lunes, 26 de febrero de 2018

¿Estresado? Reza esta oración para liberarte de la innecesaria ansiedad y las preocupaciones




¡San Francisca Javiera Cabrini tiene la oración perfecta para ti!

Según la asociación estadounidense sobre ansiedad y depresión ADAA, los trastornos de ansiedad son el tipo de enfermedad mental más común en EE.UU., y afectan a 40 millones de adultos en Estados Unidos con 18 años o más, o el 18’1 por ciento de la población, cada año”. Algunos de nosotros sufrimos uno o más de estos incapacitantes trastornos de ansiedad, aunque quizás muchos nos sintamos simplemente “estresados” por todo lo que sucede en nuestras vidas. Sea como fuere, es una realidad que enfrentamos todos los días y a menudo una muy difícil de superar.
Además de recurrir a una atención médica apropiada, la oración también puede ser una gran ayuda contra el estrés y la ansiedad. A continuación tenéis una poderosa oración de san Francisca Javiera Cabrini que invoca la ayuda de Dios para liberarnos de “toda esa ansiedad y preocupación innecesarias”. ¡Algo que todos nuestros corazones desean y ansían!
Fortaléceme con la gracia de Tu Espíritu Santo y da Tu paz a mi alma para que pueda ser libre de toda ansiedad y preocupación innecesarias. Ayúdame a desear siempre lo que es agradable y aceptable para Ti, para que Tu voluntad sea mi voluntad. Concédeme que pueda librarme de todos los deseos impíos, y que por tu amor pueda permanecer oculto y desconocido en este mundo y ser conocido solo por Ti. No permitas que me atribuya el bien que realizas en mí y a través de mí, sino que, refiriendo todo honor a tu majestad, me gloríe solo en mi debilidad, para que renuncie sinceramente a toda vanagloria que venga del mundo, y pueda aspirar a la gloria verdadera y duradera que proviene de Ti. Amén.

Lunes de la segunda semana de Cuaresma


Libro de Daniel 9,4b-10. 

¡Ah, Señor, Dios, el Grande, el Temible, el que mantiene la alianza y la fidelidad con aquellos que lo aman y observan sus mandamientos!
Nosotros hemos pecado, hemos faltado, hemos hecho el mal, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y tus preceptos.
No hemos escuchado a tus servidores los profetas, que hablaron en tu Nombre a nuestros reyes, a nuestros jefes, a nuestros padres y a todo el pueblo del país.
¡A ti, Señor, la justicia! A nosotros, en cambio, la vergüenza reflejada en el rostro, como les sucede en este día a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, a los que están cerca y a los que están lejos, en todos los países adonde tú los expulsaste, a causa de la infidelidad que cometieron contra ti.
¡A nosotros, Señor, la vergüenza reflejada en el rostro, y también a nuestros reyes, a nuestros jefes y a nuestros padres, porque hemos pecado contra ti!
¡Al Señor, nuestro Dios, la misericordia y el perdón, porque nos hemos rebelado contra él!
Nosotros no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios, para seguir sus leyes, que él puso delante de nosotros por medio de sus servidores los profetas.

Salmo 79(78),8.9.11.13. 
No recuerdes para nuestro mal
las culpas de otros tiempos;
compadécete pronto de nosotros,
porque estamos totalmente abatidos.

Ayúdanos, Dios salvador nuestro,
por el honor de tu Nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados,
a causa de tu Nombre.

Llegue hasta tu presencia el lamento de los cautivos,
preserva con tu brazo poderoso
a los que están condenados a muerte.
Y nosotros, que somos tu pueblo

y las ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias para siempre,
y cantaremos tus alabanzas
por todas las generaciones.


Evangelio según San Lucas 6,36-38. 
Jesús dijo a sus discípulos:
«Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes».