manera sencilla de realizar esta bendición es tomar un poco de agua bendita (si hay disponible) y marcar la señal de la cruz en la frente de tu hijo (o simplemente colocar tu mano en su cabeza). Al mismo tiempo, puedes rezar cualquiera de las oraciones anteriores o decir sencillamente: “Que Dios te bendiga en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.
La fórmula de la oración no está escrita en piedra, así que un padre o una madre pueden utilizar una oración espontánea para bendecir a sus hijos. La parte importante es invocar la bendición de Dios sobre ellos, reconocer el poder que Dios nos ha concedido como padres.
Esta bendición se pronuncia normalmente antes de acostarse, pero también puede usarse antes de que los niños vayan a la escuela, se suban al autobús o se vayan de viaje. Te confortará saber que Dios está con ellos cuando salen de casa y que un ángel les acompaña a cada paso del camino.
No es fácil ser padres; educarles en la fe puede parecer una tarea insuperable. Sin embargo, con la ayuda de Dios, todo es posible.

Viernes de la vigésima octava semana del tiempo ordinario


Carta de San Pablo a los Romanos 4,1-8. 

¿Y qué diremos de Abraham, nuestro padre según la carne?
Si él hubiera sido justificado por las obras tendría de qué gloriarse, pero no delante de Dios.
Porque, ¿qué dice la Escritura?: Abraham creyó en Dios y esto le fue tenido en cuenta para su justificación.
Ahora bien, al que trabaja no se le da el salario como un regalo, sino como algo que se le debe.
Pero al que no hace nada, sino que cree en aquel que justifica al impío, se le tiene en cuenta la fe para su justificación.
Por eso David proclama la felicidad de aquel a quien Dios confiere la justicia sin las obras, diciendo:
Felices aquellos a quienes fueron perdonadas sus faltas y cuyos pecados han sido cubiertos.
Feliz el hombre a quien Dios no le tiene en cuenta su pecado.

Salmo 32(31),1-2.5.11. 
¡Feliz el que ha sido absuelto de su pecado
y liberado de su falta!
¡Feliz el hombre a quien el Señor
no le tiene en cuenta las culpas,

y en cuyo espíritu no hay doblez!
Pero yo reconocí mi pecado,
no te escondí mi culpa,
pensando: “Confesaré mis faltas al Señor”.

¡Y tú perdonaste mi culpa y mi pecado!
¡Alégrense en el Señor, regocíjense los justos!
¡Canten jubilosos los rectos de corazón!



Evangelio según San Lucas 12,1-7. 
Se reunieron miles de personas, hasta el punto de atropellarse unos a otros. Jesús comenzó a decir, dirigiéndose primero a sus discípulos: "Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.
No hay nada oculto que no deba ser revelado, ni nada secreto que no deba ser conocido.
Por eso, todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad, será escuchado en pleno día; y lo que han hablado al oído, en las habitaciones más ocultas, será proclamado desde lo alto de las casas.
A ustedes, mis amigos, les digo: No teman a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer nada más.
Yo les indicaré a quién deben temer: teman a quel que, despues de matar, tiene el poder de arrojar a la Gehena. Sí, les repito, teman a ese.
¿No se venden acaso cinco pájaros por dos monedas? Sin embargo, Dios no olvida a ninguno de ellos.
Ustedes tienen contados todos sus cabellos: no teman, porque valen más que muchos pájaros." 

jueves, 19 de octubre de 2017

¿Qué son los mandamientos de la Iglesia y para qué sirven?

Estas “normas” no tienen el espíritu de ser opresivas, sino que están diseñadas para indicar cual es el "mínimo indispensable" de una vida de fe 

A menudo hay adolescentes (o incluso adultos) que preguntan, “Pero ¿qué es lo que tengo que hacer?”. La persona que hace este tipo de pregunta busca el mínimo absoluto que se requiere para cumplir con una tarea específica.
La Iglesia Católica también ha escuchado esa pregunta con el paso de los años y ha suministrado una respuesta en lo que se denominan los mandamientos de la Iglesia. El Catecismo de la Iglesia Católica explica: “Los mandamientos de la Iglesia se sitúan en la línea de una vida moral referida a la vida litúrgica y que se alimenta de ella. El carácter obligatorio de estas leyes positivas promulgadas por la autoridad eclesiástica tiene por fin garantizar a los fieles el mínimo indispensable en el espíritu de oración y en el esfuerzo moral, en el crecimiento del amor de Dios y del prójimo” (CIC 2041).
Estos preceptos son los requisitos básicos para crecer en la vida espiritual. Son lo suficiente para guiar a una persona más cerca de Dios y al objetivo último del paraíso. Aunque se nos anima a trabajar más del mínimo, a veces tenemos que empezar por algún sitio y este es exactamente el comienzo debido.
Si queremos plantearnos un reto y ser héroes en nuestra vida diaria, todo lo que tenemos que hacer es buscar inspiración en los santos, ya que ellos fueron expertos en superar con creces los requisitos mínimos.
De forma similar a los Diez Mandamientos, estas “normas” no tienen el espíritu de ser opresivas, sino que están diseñadas para ser indicadores a lo largo del camino, guiando a un alma en la buena dirección.
El primer mandamiento (“oír misa entera los domingos y demás fiestas de precepto y no realizar trabajos serviles”) exige a los fieles que santifiquen el día en el cual se conmemora la Resurrección del Señor.
El segundo mandamiento (“confesar los pecados mortales al menos una vez al año”) asegura la preparación a la Eucaristía mediante la recepción del sacramento de la Reconciliación, que continúa la obra de conversión y de perdón del Bautismo.
El tercer mandamiento (“recibir el sacramento de la Eucaristía al menos por Pascua”) garantiza un mínimo en la recepción del Cuerpo y la Sangre del Señor en conexión con el tiempo de Pascua, origen y centro de la liturgia cristiana.
El cuarto mandamiento (“abstenerse de comer carne y ayunar  en los días establecidos por la Iglesia”) asegura los tiempos de ascesis y de penitencia que nos preparan para las fiestas litúrgicas y para adquirir el dominio sobre nuestros instintos, y la libertad del corazón.
El quinto mandamiento (“ayudar a la Iglesia en sus necesidades”) enuncia que los fieles están obligados de ayudar, cada uno según su posibilidad, a las necesidades materiales de la Iglesia.