martes, 31 de octubre de 2017

¿Dónde se conservan los fragmentos de la Cruz de Cristo?


Tres lugares en el mundo conservan esta preciada reliquia

El 14 de septiembre celebramos la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, día en que la Iglesia conmemora la veneración de las reliquias de la Cruz de Cristo. Éstas son recuerdos tangibles de nuestra fe, que nos sitúan en el tiempo histórico del que fueron parte y nos llevan a hacer memoria de nuestra entrega y fidelidad a Dios (como lo hacen las reliquias de los santos).
En el caso de los fragmentos del madero donde fue crucificado Jesús, la historia es la misma. Ante las reliquias de la Cruz del Señor no nos queda más que conmovernos, pues en ellas el amor venció a la muerte y encendió el mundo entero. Como dice esa hermosa frase de San Ignacio de Loyola: No hay mejor leña para encender el fuego del amor divino que el santo madero de la Cruz”.
Aprovechemos esta fiesta para recordar y agradecer por el misterio de la Cruz,que hasta hoy nos sigue enseñando cuál es la medida del verdadero amor a Dios y a nuestros hermanos. Y si tenemos la bendición de visitar los lugares donde están expuestas sus reliquias, venerémoslas con gran amor y devoción.
¡Recuerda que este recurso lo puedes compartir y utilizar para tu apostolado! 🙂

Martes de la trigésima semana del tiempo ordinario


Carta de San Pablo a los Romanos 8,18-25. 

Hermanos:
Yo considero que los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con la gloria futura que se revelará en nosotros.
En efecto, toda la creación espera ansiosamente esta revelación de los hijos de Dios.
Ella quedó sujeta a la vanidad, no voluntariamente, sino por causa de quien la sometió, pero conservando una esperanza.
Porque también la creación será liberada de la esclavitud de la corrupción para participar de la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Sabemos que la creación entera, hasta el presente, gime y sufre dolores de parto.
Y no sólo ella: también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente anhelando que se realice la redención de nuestro cuerpo.
Porque solamente en esperanza estamos salvados. Ahora bien, cuando se ve lo que se espera, ya no se espera más: ¿acaso se puede esperar lo que se ve?
En cambio, si esperamos lo que no vemos, lo esperamos con constancia.

Salmo 126(125),1-2ab.2cd-3.4-5.6. 
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía que soñábamos:
nuestra boca se llenó de risas
y nuestros labios, de canciones.

Hasta los mismos paganos decían:
“¡El Señor hizo por ellos grandes cosas!”.
¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros
y estamos rebosantes de alegría!

¡Cambia, Señor, nuestra suerte
como los torrentes del Négueb!
Los que siembran entre lágrimas
cosecharán entre canciones.

El sembrador va llorando
cuando esparce la semilla,
pero vuelve cantando
cuando trae las gavillas.


Evangelio según San Lucas 13,18-21. 
Jesús dijo entonces: "¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo?
Se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció, se convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se cobijaron en sus ramas".
Dijo también: "¿Con qué podré comparar el Reino de Dios?
Se parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa".