lunes, 12 de diciembre de 2016

El Papa acepta renuncia del Cardenal que fue secretario de Juan Pablo II y nombra sucesor

El Papa Francisco aceptó la renuncia del hasta ahora Arzobispo de Cracovia en Polonia y anfitrión de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2016, Cardenal Stanislaw Dziwisz; y ha nombrado como su sucesor a Mons. Marek Jedraszewski.
Mons. Jedraszewski era hasta ahora Arzobispo de Lodz, también en Polonia. Con este nombramiento sucede en la sede de Cracovia al Cardenal Dziwisz, que fue durante más de 40 años secretario personal de San Juan Pablo II y que ya tiene 77 años, 2 más de los establecidos para el retiro en el servicio episcopal.
Según las normas del derecho canónico que rige a la Iglesia Católica los obispos deben presentar su renuncia al Papa cuando cumplen 75 años de edad y es potestad del Pontífice la aceptación de la misma en el momento que él considere oportuno.
Mons. Jedraszewski nació el 24 de febrero de 1949 en Poznan. Tiene 67 años. Estudió filosofía y teología en el Seminario de esa ciudad polaca. Fue ordenado sacerdote el 24 de mayo de 1973.
Estudió filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma donde obtuvo un doctorado.
Fue prefecto de disciplina en el Seminario Mayor de Poznan y director semanal del semanario diocesano “Przewodnik katolicki” (Guía católica) y en 1997 fue vicario episcopal para las comunicaciones sociales.
El 7 de mayo de 1997 fue designado Obispo Auxiliar de Poznan, recibiendo la ordenación episcopal el 29 de junio de ese mismo año.
Fue designado Arzobispo de Lodz el 11 de julio de 2012 y tomo posesión de esa sede el 8 de septiembre de ese mismo año.
Actualmente es Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Polaca y miembro de la Comisión para la Educación Católica.
También sirve en el Consejo de Conferencias de los Episcopados Europeos (CCEE).
El nuevo Arzobispo de Cracovia es un claro defensor de la vida y la familia, a la que ha definido como “una piedra esencial de la sociedad” que ahora es “amenazada, ridiculizada y descartada”.
En su opinión, la crisis que afecta a la familia en la sociedad polaca se debe a “las relaciones libres, los divorcios, la negación del rol básico de las mujeres y hombres, la tendencia a evitar tener niños para quienes las personas no quieren dedicar su tiempo y de los que escapan con el control natal y el aborto”.
Sobre la situación del mundo occidental, el Prelado ha dicho que se tiene “la impresión de que estamos cayendo en las sombras, en un lugar donde no hay luz ni la oscuridad, donde todo es amorfo y carente de significado, donde no hay diferencia entre la verdad y la falsedad, lo correcto e incorrecto”.




EL DON DE LA VOCACIÓN PRESBITERAL

Entrevista al Prefecto de la Congregación para el Clero

S.E. Card. Beniamino Stella

“El don de la vocación presbiteral”
Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis

 
  

Osservatore Romano, 7 de diciembre de 2016


 1.     En la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, la Congregación para el Clero promulga la nueva Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis, un instrumento para la formación de los presbíteros. ¿Por qué es necesario un nuevo documento para los futuros sacerdotes y cuáles han sido las líneas inspiradoras en la preparación del  texto?
 
La última Ratio Fundamentalis se remonta a 1970, si bien fue actualizada en 1985. Desde entonces, como sabemos, bajo el efecto de la rápida evolución a la que el mundo actual está sometido, han cambiado los contextos históricos, socioculturales y eclesiales en los que el sacerdote está llamado a encarnar la misión de Cristo y de la Iglesia, no sin provocar significativos cambios relativos a otros aspectos: la imagen o la visión del sacerdote, las necesidades espirituales del Pueblo de Dios, los desafíos de la nueva evangelización, los lenguajes de la comunicación y otros muchos. Nos ha parecido que la formación de los sacerdotes tenía la necesidad de ser promovida, renovada y colocada en el centro; hemos sido animados e iluminados por el Magisterio del Papa Francisco: con la espiritualidad y la profecía que distinguen su palabra, el Santo Padre se ha dirigido a menudo a los sacerdotes, recordándoles que un presbítero no es un funcionario, es un pastor ungido para el Pueblo de Dios, con el corazón compasivo y misericordioso de Cristo por las muchedumbres cansadas y agobiadas. La palabra y las exhortaciones del Santo Padre, algunas referidas a las tentaciones ligadas al dinero, al ejercicio autoritario del poder, a la rigidez legalista o a la vanagloria, nos muestran como el cuidado de los sacerdotes y de su formación es un aspecto fundamental en la acción eclesial de este Pontificado y así deberá serlo, de forma creciente, para cada Obispo y cada Iglesia local.

2.   ¿Cuáles son las novedades de la Ratio Fundamentalis recién promulgada?

Quisiera decir, en primer lugar, que en la vida de la Iglesia las novedades nunca están separadas de la Tradición; al contrario, la integran y la profundizan; esto es, cuando escuchamos al Espíritu Santo, aprendemos a mirar hacia delante, recogiendo el patrimonio precedente. Así, la Ratio Fundamentalis ha retomado los contenidos, los métodos y las orientaciones producidos hasta ahora en el campo de la formación, actualizándolos e introduciendo elementos nuevos. En el documento siguen presentes las indicaciones de Pastores dabo vobis, de 1992, acerca de una formación integral, capaz de unir equilibradamente las dimensiones humana, espiritual, intelectual y pastoral a través de un camino pedagógico, gradual y personalizado.

Se acentúa particularmente la primera, la dimensión humana; dado que no se puede ser sacerdote sin tener una mente y un corazón equilibrados, además de una madurez afectiva, de tal modo que toda laguna o problemática no resuelta en este ámbito corre el riesgo de ser gravemente perjudicial para la persona y para el Pueblo de Dios. Considerando el éxito positivo de un tiempo propedéutico al comenzar en el Seminario, experimentado ya desde hace tiempo en muchas realidades locales, el texto subraya su importancia y necesidad, con el fin de realizar un atento examen y selección de los candidatos. Después, sobre el aspecto del discernimiento vocacional, el texto insiste mucho: los Obispos y los formadores tienen una gran responsabilidad y son llamados a ejercitar una inteligente vigilancia sobre la idoneidad de los candidatos, sin prisa ni superficialidad. En esta dirección, la Ratio busca superar algunos automatismos que se han ido creando en el pasado; el desafío es proponer un camino de formación integral que ayude a la persona a madurar en cada aspecto y favorezca una valoración final hecha en base a la globalidad del recorrido. Así, junto a las  ya conocidas denominaciones, que subdividen el camino en “fase de los estudios filosóficos”, “fase de los estudios teológicos” y “fase pastoral”, se añaden “etapa discipular”, “etapa configuradora” y “etapa de síntesis vocacional”, a cada una de las cuales corresponde un itinerario y contenido formativo, orientados a asimilar la imagen del Buen Pastor. Resumiendo: para ser un buen sacerdote, además de haber superado todos los exámenes, es necesaria una comprobada maduración humana, espiritual y pastoral. Considero superfluo añadir que otras pequeñas novedades pueden encontrarse en el texto, como la aproximación a los contenidos, el lenguaje usado, la metodología formativa propuesta y la inspiración que, en general, el documento recibe sobre todo del actual Magisterio Pontificio.

3.       Más allá de las novedades concretas, ¿cuál podría ser la palabra-clave más importante para adquirir una visión global de la nueva Ratio?

Elijo, al menos, tres. La primera es “humanidad”. Pienso que no insistiremos nunca lo suficiente sobre la necesidad de que los seminaristas sean acompañados en un proceso de crecimiento que los haga personas humanamente equilibradas, serenas y estables. Sólo así será posible tener sacerdotes de trato amable, auténticos, leales, interiormente libres, afectivamente estables, capaces de entretejer relaciones interpersonales pacificadas y de vivir los consejos evangélicos sin rigidez, ni hipocresía, ni escapatorias. La Ratio insiste en la importancia de este acompañamiento humano, que ayude al desarrollo de la madurez de la persona y garantice en los candidatos un buen equilibrio psico-afectivo.
La segunda palabra es “espiritualidad”, que no puede ser dada por supuesta. La conciencia de la identidad presbiteral se apoya en este aspecto: el sacerdote no es el hombre del  “hacer”, un líder, un gestor de lo religioso o un funcionario de lo sagrado; es un discípulo enamorado del Señor, cuya vida y ministerio se fundan en la íntima relación con Dios y en  la configuración con Cristo Buen Pastor. Sólo así –cultivando la vida espiritual con disciplina y dedicando tiempos a este propósito– podrá superarse una visión sacral o burocrática del ministerio y podremos tener sacerdotes apasionados del Evangelio, capaces de “sentir con la Iglesia” y de ser, como Jesús, “samaritanos” compasivos y misericordiosos. Diría que la tercera palabra es “discernimiento”. Quien sigue el sendero del Evangelio y se sumerge en la vida del Espíritu, supera tanto la aproximación ideológica como la rigorista, descubriendo que los procesos y las situaciones de la vida no pueden ser clasificados a través de esquemas inflexibles o normas abstractas, sino que deben ser entendidos a través de la escucha, el diálogo y la interpretación de las mociones del corazón. El lugar privilegiado para madurar en el arte del discernimiento es el acompañamiento personal, sobre todo en la dirección espiritual. Se trata de un ámbito fundamental, que requiere la apertura sincera de los candidatos y la preparación y disponibilidad de los formadores que ofrezcan tiempo e instrumentos útiles. El discernimiento es un don que los Pastores deben ejercitar sobre sí mismos y, todavía más, en los ámbitos pastorales, para acompañar y leer  en profundidad sobre todo las situaciones existenciales más complejas, que a menudo marcan, sobrecargan y hieren a las personas a nosotros confiadas. Hablando en la última Asamblea de la Compañía de Jesús, el Papa Francisco ha manifestado su preocupación por este tema: “Estoy notando –dijo– la carencia de discernimiento en la formación de los sacerdotes. Corremos el riesgo de habituarnos al «blanco o negro» y a lo que es legal. Estamos bastante cerrados, en general, al discernimiento. Una cosa es clara: hoy en una cierta cantidad de seminarios ha vuelto a reinstaurarse una rigidez que no es cercana a un discernimiento de las situaciones”. El desafío principal que la Ratio intenta recoger también nos lo sugiere el Papa Francisco: formar sacerdotes “prudentes en el discernimiento” (Misericordia et Misera, n. 10).

4.    Qué mensaje querría transmitir, como Prefecto de la Congregación para el Clero, a los sacerdotes de hoy?


Querría decir, en primer lugar, que la gran responsabilidad a mi confiada en la guía del Dicasterio me motiva cada día a rezar por los sacerdotes. Muchos de ellos, en un modo u otro, pasan por el Dicasterio; tratamos de acoger, escuchar y entrar en situaciones de vida y de ministerio muchas veces delicadas, difíciles o fatigosas. Al mismo tiempo, sabemos que muchos sacerdotes ofrecen su vida con generosidad y entrega al anuncio del Evangelio. A cada uno querría decir sobre todo: ¡No se desanimen! El Señor no se desdice de sus promesas y, si les llamó, hará brillar su luz también cuando sufren la oscuridad, la aridez, el cansancio o el fracaso pastoral de un momento. Querría recomendar a los sacerdotes: ¡que  no se apague en ustedes la sana inquietud que les mantiene en camino! No desatiendan la oración, cuiden su vida interior, permanezcan disponibles cada día para formarse y dejarse sostener y enseñar por la vida pastoral y por el Pueblo de Dios. Debemos perseverar vigilantes, como se sugiere en este tiempo de Adviento, para no consentir que la costumbre  o la mediocridad mengüen el don que el Señor nos ha hecho. No hemos elegido por casualidad, para la publicación de esta Ratio, el día de la Inmaculada Concepción, porque, como María, somos llamados a esperar al Señor, acogerlo y “darlo a luz” en el mundo entero, en la certeza de que “los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, levantan el vuelo como las águilas, corren y no se fatigan, caminan y no se cansan” (Is 40,31).




4 hechos realmente asombrosos sobre la Virgen de Guadalupe

4 hechos realmente asombrosos sobre la Virgen de Guadalupe


El 12 de diciembre de cada año la Iglesia Católica celebra la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe. En ese día en 1531, la Virgen María se apareció a un indígena de 57 años llamado Juan Diego.
Juan Diego fue proclamado Santo por San Juan Pablo II en 2002.
En uno de sus encuentros, la Virgen María le encargó a San Juan Diego que recogiera en su tilma –una tela muy sencilla– rosas de Castilla que habían florecido a pesar del invierno para que se las presentara al Arzobispo de México, Mons. Juan de Zumárraga, como prueba de las apariciones.
Cuando Juan Diego desplegó la tilma con las rosas ante el Prelado, sobre ella estaba impresa la imagen de Nuestra Señora Guadalupe. En los siguientes siete años, más de 9 millones de aztecas se convirtieron al cristianismo.
A continuación cuatro hechos realmente asombrosos sobre la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe:
1. Tiene cualidades que son imposibles de replicar humanamente
Hecha principalmente de fibras de cactus, una tilma era típicamente de muy baja calidad y tenía una superficie áspera, haciéndola muy difícil de usar, mucho menos pintar sobre ella una imagen que perdurase. Sin embargo, la imagen aún se conserva intacta y los científicos que la han estudiado insisten en que no se usó ninguna técnica previa para adecuar la superficie.
La superficie es muy suave, como la seda. La parte en donde no está la imagen sigue siendo áspera y tosca.
Más todavía. Los expertos en fotografía infrarroja que estudiaron la tilma a fines de la década de 1970 determinaron que no había trazos de pincel, dando como resultado una imagen que fue plasmada toda al mismo tiempo.
Esto, junto con una calidad iridiscente de cambiar ligeramente de colores dependiendo del ángulo en el que una persona la mira, y el hecho de que se determinó que la coloración de la imagen no tiene elementos animales o minerales (los colorantes sintéticos no existían en 1531), generan muchas más preguntas aparentemente incontestables. Eso es asombroso.
2. La gente dice que solo es una pintura pero la ciencia ha demostrado lo contrario
Una de las primeras cosas que dicen los escépticos sobre la imagen es que de alguna forma tiene que ser una falsificación o un fraude, pero todas las veces que se hizo un intento de replicar la imagen, la original nunca parece decolorarse, mientras sus duplicados se han deteriorado en corto tiempo.
Miguel Cabrera, artista del siglo 18 que produjo tres de las copias mejor conocidas (una para el arzobispo, una para el Papa y una para él para futuras réplicas) una vez escribió sobre la dificultad de recrear la imagen incluso sobre las mejores superficies. Eso es asombroso.
3. La tilma ha mostrado características sorprendentemente parecidas a las de un cuerpo humano
En 1979, cuando el dr. Phillip Callahan, un biofísico de la Universidad de Florida (Estados Unidos), estaba analizando la tilma usando tecnología infrarroja, descubrió que el tejido mantiene una temperatura constante de entre 36.6 y 37 grados celsius, la temperatura regular de una persona viva.
Cuando el Dr. Carlos Fernández de Castillo, médico mexicano, examinó la tilma, encontró una flor de cuatro pétalos sobre el vientre de María. Los aztecas llamaban a la flor “Nahui Ollin” y era el símbolo del sol y de la plenitud.
Después de más exámenes, el Dr. Fernández de Castillo concluyó que las dimensiones del cuerpo de Nuestra Señora en la imagen eran los de una madre por dar a luz pronto. El 12 de diciembre está muy cerca de Navidad.
Finalmente, una de las atribuciones más comunes y descubrimientos reportados es el de los ojos de la Virgen en la imagen.
El Dr. José Alte Tonsmann, un oftalmólogo peruano, estudió los ojos de la imagen de la Virgen con una magnificación de 2.500 veces y fue capaz de identificar hasta 13 individuos en ambos ojos en diferentes proporciones, así como el ojo humano reflejaría una imagen.
Parecía ser una captura del momento exacto en el que Juan Diego desplegó la tilma ante el Arzobispo Zumárraga. Eso es sorprendente.
4. Parece ser prácticamente indestructible
Dos eventos distintos han amenazado la tilma a través de los siglos. Uno de ellos ocurrió en 1785 y el otro en 1921.
En 1785 un trabajador estaba limpiando el recubrimiento de vidrio cuando accidentalmente derramó solvente de ácido nítrico sobre una gran porción de la imagen. La imagen y el resto de la tilma, que debió haberse corroído casi instantáneamente por el derrame, se auto-restauró con el paso de 30 días, y permanece intacta hasta el día de hoy, con solo unas pequeñas manchas en lugares en donde no está la imagen.
En 1921, un activista anticlerical escondió 29 varas de dinamita en un jarrón de rosas y lo puso ante la imagen dentro de la Basílica de Guadalupe.
Cuando la bomba explotó, casi todo, desde el piso y el reclinatorio de mármol voló. La destrucción alcanzó incluso a ventanas a 150 metros de distancia.
Sin embargo la imagen y el vidrio a su alrededor permanecieron intactos. El único daño que ocurrió cerca a la tilma fue en un pesado crucifijo de bronce, que terminó doblado hacia atrás.

Solemnidad nuestra Señora de Guadalupe, patrona de América y Filipinas


Libro de Isaías 7,10-14.8,10. 

Una vez más, el Señor habló a Ajaz en estos términos:
«Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas».
Pero Ajaz respondió: «No lo pediré ni tentaré al Señor.»
Isaías dijo: «Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios?.
Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emmanuel.
Hagan un proyecto: ¡fracasará! Digan una palabra: ¡no se realizará! Porque Dios está con nosotros.

Salmo 67(66),2-3.5.7-8. 
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
haga brillar su rostro sobre nosotros,
para que en la tierra se reconozca su dominio,
y su victoria entre las naciones.

Que canten de alegría las naciones,
porque gobiernas a los pueblos con justicia
y guías a las naciones de la tierra.
La tierra ha dado su fruto:

el Señor, nuestro Dios, nos bendice.
Que Dios nos bendiga,
y lo teman todos los confines de la tierra.


Evangelio según San Lucas 1,39-48. 
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo,
exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".
María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,
porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz".