viernes, 16 de septiembre de 2016

AÑOS 2017, 2023 Y 2028 El Vaticano concede a la Diócesis de Ávila un Año Jubilar Teresiano




Será los años en los que el 15 de octubre, día que se recuerda la figura de Santa Teresa de Jesús, caiga en domingo

El Papa Francisco ha concedido la declaración de Año Jubilar periódico a la Diócesis de Ávila siempre que la festividad de Santa Teresa, 15 octubre, se celebre en domingo sera declarado Año Jubilar Teresiano. De esta forma será los años 2017, 2023 y 2028.


La celebración del V centenario del nacimiento de Santa Teresa en 2015, ha sido la razón por la que el Santo Padre le ha concedido esta distinción periódica a la Diócesis de Ávila

Una biblia hallada en un infierno Incrustados en un trozo de acero fundido, ente los escombros de las Torres Gemelas tras el 11S, unos versículos daban una lección divina

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La historia ya tiene su tiempo, pero ha resurgido con ocasión del decimoquinto aniversario del atentado del 11 de septiembre de 2001. El 30 de marzo de 2002, mientras los bomberos continuaban aún en su interminable esfuerzo por retirar escombros, uno de ellos hizo un descubrimiento cuanto menos extraño: una Biblia incrustada en un trozo de acero fundido. El libro sagrado, completamente adherido al metal, estaba abierto por la página del Sermón de la montaña. En 2002, un bombero entregó estas páginas al fotógrafo Joel Meyerowitz, que trabajaba en el lugar.
Cuando Joel Meyerowitz recibió el objeto, inmediatamente quedó impactado por el pasaje por donde el libro había quedado abierto: “Oísteis que fue dicho: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”.
En 2012, Joel Meyerowitz donó el objeto al museo en memoria del 11 de septiembre, donde se expone tal cual es.
El Papa Francisco contempla el hallazgo hallado en una de las galerías del museo dedicado al 9/11 en Nueva York


Viernes de Misericordia: El Papa visita bebés enfermos y pacientes terminales




En el tradicional Viernes de la Misericordia en el marco del Jubileo, el Papa Francisco visitó este 16 de septiembre, por sorpresa, el área de neonatología del hospital San Giovanni en Roma, y después un hospicio en el que residen 30 enfermos terminales.
En el primer lugar, informa la Oficina de Prensa de la Santa Sede, están en este momento 12 bebés con diversas patologías neonatales.
Cinco de ellos, de los cuales dos son gemelos, “están muy graves y se encuentran intubados en terapia intensiva. En la parte superior del área se encuentra una sección donde se recuperan otros niños”.
“Acogido con estupor por el personal, al ingresar a esta área el Papa tuvo que colocarse una mascarilla como todos los demás y cumplir con todas las precauciones higiénicas para mantener los ambientes asépticos”, señala la nota.
El Santo Padre se acercó a cada una de las incubadoras y saludó a los padres presentes a quienes consoló y alentó.
Después el Papa se dirigió al hospicio “Villa Esperanza”, también en Roma, donde residen 30 pacientes en fase terminal. La estructura pertenece a la Fundación Policlínico Universitario Gemelli, de la Universidad Católica del Sacro Cuore.
A su llegada, “los responsables dieron la bienvenida al Papa, que quiso saludar uno a uno en su estancia a cada paciente. (La visita fue) una gran sorpresa de parte de todos, pacientes y parientes, que han vivido intensos momentos de emoción entre lágrimas y sonrisas por la alegría” de tener con ellos a Francisco.
Con este Viernes de la Misericordia, indica la nota de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, “el Santo Padre ha querido dar el signo fuerte de la importancia de la vida, desde su primer instante hasta su fin natural”.
Con estas visitas, explican, el Papa resalta que es fundamental para vivir la misericordia “la atención a las situaciones de los más débiles y precarios”.

Viernes de la vigésima cuarta semana del tiempo ordinario


Carta I de San Pablo a los Corintios 15,12-20. 

Hermanos:
Si se anuncia que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo algunos de ustedes afirman que los muertos no resucitan?
¡Si no hay resurrección, Cristo no resucitó!
Y si Cristo no resucitó, es vana nuestra predicación y vana también la fe de ustedes.
Incluso, seríamos falsos testigos de Dios, porque atestiguamos que él resucitó a Jesucristo, lo que es imposible, si los muertos no resucitan.
Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó.
Y si Cristo no resucitó, la fe de ustedes es inútil y sus pecados no han sido perdonados.
en consecuencia, los que murieron con la fe en Cristo han perecido para siempre.
Si nosotros hemos puesto nuestra esperanza en Cristo solamente para esta vida, seríamos los hombres más dignos de lástima.
Pero no, Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos.



Salmo 17(16),1.6-7.8b.15. 
Escucha, Señor, mi justa demanda,
atiende a mi clamor;
presta oído a mi plegaria,
porque en mis labios no hay falsedad.

Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes:
inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras.
Muestra las maravillas de tu gracia,
tú que salvas de los agresores
a los que buscan refugio a tu derecha.

Escóndeme a la sombra de tus alas.
Pero yo, por tu justicia, contemplaré tu rostro,
y al despertar, me saciaré de tu presencia.





Evangelio según San Lucas 8,1-3. 
Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce
y también algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios;
Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes.