martes, 3 de julio de 2018

Oración a San Benito para alejar la influencia del mal y protegerse de peligros

ST SAINT BENEDICT MEDAL

Los sacramentales son utilizados por los sacerdotes durante los exorcismos

La Iglesia Católica fomenta el uso de los sacramentales como la Medalla de San Benito, el Escapulario de la Virgen del Carmen, la Medalla de San Charbel, el agua bendita, el crucifijo, y otros objetos religiosos correctamente bendecidos.
La tradición de bendecir nuestras comidas o a nuestros hijos, entre otros, también se consideran un sacramental.
“Los sacramentales proceden del sacerdocio bautismal: todo bautizado es llamado a ser una “bendición” (Cf. Gn 12:2) y a bendecir. (Cf. Lc 6:28; Rm 12:14; 1P3:9) Por eso los laicos pueden presidir ciertas bendiciones;(Cf. SC 79; CIC can. 1168)” (CIC n°1669)
De acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica los sacramentales son instituidos por la Iglesia:
“La Santa Madre Iglesia instituyó, además, los sacramentales. Estos son signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia. Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida” (CIC N° 1667)
En nuestro hogar, tenemos algunos sacramentales, como por ejemplo, la cruz de San Benito colgada en la pared principal de nuestra casa, la medalla bendita de San Benito que tengo puesta en el escritorio de mi computador y el agua bendita en nuestro pequeño altar, la cual usamos muy a menudo.
Los sacramentales son utilizados por los sacerdotes durante los exorcismos y su uso también puede tener un mayor alcance cuando es utilizado por los Laicos.
Aunque nosotros (los laicos) no podemos, (y nunca debemos intentarlo) realizar exorcismos solemnes, si podemos ser acompañantes con oraciones de liberación.
Los laicos tenemos el deber de promover el uso de los sacramentales y oraciones de liberación contra el mal en todos los hogares y más en estos tiempos que estamos viviendo, en el cual, cada vez más, aumentan los ataques contra la familia y el matrimonio.
Cada vez que rezamos fervientemente en casa la oración a San Miguel Arcángel para pedir la protección espiritual, estamos haciendo exactamente eso, promoviendo el uso de las oraciones de liberación
A continuación, te indico la oración a San Benito que debes usar para pedir la protección espiritual y alejar la influencia del mal.

Oración a San Benito para protegerse de peligros

Oh glorioso San Benito, modelo sublime de todas las virtudes, vaso puro de la gracia de Dios. Heme aqui, humildemente postrado ante ti. Imploro tu corazón lleno de amor para que intercedas por mí ante el trono divino de Dios.
A ti recurro en todos los peligros que a diario me rodean. Protégeme contra mis enemigos, contra el maligno enemigo en todas sus formas e inspírame a imitarte en todas las cosas
Que tu bendición esté conmigo siempre, de modo que pueda huir de todo lo que no es agradable a Dios y evitar así las ocasiones de pecado.
Dulcemente te pido, que me consigas de Dios los favores y gracias de las cuales yo estoy tan necesitado, en las pruebas, en las miserias y en las aflicciones de la vida.
Tu corazón siempre estuvo tan lleno de amor, compasión y misericordia hacia los que estaban afligidos o con problemas de cualquier tipo.
Tú nunca has despedido sin consuelo y asistencia a cualquiera que haya recurrido a ti. Por lo tanto, invoco tu poderosa intercesión, con esperanza y confiado en que tú escucharás mis oraciones y me alcanzarás la gracia especial y favor que tan seriamente te imploro (pedir el favor a recibir), si es para la mayor gloria de Dios y el bien de mi alma
Ayúdame, Oh gran San Benito, vivir y morir como un hijo fiel de Dios, que sea siempre sumiso a Su santa voluntad, para lograr la felicidad eterna del cielo.
Amén

Oración para adorar la Eucaristía


Rézala ante el Santísimo: "Jesús mío, Te amo con todo mi corazón..."

Señor mío Jesucristo,
que por el amor que tienes a los hombres
estás de noche y de día en este Sacramento lleno de piedad y de amor,
esperando , llamando y recibiendo a cuantos vienen a visitarte,
yo creo que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar.

Te adoro desde el abismo de mi nada
y Te doy gracias por todos los regalos que me has dado,
especialmente por haberme dado en este Sacramento
Tu Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad,
por haberme dado como abogada a Tu Santísima Madre,
la Virgen Maria,
por haberme llamado a visitarte es este momento.

Adoro a Tu Amantísimo Corazón
y deseo adorarlo por tres motivos.
primero, en agradecimiento de esta tan preciosa dádiva,
segundo, para desagraviarte de todas las injurias que recibes de Tus enemigos en este Sacramento y
tercero porque deseo en esta visita
adorarte en todos los lugares de la tierra,
aún en la red, donde estás ahora ante mi oculto y mas abandonado.

Jesús mío, Te amo con todo mi corazón,
perdona todas las veces que Te he ofendido en el pasado
a Tu infinita bondad.

Propongo con la ayuda de Tu gracia,
enmendarme en el futuro,
y ahora miserable como soy,
me consagro totalmente a Vos,
te doy y entrego toda mi voluntad,
mis afectos, mis deseos y todo cuanto me pertenece.

De hoy en adelante, haz Señor de mí y de mis cosas
todos lo que Te agrada.

Lo que yo quiero y Te pido es tu amor,
la perfecta obediencia a Tu Santísima voluntad
y la perseverancia final.

Te pido por las almas del Purgatorio,
especialmente las mas devotas del Santísimo Sacramento y de Tu Madre.

En fin mi amado,
uno todos mis afectos y deseos con los de Tu Amorosísimo Corazón
y así unidos los ofrezco a Tu Eterno Padre
y te pido en Tu Nombre que por Tu amor los acepte
y mire benignamente.

Amén.

Fiesta de santo Tomás, apóstol


Fiesta de santo Tomás, apóstol


Carta de San Pablo a los Efesios 2,19-22. 
Hermanos:
Ustedes ya no son extranjeros ni huéspedes, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios.
Ustedes están edificados sobre los apóstoles y los profetas, que son los cimientos, mientras que la piedra angular es el mismo Jesucristo.
En él, todo el edificio, bien trabado, va creciendo para constituir un templo santo en el Señor.
En él, también ustedes son incorporados al edificio, para llegar a ser una morada de Dios en el Espíritu.

Salmo 117(116),1.2. 
¡Alaben al Señor, todas las naciones,
glorifíquenlo, todos los pueblos!

Porque es inquebrantable su amor por nosotros,
y su fidelidad permanece para siempre.

¡Aleluya!



Evangelio según San Juan 20,24-29. 
Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús.
Los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!". El les respondió: "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré".
Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!".
Luego dijo a Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe".
Tomas respondió: "¡Señor mío y Dios mío!".
Jesús le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!".