lunes, 3 de octubre de 2016

Sacerdote alienta a seguir el “bello secreto” sobre los ángeles y no caer en la Nueva Era

Ángeles / Foto: Facebook - P. Antonio Maria Cárdenas

En un mundo donde prolifera todo tipo de información se pueden encontrar muchos contenidos de la “Nueva Era” (New Age), ola cultural-filosófica-religiosa que distorsiona la veneración a los ángeles y los presenta como energía, de una forma mágica y supersticiosa, confundiendo a las personas con ritos paganos donde se usan velas, cuarzos y cadenas.
Ante esto el P. Antonio Cárdenas, miembro de la Orden de la Santa Cruzque propaga la devoción católica de los Santos Ángeles, en declaraciones a ACI Prensa animó a los fieles a guiarse únicamente de las enseñanzas de la Iglesia, entre las que se encuentra el “bello secreto”.
1. Veneración y no adoración
En primer lugar, sostiene el sacerdote, la Iglesia siempre ha destacado la unión y la veneración del Ángel de la Guarda a través de la oración, cuyos fundamentos se encuentran en la Biblia y el Catecismo.
“El Catecismo de la Iglesia Católica a partir del numeral 325, más o menos, comienza a hablar de estos seres espirituales y de la unión del hombre con ellos porque Dios quiere eso. Es algo que está en la Sagrada Escritura”, señaló.
De igual manera el P. Cárdenas hizo hincapié en no caer en las creencias de la “Nueva Era”, que presenta a los ángeles casi como si fueran dioses porque “los ángeles son creaturas. Es decir, son creados por Dios. Nosotros veneramos a los ángeles y promovemos la devoción a los ángeles, pero en el centro está nuestro Señor, Dios Uno y Trino, la Santísima Trinidad. Ellos nos ayudan a unirnos a Dios”.
2. No es un adorno
La Nueva Era pone la “devoción” a los ángeles como un adorno, mientras que para la vida de fe de los católicos esto es algo esencial “porque el ángel nos lleva siempre a cumplir la voluntad de Dios”, indicó el religioso.
“El ángel nunca va a hacer algo que no sea la voluntad de Dios. Lo dice nuestro Señor en el Evangelio de San Mateo, capítulo 18: ‘Sus ángeles están viendo continuamente el rostro de mi Padre’. Entonces los ángeles siempre nos orientan a nosotros hacia ese rostro de Dios”.
3. En defensa de la verdad y la vida
El P. Cárdenas, nacido en Colombia, refirió que en Bogotá hay un curso en el que la gente paga para saber si uno tiene un “Serafín de la Guarda o un Querubín de la Guarda o un Ángel de la Guarda” y enfatizó que “eso es totalmente falso”.
Asimismo destacó la misión pro vida y poco profundizada de los Ángeles de la Guarda. “Desde el comienzo de la vida, dice el Catecismo de la Iglesia Católica, entonces desde el vientre, desde el momento de la Concepción ya Dios ha dado un ángel protector”.
“Los ángeles para la defensa de la vida son seres que en estos momentos deben ser invocados y los debemos unir a nosotros si realmente queremos la vida porque hoy en día estamos desconociendo esta visión trascendente de la existencia humana y el ángel nos lleva siempre a nosotros a contemplar esta dimensión espiritual”.
4. Los Santos y el “Bello secreto”
El religioso indicó que uno de los consejos para estar más unidos al Ángel de la Guarda es saludarlo por la mañana con la oración “Ángel de mi guarda” y en el día pedirle la luz, como lo hacía por ejemplo San Juan Pablo II. “Él decía que a lo largo del día le pedía la luz a su ángel custodio con una manera sencilla, una oración que salga del corazón”.
Asimismo el sacerdote contó que San Juan XXIII decía que él era muy devoto de los ángeles y que le pedía al ángel que lo despertara, que le ayudara a encontrar los documentos. Por las noches aconsejó que es importante agradecerles por su protección y “por todas las luces que nos han dado a lo largo del día”.
Otra práctica muy bonita y que lo decían los Padres de la Iglesia es la de saludar a los ángeles de las personas con las cuales uno se encuentra durante el día. Narra el miembro de la Orden de la Santa Cruz que esto era un consejo que dio el Papa Pío XI a los cardenales y que se encuentra en el diario de San Juan XXIII, quien llamaba a esta recomendación como “el bello secreto”.
“Él (Juan XXIII) dice que el Papa Pío XI llamó a los cardenales y les decía: ‘miren si ustedes tienen un problema con alguien, antes de entrar ustedes a querer resolver el problema, envíen su ángel de la guarda al ángel de la guarda de aquella persona con la cual tienen problemas para que los ángeles vayan allanando los caminos y así cuando usted se encuentre con esa persona con la cual tiene problemas, sea más fácil el diálogo y la reconciliación”.
5. No olvidar que el demonio existe
Por último, el P. Cárdenas recordó que cuando uno habla de los ángeles tampoco hay que olvidarse de la existencia del demonio, porque “el demonio es un ángel, pero un ángel caído”. Al respecto advirtió que desafortunadamente hay teólogos y un sector de la Iglesia que dicen que el maligno no existe o que es una energía o que es algo que está dentro de cada uno.
“No, el demonio es, como decía Pablo VI, una criatura perturbadora. El demonio existe. Hablar de los ángeles es hablar también de esta realidad que está presente, que es la realidad del mal…. Pero los ángeles están presentes para ayudarnos a nosotros a vencer ese mal”.
“Lo ángeles, dice la Carta a los Hebreos capítulo 1, versículo 14, que son mensajeros que han sido enviados para aquellos que han de heredar la salvación. Entonces a los ángeles Dios mismo nos los manda y nosotros por ese orgullo o por esa ignorancia a veces o ese desconocimiento no estamos reconociendo la ayuda y la presencia grandísima que nos traen estas criaturas espirituales”, puntualizó.


El Papa en Azerbaiyán: “La fe no es una fuerza mágica que baja del cielo” El Santo Padre, en la eucaristía celebrada en Kabú, explica que la fe, que es un don de Dios y hay que pedirla siempre

El Papa en Azerbaiyán 
@Servizio Fotografico - L'Osservatore Romano

El papa Francisco ha asegurado que la fe no es un superpoder que sirve para resolver los problemas de la vida. Además, fe y servicio no se pueden separar.  Así lo ha indicado en la homilía de la misa celebrada en su primer encuentro en Kabú. “Sois un pequeño rebaño pero de gran valor a los ojos de Dios”, ha asegurado a los presentes. 
El Santo Padre ha aterrizado esta mañana en la capital de Azerbaiyán, tras dos días en Georgia, para concluir esta tarde su viaje al Cáucaso. La misa ha sido celebrada en el Centro Salesiano de la ciudad, en este país en el que los católicos son el 0’01%, es decir ,570. En la homilía, el Pontífice ha explicado que la lecturas del día presentan dos aspectos esenciales de la vida cristiana: la fe y el servicio. 
Dios –ha indicado Francisco– no favorece nuestros deseos de cambiar el mundo y a los demás de manera inmediata y continuamente, sino que busca ante todo curar el corazón. “Dios cambia el mundo cambiando nuestros corazones, y esto no puede hacerlo sin nosotros”, ha añadido. Cuando Dios encuentra un corazón abierto y confiado –ha asegurado– allí puede hacer sus maravillas.
Pero, el Papa ha indicado que “tener fe, una fe viva, no es fácil”. Por eso, “auméntanos la fe” es una hermosa súplica, “una oración que también nosotros podríamos dirigir a Dios cada día”. 
Asimismo, el Papa ha explicado que la fe, que es un don de Dios y hay que pedirla siempre, “también requiere que nosotros la cultivemos”. En esta línea, el Santo Padre ha recordado que la fe “no es una fuerza mágica que baja del cielo”, “no es una ‘dote’ que se recibe de una vez para siempre”, ni “un superpoder que sirve para resolver los problemas de la vida”. Porque –ha asegurado– una fe concebida para satisfacer nuestras necesidades sería una fe egoísta, totalmente centrada en nosotros mismos. La fe, ha subrayado Francisco, es un hilo de oro que nos une al Señor. “Es un don que vale la vida entera, pero que fructifica si nosotros ponemos nuestra parte”.
Nuestra parte, ha explicado, es el servicio. “Fe y servicio no se pueden separar, es más, están estrechamente unidas, enlazadas entre ellas”, ha precisado el Papa. 
Para explicarlo el Santo Padre ha utilizado una imagen muy familiar para este pueblo “las alfombras”. Vuestras alfombras –ha indicado– son verdaderas obras de arte y provienen de una antiquísima tradición. Por eso ha explicado que también “la vida cristiana de cada uno viene de lejos, y es un don que hemos recibido en la Iglesia y que proviene del corazón de Dios, nuestro Padre, que desea hacer de cada uno de nosotros una obra maestra de la creación y de la historia”. Cada alfombra, “se va tejiendo según la trama y la urdimbre”; sólo gracias a esta estructura el conjunto resulta bien compuesto y armonioso. Por eso, el Santo Padre ha asegurado que así sucede en la vida cristiana: “hay que tejerla cada día pacientemente, entrelazando una trama y una urdimbre bien definidas: la trama de la fe y la urdimbre del servicio”.
El Papa ha explicado que el servicio no es solo “ser fieles a nuestros deberes o en hacer alguna obra buena”. Jesús nos pide “una disponibilidad total, una vida completamente entregada, sin cálculos y sin ganancias”. 
Asimismo, ha querido recordar que “no estamos llamados a servir sólo para tener una recompensa, sino para imitar a Dios, que se hizo siervo por amor nuestro”. Y –ha añadido– no estamos llamados a servir de vez en cuando, sino a vivir sirviendo. 
Al respecto ha advertido sobre dos tentaciones. La primera es dejar que el corazón se vuelva tibio. “El que es tibio vive para satisfacer sus comodidades, que nunca son suficientes, y de ese modo nunca está contento; poco a poco termina por conformarse con una vida mediocre”, ha observado. La segunda tentación es ser “demasiado activos”, pensar como dueños, de trabajar sólo para ganar prestigio y llegar a ser alguien. Entonces, ha advertido, “el servicio se convierte en un medio y no en un fin, porque el fin es ahora el prestigio, después vendrá el poder, el querer ser grandes”. 
Para finalizar, el Pontífice ha asegurado a los presentes que “cada uno de vosotros es como un espléndido hilo de seda”, pero “sólo si los distintos hilos están bien entrelazados crean una bella composición; solos, no sirven”. Por eso les ha pedido que permanezcan siempre unidos, “viviendo humildemente en caridad y alegría”.

4 enseñanzas del Papa Francisco sobre nuestro Ángel de la Guarda



Imagen referencial / Flickr de Tudor Rose (CC-BY-2.0) y Flickr de la República de Corea (CC-BY-2.0)
En varias oportunidades el Papa Francisco dedicó algunas reflexiones sobre la importancia de los Ángeles de la Guarda, también llamados Ángeles Custodios, cuya festividad se celebra este 2 de octubre.
Aquí 4 enseñanzas del Santo Padre para aprender a relacionarnos mejor con nuestro Ángel de la Guarda.
1.  El Ángel Guardián no es una doctrina fantasiosa 
En el 2014, el Papa Francisco expresó durante la homilía de la Misa en la Casa de Santa Marta que el Ángel Guardián o Custodio sí existe, no es una doctrina fantasiosa sino un compañero que Dios ha puesto a cada uno en el camino de la vida.
“Echar a nuestro ángel del camino es peligroso, porque ningún hombre, ninguna mujer puede aconsejarse a sí mismo. Yo puedo aconsejar a otro, pero no puedo aconsejarme a mí mismo. Está el Espíritu Santo que me aconseja, está el ángel que me aconseja. Por eso tenemos necesidad. Esta no es una doctrina sobre los ángeles un poco fantasiosa: no, es realidad. Lo que Jesús, lo que Dios ha dicho: ‘Yo envío un ángel ante ti para custodiarte, para acompañarte en el camino, para que no te equivoques’”, expresó.
2. Los Ángeles luchan contra el demonio
El 29 de septiembre de 2014 el Papa señaló a Radio Vaticano que Satanás presenta las cosas como si fueran buenas, pero su intención es la de destruir al hombre; y los ángeles luchan contra el demonio y nos defienden.
“Defienden al hombre y defienden al Hombre-Dios, al hombre superior, Jesucristo que es la perfección de la humanidad, el más perfecto. Por esto la Iglesia honra a los ángeles, porque son los que estarán en la gloria de Dios –están en la gloria de Dios– porque defienden el gran misterio escondido de Dios, es decir que el Verbo ha venido en la carne”, agregó.
3. Para escuchar a nuestro Ángel debemos ser dóciles
El 2 de octubre de 2015 el Papa dijo en la homilía de la Misa de la Casa de Santa Marta que “el cristiano debe ser dócil al Espíritu Santo. La docilidad del Espíritu Santo comienza con esta docilidad a los consejos de este compañero de camino”.
Para ser dóciles, aconsejó el Papa, hay que hacerse pequeño, como niños. “Pidamos hoy al Señor la gracia de esta docilidad, de escuchar la voz de este compañero, de este embajador de Dios que está junto a nosotros en Su nombre, que nos sostiene con su ayuda”.
4. Se les debe respetar porque ellos siempre nos aconsejan
En la misma homilía el Santo Padre aseguró que el ángel de la guarda “está siempre con nosotros” y que “el Señor nos dice: ‘¡Ten respeto por su presencia! Escuchar su voz, porque él nos aconseja”.
También dijo que nuestro ángel es “un amigo que no vemos, pero que escuchamos”. Un amigo que un día “estará con nosotros en el Cielo, en la alegría eterna”.
“Y cuando nosotros, por ejemplo, hagamos una maldad y pensemos que estamos solos: ‘no, él está’. Cuando sentimos la inspiración: ‘haz esto… esto es mejor… esto no se debe hacer…’ ¡Escucha! ¡No te rebeles a él!”, manifestó.

Ecumenismo en imágenes: El Papa abraza y sirve de bastón al Patriarca Ilia II En su viaje en el Cáucaso Francisco pone en acto la diplomacia del encuentro y la amistad fraterna con la Iglesia ortodoxa

Este viernes 30 de septiembre de 2016, el papa Francisco ha iniciado su viaje apostólico a Georgia, núcleo duro de la Iglesia ortodoxa en el Cáucaso, y meta importante en el anhelado camino del diálogo ecuménico de la Iglesia de Roma con los cristianos no católicos de Oriente, zona limítrofe con Rusia, bastión del patriarcado de Moscú.
“Quien no busca un amigo, es enemigo de sí mismo”, nos recuerda una vez más el poeta (S. Rustaveli, El Caballero de la piel de tigre, estancia 847)”, expresó Francisco, que manifestó su deseo de ser “amigo sincero de esta tierra y de este querido pueblo”.
El papa Francisco rompió el hielo desde su llegada al aeropuerto de Tiflis, capital del país, cuando saludó con afecto y se puso al lado, casi como un bastón, de Elías II de 83 años, patriarca de toda Georgia.
En el Palacio del Patriarcado, se escuchó de fondo una música polifónica en honor a la Virgen, tradición ortodoxa, que fue la banda sonora del encuentro ecuménico entre los sucesores de los apóstoles Andrea y Pedro.
“Agradezco a Su Santidad y estoy profundamente conmovido de escuchar el Ave María, que Su Santidad misma ha compuesto; sólo de un corazón que tanto ama a la Santa Madre de Dios, corazón de hijo y también de niño puede salir algo tan bello”, dijo el Papa a Ilia II, patriarca de Georgia, reconocido músico y pintor de mosaicos religiosos.
Antes tuvieron un encuentro privado en el apartamento patriarcal, y en el evento público ambos bebieron té y café, signo de hospitalidad y acogida.
Realmente el amor del Señor nos eleva, porque nos permite alzarnos por encima de las incomprensiones del pasado, de los cálculos del presente y de los temores del futuro”, dijo Francisco en su discurso en la Sala de las Audiencias donde estaban presentes las delegaciones y representantes del mundo académico y de la cultura georgiana.
Francisco abrazó y sirvió de apoyo físicamente al anciano patriarca; gestos enmarcados por el encuentro fraterno y que parecieron, por un instante y simbólicamente hablando, romper el muro de la división milenaria dejando atrás el Cisma del 1054 que se pone aún como muralla entre las Iglesias de Oriente y Occidente.
“Que las dificultades no sean un obstáculo, sino un estímulo que nos ayude a conocernos mejor, a compartir la sabia viva de la fe, a intensificar la oración de unos por otros y a cooperar con caridad apostólica en el testimonio común, para la gloria de Dios en el cielo y el servicio de la paz en la tierra”, abundó Francisco.
De hecho, el patriarca llamó al Papa Francisco desde el inicio “¡Querido hermano en Cristo!”, una frase vital en la aproximación algo lenta, pero continua entre la Iglesia católica y la ortodoxa de Georgia, que en el último documento mixto fue la que más dudas y oposición tuvo sobre el tema del primado del Papa.
Con la paz y el perdón estamos llamados a vencer a nuestros verdaderos enemigos, que no son de carne y hueso, sino los espíritus del mal que están dentro y fuera de nosotros (cf. Ef 6,12)”, recordó Francisco.
El papa Francisco, que también fue a reafirmar en la fe a la pequeña comunidad católica (1% de la población), recordó el ecumenismo de la sangre que se nutre de la sangre de los mártires de la fe de este país de mayoría ortodoxa.
“Pienso en tantos monjes, y especialmente en los numerosos mártires, cuya vida ha triunfado «con la fe y la paciencia»”, destacó.
Y luego reiteró: “Que su intercesión alivie a tantos cristianos que todavía hoy en el mundo sufren persecuciones y atropellos, y fortalezca en nosotros el buen deseo de estar fraternalmente unidos para anunciar el Evangelio de la paz”.
Tras la ceremonia de bienvenida y la visita de cortesía al presidente de la República, Giorgi Margvelashvili, en el Palacio Presidencial, tuvo lugar el encuentro con el Patriarca Elías II.
Después, el Pontífice se reunió con la comunidad asirio caldea en la iglesia católica caldea de San Simón. Allí se rezó en arameo, el idioma de Jesús, por la paz en Oriente Medio.
Es significativo que la lengua de Jesús en la actualidad se habla en ciertos enclaves de Irak, Irán, Turquía, Siria y Líbano, lugares incendiados por la violencia.
Por las minorías cristianas perseguidas en esa región martirizada, el papa Francisco liberó una paloma fuera del templo de la pequeña comunidad sirio caldea, Iglesia en comunión con Roma desde hace más de cinco siglos, y que ha sido lugar de acogida para los refugiados en Georgia.


27 pequeñas oraciones para rezar con los niños Si no sabes cómo enseñar a rezar a tu hijo, aquí tienes propuestas fáciles


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1- Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, con la gracia de Dios y del Espíritu Santo.
2- Angel de la Guarda, mi buen amigo, llévame siempre, por el buen camino.
3- Santo Ángel del Señor, mi celoso guardián, si a ti me confió la piedad divina, vigílame y guárdame, ilumíname siempre.
4- Mi buen Jesús, verdadero Hijo de la Virgen María, acompáñame esta noche, y mañana todo el día.
5- Ángel de mi guarda, que me proteges e iluminas, ayúdame todo el día a ser una buena niña.
6- Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares, ni de noche, ni de día.
7- En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. ¡Amén! Jesús, ayúdame a pensar bien, hablar bien y querer bien a todos.
8- En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Papá del cielo, danos una buena noche. Niño Jesús, da salud a mamá, a papá, a mis hermanitos, a mis abuelos y a todos nosotros. Dale lugar en el cielo a … (decir el nombre de algún ser querido que haya fallecido).
Muchas gracias por el día de hoy.
Sagrado corazón de Jesús, en ti confío.
Sagrado corazón de Jesús, protege a mi país.
Inmaculado corazón de María, sé nuestra salvación.
Rezar: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
9- Visita, Señor, nuestra casa y aleja de ella todas las trampas del enemigo; que en ella habiten tus santos ángeles para guardarnos en paz, y que tu bendición siempre nos proteja. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
10- Papá del Cielo, siempre que me acuerdo pienso en ti. Quiero que bendigas mi día que empieza y que estés conmigo todos los días de mi vida. Gracias Papá del Cielo. Amén.
11- Mi Dios, yo te ofrezco todo este día. Te ofrezco mis trabajos y mis juguetes. Cuida de mí para que yo no haga nada que no te agrade. Amén.
12- Mi Jesús, ayúdame, en este día, a obedecer a papa y a mamá y a no enfadarme con ellos ni con mis amigos. Amén
13- Señor, te agradezco este alimento. Que nunca nos falte la comida en la mesa de todos.
14- Oh mi bondadoso Papá del Cielo, queremos agradecer la merienda que vamos a comer. Amén
15- Mi Dios, te agradezco este alimento que tu bondad nos da. Dale también lo necesario para todos. Bendice a los que trabajan para darnos de comer. Amén.
16- Jesús, muéstranos al Padre. Por él, todo fue creado: las personas y las cosas. Ayúdame a estudiar, para que yo pueda conocer las cosas y las personas, oh Padre del Cielo. Amén
17- Jesús, voy a la escuela, como tu también ibas. Que nada me suceda en el camino. Quiero aprovechar bien las clases. Quiero aprender mucho. No olvides a los niños que no tienen escuela, y bendice a los profesores y las profesoras. Amén
18- Jesús, te doy gracias por este día de clase. Fue bien. Estudié, trabajé y jugué mucho. Ahora acompáñame a mi casa. Amén
19- Jesús, hoy tengo examen en la escuela. He estudiado pero puedo ponerme nervioso y olvidarme. Que el Espíritu Santo me ayude para salir bien en todo. Ayuda también a mis compañeros y compañeras. Amén.
20- Mi Dios, te doy gracias por este día. Te doy gracias por el bien que los demás me hicieron y por el bien que yo pude hacer. Pido perdón por lo que no hice bien. Mañana, con tu ayuda, quiero ser mejor. Amén
21- Mi Papá del Cielo, yo me perdí, me peleé. No hice las cosas bien… Pero en el fondo no me gusta hacer las cosas mal. Por eso pido perdón y voy a intentar no equivocarme otra vez. Amén.
22- Perdóname, Señor Jesús, porque hoy sentí celos y rabia. Tuve rabia de mi hermanito y de mis amigos. Disculpa Señor, porque hoy me enfadé y dije cosas feas. Ayúdame a mejorar y a no hacer más cosas malas.
23- Papá del Cielo, cuida, por favor, a todos los de mi familia. Protege del mal, conserva con salud mi casa, a mi papá, mi mamá y mis hermanos, y danos la paz. Amén
24- Señor Jesús, hoy mi papá no está muy bien. No sé lo que le pasa. Te pido que cuides de él, que pase rápido y que podamos jugar juntos mañana. Gracias. Amén
25- Señor, hoy rezo por mi mamá. Que le des fuerzas para vivir este día. Jesús mío, hoy mi mamá está un poco enfadada. Pido que mañana esté contenta y yo pueda jugar con ella. Gracias. Amén.
26- Querido Papá del Cielo, cuando te rezo, siento mi corazón feliz. Es como el amor que siento por papá y por mamá cuando los abrazo antes de acostarme. Gracias. Amén
27- Viene la noche, el sol ya se ha ido. Jesús y Ángel de la Guarda, quedaos conmigo en esta hora… Líbrame de todo miedo de la noche… Protégeme del mal y de las pesadillas. Quita, Jesús, el miedo a los vampiros y fantasmas, monstruos y seres que oscurecen mis pensamientos. Amén

Lunes de la vigésima séptima semana del tiempo ordinario


Carta de San Pablo a los Gálatas 1,6-12. 

Hermanos:
Me sorprende que ustedes abandonen tan pronto al que los llamó por la gracia de Cristo, para seguir otro evangelio.
No es que haya otro, sino que hay gente que los está perturbando y quiere alterar el Evangelio de Cristo.
Pero si nosotros mismos o un ángel del cielo les anuncia un evangelio distinto del que les hemos anunciado, ¡que sea expulsado!
Ya se lo dijimos antes, y ahora les vuelvo a repetir: el que les predique un evangelio distinto del que ustedes han recibido, ¡que sea expulsado!
¿Acaso yo busco la aprobación de los hombres o la de Dios? ¿Piensan que quiero congraciarme con los hombres? Si quisiera quedar bien con los hombres, no sería servidor de Cristo.
Quiero que sepan, hermanos, que la Buena Noticia que les prediqué no es cosa de los hombres, porque
yo no la recibí ni aprendí de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo.

Salmo 111(110),1-2.7-8.9.10c. 
Doy gracias al Señor de todo corazón,
en la reunión y en la asamblea de los justos.
Grandes son las obras del Señor:
los que las aman desean comprenderlas.

Las obras de sus manos son verdad y justicia;
todos sus preceptos son indefectibles:
están afianzados para siempre
y establecidos con lealtad y rectitud.

Él envió la redención a su pueblo,
promulgó su alianza para siempre:
Su Nombre es santo y temible.
¡El Señor es digno de alabanza eternamente!



Evangelio según San Lucas 10,25-37. 
Un doctor de la Ley se levantó y le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?".
Jesús le preguntó a su vez: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?".
El le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo".
"Has respondido exactamente, le dijo Jesús; obra así y alcanzarás la vida".
Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta pregunta: "¿Y quién es mi prójimo?".
Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: "Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto.
Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo.
También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino.
Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió.
Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo.
Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: 'Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver'.
¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?".
"El que tuvo compasión de él", le respondió el doctor. Y Jesús le dijo: "Ve, y procede tú de la misma manera".


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.







Leer el comentario del Evangelio por : San Ambrosio