viernes, 13 de mayo de 2016

Los enseña el Catecismo: Los 8 sorprendentes símbolos del Espíritu Santo

Espíritu Santo / Crédito: Flickr Lawrence OP (CC-BY-NC-ND-2.0)

REDACCIÓN CENTRAL, (ACI).- El Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, que coopera con el Padre y el Hijo desde el comienzo de la historia. En el día de su fiesta, Pentecostés, que celebramos este domingo, recordamos ocho símbolos que, según el Catecismo, lo representan.
Agua: El simbolismo del agua es significativo de la acción del Espíritu Santo en el Bautismo, ya que se convierte en el signo sacramental del nuevo nacimiento.
Unción: Simboliza la fuerza. La unción con el óleo es sinónima del Espíritu Santo. En el sacramento de la Confirmación se unge al confirmado para prepararlo a ser testigo de Cristo.
Fuego: Simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu.
Nube y luz: Símbolos inseparables en las manifestaciones del Espíritu Santo. Así desciende sobre la Virgen María para "cubrirla con su sombra". En el Monte Tabor, en la Transfiguración, el día de la Ascensión; aparece una sombra y una nube.
Sello: Es un símbolo cercano al de la unción. Indica el carácter indeleble de la unción del Espíritu en los sacramentos y hablan de la consagración del cristiano.
La Mano: Mediante la imposición de manos los Apóstoles y ahora los Obispos, trasmiten el "don del Espíritu".
El Dedo: "Por el dedo de Dios expulso yo [Jesús] los demonios" (Lc 11, 20). El himno “Veni Creator” invoca al Espíritu Santo como “dextrae Dei Tu digitus (“dedo de la diestra del padre”).
La Paloma: En el Bautismo de Jesús, el Espíritu Santo aparece en forma de paloma y se posa sobre Él.

La Iglesia ha asistido a 2.480.877 personas en 6.101 centros para mitigar la pobreza. El número de personas atendidas ha crecido un 15% en el último periodo. ‪#‎obrasMisericordia‬


¿San Juan Pablo II consagró a Rusia al Inmaculado Corazón de María?



Plaza Roja en Rusia y Juan Pablo II / pixin.net (CC-BY-SA-3.0) / Flickr Dennis Jarvis (CC-BY-SA-2.0)
REDACCIÓN CENTRAL,  (ACI).- Después de leer la tercera parte del secreto de Fátima, San Juan Pablo II decidió viajar a Portugal el 13 de mayo de 1982 y consagrar no solo a Rusia, sino también a todo el mundo a su Inmaculado Corazón.  
Este acto, sin embargo, no satisfizo la consagración solicitada por la Virgen María –pues también debían participar los obispos de todo el mundo-, y por lo tanto "el 25 de marzo de 1984 en la Plaza de San Pedro, recordando el mandato pronunciado por María, el Santo Padre en unión espiritual con los obispos del mundo, confió a todos los hombres y mujeres y a todos los pueblos al Inmaculado Corazón de María". (Cardenal Tarcisio Bertone)
"Sor Lucía confirmó personalmente que este acto solemne y universal de consagración correspondía a los deseos de Nuestra Señora (‘Sí, desde el 25 de marzo de 1984’: carta del 8 de noviembre de 1989). Por tanto, toda discusión, así como otra petición ulterior, carecen de fundamento". (Cardenal Tarcisio Bertone)
Fátima y la caída del comunismo ruso
El año 1917 fue agitado para Rusia. Además de combatir en la Primera Guerra Mundial, el país experimentó dos guerras civiles conocidas como la Revolución de Febrero y la Revolución de Octubre.
La primera condujo a la creación de un gobierno provisional que resultó inestable. Después, entre el 24 y 25 de octubre, a menos de dos semanas después de la última aparición de la Virgen de Fátima, la segunda revolución dio lugar a la creación de la Unión Soviética.
En los años siguientes Rusia amplió su esfera de influencia exportando su ideología comunista a varios países y martirizando a un gran número de cristianos.
Tras la consagración realizada en la Plaza de San Pedro en 1984, se derrumbó en primer lugar el bloque soviético en 1989 y luego la propia Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), a consecuencia de diversos factores sociales, políticos y económicos.
El mismo Papa San Juan Pablo señaló:
"¿Y qué diremos de los tres niños de Fátima que, de repente, en la víspera del estallido de la Revolución de Octubre escucharon: ‘Rusia se convertirá’ y ‘Al final, mi [Inmaculado] Corazón triunfará"? Ellos no pudieron inventar tales predicciones porque no sabían lo suficiente acerca de historia o geografía, y mucho menos de los movimientos sociales y la evolución ideológica y, sin embargo, sucedió tal como lo habían dicho". (Cruzando el Umbral de la Esperanza, pg. 131)
Aunque no reveló la tercera parte del secreto hasta el año 2000, Seis años antes San Juan Pablo II hizo alusión a su contenido. Inmediatamente después meditó sobre la caída del comunismo en relacionándolo con Fátima y escribió:
"Tal vez este es el motivo por el que el Papa fue llamado de un ‘país lejano’, tal vez porque era necesario que el intento de asesinato se haga en la Plaza de San Pedro, precisamente el 13 de mayo de 1981, en el aniversario de la primera aparición en Fátima, de modo que todo podría ser más transparente y comprensible, para que la voz de Dios que habla en la historia humana a través de los ‘signos de los tiempos’ pueda ser más fácilmente audible y comprensible".  (Cruzando el Umbral de la Esperanza, pg. 131-132)
Para el año 2000, el Santo Padre se sintió capaz de revelar la parte final del secreto de Fátima, ya que "los acontecimientos a los que la tercera parte del ‘secreto’ de Fátima se refiere, parecen ahora, parte del pasado". (Cardenal Ángel Sodano)
El Pontífice eligió la beatificación de Francisco y Jacinta el 13 de mayo de 2000, en Portugal, como ocasión para anunciar este hecho.

¿Y si cambiamos “Abrazos Gratis” por “Ave Marías Gratis”? Jóvenes peruanos entregan su tiempo para rezar por otros en las calles

“Disfruto conversar con la gente en la calle. Detenerlos y arrancarles una sonrisa. Es mejor dar que recibir. Siempre estuve convencido de eso”. Con este cartel en mano que regala ‘Ave Marías’ anduve en las calles de Lima porque sé que muchos necesitan ser escuchados”, expresó Roberto Chumbimuni, que con 23 años llevó esta propuesta incluso hasta Chile.
Cuenta que en unas de sus caminatas en la Plaza de Maipú se cruzó con un joven ateo. “A él le costaba creer que entregara parte de mi tiempo para rezar por alguna intención personal que él tuviera”, prosigue.
“’Callejear nuestra fe’ es lo que pidió el papa Francisco a los jóvenes que estuvimos con él en la Jornada Mundial de la Juventud en Rio 2013. Desde entonces decidí hacer lío. Tomar las calles y cruzarme en el camino intencionalmente, con personas ansiosas de Dios”, añade.
Una obra de caridad 
“Irrumpir a la gente en las calles me hace sentir superhéroe cuando me preguntan cuánto cuestan los servicios y si vamos a rezar por alguien. Muchos me agradecen, incluso empiezan a contarme situaciones difíciles que han vivido. Les respondo que esto es sólo una obra de caridad. Hemos logrado llevar a muchos al reencuentro con Dios”, asegura Roberto.
“Es un minuto que le robamos el día de hoy animamos a la gente y empezamos nuestro encuentro. Lo que me impulsa a continuar es, mostrar a quienes participan, que en el día a día, podemos conectarnos con nuestra madre del cielo, dedicando estas palabras a ella, en medio de nuestra cotidianeidad”, enfatiza.
Roberto también reconoce que para muchos pedir una oración es difícil y es por ahí que  comienza el desafío de la ayuda.  “Encontré un joven católico que vivía alejado de Dios, luego de rezar el Ave María lo vi acudir a la confesión. Esto fue para mí el mayor gesto de satisfacción a mi labor, ese día”, manifesta.
Una Ave María y un sello
Durante su viaje a Brasil llegó a sus manos una moneda que le fue entregada como un recuerdo de su estadía en la JMJ, desde entonces fue hilando en su cabeza la idea de comunicar el rezo del “Ave María gratis” a través de una tarjeta que se pueda pasar de persona a persona.
“Al término de cada Ave María les entregamos esta tarjetita que servirá como sello para que luego se haga lo mismo con otra persona”, expresa.
“Me encanta servir a la Iglesia. Con estas experiencias he decidido vincular mi carrera de diseñador publicitario con mi fe. Ahora me dedico a emprender proyectos apostólicos. El amor a María me ha dado mucho para mí masculinidad, la entrega de esta mujer es el testimonio más admirable de amor y admiración que he conocido”.
Inmediatamente cuando descubrió a través de un video que a la gente le gustaba recibir abrazos gratis decidió embarcarse en esta obra.
Esta campaña está corriendo el mundo entero y la campaña se  llevará a cabo el 21 de mayo en  una convocatoria que  incluye a varios cantautores católicos. En Perú se implementó desde 2013.  La idea sigue corriendo en Ecuador, Colombia, Bolivia y Argentina, Estados Unidos y varios países de Europa.

¡ Que viva la Virgen María!

Virgen de Medjugorje

Vengo de visitar a Jesús en el Sagrario.
“Lo haré por tu madre” le dije, “¿te importa?”
“Me encanta que lo hagas”, respondió.
Entonces, dirigiéndome a la Virgen María le dije:
“Todas las reflexiones que escriba, son para ti, Madre mía”.
He querido dedicar lo que escriba a la Virgen María, “mi madre”, nuestra madre, MADRE DE TODOS.
Quiero contar con su bendición maternal cada vez que me sienta a escribir. Poder tocar muchas vidas con las palabras, recordar a los lectores que no estamos solos en este mundo y que nos espera un cielo maravilloso. La Virgen se preocupa mucho por ti.
En mi país mayo es el mes dedicado a la Virgen. Cuando se acerca mayo, me voy preparando.  Lo espero con una gran ilusión.
Hago una buena confesión sacramental, busco un buen libro de espiritualidad sobre la Virgen, para leer, le compro flores y se las llevo con mi esposa Vida y mi hijo Luis Felipe.
Tengo una gran deuda con la Virgen. Siempre nos ha cuidado.  Su amor maternal nunca ha faltado en mi familia.
Estamos empezando este mes en que la honraremos cada día, con nuestros pensamientos y acciones.
Es mayo, ¡qué maravilla! 
La visitaremos en sus santuarios e iglesias, rezaremos el santo Rosario que tanto le gusta, y le diremos muchas, muchas veces, que la amamos. A toda madre le agrada escuchar estas palabras de los labios de sus hijos.
Me ha mostrado con creces su amor y protección. ¿Cómo no amarla?
Me nace del alma en este momento darle un piropo: “Eres la más bella dulce Virgen María”.
Sobre la pared de mi cuarto cuelga un bello cuadro de la Virgen. Me encanta mirarla porque te da la impresión que también te mira y te sonríe.
Cada mañana antes de salir, le pido su bendición. Me ayuda mucho porque cuando llegan las tentaciones y estoy por caer me digo:
“No le haré esto a la Virgen. No seré causa de este dolor a su Inmaculado Corazón”. 
Esta certeza de saber que ella nos mira ilusionada desde el cielo, como una madre que vela por sus hijos,  me ayuda a continuar.
No sé si te ocurre igual, me gustan mucho las jaculatorias, oraciones cortas de amor, que puedes repetir a lo largo de la jornada. Hay una en particular, que le digo a la Virgen como un grito de auxilio y confianza.
“Dulce Corazón de María, sed la salvación del alma mía”.
La he repetido hoy a lo largo del día. Y me parece escuchar:
“Mi pequeño, no temas, aquí estoy”.
Para comprender debes tener el corazón de un hijo, un pequeño que busca y ama incondicionalmente a su madre…
Dile con toda tu alma y todo el corazón:
“Dulce Corazón de María, sed la salvación del alma mía”.

Viernes de la séptima semana de Pascua. Fiesta de Ntra. Sra. de Fátima.

Libro de los Hechos de los Apóstoles 25,13b-21. 
El rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea y fueron a saludar a Festo.
Como ellos permanecieron varios días, Festo expuso al rey el caso de Pablo, diciéndole: "Félix ha dejado a un prisionero,
y durante mi estadía en Jerusalén, los sumos sacerdotes y los ancianos de los judíos, presentaron quejas pidiendo su condena.
Yo les respondí que los romanos no tienen la costumbre de entregar a un hombre antes de enfrentarlo con sus acusadores y darle la oportunidad de defenderse.
Ellos vinieron aquí, y sin ninguna demora, me senté en el tribunal e hice comparecer a ese hombre al día siguiente.
Pero cuando se presentaron los acusadores, estos no alegaron contra él ninguno de los cargos que yo sospechaba.
Lo que había entre ellos eran no sé qué discusiones sobre su religión, y sobre un tal Jesús que murió y que Pablo asegura que vive.
No sabiendo bien qué partido tomar en un asunto de esta índole le pregunté a Pablo si quería ir a Jerusalén para ser juzgado allí.
Pero como este apeló al juicio de Su Majestad imperial, yo ordené que lo dejaran bajo custodia hasta que lo enviara al Emperador".



Salmo 103(102),1-2.11-12.19-20ab. 
Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía,
y nunca olvides sus beneficios.
Cuanto se alza el cielo sobre la tierra,
así de inmenso es su amor por los que lo temen;
cuanto dista el oriente del occidente,
así aparta de nosotros nuestros pecados.

El Señor puso su trono en el cielo,
y su realeza gobierna el universo.
¡Bendigan al Señor, todos sus ángeles,
los fuertes guerreros que cumplen sus órdenes!




Evangelio según San Juan 21,15-19. 
Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer, dijo a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?". El le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".
Le volvió a decir por segunda vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas".
Le preguntó por tercera vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?". Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: "Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas.
Te aseguro que cuando eras joven, tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará a donde no quieras".
De esta manera, indicaba con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Y después de hablar así, le dijo: "Sígueme".



Leer el comentario del Evangelio por : San Juan Crisóstomo  
«El buen pastor da la vida por sus ovejas» (Jn 10,11)