domingo, 11 de noviembre de 2018

9 maneras de rezar el Rosario en un día muy ocupado


rosario de madera en mano orando

Quizás crees que estás muy ocupado para rezar el Rosario, pero no necesitas hacer los 5 Misterios continuos, puedes distribuirlos en el día
He decidido que rezar el Rosario diario será una prioridad en mi vida. Si tú piensas que no tienes 20 minutos para sentarte a hacer oraciones a María y meditar sobre los misterios de la vida de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, yo encontraré 20 minutos en tu ocupada agenda.
Ten en cuenta que no tienes que rezar los 5 misterios continuos, puedes dividirlos durante el día, y no es necesario que lleves un rosario contigo, para eso tienes 10 dedos que te ayudarán con este propósito.
A continuación te presentamos 9 ocasiones perfectamente apropiadas para que reces el Rosario HOY, por muy ocupado que esté tu día.

1.- Rezar el Rosario mientras corres.

¿Acostumbras a trotar regularmente? Acompaña tu actividad física haciendo el Rosario, en vez de escuchar música.
En internet puedes encontrar muchos podcasts (mp3) y aplicaciones que te permiten escuchar y rezar mientras corres.

2.- Rezar el Rosario en el automóvil.

Es asombroso cómo he aprendido a rezar el Rosario mientras me desplazo de un lugar a otro, mientras voy camino al supermercado, poner gasolina, llevar los niños a la escuela o rumbo al trabajo.
Los viajes en el vehículo suelen ser de más de 20 minutos, así que los aprovecho activamente. Uso un CD con el Rosario y lo rezo mientras lo escucho. Me hace sentir como si estuviera rezando en grupo.

3.- Rezar el Rosario mientras limpias.

Reza mientras pasas la aspiradora, doblas la ropa, quitas el polvo y o lavas los trastes del almuerzo.
Mientras haces éstas taréas, puedes interceder y bendecir con tu oración a todos aquellos que se verán beneficiados por tus esfuerzos por un hogar más limpio y organizado

4.- Rezar el Rosario mientras sacas el perro a pasear.

¿Llevas a pasear tu perro todos los días? Aprovechar el tiempo de paseo para rezar el Rosario es mucho mejor que dejar que tu mente vague sin sentido ¡Mantenla centrada en Jesús y María!

5.- Rezar el Rosario en tu hora de almuerzo.

Toma un descanso a diario para tu almuerzo y sentarte en silencio a rezar el Rosario. Durante los meses de verano podrías hacerlo afuera y disfrutar contemplando las bellezas de la naturaleza que Dios nos ha regalado.

6.- Rezar el Rosario caminando a solas.

Una vez a la semana considera rezar un rosario caminando. Llevas el rosario en la mano y caminas al ritmo de la oración.
Otras personas podrán verte haciéndolo, así que tendrás que evitar la pena, ser valiente y dar testimonio alegre de oración.
Un sacerdote de mi parroquia solía hacerlo en lugares visibles alrededor de la ciudad y era increíblemente poderoso verlo rezando mientras caminaba a la vista pública.

7.- Rezar el Rosario antes de acostarse.

Es una hermosa manera de tener a Jesús y María como últimos pensamientos en tu mente antes de dormir. El único riesgo es quedarte dormido antes de terminar el rosario entero.
Concéntrate en el amor que le tienes a la Virgen y nuestro Señor para mantenerte despierto. Recuerda las palabras de Jesús:
"Velen y oren para no caer en la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil". (Mateo 26,41)

8.- Rezar el Rosario en la Iglesia.

Es muy poderoso rezar el Rosario en la presencia de Jesús Sacramentado y junto a otras personas de tu parroquia.
Haz una cita semanal con Jesús para visitarlo en el Santísimo Sacramento y rezar el Rosario en Adoración. O, si tu parroquia tiene la práctica del Rosario en Grupo ¡Únete!
Muchas parroquias suelen rezarlo grupalmente antes de la Santa Misa.

9.- Rezar el Rosario mientras estás esperando.

¿Cuántas veces estamos esperando algo en el día? Durante la espera en la fila del supermercado, en el consultorio del médico o en la parada del autobús, puedes rezar una década del Rosario cada vez que esperas y al final del día lo habrás terminado completo
¿Qué otras sugerencias tienes para hacer el rosario en tus días ocupados? Déjanos tus respuestas en los comentarios.

Trigésimo segundo Domingo del tiempo ordinario

Evangelio según San Marcos 12,38-44.

Y él les enseñaba: "Cuídense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas
y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes;
que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones. Estos serán juzgados con más severidad".
Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia.
Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre.
Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: "Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros,
porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir".