viernes, 27 de octubre de 2017

¿Qué rezar, cuando el mundo se derrumba alrededor?

Oración de protección en desastres o tragedias en una ciudad, pueblo o país

Señor, en este momento ruego por tu protección
sobre aquellas familias que han sido afectadas
por este desastre natural o tragedia que ha ocurrido,
Ten misericordia de ellos, Dios,
permite que puedan conseguir la forma
de salir hasta un lugar seguro y resguardado.

Señor, en tu amor protege a los niños
y a los ancianos, que puedan estar en buena salud.
Te ruego por aquellas personas que están enfermas,
heridas o afectadas psicológicamente,
pon tu mano de sanidad sobre ellos,
que puedan recuperarse con prontitud,
provee para ellos las medicinas,
la atención médica a tiempo
y que tengas personas dispuestas
y disponibles para ayudarlos en estos momentos
de crisis y de mucha angustia.

Señor, sabemos que podemos contar contigo
aún en los momentos más duros,
ayuda en estos momentos a las familias
que se han quedado sin hogar,
sin un sitio para refugiarse del frío,
de la lluvia y el sol.

Padre santo, ten misericordia y
permite que los vecinos y otras personas
se soliradicen con ellos y los ayuden
proveyendo un lugar para pasar la noche.

Dios nuestro, da tu provisión
a estas familias afectadas por esta tragedia,
que puedan tener alimento cada día,
pañales para los niños y ancianos,
ropa para estar protegidos del frío
y todo lo demás que necesitan
para vivir y seguir adelante.

Señor, pon esperanza en las mentes
de estas personas que están sufriendo,
abrázalos con tu amor y tu bondad,
haz que puedan orar y confiar en ti,
abre puertas para ellos para que puedan
salir adelante a pesar de esta crisis.

Señor, te ruego por aquellos
que han perdido algún familiar
en esta tragedia, que los ha desconsolado,
dales consuelo y fuerza para seguir,
que tu fortaleza les sostenga en paz,
que encuentren también gente
que les acompañe y les apoye.

Padre amoroso, no entendemos
muchas cosas que suceden
pero sabemos que ayudarás
a estas personas que sufren
por haber estado en este desastre natural.

Ten misericordia y manifiesta tu gran poder
en medio de toda esta grave situación
de esta ciudad, pueblo o país.
Gracias porque podemos contar contigo
aún cuando estamos angustiados
en ti encontramos esperanza y alivio
para el dolor y la angustia.
En el nombre de Jesús presento esta oración, amén.

Artículo publicado por oracionesdefamilia.com

Viernes de la vigésima novena semana del tiempo ordinario


Carta de San Pablo a los Romanos 7,18-25a. 

Porque sé que nada bueno hay en mí, es decir, en mi carne. En efecto, el deseo de hacer el bien está a mi alcance, pero no el realizarlo.
Y así, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero.
Pero cuando hago lo que no quiero, no soy yo quien lo hace, sino el pecado que reside en mí.
De esa manera, vengo a descubrir esta ley: queriendo hacer el bien, se me presenta el mal.
Porque de acuerdo con el hombre interior, me complazco en la Ley de Dios,
pero observo que hay en mis miembros otra ley que lucha contra la ley de mi razón y me ata a la ley del pecado que está en mis miembros.
¡Ay de mí! ¿Quién podrá librarme de este cuerpo que me lleva a la muerte?
¡Gracias a Dios, por Jesucristo, nuestro Señor! En una palabra, con mi razón sirvo a la Ley de Dios, pero con mi carne sirvo a la ley del pecado.

Salmo 119(118),66.68.76.77.93.94. 
Enséñame la discreción y la sabiduría,
porque confío en tus mandamientos.
Tú eres bueno y haces el bien:
enséñame tus mandamientos.

Que tu misericordia me consuele,
de acuerdo con la promesa que me hiciste.
Que llegue hasta mí tu compasión, y viviré,
porque tu ley es toda mi alegría.

Nunca me olvidaré de tus preceptos:
por medio de ellos, me has dado la vida.
Sálvame, porque yo te pertenezco
y busco tus preceptos.


Evangelio según San Lucas 12,54-59. 
Jesús dijo a la multitud:
"Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede.
Y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede.
¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente?
¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo?
Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel.
Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo."