viernes, 5 de abril de 2019

8 oraciones para comenzar el día bajo la protección de Dios

 
mujer orando con ojos cerrados pulsera con rosario en mano
Orar a Dios es la manera perfecta de encontrar estímulo, paz y la fuerza necesaria para las tareas del día. Oraciones para comenzar el día
Es un hecho bien conocido que no todos somos personas mañaneras. Algunas personas realmente luchan para salir de la cama y conseguir comenzar su día.
La oración con Dios es la manera perfecta de encontrar el estímulo, la paz y la fuerza necesaria para las tareas que debamos realizar a lo largo del día.
Con la esperanza de ayudar a los creyentes no-mañaneros e inspirar a los que quieren comerse el mundo bajo la protección del Creador, a continuación presentaremos una maravillosa lista de poderosas oraciones de la mañana:

1.- Oración para bendecir el día.

En el nombre del Señor Jesucristo comenzaré este día. Te agradezco Señor por cuidar de mí durante la noche, haré todo lo posible para que todas mis acciones del día te honren a Ti y a Tu Voluntad.
Querida Madre María, vigílame durante el día. Ángel de la Guardia, cuídame. San José y todos los santos de Dios, rueguen por mí.
Por el Santísimo Nombre de Jesús.
Amén.

2.- Surgiendo del sueño.

Oh Señor y Dios santo, que estás más allá de nuestro entendimiento: En tu palabra, la luz salió de las tinieblas. En tu misericordia, nos has dado descanso durante el sueño nocturno, y nos has levantado para glorificar tu bondad y para ofrecerte nuestra súplica.
Ahora, en tu tierno amor, acepta que te adoremos y te demos gracias de todo corazón. Concédenos todas nuestras peticiones si ellas conducen a la salvación. Danos la gracia de manifestar que somos hijos de luz y del día, y herederos de tu eterna recompensa.
En la abundancia de tus misericordias, oh Señor, recuerda a todo tu pueblo, todos los presentes que rezan con nosotros, todos nuestros hermanos en la tierra, en el mar o en el aire, en todo lugar de tu dominio, que invocan tu amor por la humanidad.
Sobre todos, derrama tu gran misericordia, para que nosotros, salvos en cuerpo y en alma, podamos perseverar infaliblemente, y que, en nuestra confianza, podamos ensalzar tu exaltado y bendito nombre: Padre, Hijo y Espíritu Santo, siempre, ahora y para siempre.
Por el Santísimo Nombre de Jesús.
Amén

3.- El rezo de la buena mañana.

¡Buenos días, Dios! Tú estás anunciando otro día, intacto y nuevo.
Así que aquí estoy para pedirte, Dios mío, que me renueves también.
Perdona los muchos errores que cometí ayer y déjame intentarlo de nuevo, querido Dios, y así para caminar más cerca en tu camino.
Pero Señor, soy muy consciente, no puedo hacerlo por mi cuenta; así que toma mi mano y mantenla apretada, porque no puedo caminar solo.
Por el Santísimo Nombre de Jesús.
Amén

4.- Ofrecimiento de la mañana al Sagrado Corazón.

Oh Jesús, a través del Inmaculado Corazón de María, te ofrezco mis oraciones, obras, alegrías y sufrimientos de este día por todas las intenciones de tu Sagrado Corazón, en unión con el Santo Sacrificio de la Misa en todo el mundo, en reparación por mi pecados, por las intenciones de todos nuestros asociados, y en particular por las intenciones de nuestro Santo Padre para este mes.
Por el Santísimo Nombre de Jesús.
Amén

5.- La oración de la mañana.

Te adoro, oh Dios mío, y te amo de todo corazón.
Te doy gracias por haberme creado, por haberme hecho cristiano y por haberme preservado esta noche.
Te ofrezco las acciones de este día. Concédenos que todos ellos sean de acuerdo con Tu santa Voluntad, y por Tu mayor gloria.
Sálvame del pecado y de todo mal.
Que tu gracia esté siempre conmigo.
Por el Santísimo Nombre de Jesús.
Amén.

6.- Señor, un día más para amarte.

¡Señor, un día más para amarte!
Oh Jesús, cuida siempre de mí, especialmente hoy, o podría terminar traicionándote como Judas.
¡Señor, hoy es el día que empiezo!
Jesús, brilla a través de mí y que cada persona con la que tenga contacto pueda sentir su presencia en mi alma.
¡Dios mío, envíame tu Santo Espíritu para enseñarme lo que soy y lo que eres!
Que la Pasión de Cristo esté siempre en nuestro corazón, para estar más con Él, y no sólo con uno mismo.
Por el Santísimo Nombre de Jesús.
Amén

7.- Entrega tus cargas al Señor.

Padre, mi corazón está pesado. Siento que tengo que cargar con todo este peso solo.
Palabras como: Abrumado, angustiado y agotado parecen describir donde estoy.
No estoy seguro de cómo dejar de llevar esta pesada carga, así que por favor muéstrame cómo puedo lograrlo.
Cárgalo por mí. Déjame descansar y ser refrescado para que mi corazón no sea tan pesado por la mañana.
Por el Santísimo Nombre de Jesús.
Amén.

8.- Señor, despiértame en cuerpo y espíritu.

Querido Señor, ayúdame a recordar qué diferencia hace hacer tiempo contigo una prioridad en las mañanas.
Despiértame en cuerpo y espíritu todos los días con el deseo de encontrarme contigo y escucharte decir palabras de afirmación, seguridad y sabiduría sobre mi corazón mientras me preparo para vivir mi día.
Por el Santísimo Nombre de Jesús.
Amén.

Lecturas del Viernes de la 4ª semana de Cuaresma

Primera lectura

Lectura del libro de la Sabiduría (2,1a.12-22):

SE decían los impíos, razonando equivocadamente:
«Acechemos al justo, que nos resulta fastidioso:
se opone a nuestro modo de actuar,
nos reprocha las faltas contra la ley
y nos reprende contra la educación recibida;
presume de conocer a Dios
y se llama a sí mismo hijo de Dios.
Es un reproche contra nuestros criterios,
su sola presencia nos resulta insoportable.
Lleva una vida distinta de todos los demás
y va por caminos diferentes.
Nos considera moneda falsa
y nos esquiva como a impuros.
Proclama dichoso el destino de los justos,
y presume de tener por padre a Dios.
Veamos si es verdad Jo que dice,
comprobando cómo es su muerte.
Si el justo es hijo de Dios, él lo auxiliará
y lo librará de las manos de sus enemigos.
Lo someteremos a ultrajes y torturas,
para conocer su temple y comprobar su resistencia.
Lo condenaremos a muerte ignominiosa,
pues, según dice, Dios lo salvará».
Así discurren, pero se equivocan,
pues los ciega su maldad.
Desconocen los misterios de Dios,
no esperan el premio de la santidad,
ni creen en la recompensa de una vida intachable.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 33,17-18.19-20,21.23

R/. El Señor está cerca de los atribulados

V/. El Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias. R/.

V/. El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
Aunque el justo sufra muchos males,
de todos lo libra el Señor. R/.

V/. Él cuida de todos sus huesos,
y ni uno solo se quebrará.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (7,1-2.10.25-30):

EN aquel tiempo, recorría Jesús Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las Tiendas.
Una vez que sus hermanos se hubieron marchado a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.
Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron:
«¿No es este el que intentan matar? Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que este es el Mesías? Pero este sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene».
Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó:
«A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía; a ese vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado».
Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.

Palabra del Señor