martes, 7 de junio de 2016

“El vídeo del Papa”: “¿podemos ignorar el abandono de ancianos y enfermos?” Pide por “los ancianos, marginados y las personas solitarias”

El vídeo del Papa ( puedes verlo en este enlace, pincha encima)

El Papa Francisco ha grabado un vídeo para pedir la oración y el compromiso a favor de “los ancianos, marginados y las personas solitarias”, con el objetivo de concientizar sobre el frecuente abandono de personas mayores y enfermos.
“Nuestras ciudades deberían caracterizarse sobre todo por la solidaridad, que no consiste únicamente en dar al necesitado, sino en ser responsables los unos de los otros y generar una cultura del encuentro”, expresa Francisco en la intención de este mes.
Según el índice global AgeWatch, realizado por una alianza de organizaciones no gubernamentales que utilizan datos internacionales, una de cada diez personas mayores se describen a sí mismos en soledad a menudo o todo el tiempo.
El Video del Papa, iniciativa lanzada en este Año de la Misericordia por la Red Mundial de Oración del Papa, busca dar a conocer desafíos de la humanidad expresados por las intenciones de Francisco.

Religiosas en Nueva York ayudan a “morir con dignidad” a enfermos terminales. Por María Ximena Rondón




¿Alguna vez se ha preguntado dónde podrían ir las personas que padecen un cáncer incurable y no tienen dinero para tratarse? En Rosary Hill Home, un hospicio de Nueva York a cargo de religiosas dominicas, acogen y atienden a estos pacientes hasta el fin de sus días.
El hospicio fue fundado en 1901, cuando los médicos creían que el cáncer era una enfermedad contagiosa. Las religiosas atienden a los enfermos sin importar su credo y cuando lo hacen recuerdan las palabras de su fundadora Rose Hawthorne Lathrop:
“No podemos curar a nuestros pacientes, pero podemos asegurarles la dignidad y el valor de sus últimos días, y mantenerlos cómodos y libres de dolor".
La labor de estas religiosas cobró relevancia hace unas semanas gracias a la fotógrafa Gillian Laub quien llevó a su suegra que tenía cáncer terminal y no tenía los medios suficientes para solventar sus cuidados.
Tras la muerte de su suegra, siguió visitando el lugar porque, según indicó al diario New York Times, quería retratar en fotografías ese lugar donde  su familia encontró amor y el refugio.
La fotógrafa se conmovió por la ternura de las dominicas con los moribundos. Vio como pintaban las uñas de las mujeres, les cepillaban el cabello, vestían a los enfermos y les ponían flores.
“Así es como la muerte debería ser. No se siente como si fuera un lugar de muerte sino un lugar de vida”.

Martes de la décima semana del tiempo ordinario

Primer Libro de los Reyes 17,7-16. 
Al cabo de un tiempo, el torrente se secó porque no había llovido en la región.
Entonces la palabra del Señor llegó a Elías en estos términos:
"Ve a Sarepta, que pertenece a Sidón, y establécete allí; ahí yo he ordenado a una viuda que te provea de alimento".
El partió y se fue a Sarepta. Al llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que estaba juntando leña. La llamó y le dijo: "Por favor, tráeme en un jarro un poco de agua para beber".
Mientras ella lo iba a buscar, la llamó y le dijo: "Tráeme también en la mano un pedazo de pan".
Pero ella respondió: "¡Por la vida del Señor, tu Dios! No tengo pan cocido, sino sólo un puñado de harina en el tarro y un poco de aceite en el frasco. Apenas recoja un manojo de leña, entraré a preparar un pan para mí y para mi hijo; lo comeremos, y luego moriremos".
Elías le dijo: "No temas. Ve a hacer lo que has dicho, pero antes prepárame con eso una pequeña galleta y tráemela; para ti y para tu hijo lo harás después.
Porque así habla el Señor, el Dios de Israel: El tarro de harina no se agotará ni el frasco de aceite se vaciará, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la superficie del suelo".
Ella se fue e hizo lo que le había dicho Elías, y comieron ella, él y su hijo, durante un tiempo.
El tarro de harina no se agotó ni se vació el frasco de aceite, conforme a la palabra que había pronunciado el Señor por medio de Elías.



Salmo 4,2-3.4-5.7-8. 
Respóndeme cuando te invoco, Dios, mi defensor,
tú, que en la angustia me diste un desahogo:
ten piedad de mí y escucha mi oración.
Y ustedes, señores,
¿hasta cuando ultrajarán al que es mi Gloria,
amarán lo que falso y buscarán lo engañoso?

Sepan que el Señor hizo maravillas por su amigo:
él me escucha siempre que lo invoco.
Tiemblen, y no pequen más;
reflexionen en sus lechos y guarden silencio.

Hay muchos que preguntan:
«¿Quién nos mostrará la felicidad,
si la luz de tu rostro, Señor,
se ha alejado de nosotros?.»
Pero tú has puesto en mi corazón más alegría
que cuando abundan el trigo y el vino.





Evangelio según San Mateo 5,13-16. 
Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña.
Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa.
Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.



Leer el comentario del Evangelio por : San Cromacio de Aquilea  
“Debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes”