miércoles, 31 de julio de 2019

9 datos sobre la vida de San Ignacio de Loyola que debes conocer


El 31 de julio se celebra la festividad de San Ignacio de Loyola. Aquí te presentamos algunos de los datos que marcaron la vida de uno de los santos más famosos de la Iglesia, fundador de la Compañía de Jesús y creador de los ejercicios espirituales.
1. Fue un noble
Iñigo de Loyola (no tomaría el nombre de ‘Ignacio’ hasta después de sus estudios en París) venía de una familia noble y antigua del País Vasco.
De esa familia, un cronista escribiría más tarde: “Los Loyolas fueron una de las familias más desastrosas que nuestro país tuvo que soportar, una de esas familias vascas que portaba un escudo de armas sobre su puerta principal, para justificar mejor las fechorías que eran el tejido y el patrón de su vida”.
2. Fue libertino
La situación sociopolítica en el País Vasco feudal del siglo XVI, en la parte más occidental de los Pirineos, era sumamente violenta. Como algunos nobles de la época, Ignacio era conflictivo, violento y vivía una sexualidad irresponsable.
El soldado español convertido en místico puede ser el único santo con antecedentes policiales de peleas nocturnas (obviamente antes de su conversión).
3. Casi muere en batalla
En 1519, a los 28 años, Ignacio exigió que su pequeño grupo de soldados luchara contra una fuerza invencible de 12.000 tropas francesas en Pamplona, ​​España. Su valor (u obstinación) le valió una bala de cañón en las piernas, que destrozó una y dañó gravemente la otra.
Los valores de caballero que poseía eran tan elevados que dieron como resultado un largo período de convalecencia en la casa familiar Loyola. Este período cambió su vida, y el mundo, para siempre.
4. Se convirtió al catolicismo leyendo libros espirituales
Mientras convalecía leyó textos sobre la vida de Cristo y los santos y decidió imitarlos. Una noche se le apareció la Virgen María con su Hijo y desde entonces se propuso servir al Rey del Cielo.
Un dato curioso es que antes de la invención de marcadores, copió pasajes de la vida de Cristo y los de los santos: las palabras de Jesús fueron inscritas en rojo y las de su Santísima Madre en azul.
5. Su congregación iba a llamarse la “Compañía de María”
Después de su conversión la Virgen se le apareció hasta en treinta ocasiones. Fueron tantas que Ignacio quiso llamar a su nueva orden originalmente “la Compañía de María”.
Apenas terminó su convalecencia se fue en peregrinación al famoso Santuario de la Virgen de Monserrat. Allí tomó el serio propósito de dedicarse a hacer penitencia por sus pecados. Cambió sus lujosos vestidos por los de un pordiosero, se consagró a la Virgen Santísima e hizo confesión general de toda su vida.
6. Se convirtió en un mendigo
Ignacio pensó largamente sobre los “espíritus” en su vida: los espíritus que conducen a Dios y los espíritus nacidos del diablo. Esto lo estimuló a vivir de una manera que los historiadores han llamado su período de peregrinación.
Durante este tiempo, estaba resuelto a renunciar a los placeres mundanos. Se puso un sayal y zapatos con suela de cuerda.
7. Quiso convertir musulmanes
Al poco tiempo de completar los  ejercicios espirituales, Ignacio declaró: “¡Dios quiere que convierta a los musulmanes!”. Fue hasta Tierra Santa en 1523, donde predicaba en las calles enérgicamente y evangelizaba a todos los que podía.
A pesar del entusiasmo solo se quedó un año porque le enfurecía la presencia de los mahometanos. Regresó a España y estudió latín, lógica, física y teología. También evangelizaba a niños y organizaba reuniones.
8. Sus compañeros fueron llamados “Diablos”
Los primeros compañeros que tuvo en la Compañía de Jesús, fundada en 1540, fueron descritos como los Siete Diablos Españoles, no en ese momento, sino en el siglo XIX por un historiador inglés.
Los compañeros (en realidad eran seis y no todos eran españoles) se habían encontrado con Ignacio durante sus estudios en París y se reunieron en Roma para convertirse en el núcleo de la futura de la Compañía. En menos de un siglo, Ignacio y Francisco Xavier serían canonizados.
9. Cuando murió ya había miles de jesuitas
Ignacio vivió sus últimos años en una pequeña habitación en Roma. Desde allí gobernó la Compañía de Jesús y fue testigo de su crecimiento: de solo 6 jesuitas en 1541 pasaron a 10.000 en 1556, el año de su fallecimiento.
Los jesuitas se expandieron por toda Europa, India y Brasil durante esos años.

MIÉRCOLES 31 DE JULIO San Ignacio de Loyola

MIÉRCOLES 31 DE JULIO
San Ignacio de Loyola
Oración de la mañana
¡Aclamemos al Señor en esta celebración 
de san Ignacio de Loyola!

¡Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos! Amén. 

Himno
Si por nombre, Capitán
Ignacio, a la compañía 
dais Jesús, ¿qué batería,
qué guerra no vencerán?

Viendo, Ignacio, el beneficio 
que hacéis al mundo enseñando, 
y que es vuestro nombre indicio 
que sois fuego peleando, 
Dios os da nombre y oficio 
y cuantos siguiendo van 
el santo instituto vuestro 
el mismo título os dan, 
si por oficio, maestro; 
si por nombre, capitán.

De caridad encendida 
enseña y arma ese celo 
Compañía tan lucida,
que por dar indios al cielo 
les quitan indios la vida:
la Compañía al que guía 
debe el valor del vencer, 
pues lo mismo que es al día 
el sol, eso viene a ser
Ignacio a la Compañía.

¿Pero a quién hay que no asombre 
aquel nombre dulce y tierno, 
que en la guerra dais por nombre, 
a quien se humilla el infierno 
y desde el ángel al hombre? 
¿Qué furia vencer porfía 
el valor que el nombre encierra? 
¿Qué enemiga infantería? 
Si al dar Santiago en la guerra
dais Jesús, ¿qué batería?

Si temblaron mil naciones, 
Senado y pueblo romano, 
viendo escrito en sus pendones, 
vos, Ignacio soberano,
lleváis más altos blasones:
pues si el nombre que les dan 
es Jesús, y las banderas 
llenas de Jesús están, 
¿qué asaltos, que ofensas fieras,
qué guerra no vencerán?

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. 
Amén.

CánticoJudit 16,2-3. 15-19
¡Alabad a mi Dios con tambores,
elevad cantos al Señor con cítaras,
ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza,
ensalzad e invocad su nombre!
Porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras,
su nombre es el Señor.

Cantaré a mi Dios un cántico nuevo:
Señor, tú eres grande y glorioso,
admirable en tu fuerza, invencible.

Que te sirva toda la creación,
porque tú lo mandaste, y existió;
enviaste tu aliento, y la construiste,
nada puede resistir a tu voz.

Sacudirán las olas los cimientos de los montes,
las peñas en tu presencia se derretirán como cera,
pero tú serás propicio a tus fieles.

Gloria al Padre…
Palabra de Dios
Hebreos 13,7-9a
Acordaos de vuestros dirigentes, que os anunciaron la palabra de Dios; fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre. No os dejéis arrastrar por doctrinas complicadas y extrañas.
Sobre tus murallas, Jerusalén, 
he colocado centinelas. Sobre…

Cántico de Zacarías
El Mesías y su precursor
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
¡Ojalá pueda conocer a Cristo, y la fuerza de su resurrección, y la comunión con sus padecimientos!
Preces
Dios no deja de ocuparse del hombre. En diferentes momentos sale a nuestro encuentro y nos llama para que acojamos su salvación. Digamos:
R/MSeñor, gracias por habernos elegido.
Te damos gracias por quienes, como los primeros apóstoles, lo han dejado todo para seguirte,
– sigue fortaleciéndolos para que su entrega contribuya al crecimiento de la Iglesia.MR/
Te damos gracias por los que cuando han sentido tu llamada inmediatamente se han puesto en camino,
– y por los misioneros que llevan tu evangelio a lugares remotos.MR/
Te damos gracias por quienes lo han vendido todo para comprar el tesoro escondido en el campo,
– y por los contemplativos, que desde su clausura nos recuerdan que tú eres el bien más grande.MR/
Te damos gracias por haber suscitado a san Ignacio de Loyola,
– y por todos los que siguiendo sus enseñanzas se han acercado a ti.MR/
Intenciones libres
Padre nuestro…
Oración
Oh, Dios, que has suscitado en tu Iglesia a san Ignacio de Loyola para propagar la mayor gloria de tu nombre, concédenos que, combatiendo en la tierra con su protección y su ejemplo, merezcamos ser coronados con él en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.

Lecturas del Miércoles de la 17ª semana del Tiempo Ordinario

Primera lectura

Lectura del libro del Éxodo (34,29-35):

Cuando Moisés bajó del monte Sinaí con las dos tablas de la alianza en la mano, no sabía que tenía radiante la piel de la cara, de haber hablado con el Señor. Pero Aarón y todos los israelitas vieron a Moisés con la piel de la cara radiante y no se atrevieron a acercarse a él. Cuando Moisés los llamó, se acercaron Aarón y los jefes de la comunidad, y Moisés les habló. Después se acercaron todos los israelitas, y Moisés les comunicó las órdenes que el Señor le había dado en el monte Sinaí. Y, cuando terminó de hablar con ellos, se echó un velo por la cara. Cuando entraba a la presencia del Señor para hablar con él, se quitaba el velo hasta la salida. Cuando salía, comunicaba a los israelitas lo que le habían mandado. Los israelitas veían la piel de su cara radiante, y Moisés se volvía a echar el velo por la cara, hasta que volvía a hablar con Dios.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 98

R/.
 Santo eres, Señor, Dios nuestro

Ensalzad al Señor, Dios nuestro,
postraos ante el estrado de sus pies:
Él es santo. R/.

Moisés y Aarón con sus sacerdotes,
Samuel con los que invocan su nombre,
invocaban al Señor,
y él respondía. R/.

Dios les hablaba 
desde la columna de nube;
oyeron sus mandatos
y la ley que les dio. R/.

Ensalzad al Señor, Dios nuestro;
postraos ante su monte santo:
Santo es el Señor, nuestro Dios. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,44-46):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.»

Palabra del Señor