miércoles, 28 de junio de 2017

El Papa, a los nuevos cardenales: «Jesús no os llama a ser príncipes, sino a servir»


Con el cardenal Juan José Omella, España suma cuatro electores en un cónclave. Por primera vez en la historia, Europa ha perdido la mayoría absoluta en el colegio cardenalicio

En una ceremonia solemne pero a la vez entrañable, el Papa Francisco ha impuesto el miércoles la birreta purpura al nuevo cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, al tiempo que advertía a los cinco nuevos cardenales que «Jesús no os llama a convertiros en príncipes de la Iglesia. Os llama a servir como él y con él al Padre y a los hermanos».
La delegación española en la basílica de San Pedro estuvo presidida por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. En sus palabras de saludo al Papa en nombre de los cinco nuevos purpurados, el cardenal Omella ha afirmado que «en la Iglesia no hay otros títulos que los que marcan un camino de servicio más diligente y más esforzado al servicio del Evangelio», por lo que «no queremos ser una Iglesia autorreferencial sino una Iglesia peregrina», llevando ayuda y consuelo por todos los caminos del mundo.
Foto: CNS
El Santo Padre ha comentado en su breve homilía un penoso episodio de «carrerismo» eclesiástico relatado en el Evangelio de Marcos: Santiago y Juan piden a Jesús sentarse a su derecha e izquierda en el Reino de los Cielos. Según Francisco, esos dos apóstoles «no miran a la realidad», que entonces, igual que ahora, incluye un gran número de personas en grave dificultad.
Con mucha fuerza, el Papa ha afirmado que «la realidad son losinocentes que sufren y mueren a causa de las guerras y el terrorismo; es la esclavitud que no cesa de pisotear la dignidad, también en la época de los derechos humanos», ante la indiferencia de una mayoría.
Con evidente dolor, Francisco ha añadido que «la realidad es la de los campos de prófugos que a veces se asemejan más a un infierno que a un purgatorio; la realidad es el descarte sistemático de todo lo que ya no sirve, incluidas las personas». Hacer frente a esa realidad para mitigarla es la tarea de los nuevos cardenales.
Terminada la homilía, el Papa ha impuesto el solideo y la birreta de color púrpura a cada uno de los nuevos cardenales, entregándoles el título de una iglesia romana y saludándoles con un abrazo. La iglesia confiada al cardenal Omella es una de las más significativas de Roma: la basílica de la Santa Cruz de Jerusalén, que conserva la memoria y algunas reliquias de la crucifixión.
Los cinco nuevos cardenales proceden de cuatro continentes. La lista se completa con Jean Zerbo, arzobispo de Bamako, Malí; Anders Arborelius, carmelita, obispo de Estocolmo, SueciaLouis-Marie Ling Mangkhanekhoun, obispo vicario apostólico de Paksé, Laos; y Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador, El Salvador.
Foto: CNS
España vuelve a contar con cuatro cardenales electores: Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid; Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia; Carlos Osoro, arzobispo de Madrid; y Juan José Omella, arzobispo de Barcelona. Los cardenales españoles de más de 80 años, no electores, son otros nueve, hasta un total de trece.
En estos momentos los cardenales electores suman 121, pero con una importante novedad. Los europeos, que han sido la mayoría durante siglos, pasan a ser 53 frente a los 68 del resto del mundo.
Aunque Francisco apenas ha nombrado cardenales italianos, seguirán siendo necesarios unos diez años para corregir una anomalía histórica crónica debida en parte al desproporcionado número de diócesis en el país.
Italia cuenta con 24 cardenales electores, seguida de Estados Unidos con 10 y Francia con cinco. España suma cuatro, lo mismo que Brasil, México, Polonia y la India.
La primera misa concelebrada de los nuevos cardenales con el Papa y el resto del colegio cardenalicia tendrá lugar este jueves, fiesta de San Pedro y San Pablo, patronos de Roma.

Cardenal Omella: “Nunca soñé con ser cardenal, yo quería ser cura de pueblo”



Juan José Omella y Omella nació en Cretas, una pequeña localidad española de apenas 600 habitantes. Sus expectativas cuando entró al Seminario de Zaragoza no eran imposibles de alcanzar, él solo quería ser "cura de pueblo”. Pero los años, y el Papa Francisco, han hecho que su camino fuera otro: Ser cardenal.

CARD. JUAN JOSÉ OMELLA
Arzobispo de Barcelona (España)
"Deseaba ser sacerdote y siempre soñé con ser cura de pueblo. "Pero también deseé ser misionero y me fui a estudiar con los misioneros en África, en el Congo, y yo siempre me decía: 'Tú acabarás de misionero en África o de cura en tu tierra'”.

Fue nombrado obispo por Juan Pablo II en julio de 1966 y el Papa Francisco lo nombró arzobispo de Barcelona en noviembre de 2015. Pero la sorpresa llegó el pasado el 21 de mayo cuando, tras el rezo del Ángelus, el Papa anunció un consistorio para crear a cinco nuevos cardenales. Entre esos nombres, estaba el de monseñor Omella.

"Mons. Juan José Omella, Arcivescovo di Barcellona, Spagna”. 

Pero el arzobispo de Barcelona no supo que  iba a ser cardenal hasta después gracias a un amigo que en ese instante estaba en la plaza de San Pedro.

CARD. JUAN JOSÉ OMELLA
Arzobispo de Barcelona (España)
"El Papa no me llamó en la víspera de anunciarlo para ver qué me parecía, sino que lo soltó a bocajarro. Fue un obispo que estaba aquí en la Plaza de San Pedro y al oír mi nombre, como nos conocemos y somos amigos, me llamó inmediatamente y me quedé sorprendido porque ni esperaba esa noticia, ni la deseaba”. 

Asegura que la noticia le impactó mucho y que está dispuesto a ayudar al Papa Francisco en todo lo que necesite. Juan José Omella se convierte ahora en el octavo cardenal de Barcelona.

CARD. JUAN JOSÉ OMELLA
Arzobispo de Barcelona (España)
"Me sorprendió y me entró cierto escalofrío y cierto temor porque dije: '¿Yo que hago de cardenal?' Es un poco de vértigo el que te da y luego ya te vas reponiendo y dices: 'Bueno pues haremos lo que el Señor nos pida a través del Papa'”.

El cardenal Omella es ahora el duodécimo cardenal español en el Colegio Cardenalicio, aunque de todos ellos solo él otros tres más, -el cardenal Osoro, el cardenal Blázquez y el cardenal Cañizares-, podrían votar en un eventual cónclave. 

El Papa crea 5 nuevos cardenales para la Iglesia: Sigan a Jesús con decisión

El Papa impone el birrete cardenalicio a Juan José Omella, Arzobispo de Barcelona. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
 La Iglesia Católica cuenta ya con cinco nuevos Cardenales, creados hoy por el Papa Francisco, a quienes ha pedido que sigan con decisión a Jesús y no distraerse en “otros intereses”.
En el Consistorio que presidió este miércoles 28 de junio en la Basílica de San Pedro, acompañado del Colegio Cardenalicio, el Pontífice pidió que no se conviertan en “príncipes” de la Iglesia para sentarse “a su derecha o a su izquierda”.
“Los llama a servir como él y con él. A servir al Padre y a los hermanos. Los llama a afrontar con su misma actitud el pecado del mundo y sus consecuencias en la humanidad de hoy. Siguiéndolo, también ustedes caminan delante del pueblo santo de Dios, teniendo fija la mirada en la Cruz y en la Resurrección del Señor”.
El Papa comentó el Evangelio que se proclamó y en el que se decía que “Jesús caminaba delante de ellos”. “Jesús camina con decisión hacia Jerusalén. Sabe bien lo que allí le aguarda y ha hablado ya de ello muchas veces a sus discípulos. Pero entre el corazón de Jesús y el corazón de los discípulos hay una distancia, que sólo el Espíritu Santo podrá colmar”.
“Jesús lo sabe; por esto tiene paciencia con ellos, habla con sinceridad y sobre todo les precede, camina delante de ellos. A lo largo del camino, los discípulos están distraídos por intereses que no son coherentes con la ‘dirección’ de Jesús, con su voluntad, que es una con la voluntad del Padre”.
Francisco recordó que los hermanos Santiago y Juan “piensan en lo hermoso que sería sentarse uno a la derecha y el otro a la izquierda del rey de Israel”.
“No miran la realidad. Creen que ven pero no ven, que saben pero no saben, que entienden mejor que los otros pero no entienden. La realidad en cambio es otra muy distinta, es la que Jesús tiene presente y la que guía sus pasos. La realidad es la cruz, es el pecado del mundo que él ha venido a tomar consigo y arrancar de la tierra de los hombres y de las mujeres”.
Para el Pontífice, la realidad “son los inocentes que sufren y mueren a causa de las guerras y el terrorismo; es la esclavitud que no cesa de pisar la dignidad también en la época de los derechos humanos; la realidad es la de los campos de prófugos que a veces se asemejan más a un infiernoque a un purgatorio; la realidad es el descarte sistemático de todo lo que ya no sirve, incluidas las personas”.
El Pontífice impuso el birrete y entregó el anillo a cada nuevo Cardenal.
Después, leyó la fórmula de creación y proclamó los nombres de los nuevos Cardenales. El rito continuó con la profesión de fe y el juramento de fidelidad y obediencia al Papa Francisco y a sus sucesores.

El Papa Francisco presidió el Consistorio Ordinario en el que se crearon cinco nuevos Cardenales y les recordó que “Jesús camina delante de vosotros y os pide que lo sigáis con decisión en su camino”.
El Santo Padre subrayó que Jesús “no os ha llamado para que os convirtáis en ‘príncipes’ de la Iglesia”, sino que “os llama para servir como Él y con Él. A servir al Padre y a los hermanos. Os llama a afrontar con su misma actitud el pecado del mundo y sus consecuencias en la humanidad de hoy. Siguiéndolo, también vosotros camináis delante del pueblo santo de Dios, teniendo fija la mirada en la Cruz y en la Resurrección del Señor”.
Los cinco nuevos purpurados son: Cardenal Jean Zerbo, Arzobispo de Bamako, Mali; Cardenal Juan José Omella Omella, Arzobispo de Barcelona, España; Cardenal Anders Arborelius, Obispo de Estocolmo, Suecia; Cardenal Luis Marie-Ling Mangkhanekhoun, Vicario Apostólico de Pakse, Laos; Cardenal Gregorio Rosa Chávez, Obispo Auxiliar de San Salvador, El Salvador.
A continuación, el texto completo de la homilía del Papa Francisco:
«Jesús caminaba delante de ellos». Esta es la imagen que nos ofrece el Evangelio que hemos escuchado (Mc 10,32-45), y que hace de escenario también para el acto que estamos realizando: un Consistorio para la creación de nuevos Cardenales.
Jesús camina con decisión hacia Jerusalén. Sabe bien lo que allí le aguarda y ha hablado ya de ello muchas veces a sus discípulos. Pero entre el corazón de Jesús y el corazón de los discípulos hay una distancia, que sólo el Espíritu Santo podrá colmar. Jesús lo sabe; por esto tiene paciencia con ellos, habla con sinceridad y sobre todo les precede, camina delante de ellos.
A lo largo del camino, los discípulos están distraídos por intereses que no son coherentes con la «dirección» de Jesús, con su voluntad, que es una con la voluntad del Padre. Así como — hemos escuchado— los dos hermanos Santiago y Juan piensan en lo hermoso que sería sentarse uno a la derecha y el otro a la izquierda del rey de Israel (cf. v. 37). No miran la realidad. Creen que ven pero no ven, que saben pero no saben, que entienden mejor que los otros pero no entienden…
La realidad en cambio es otra muy distinta, es la que Jesús tiene presente y la que guía sus pasos. La realidad es la cruz, es el pecado del mundo que él ha venido a tomar consigo y arrancar de la tierra de los hombres y de las mujeres.
La realidad son los inocentes que sufren y mueren a causa de las guerras y el terrorismo; es la esclavitud que no cesa de pisar la dignidad también en la época de los derechos humanos; la realidad es la de los campos de prófugos que a veces se asemejan más a un infierno que a un purgatorio; la realidad es el descarte sistemático de todo lo que ya no sirve, incluidas las personas.
Esto es lo que Jesús ve mientras camina hacia Jerusalén. Durante su vidapública él ha manifestado la ternura del Padre, sanando a todos los que estaban bajo el poder del maligno (cf. Hch 10,38). Ahora sabe que ha llegado el momento de ir a lo más profundo, de arrancar la raíz del mal y por esto camina decididamente hacia la cruz.
También nosotros, hermanos y hermanos, estamos en camino con Jesús en esta vía. De modo particular me dirijo a vosotros, queridos nuevos cardenales. Jesús «camina delante de vosotros» y os pide que lo sigáis con decisión en su camino. Os llama a mirar la realidad, a no distraeros por otros intereses, por otras perspectivas.
Él no os ha llamado para que os convirtáis en «príncipes» en la Iglesia, para que os «sentéis a su derecha o a su izquierda». Os llama a servir como él y con él. A servir al Padre y a los hermanos. Os llama a afrontar con su misma actitud el pecado del mundo y sus consecuencias en la humanidad de hoy. Siguiéndolo, también vosotros camináis delante del pueblo santo de Dios, teniendo fija la mirada en la Cruz y en la Resurrección del Señor.
Y así, a través de la intercesión de la Virgen María, invocamos con fe el Espíritu Santo, para que reduzca toda distancia entre nuestro corazón y el corazón de Cristo, y toda nuestra vida sea un servicio a Dios y a los hermanos.

Francisco explica en la audiencia general el significado del martirio


Durante la audiencia general el Papa explicó el significado del martirio. Dijo que el cristiano que está decidido a vivir su fe con coherencia debe tener en cuenta esta advertencia de Jesús: habrá persecuciones.

Dijo que para superar las dificultades es necesario apoyarse en Jesús, porque es Él quien da la fuerza y la esperanza que ayuda a seguir caminando. También explicó cuáles son las condiciones que debe seguir un discípulo de Jesús.

RESUMEN DE LA CATEQUESIS DEL PAPA EN ESPAÑOL

"Queridos hermanos y hermanas:
Hoy reflexionamos sobre la esperanza cristiana como fuerza de los mártires. Jesús advierte a sus discípulos que serán odiados por seguirle. Los cristianos son hombres y mujeres «contracorriente», que siguen la lógica del Evangelio, que es la lógica de la esperanza. Esto se traduce en un estilo de vida concreto: deben vivir la pobreza, recorriendo su camino con lo esencial, y con el corazón lleno de amor; deben ser prudentes y a la vez astutos; pero jamás violentos. El mal no se puede combatir con el mal.

La única fuerza del cristiano es el Evangelio. En el momento de la prueba el cristiano no puede perder la esperanza, porque Jesús está con nosotros; él ha vencido el mal y nos acompaña en todas las circunstancias que nos toca vivir.

Desde los primeros cristianos, se ha denominado la fidelidad a Jesús con la palabra «martirio», es decir, testimonio. Los mártires no viven para sí, no combaten para afirmar sus propias ideas, sino que aceptan morir solo por la fidelidad al Evangelio. Por eso, no se puede utilizar la palabra mártir para referirse a los que cometen atentados suicidas, porque en su conducta no se halla esa manifestación de amor a Dios y al prójimo que es propia del testigo de Cristo.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica.

Mañana celebraremos la solemnidad de los apóstoles san Pedro y san Pablo, que dieron su vida por amor a Cristo. Pidamos a Dios por su intercesión que nos concesa el don de la fortaleza para seguirle y ser sus testigos viviendo la esperanza cristiana, sobre todo en ese martirio continuo y escondido de hacer bien y con amor nuestras obligaciones de cada día. Muchas gracias”.

Entre los asistentes hoy, a la Audiencia General,  se encontraba nuestro Párroco, Don Alberto Hernández.

Hoy se celebra a San Ireneo, Obispo de Lyon y Padre de la Iglesia

Hoy se celebra a San Ireneo, Obispo de Lyon y Padre de la Iglesia

an Ireneo fue Obispo de la ciudad francesa de Lyon, Padre de la Iglesia y recordado por haber escrito muchas obras que forjaron los cimientos de la teología cristiana y que confrontaron los errores y herejías provenientes del gnosticismo del siglo II.
Ireneo fue discípulo de San Policarpo, obispo de aquella ciudad, quien a su vez fue discípulo del Apóstol San Juan.
Su obra principal es llamada “Contra las Herejías” un escrito que consta de 5 volúmenes que refutan las enseñanzas de varios grupos gnósticos de los primeros siglos de la era cristiana.
El gnosticismo es una herejía muy antigua que plantea que la salvación del alma solamente se consigue con un conocimiento cuasi intuitivo de los misterios del universo y en unas fórmulas mágicas que ese conocimiento indica, lo que hoy comprendería parte del New Age.
San Ireneo nació en Asia Menor en la primera mitad del siglo II; su fecha de nacimiento es desconocido pero se dice que podría ser por el año 125.
Recibió una buena educación pues tenía profundos conocimientos de las Sagradas Escrituras, la literatura y la filosofía. Además, en varias ocasiones vio y escuchó al Obispo San Policarpo en Esmirna.
Durante la persecución de Marco Aurelio, Ireneo fue sacerdote de la Iglesia de Lyon. Tiempo más tarde sucedió al mártir San Potino como Obispo de la misma ciudad.
Durante la paz religiosa que siguió a la persecución de Marco Aurelio, el nuevo obispo dividió sus actividades entre los deberes de un pastor, misionero, y sus escritos, los cuales casi todos iban dirigidos contra el gnosticismo, la herejía que se propagaba entre los galias y otros lugares.
Se desconoce el año de su muerte. De acuerdo con una tradición posterior, se afirma que fue martirizado. Su fiesta se celebra el 28 de junio. 
Más información de este santo aquí:

Miércoles de la duodécima semana del tiempo ordinario


Libro de Génesis 15,1-12.17-18. 

En aquellos días, la palabra del Señor llegó a Abrám en una visión, en estos términos:
"No temas, Abrám. Yo soy para ti un escudo. Tu recompensa será muy grande".
"Señor, respondió Abrám, ¿para qué me darás algo, si yo sigo sin tener hijos, y el heredero de mi casa será Eliezer de Damasco?".
Después añadió: "Tú no me has dado un descendiente, y un servidor de mi casa será mi heredero".
Entonces el Señor le dirigió esta palabra: "No, ese no será tu heredero; tu heredero será alguien que nacerá de ti.
Luego lo llevó afuera y continuó diciéndole: "Mira hacia el cielo y si puedes, cuenta las estrellas". Y añadió: "Así será tu descendencia".
Abrám creyó en el Señor, y el Señor se lo tuvo en cuenta para su justificación.
Entonces el Señor le dijo: "Yo soy el Señor que te hice salir de Ur de los caldeos para darte en posesión esta tierra".
"Señor, respondió Abrám, ¿cómo sabré que la voy a poseer?".
El Señor le respondió: "Tráeme una ternera, una cabra y un carnero, todos ellos de tres años, y también una tórtola y un pichón de paloma".
El trajo todos estos animales, los cortó por la mitad y puso cada mitad una frente a otra, pero no dividió los pájaros.
Las aves de rapiña se abalanzaron sobre los animales muertos, pero Abrám los espantó.
Al ponerse el sol, Abrám cayó en un profundo sueño, y lo invadió un gran temor, una densa oscuridad.
Cuando se puso el sol y estuvo completamente oscuro, un horno humeante y una antorcha encendida pasaron en medio de los animales descuartizados.
Aquel día, el Señor hizo una alianza con Abrám diciendo: "Yo he dado esta tierra a tu descendencia desde el Torrente de Egipto hasta el Gran Río, el río Eufrates:

Salmo 105(104),1-2.3-4.6-7.8-9. 
¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre,
hagan conocer entre los pueblos sus proezas;
canten al Señor con instrumentos musicales,
pregonen todas sus maravillas!

¡Gloríense en su santo Nombre,
alégrense los que buscan al Señor!
¡Recurran al Señor y a su poder,
busquen constantemente su rostro!

Descendientes de Abraham, su servidor,
hijos de Jacob, su elegido:
el Señor es nuestro Dios,
en toda la tierra rigen sus decretos.

El se acuerda eternamente de su alianza,
de la palabra que dio por mil generaciones,
del pacto que selló con Abraham,
del juramento que hizo a Isaac.



Evangelio según San Mateo 7,15-20. 
Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos?
Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos.
Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos.
Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego.
Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán.