sábado, 11 de febrero de 2017

Sexto Domingo del tiempo ordinario ( fin de semana, 11 y 12 de febrero)


Libro de Eclesiástico 15,15-20. 

Si quieres, puedes observar los mandamientos y cumplir fielmente lo que le agrada.
El puso ante ti el fuego y el agua: hacia lo que quieras, extenderás tu mano.
Ante los hombres están la vida y la muerte: a cada uno se le dará lo que prefiera.
Porque grande es la sabiduría del Señor, él es fuerte y poderoso, y ve todas las cosas.
Sus ojos están fijos en aquellos que lo temen y él conoce todas las obras del hombre.
A nadie le ordenó ser impío ni dio a nadie autorización para pecar.

Salmo 119(118),1-2.4-5.17-18.33-34. 
Felices los que van por un camino intachable,
los que siguen la ley del Señor,
Felices los que cumplen sus prescripciones
y lo buscan de todo corazón,

Tú promulgaste tus mandamientos
para que se cumplieran íntegramente.
¡Ojalá yo me mantenga firme
en la observancia de tus preceptos!

Sé bueno con tu servidor,
para que yo viva y pueda cumplir tu palabra.
Abre mis ojos,
para que contemple las maravillas de tu ley.

Señor, enséñame el camino de tus preceptos,
que los quiero seguir hasta el final.
Instrúyeme, para que observe tu ley
y la cumpla de todo corazón.


Carta I de San Pablo a los Corintios 2,6-10. 
Es verdad que anunciamos una sabiduría entre aquellos que son personas espiritualmente maduras, pero no la sabiduría de este mundo ni la que ostentan los dominadores de este mundo, condenados a la destrucción.
Lo que anunciamos es una sabiduría de Dios, misteriosa y secreta, que él preparó para nuestra gloria antes que existiera el mundo;
aquella que ninguno de los dominadores de este mundo alcanzó a conocer, porque si la hubieran conocido no habrían crucificado al Señor de la gloria.
Nosotros anunciamos, como dice la Escritura, lo que nadie vio ni oyó y ni siquiera pudo pensar, aquello que Dios preparó para los que lo aman.
Dios nos reveló todo esto por medio del Espíritu, porque el Espíritu lo penetra todo, hasta lo más íntimo de Dios.

Evangelio según San Mateo 5,17-37. 
Jesús dijo a sus discípulos:
«No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.
El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.»
Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal.
Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego.
Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti,
deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso.
Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio.
Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.
Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.
Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.
También se dijo: El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio.
Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio.
Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor.
Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios,
ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey.
No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos.
Cuando ustedes digan 'sí', que sea sí, y cuando digan 'no', que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno. 

Oración a la Virgen de los pobres para alivio y sanación del sufrimiento Mensaje de Nuestra Señora de Banneux: "Vengo a aliviar el sufrimiento"


Oración a la Virgen de los pobres para alivio y sanación del sufrimiento




Del 15 de enero al 2 de marzo de 1933, la Virgen María se le apareció 8 veces a una niña de once años llamada Mariette Beco, en una aldea de Bélgica llamada Banneux
El mensaje que la Santísima Virgen impartió sigue siendo muy relevante hoy en día
El mensaje de Nuestra Señora de Banneux, dado a través de una simple niña, es un mensaje para todos sus hijos. “Vengo a aliviar el sufrimiento”
Cuando Nuestra Señora atrajo a la niña Mariette al agua de la fuente de sanidad, nos atrae a todos a la fuente del agua viva: Cristo Jesús. Al declararse Virgen de los Pobres, nos recuerda su amor y preocupación por toda la humanidad.
La pequeña ciudad de Banneux se encuentra en Bélgica. En 1914, Los aldeanos hicieron una promesa de consagrar su pueblo a Nuestra Señora si escapaban a los estragos de la guerra. Banneux resultó ilesa durante la Primera Guerra Mundial, y la aldea fue llamada después “Nuestra Señora de Banneux”.
Cada año, especialmente durante los triduos para los enfermos, cientos de miles de peregrinos acuden, solos o en grupos, para confiar a Nuestra Señora su pobreza, sufrimientos, dolores y sueños. Vienen a confiar en la Madre del Redentor, para decirle cuánto confían y esperan en Jesucristo, fuente de todas las gracias.
Todavía hoy, como hizo con Mariette, la Virgen de los Pobres conduce a los peregrinos de Banneux por el sendero personal de sus vidas. Ella nos invita a todos “estirar las manos hacia el agua” de sanación primaveral, nos conduce a Jesús, a la Verdadera Vida y a aliviar nuestro sufrimiento.
Oración a la Virgen de los pobres
María, Virgen de los Pobres, tú nos conduces a Jesús, fuente de gracia, y vienes a aliviar nuestro sufrimiento.
Te imploramos con entera confianza: ayúdanos a seguir a tu amado Hijo con generosidad, y que pertenezcamos a Él sin reservas.
Ayúdanos a darle la bienvenida al Espíritu Santo que nos guía y nos santifica.
Consíguenos la gracia de mirar a través de los ojos de Jesús, para que nuestra vida glorifique al Padre y contribuya a la salvación de nuestros hermanos.
Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor.
Amén
– Realizar aquí su petición –
Nuestra Señora de Banneux, Santísima Virgen de los Pobres, míranos con benevolencia a todos nosotros, a tus pobres y sufrientes hijos.
Escucha nuestras oraciones y llévanos diariamente a la fuente del Agua Viva: Jesús.
Amén
Invocaciones a Nuestra Señora de Banneux:
Santísima Virgen de los Pobres, condúcenos a Jesús, Fuente de gracia.
Santísima Virgen de los Pobres, salva a todas las naciones.
Santísima Virgen de los Pobres, alivia al Enfermo.
Santísima Virgen de los Pobres, alivia el sufrimiento.
Santísima Virgen de los Pobres, ruega por cada uno de nosotros.
Santísima Virgen de los Pobres, creemos en vosotros.
Santísima Virgen de los Pobres, creed en nosotros.
Santísima Virgen de los Pobres, oraremos con fuerza.
Bendita Virgen de los Pobres, bendícenos
Bendita Virgen de los Pobres, Madre del Salvador Madre de Dios, te damos gracias.

Oración para cuando estás desesperado "Si estás aquí, incluso en la mayor oscuridad se enciende una luz..."

Oración para cuando estás desesperado

Aunque esté triste o desesperado, Señor,
sé que estás aquí, cerca de mí.
Si estás aquí, incluso en la mayor oscuridad
se enciende una luz.
Y esa luz es la señal de que tu vida es más fuerte.
Y tu vida es tan fuerte que me pone en pie,
me seca las lágrimas,
me impulsa a gritarle al mundo
que incluso en la tristeza y en la depresión,
incluso en la desesperación que atenaza mi corazón,
hay un lugar para la esperanza,
hay un lugar para ti que eres Luz,
Fuerza, Optimismo irresistible.


Los católicos celebramos la Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes

11 de febrero: Los católicos celebramos la Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes

Cada 11 de febrero la Iglesia celebra la Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, quien en una de sus apariciones le dijo a Santa Bernardita: “No te prometo hacerte feliz en este mundo, sino en el próximo". Aquí el significado de sus apariciones, el mensaje que dejó y los milagros que se dieron con su intercesión.
Era el 11 de febrero de 1858, Bernardita, su hermana y otra niña iban al campo a buscar leña seca, cerca de una gruta. Para llegar ahí tenían que pasar por un arroyo. Bernardita no se atrevía a adentrarse porque el agua estaba muy fría. Se empezó a sacar los zapatos, cuando de pronto escuchó un ruido fuerte proveniente de la gruta.

Se acercó a ver lo que pasaba y ahí en ese lugar sucio y pedregoso se apareció la Virgen envuelta en una luz resplandeciente, con un traje blanco de un tejido desconocido, una cinta azul en la cintura, un largo velo blanco y dos rosas doradas brillantes que le cubrían la parte superior de los pies.
En sus manos, la Virgen tenía un largo rosario blanco y dorado. Entonces juntas empezaron a rezarlo. El domingo 14 de febrero, Bernardita en la gruta reza la primera decena del Rosario y María se aparece. La niña le tira agua bendita para asegurarse que no era una obra del enemigo. La Virgen sonríe, se persigna con el Rosario y lo rezan juntas.
El jueves 18 la Virgen le pide a Bernardita que regrese por quince días seguidos a la gruta. Ante la aceptación y promesa de la pequeña, María le promete hacerla dichosa en el otro mundo. Los rumores de las apariciones se empiezan a esparcir.
El 19 de febrero, Bernardita va con una vela bendecida y encendida. Es así que nace la costumbre de ir con velas para encenderlas ante la gruta. El 20 de febrero la Señora le enseña una oración personal a Bernardita.
El domingo 21, la niña ve que la Virgen estaba triste, le pregunta lo que le pasa y Nuestra Señora le contesta: “Rogad por los pecadores”. Para ese entonces las autoridades amenazaron a Bernardita con llevarla a la cárcel y todos se burlaban de ella.
El 22 la Virgen no se le apareció, pero la niña no perdía la esperanza de volverla a ver. El 23, diez mil personas fueron a ver lo que pasaba. La Virgen se le apareció a Bernardita y le pidió que les diga a los sacerdotes que eleven ahí un santuario, a donde se debe ir en procesión.
La niña va y le comenta al sacerdote, quien a cambio pide el nombre de la Señora y que florezca un rosal silvestre sobre el que se aparecía.
El 24 la pequeña le cuenta todo a la Virgen, quien sólo sonrió. Luego María la mandó a rogar por los pecadores y exclamó: “¡Penitencia, penitencia, penitencia!... ¡Ruega a Dios por los pecadores! ¡Besa la tierra en penitencia por los pecadores!” Bernardita así lo hizo y pedía a los espectadores que hicieran lo mismo.
El 25 de febrero la Virgen le ordena beber, lavarse los pies en la fuente y comer hierba. Bernardita, por indicación de María, escarbó en el fondo de la gruta y empezó a brotar agua.
El 26 se produce el primer milagro. El pobre obrero Bourriete, que tenía el ojo izquierdo mutilado, ora y se frota el ojo con el agua de la fuente. Luego empezó a gritar de alegría y fue recuperando la vista. El 27 la Virgen permanece en silencio, Bernardita bebe del agua del manantial y hace los gestos recurrentes de penitencia.
El 28 Bernardita va a la gruta, pero luego es llevada a casa el juez y amenazada de ir a cárcel. En la noche, Catalina Latapie moja su brazo dislocado y el brazo y la mano recuperan su agilidad, produciéndose un segundo milagro.
El martes 2 de marzo, Bernardita va de nuevo donde el párroco a recordarle el pedido de la Virgen.
El 3 de marzo la pequeña le pregunta de nuevo su nombre y la Virgen sonríe. Ese día, una madre en su desesperación lleva en brazos a su hijo que estaba medio muerto. Lo metió 15 minutos en el agua fría y al llegar a casa notó mejoría en la respiración del niño.
Al día siguiente, el niño estaba lleno de vida y completamente sano. Los médicos certificaron el milagro y lo llamaron de primer orden.
El 4 de marzo, al finalizar los quince días, la visión permanece silenciosa. El 25 de ese mes la Virgen se apareció a Bernardita, levantó los ojos hacia el cielo, juntó en signo de oración las manos que tenía abiertas y tendidas hacia el suelo y le dijo a Bernardita: “Soy la Inmaculada Concepción”.
La pequeña salió corriendo a decirle al párroco, quien se conmueve ante la revelación del nombre ya que cuatro años antes se había proclamado el dogma de la Inmaculada Concepción.
El 7 de abril, Bernardita en la gruta y en éxtasis pone su mano sobre la llama de la vela encendida que había llevado y no se quema. Después de la aparición, su mano estaba ilesa y fue comprobado por un médico que presenció el hecho.
El 16 de julio se produjo la última aparición. Bernardita  sintió la misteriosa llamada y al llegar a la gruta se dio cuenta que estaba vallada y no se podía pasar. Se dirige entonces al otro lado, enfrente de la gruta, y vio a la Madre de Dios. ”Me pareció que estaba delante de la gruta, a la misma distancia que las otras veces, no veía más que a la Virgen. ¡Jamás la había visto tan bella!”, dijo Santa Bernardita.
Algunos consideran que la aparición de Nuestra Señora de Lourdes es un agradecimiento del cielo por el dogma de la Inmaculada Concepción y es exaltación a las virtudes de pobreza y humildad como la que tenía la pequeña Bernardita.
Asimismo afirman que es un llamado a aceptar la cruz para ser felices en la otra vida, la importancia de la oración, del Santo Rosario y la penitencia con una misericordia infinita por los pecadores y los enfermos.
El agua de la gruta ha sido analizada por químicos, quienes señalaron que es un agua virgen, pura, natural, sin propiedad térmica y en la que ninguna bacteria sobrevive. Para los cristianos esto es símbolo de la Inmaculada Concepción.
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