lunes, 24 de septiembre de 2018

Oración a Nuestra Señora de la Merced


Para que nos ayude a romper las cadenas del pecado

Virgen María de la Merced, bondadosa Madre de Dios, estrella resplandeciente del mar, luna purísima que recoges los rayos del Sol de Justicia, te nutres de ellos para reflejarlos de la mejor manera.
Escucha Madre, nuestros ruegos; tú que benigna atendiste desde el cielo los tristes lamentos de los pobres cautivos que gemían sin consuelo en la dura opresión de los moros, y rompiste los grillos y cadenas que los aprisionaban, por medio de tu familia de redentores.
Por tu ardiente caridad, por tus virginales entrañas en que se encarnó el Hijo de Dios para nuestro remedio, te pedimos, Madre querida, que rompas las cadenas de nuestro pecado, para que libres de ellas, podamos conformarnos con tu Hijo el Señor Jesús. Amén.

El secreto para aumentar la confianza en Dios: Invoca el Santo Nombre de María

 
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Veneramos el Santo Nombre de María porque es la muy amada de Dios-Padre, la Madre del Hijo y la que ha sido colmada de gracias.

 En hebreo, el nombre de María es Miryam. En el tiempo de la Virgen, el arameo era la lengua hablada, y la forma del nombre entonces en uso era Mariam. 
María siempre nos apunta la dirección hacia Dios, es la que nos recuerda su bondad infinita. Ella nos ayuda a abrir el corazón a los caminos de Dios, y a donde quiera que Él nos pueda llevar. 
Honrada con el título de "Reina de la Paz", María nos anima a colaborar con Jesús en la construcción de una paz basada en la justicia, una paz que respete los derechos humanos fundamentales y religiosos de todos los pueblos.

Invocar el Santo Nombre de María para aumentar la confianza en Dios 

"María significa iluminada, porque Ella dio a luz a la Luz del mundo. En la lengua siríaca, María significa Señora". (San Isidoro de Sevilla)

María significa: la muy amada

El nombre de María significa "la muy amada" Veneramos a María porque es la muy amada de Dios-Padre que la ha predestinado para ser la Madre del Hijo y la ha colmado de gracias, privilegiada y excepcionalmente predestinada y bendecida.
María es “la muy amada” de Dios-Hijo, ejemplo de amor, obediencia y sumisión a su Madre (Lc.2,51). La mantuvo con su trabajo, ayudando a S. José. Llenó el corazón de su Madre de enseñanzas divinas (Lc.2,19).
María es “la muy amada” de Dios-Espíritu Santo que la cubrió virginalmente en su concepción y la hizo Virgen y Madre. (Lc.1,35)

María significa: la Señora

María es “Señora” porque es Reina, al participar de la Realeza de Cristo. Por eso, la Iglesia la invoca con la súplica: "Dios te salve Reina y Madre..."

María significa: Mar amargo

María es "Mar amargo" desde la presentación de Jesús en el templo. Simeón profetiza que Jesús será "signo de contradicción" y que una espada de dolor atravesará el corazón de la Madre (Lc. 2,34)
"Mar amargo" que culminará en la calle de la Amargura y en el Calvario donde la Madre será testigo de la muerte atroz del Hijo (Jo. 19, 25-28)

María significa: Estrella del mar

María es la “Estrella del mar” que nos marca la ruta hacia el puerto definitivo de salvación, que nos orienta y nos salva de las tempestades.

María significa "Esperanza"

“Yo soy la madre de la santa esperanza” (Ecl.24,24). María es la Madre de la esperanza porque es la Madre de Dios y, consecuentemente, nuestra Madre, siempre dispuesta a ayudar a sus hijos ante su Hijo. 
Por eso, nos apoyamos en María, confiamos en Ella y lo esperamos todo por medio de Ella.

Oración al Santo nombre de María

Espíritu Santo, Tú modelaste a María dándole un corazón puro, toda ternura, toda compasión, todo amor; por esto le decimos siempre en la Salve: "Oh Clementísima, oh Piadosa, oh Dulcísima Virgen María. 
Danos la gracia que después de haber participado en esta tierra de su inmensa ternura de Madre y después de haberla amado con inmenso cariño de hijo, podamos contemplarla con gloria en el Cielo. Amén".
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita. 
Ruega por nosotros santa Madre de Dios, Para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. 
Amén.

Lunes de la vigésima qunita semana del tiempo ordinario

Evangelio según San Lucas 8,16-18.

Jesús dijo a la gente: 
"No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente o para ponerla debajo de la cama, sino que se la coloca sobre un candelero, para que los que entren vean la luz.
Porque no hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.
Presten atención y oigan bien, porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que cree tener".