sábado, 12 de diciembre de 2015

MEDITACIONES PARA CADA DÍA DE ADVIENTO

Medita cada día de Adviento
La misión de ser camino 
Camino de la cumbre nevadaEn Adviento,  ¿de qué modo soy precursor? ¿Cómo ayudo a que los demás se preparen para que también llegue Dios a sus casas?

Adviento es la época en que la Iglesia nos prepara, en una forma muy particular, para la venida del Señor. Y esta preparación, que supone un tiempo de mayor oración e introspección dentro del corazón, se debe convertir también en una serie de preguntas respecto al modo en el que nos estamos acercando a la Navidad, que en definitiva, es el misterio de la manifestación del Señor, el misterio por el cual Dios se muestra al mundo.

Es importante que todos nos atrevamos a cuestionarnos el modo en el que cada uno está viviendo esta manifestación de Dios. Si estamos aceptando o no la manifestación del Señor; si estamos condicionando o no la manifestación del Señor; si estamos manipulando o no la manifestación del Señor.

Todo este tema nos tendría que llevar a preguntarnos, en primer lugar, ¿cómo me llega a mí esta manifestación? Y en segundo lugar —y quizá esta pregunta es mucho más importante— ¿cómo me convierto en transmisor de esta manifestación de Dios? Porque no podemos olvidar que a todos y a cada uno de nosotros nos corresponde ser precursores del Señor.

El Evangelio de San Lucas nos narra un pasaje en el que Jesucristo cura a un paralítico. Un hombre, vamos a decirlo así, que estaba espiritualmente atado, un hombre sin esperanzas. Ese paralítico, en cierto sentido, somos todos los seres humanos. Porque todos, de alguna forma o de otra, tenemos esta parálisis; de un modo u otro estamos atorados en nuestra existencia. Todos tenemos algo por lo que nuestra vida no acaba de caminar.

Jesús está dispuesto a curarnos; Él es la esperanza que nos va a sanar. Sin embargo, para que pueda realizarse esta esperanza, hace falta un precursor. Es decir, hace falta alguien que prepare el camino para que el alma paralítica pueda encontrarse con el Señor. Y ese alguien que prepara el camino, en el caso del Evangelio, son las personas que se dan cuenta que no se puede pasar, y tienen que hacer el esfuerzo por subir al tejado, quitar las tejas, bajar al enfermo y ponerlo delante de Cristo.

En este pasaje vemos de forma muy clara que el milagro no se podría haber realizado sin estas personas. Sin embargo, cuántas veces nos olvidamos de que los milagros de Dios, que a lo mejor no van a ser el sanar un cuerpo paralítico, sino sanar un alma paralítica, necesitan de precursores.

Generalmente el camino del Señor no se prepara solo. La mayoría de los caminos de Dios necesitan de precursores. Nosotros somos los precursores. Cada uno de nosotros tiene que tener corazón de precursor que, en primer lugar, acepte esta misión y acepte que va a ser el que logre que Cristo llegue a otros corazones. Y, en segundo lugar, un corazón de precursor que pone todos los medios necesarios para que esta misión se realice, porque de nada sirven los títulos si no los hacemos vida, si no los bajamos a la práctica, si no los ponemos en movimiento. De nada sirve que nos demos cuenta de las necesidades de los hombres. Tampoco sirve de nada que nos demos cuenta de que, además, las podemos arreglar. De poco sirven las palabras si no las bajamos a los hechos.

Cuánta gente hay en el mundo que viven nada más de palabras; viven hablando de la importancia que tiene el hacer cosas, sin atreverse a realizarlas. Cuántas veces, es a cada uno de nosotros, a los que se nos olvida que más que decir, al precursor le toca hacer, le toca preparar el camino. Y cuántas veces, también, se nos olvida que el primer camino que tenemos que preparar para que llegue el Señor no es el camino ajeno, sino el propio camino.

¡Qué responsabilidad tan grande y tan seria es el hecho de que pudiéramos no ser camino suficientemente llano para que pueda pasar el Señor! Por eso, en este Adviento, cada uno de nosotros, con mucha tranquilidad y con gran exigencia, tiene que cuestionarse sobre el modo en que está siendo precursor. Es decir, si está corriendo delante de Cristo, si está preparando el camino del Señor.

Por otra parte, el Profeta Isaías, con la imagen de una calzada ancha que se llamará Camino Santo, nos narra cómo va a ser el momento en el que el Mesías esté presente en el mundo: "Los impuros no la transitarán, ni los necios vagarán por ella, no habrá por ahí leones, ni se acercarán las fieras. Por ella caminarán los redimidos, volverán a casa los rescatados por el Señor, vendrán a Sión con cánticos de júbilo coronados de perpetua alegría”.

Obviamente el camino del que habla el profeta Isaías es un camino espiritual. Y ese camino espiritual no es simplemente una buena intención, sino que, en cierto sentido, cada uno de nosotros es ese camino espiritual, porque cada uno de nosotros es tanto el camino a través del cual tiene que pasar Dios para llegar a los hombres, como también el camino a través del cual llegan los hombres a Dios. Todos los cristianos tenemos la misión de ser este Camino Santo. Es decir, debemos ser precursores, ir delante del Señor anunciando a los hombres que tienen una esperanza

¿Cómo vamos a ser precursores si no tenemos al Señor en nuestro corazón? ¿Cómo puedo revelar a los hombres que tienen una esperanza, si a lo mejor yo soy el primero que carece de ella? ¿Cómo les voy a asegurar a los demás que Cristo va a solucionar sus problemas, si yo no me esfuerzo por poner en Cristo los míos para que Él me los solucione?

Si yo quiero que Cristo pase a través de mí a los hombres, y los hombres lleguen a través de mí a Jesucristo, necesito ser este Camino Santo. Y aunque podríamos reflexionar mucho sobre el simbolismo en torno a este Camino Santo, uno de los puntos más importantes es el hecho de que nos tenemos que dar cuenta de que no lo pueden recorrer los impuros. Es decir, no puede circular por él todo aquello que nos aparta de Dios. Por lo tanto, una de las principales tareas como precursor es quitar todo lo que no debe transitar por mi camino.

Cuántas veces esta impureza puede ser las faltas de caridad, y cuántos impuros de este estilo pueden encontrarse en mi camino. O cuánto de esta impureza puede ser mi pereza, mi flojera, mi comodidad que camina tranquilamente por mi vida de arriba abajo y de abajo arriba, e impide que mi camino sea un Camino Santo. Cuántas veces estos impuros pueden ser la reticencia para hacer el bien a los demás, o la falta de urgencia para aprovechar mejor el tiempo y no perderlo en tantas cosas nimias e insustanciales en las que con frecuencia lo usamos.

La Escritura nos habla de que los necios tampoco podrán ir por el Camino Santo. Es decir, no podrán caminar por él aquellos que no captan lo que el Señor quiere. Y cuántas veces podríamos estar permitiendo que por el camino de nuestra vida estén pasando muchas situaciones en las que no queremos captar lo que el Señor quiere, muchas situaciones en las que no poseemos la sabiduría de Dios. Cuántas situaciones sin sabiduría de Dios hay en nuestra vida. Cuántas veces ante una dificultad, ante una prueba, nuestro modo de comportarnos demuestra que la sabiduría de Dios no está presente.

Ser precursores no es simplemente hablar; ser precursores reclama, en primer lugar, permitir que Cristo pase a través de nuestro corazón. Yo les invito a que con mucha sinceridad, cada uno se haga las siguientes preguntas: ¿De qué modo soy precursor? ¿Qué tan limpio precursor soy? ¿Estoy permitiendo que el Señor pase a través de mí hacia los hombres? ¿Estoy permitiendo, por mi modo de vida, que los hombres puedan llegar a Dios?

En el fondo, esto es el Adviento. El Adviento no son adornos, no son figuritas, no son flores, no son árboles de Navidad, no son dulces. El Adviento es ser capaces de que el Señor venga a nuestra casa y, como precursores, poder ayudar a que los demás se preparen para que también llegue a la suya.

Fin de semana 12 y 13 de Diciembre. Domingo GAUDETE

Tercer domingo de Adviento

Libro de Sofonías 3,14-18a. 
¡Grita de alegría, hija de Sión! ¡Aclama, Israel! ¡Alégrate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén!
El Señor ha retirado las sentencias que pesaban sobre ti y ha expulsado a tus enemigos. El Rey de Israel, el Señor, está en medio de ti: ya no temerás ningún mal.
Aquel día, se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos!
¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti, es un guerrero victorioso! El exulta de alegría a causa de ti, te renueva con su amor y lanza por ti gritos de alegría,
como en los días de fiesta. Yo aparté de ti la desgracia, para que no cargues más con el oprobio.



Libro de Isaías 12,2-3.4bcd.5-6. 
Este es el Dios de mi salvación:
yo tengo confianza y no temo,
porque el Señor es mi fuerza y mi protección;
él fue mi salvación.
Ustedes sacarán agua con alegría
de las fuentes de la salvación.

Den gracias al Señor, invoquen su Nombre,
anuncien entre los pueblos sus proezas,
proclamen qué sublime es su Nombre.

Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso:
¡que sea conocido en toda la tierra!
¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión,
porque es grande en medio de ti
el Santo de Israel!





Carta de San Pablo a los Filipenses 4,4-7. 
Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense.
Que la bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca.
No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios.
Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús.



Evangelio según San Lucas 3,10-18. 
La gente le preguntaba: "¿Qué debemos hacer entonces?".
El les respondía: "El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; y el que tenga qué comer, haga otro tanto".
Algunos publicanos vinieron también a hacerse bautizar y le preguntaron: "Maestro, ¿qué debemos hacer?".
El les respondió: "No exijan más de lo estipulado".
A su vez, unos soldados le preguntaron: "Y nosotros, ¿qué debemos hacer?". Juan les respondió: "No extorsionen a nadie, no hagan falsas denuncias y conténtense con su sueldo".
Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías,
él tomó la palabra y les dijo: "Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego.
Tiene en su mano la horquilla para limpiar su era y recoger el trigo en su granero. Pero consumirá la paja en el fuego inextinguible".
Y por medio de muchas otras exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Noticia.

CELEBRACIONES DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR ( haz clic)

Horarios de Navidad 
de las Parroquias de
  San Isidro Labrador (La Laguna de Aridane)
San Nicolás de Bari (Las Manchas) y 
San Pío X (Todoque).




Noche Buena y Natividad del Señor.

23 de Diciembre, a las 21h. Celebración de la Natividad en Puerto de Naos.

24 de Diciembre, a las 18:30 h. en la Parroquia de San Isidro, La Laguna, y a las 20 h. en la Parroquia de San Nicolás de Bari, Las Manchas. Celebración de la Natividad del Señor.

25 de Diciembre , celebración de la Solemnidad de la Natividad del Señor, las 10h. en San Pío X, Todoque y a las 19 h. en Puerto de Naos.


Solemnidad de Santa María, Madre de Dios.





31 de Diciembre, a las 17 h. en la Parroquia de San Nicolás de Bari, Las Manchas. A las 18:30 h. en San Isidro Labrador, La Laguna y a las 20:30 h. en Puerto Naos. Celebración de Santa María, Madre de Dios.

1 de Enero, Año Nuevo. Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, a las 10h. en San Pío X, Todoque.


Solemnidad de la Epifanía del Señor.



5 de Enero, Auto de Reyes Magos y Misa de víspera de la Epifanía a las 16:30  h. en San Nicolás de Bari, Las Manchas. A las 18:30 h. en San Isidro Labrador, La Laguna y a las 20:30 h. en Puerto Naos, celebración de Misa de víspera de Epifanía del Señor.

6 de Enero, Solemnidad de la Epifanía del Señor. Celebración de la Santa Misa a las 10 h. en la Parroquia de San Pío X, Todoque.

Bautismo del Señor.

10 de Eneroa las 17 h. en la Parroquia de San Nicolás de Bari, Las Manchas. A las 18:30 h. en San Isidro Labrador, La Laguna y a las 20:30 h. en Puerto Naos. Celebración de víspera del Bautismo del Señor.

11 de Enero, Bautismo del Señor, a las 10 h. en San Pío X, Todoque. Celebración de Bautismos.


Navidad 2015.



La especial historia de San Juan Diego y la Virgen de Guadalupe

En 1531, la Virgen se apareció al indio Juan Diego en una colina cerca de Ciudad de México. Le pidió que construyera allí mismo un santuario en su honor. 

La Virgen también dejó una imagen de ella misma en la tilma de este indígena. Desde ese momento, fue Nuestra Señora de Guadalupe.

El padre Eduardo Chavez es quien mejor conoce esta historia. Es el postulador de la causa de San Juan Diego.

MONS. EDUARDO CHÁVEZ
Rector, Basílica de Guadalupe
"La tilma significa la persona del laico. Ahí es donde pone la verdad de Dios con estas flores. Baja, se las enseña a la Virgen, la Virgen acomoda las flores dentro de la tilma y ahora sí, va con el obispo. Llega con el obispo la mañana del día martes 12 de diciembre del año 1531 y después de hora y media lo aceptan ir delante del obispo, le dice todo Juan Diego y le da la señal que son las flores. En ese momento es cuando se imprime la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe en la tilma de Juan Diego”.

Desde entonces, Nuestra Señora de Guadalupe es patrona y emperatriz de toda la América y de las Filipinas. 

Juan Diego era una de las figuras más importantes para los católicos de América Latina pero desde su canonización, también lo es para el mundo.

MONS. EDUARDO CHÁVEZ
Rector, Basílica de Guadalupe
"Se ha comprendido claramente que es gracias a la canonización de San Juan Diego que nosotros verificamos, confirmamos, que el encuentro que tiene Dios con los seres humanos a través de Santa María de Guadalupe es totalmente cierto”.

El Papa Francisco siente un cariño especial por Nuestra Señora de Guadalupe por eso, por segundo año, celebrará la Misa en su honor en la basílica de San Pedro.

Pero no solo eso. También la visitará a ella durante su viaje a México de febrero.Como el mismo ha dicho, será un peregrino más en uno de los santuarios marianos más visitados del mundo.

APERTURA DIOCESANA DEL AÑO DE LA MISERICORDIA

Apertura Diocesana del Año de la Misericordia. La Parroquia Matriz de Ntra. Sra. de Los Remedios, en Aridane, será el domingo 13 de diciembre, domingo Gaudete, a las 19:00 horas.

¿QUÉ OBRA DE MISERICORDIA DEBEMOS CONCRETAR CADA MES?

Sin duda, este curso pastoral viene marcado por la celebración del Jubileo de la Misericordia.
Para la formación de todos los agentes de pastoral en este tema y para ayudarnos a vivir este tiempo de misericordia personal y comunitaria, el Papa ha propuesto practicar más y mejor las obras de misericordia. Lo que se pretende en la diócesis es que cada mes, profundicemos y concretemos una de esas obras.
“Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina” – ha señalado el Papa.
Concretamente, en este mes de diciembre, se está haciendo hincapié en la obra de misericordia "Consolar al triste" y el próximo mes de enero se hará lo propio con la obra "Dar posada al necsitado".
Los carteles de las obras de misericordia se pueden visualizar y descargar desde la página del obispado www.obispadodetenerife.es. Asimismo, en este portal web se encuentra el pdf del cuadernillo de formación que se ha editado para el Año de la Misericordia.

TODA LA INFORMACIÓN ACERCA DEL PDP, EL ADVIENTO Y EL AÑO DE LA MISERICORDIA

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