martes, 25 de julio de 2017

Soy católico, soy feliz


Lee y siente alegría por la fe que profesas

¡Ser católico!
Cuánta grandeza en estas palabras…
Es mirar hacia atrás y saber que antes de mí tantas personas hicieron historia…
Es saber que la Eucaristía que comulgo en todas las misas es la misma que alimentó a Tomás de Aquino antes de escribir la Suma Teológica… la misma que alimentó a Antonio de Padua antes de sus oraciones… la misma que sació a Felipe Neri antes de salir en ayuda de los pobres.
Es entender que, para que yo conociera el Evangelio de Cristo, hombres valientes arriesgaron sus vidas en viajes por el mar bravo, dejando todo atrás, sin saber si llegarían al destino con vida.
Es entender que el agua derramada sobre mi cabeza el día 28 de marzo de 1993 fue el mismo Bautismo que Pablo de Tarso recibió el día de su conversión, el mismo que bañó al rey Luis de Francia, a la reina Isabel de Portugal y al pobre campesino José de Cupertino, haciendo de ellos grandes santos.
Es comprender que el sacramento del Orden, a mí conferido por Don Murilo Krieger en Salvador fue el mismo conferido por san Ambrosio al gran Agustín de Hipona… el mismo que el Padre Pío recibió en Italia… el mismo que Francisco de Asís rechazó por humildad.
Es subir al altar para celebrar el Santo Sacrificio y saber que en el pasado Luis de Montfort y Domingo de Guzmán hicieron lo mismo, vistieron los mismos ornamentos sagrados y ofrecieron a Dios la Víctima perfecta.
Es leer las cartas de Pablo, los textos de Irineo, las catequesis de Juan María Vianney y entender: todo esto fue para mí, ellos lo escribieron para mi edificación.
Es concienciarse de que el Rosario que yo rezo, a veces con prisa, fue el mismo que la Virgen María tuvo en sus manos cuando se apareció a los pastores de Fátima, el mismo que san Alfonso rezaba todos los días.
Es mirar a la Piedad de Miguel Ángel, la catedral de Notre Dame, la gruta de Lourdes, y saber: esto me pertenece, son tesoros de mi familia. Es entrar en cualquier capilla o basílica del mundo y sentir que estoy en casa. Ahí todo me inspira.
Todo esto empezó ahí atrás, cuando Jesús reunió a 12 hombres y los envió a predicar. Ellos no imaginaban que tal proyecto resultaría en lo que vemos hoy… billones de personas profesando la misma fe.
En resumen, ser un católico consciente es la mayor alegría que el ser humano puede tener.

La Iglesia tiene 3 tipos básicos de celebración: memoria, fiesta y solemnidad


¡Vamos a aprender un poco más sobre estas diferencias que tanto enriquecen nuestra liturgia!

Generalmente, la palabra “fiesta” es usada por los católicos en referencia a cualquier celebración de la Iglesia: días dedicados a santos, a Nuestra Señora, a Cristo… No hay ningún error doctrinal en usar el término “fiesta” para todos los casos, pero es recomendable aprender que en la Iglesia existe una jerarquía de celebraciones. Estas se estructuran en tres tipos básicos: las memorias, las fiestas y las solemnidades.

Solemnidades

Las solemnidades son las celebraciones de grado más alto, reservadas a los misterios más importantes de nuestra fe: por ejemplo, la PascuaPentecostés, la Inmaculada Concepción, los principales títulos de Jesús, como Cristo Rey o el Sagrado Corazón, además de celebraciones que honran a algunos santos de especial importancia en la historia de la salvación, como es el caso de las solemnidades de los santos Pedro y Pablo y la del nacimiento de san Juan Bautista.
En las solemnidades, así como en los domingos, la celebración eucarística tiene tres lecturas, la oración de los fieles, el Credo y el Gloria (incluso cuando la solemnidad cae en Adviento o en Cuaresma).
Las solemnidades también tienen oraciones propias exclusivas: antífona de entrada, oración inicial, oración sobre las ofrendas, antífona de comunión y oración después de la comunión. En la mayoría de los casos, también hay un prefacio especial.
Algunas solemnidades son fiestas de precepto y otras no: esto depende de la realidad pastoral de cada país y, por tanto, del criterio de la respectiva conferencia episcopal.
Las solemnidades que caen en domingo se celebran como tales durante el tiempo ordinario y el tiempo de Navidad, pero acostumbran a ser trasladadas al lunes cuando caen en un domingo de Adviento, de Cuaresma, de Semana Santa y del tiempo pascual.

Fiestas

Las fiestas honran algún misterio o título de Jesús, de Nuestra Señora y de santos especialmente relevantes, como los apóstoles, los evangelistas y otros de gran importancia histórica como san Lorenzo.
La fiesta acostumbra a tener oraciones propias, pero se hacen solo dos lecturas y el Gloria. A diferencia de otras fiestas, las dedicadas a Jesús -como la Transfiguración y la Exaltación de la Santa Cruz- se celebran también cuando caen en domingo y en ese caso tienen tres lecturas, el Gloria y el Credo.

Memorias

La memoria es generalmente la celebración de un santo, pero podría también celebrar algún aspecto de Jesús o de María. Es el caso de la memoria facultativa del Santo Nombre de Jesús y de la memoria obligatoria del Inmaculado Corazón de María.
En lo que respecta a la liturgia, no hay diferencia entre la memoria facultativa y la memoria obligatoria. Toda memoria tiene al menos una oración propia de apertura. En cuanto a las lecturas, pueden ser específicas o no: en general se prefiere que se mantengan las lecturas del día para evitar que se interrumpa excesivamente el ciclo continuo de las lecturas propias de cada tiempo; al mismo tiempo hay lecturas específicas que deben usarse en el caso de algunos santos, especialmente los mencionados en la propia Sagrada Escritura, por ejemplo Marta, María Magdalena y Bernabé.
Durante la Cuaresma y en parte del Adviento (del 17 al 24 de diciembre) se usa sólo la oración colecta del santo; todo el resto es lo ordinario de ese día.

Caso especial

El día de difuntos, celebrado el 2 de noviembre, tiene prioridad sobre el domingo a pesar de no ser una solemnidad.

Variaciones geográficas 

Hay casos en los que una determinada celebración tiene una clasificación diferente según la región, ya que algunos santos son más venerados en un lugar que en otros, por ejemplo. Es el caso de san Benito: su día es memoria obligatoria en el calendario universal, pero es fiesta en Europa por ser uno de los patrones del continente y es solemnidad en la diócesis de Montecassino, donde está enterrado.
Hay solemnidades, como el Corpus Christi, que pueden ser precepto o no conforme a la determinación de la conferencia episcopal de cada país: la decisión se basa en una realidad pastoral local. Por eso hay países que mantienen la tradicional celebración el jueves como fiesta de precepto, otros mantienen el día pero no como precepto y otros, que ya son mayoría, en los que la celebración se traslada al domingo siguiente para garantizar la máxima participación de los fieles.

25 de julio: Fiesta de Santiago Apóstol, patrono de España

25 de julio: Fiesta de Santiago Apóstol, patrono de España

El 25 de julio la Iglesiacelebra la fiesta de Santiago el Mayor, uno de los doce apóstoles elegidos por el Señor y que se le representa vestido de peregrino o como un soldado montado en un caballo blanco en actitud de lucha.
San Crisóstomo dirá que él fue el apóstol más atrevido y valiente.
El “hijo del trueno” como le puso Jesús a él y a su hermano San Juan el Evangelista, es patrono de España y de su caballería, así como de los curtidores, veterinarios, equitadores y de varias ciudades en el mundo. Otras ciudades incluso llevan su nombre en países como Chile, República Dominicana, Cuba entre otros.
El nombre de Santiago proviene de las palabras Sant Iacob, del hebreo Jacob. Durante las batallas los españoles solían gritar "Sant Iacob, ayúdenos" y al decirlo rápido repetitivamente sonaba a Santiago.
Fue testigo con Juan y Pedro de la Transfiguración del Señor en el Monte Tabor, de la pesca milagrosa y de la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní, entre los pasajes más representativos.
La tradición cuenta que llegó hasta España a proclamar el Evangelio. La Catedral de Santiago de Compostela es considerada su principal Santuario, a donde peregrinan miles de personas cada año, deseosas de recorrer el Camino de Compostela.  
El 9 de noviembre de 1982, cuando San Juan Pablo II visitaba esta Catedral española, hizo un llamado a Europa a reavivar “aquellos valores auténticos”, porque los otros continentes “te miran y esperan también de ti la misma respuesta que Santiago dio a Cristo: ‘lo puedo’”.
“Yo, Sucesor de Pedro en la Sede de Roma, una Sede que Cristo quiso colocar en Europa y que ama por su esfuerzo en la difusión del cristianismo en todo el mundo. Yo, Obispo de Roma y Pastor de la Iglesiauniversal, desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces”, expresó el santo polaco.
El apóstol Santiago es conocido también por haber preparado el camino para que la Virgen María sea reconocida como "Pilar" de la Iglesia.
El Papa Francisco, en febrero de 2014, al reflexionar sobre los conflictos armados, señaló que Santiago nos da un consejo sencillo: “Acérquense a Dios y Él se acercará a ustedes”.
Para conocer más sobre este apóstol del Señor ingrese a los siguiente enlaces:

Fiesta de Santiago, apóstol


Carta II de San Pablo a los Corintios 4,7-15. 

Hermanos:
Nosotros llevamos un tesoro en recipientes de barro, para que se vea bien que este poder extraordinario no procede de nosotros, sino de Dios.
Estamos atribulados por todas partes, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados;
perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no aniquilados.
Siempre y a todas partes, llevamos en nuestro cuerpo los sufrimientos de la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
Y así aunque vivimos, estamos siempre enfrentando a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
De esa manera, la muerte hace su obra en nosotros, y en ustedes, la vida.
Pero teniendo ese mismo espíritu de fe, del que dice la Escritura: Creí, y por eso hablé, también nosotros creemos, y por lo tanto, hablamos.
Y nosotros sabemos que aquel que resucitó al Señor Jesús nos resucitará con él y nos reunirá a su lado junto con ustedes.
Todo esto es por ustedes: para que al abundar la gracia, abunde también el número de los que participan en la acción de gracias para gloria de Dios.

Salmo 126(125),1-2ab.2cd-3.4-5.6. 
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía que soñábamos:
nuestra boca se llenó de risas
y nuestros labios, de canciones.

Hasta los mismos paganos decían:
“¡El Señor hizo por ellos grandes cosas!”.
¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros
y estamos rebosantes de alegría!

¡Cambia, Señor, nuestra suerte
como los torrentes del Négueb!
Los que siembran entre lágrimas
cosecharán entre canciones.

El sembrador va llorando
cuando esparce la semilla,
pero vuelve cantando
cuando trae las gavillas.


Evangelio según San Mateo 20,20-28. 
La madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo.
"¿Qué quieres?", le preguntó Jesús. Ella le dijo: "Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda".
"No saben lo que piden", respondió Jesús. "¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?". "Podemos", le respondieron.
"Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre".
Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos.
Pero Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad.
Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes;
y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo:
como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud".