viernes, 10 de febrero de 2017

Papa Francisco: “El diablo detrás de los abusos” y “sí, hay corrupción en el Vaticano” Anticipo de la conversación del Papa con los Superiores Generales Religiosos y que será publicada en el numero 4000 de la Civiltá Cattolica


Papa Francisco: “El diablo detrás de los abusos” y “sí, hay corrupción en el Vaticano”





“No tomo pastillas tranquilizantes. Los italianos dan un buen consejo: para vivir en paz se necesita un sano pasotismo. En Buenos Aires era más ansioso, lo admito”, dice el Papa Francisco y se declara en “en paz” en una entrevista que será publicada completa el 11 de febrero en el numero 4000 de la revista La Civiltá Cattolica.
La corrupción en el Vaticano
“En las Congregaciones Generales se habla de los problemas del Vaticano, se hablaba de reformas. Todos las pedían. Hay corrupción en el Vaticano. Pero yo estoy en paz. Si hay un problema, yo escribo un papelito a San José (el esposo de María) y lo pongo debajo de una estatua que tengo en mi habitación”, dijo el Papa (el primer religioso en siglos) en el aula del Sínodo en el Vaticano.
El Sínodo sobre los jóvenes
“Me resulta personalmente muy cercano el tema del discernimiento. Lo he recomendado varias veces a los jesuitas: en Polonia y luego en la Congregación General. El discernimiento es común en la cuestión de la formación de los jóvenes para la vida, de todos los jóvenes”.
En especial se refiere a los seminaristas y futuros pastores “debido a que la formación y la asistencia a al sacerdocio necesita del discernimiento”.
El Papa asegura que es importante salir de esa formación que enseña formulas de blanco y de negro, pero sin ver los “grises” que hay en la vida, “según la voluntad de Dios”. Y “la voluntad de Dios se busca según la verdadera doctrina del Evangelio” y no en “una doctrina abstracta”.
Por eso, “razonando sobre la formación de los jóvenes y en la formación de los seminaristas”, decidió el tema ya anunciado: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.” El punto clave es que “el discernimiento” es siempre dinámico, como la vida. “Las cosas no son estáticas. Sobre todo con los jóvenes”. “
El diablo y los abusos sexuales en la Iglesia
La entrevista es una conversación libre y sin tapujos con otros correligionarios sobre las reformas del Vaticano y el escándalo de los abusos sexuales en la Iglesia. “Si están involucrados religiosos, es claro que está en acción la presencia del diablo que arruina la obra de Jesús. Pero hablemos claro: Ésta es una enfermedad. Si no estamos convencidos que esta es una enfermedad, no se podrá resolver bien el problema”.

Atención con seminaristas expulsados
El Papa también pide atención en los seminarios y en la aceptación de los candidatos en el clero. “Jamás aceptar aspirantes sacerdotes sin asegurarse bien de su adecuada madurez afectiva”.
“Por ejemplo: jamás recibir en la vida religiosa o en una diócesis candidatos que fueran rechazados de otros seminarios o institutos sin pedir informaciones muy claras y específicas sobre las motivaciones de la expulsión”.
Hacen bien las criticas 
El director de la Civiltá Cattolica, Antonio Spadaro, cuenta detalles del encuentro. El Papa no ha querido leer las preguntas anticipadamente (prepararlas). ¿Y si hubieran críticas? “Es un bien ser criticado – afirma Francisco– me gusta esto, siempre. La vida está hecha también de incomprensiones y de tensiones. Y cuando son criticas que hacen crecer, las acepto, respondo”.
Francisco admite que las preguntas más difíciles no las hacen los religiosos, sino los jóvenes. Asegura que en el almuerzo con algunos de ellos y en los encuentros en otras ocasiones si lo han puesto en una posición difícil. “Los jóvenes son descarados y sinceros y te piden las cosas más complicadas. Ahora hagan sus preguntas”.
La Iglesia en salida
“La Iglesia ha nacido en salida. Estaba cerrada en el Cenáculo y después salió. Y debe quedarse en salida. No debe regresar a cerrarse en el Cenáculo. Jesús lo quiso así. Y “afuera” significa lo que llamo ‘periferias, existenciales y sociales’ que empujan la Iglesia fuera de sí misma”.
Los refugiados
El Pontífice exhorta a que la Iglesia en salida mire hacia los últimos. En este sentido, se expresó sobre el problema de los migrantes y de los refugiados: “¡Más importante de los acuerdos internacionales es la vida de esas personas!”. Por ello, pidió recordar siempre el valor sagrado de la existencia: “La misericordia es Dios en salida. Y Dios es siempre misericordioso. ¡También ustedes!”.
El Papa y el 4000 numero de la Civiltá Cattolica
En la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico, Papa Francisco, esta mañana, ha dado audiencia a la Comunidad de la Revista donde escriben los jesuitas y cuyos textos son revisados por la Secretaria de Estado, con motivo de la publicación de la revista número 4000.
En ese número se encuentra la entrevista completa (que se publicará el 11 de febrero) anticipada hoy también por la prensa italiana e internacional, titulada: “El Evangelio sin calmantes”, conversación con los superiores generales.
Se trata de la celebración de la primera publicación de la Civiltá Cattolicadel 6 abril de 1850. Una novedad importante es que la revista ahora tendrá 4 ediciones mensuales en español, inglés, francés y coreano.

El celibato es una “joya brillante” para la Iglesia, afirma sacerdote experto

Imagen referencial / Foto: Flickr Matthias Ulrich (CC-BY-SA-2.0-DE)

El celibato es una “joya brillante” en el ministerio sacerdotal, afirmó el P. Gary Selin, autor del libro “Priestly Celibacy: Theological Foundations”, fruto de una investigación en fuentes bíblicas, patrísticas y del magisterio que le ayudaron a descubrir que “la principal razón para el celibato es que perfecciona la configuración del sacerdote con Jesucristo, cabeza de la Iglesia”.
En declaraciones al National Catholic Register, el P. Selin señaló que muchos defienden el celibato con argumentos prácticos. “Uno de los más comunes es ‘¿cómo podría pagar una parroquia los gastos de un sacerdote casado y de su familia?, o ‘¿y si la esposa tiene un trabajo y la familia tuvo que recolocarse?’”.
Incluso se argumenta que el celibato “permite al sacerdote entregarse plenamente a su parroquia”, y si bien eso es cierto, “no es suficiente”, aclaró el P. Selin.
El celibato, indicó, le permite al sacerdote “ser un padre con un amor indiviso, así como pastor, sirviente y esposo hacia la Iglesia”.
“Un sacerdote célibe es una señal que nos recuerda que esta vida no es la única que tenemos. Somos creados para estar con el Dios Trino para siempre en el cielo, donde seremos como Dios, porque lo veremos tal como Él es”, afirmó el hoy sacerdote, quien había estado en una congregación religiosa luego de participar en dos peregrinaciones a Fátima; pero luego de seis años decidió no renovar sus votos.
Sin embargo, el entonces Arzobispo de Denver (Estados Unidos), Mons. Charles Chaput, lo invitó a entrar al seminario. Gary Selin se ordenó sacerdote en 2003.
El P. Selin recordó que fue en el seminario donde nació esta inquietud por profundizar en el don del celibato, sobre todo luego de escuchar una charla del Cardenal Francis Stafford.
“Nos dejó con una sensación de maravilla. Argumentó que el celibato sacerdotal era más que una disciplina, una mera ley que se puede cambiar fácilmente. Él enseñó que era parte integral del sacerdocio y que está intrínsecamente relacionado con la Eucaristía. Cristo instituyó el sacerdocio para que tengamos la Eucaristía, y la Eucaristía es central para el ministerio sacerdotal. La Eucaristía, fuente y cumbre del ministerio y de la vida sacerdotal, y fuente de la caridad pastoral, permite al sacerdote amar a Cristo y a su Iglesia con un amor intenso e indiviso”, indicó.
El sacerdote recordó que luego de su ordenación profundizó sobre el celibato sacerdotal en la Catholic University. “Mientras escribía mi disertación pensé: ‘no puedo creer que rico tesoro es este’”, expresó.
Durante la entrevista, el P. Selin indicó que si bien es probable que la mayoría de los apóstoles hayan estado casados, “la documentación de los primeros siglos de la Iglesia nos dice que los candidatos casados para las órdenes sagradas tenían que permanecer en continencia luego de la ordenación, viviendo perpetuamente como hermano y hermana” con su esposa. “Los Padres de la Iglesia también proporcionaron razones teológicas para apoyar esta disciplina de continencia perpetua para los clérigos”.
Explicó que “con el paso de los siglos el Espíritu Santo fue estableciendo en la Iglesia la disciplina del celibato hasta que finalmente solo los hombres no casados eran ordenados”, esto se convirtió “en la tradición en la Iglesia latina”.
En el caso de la Iglesia de Oriente, señaló, “también desarrolló una comprensión más profunda del celibato sacerdotal, pero también en un punto permitió a los sacerdotes casados continuar las relaciones conyugales con sus esposas, absteniéndose sin embargo antes de la liturgia divina”.
“Es importante señalar que el Magisterio en los últimos 100 años ha afirmado constantemente la legitimidad de la disciplina oriental y ha elogiado el testimonio de la santidad de los sacerdotes casados en las diversas iglesias orientales”, precisó.
“Y sin embargo, Pablo VI, haciendo eco de siglos de enseñanza magisterial, señala en Sacerdotalis Caelibatus que ‘el celibato sacerdotal ha sido custodiado por la Iglesia durante siglos como una joya brillante’ debido a su excelencia sobresaliente”, destacó el experto.
Formación de seminaristas
Durante la entrevista, el P. Selin recordó que el celibato no es una carga, sino un don otorgado por Dios y que está “protegido como un tesoro en la Iglesia latina por la ley canónica”.
En ese sentido, dijo que en los seminarios se debe evaluar si el candidato tiene las condiciones para vivir el celibato. “Si lo hace, es una afirmación de su vocación sacerdotal”, señaló.
“La Iglesia nos pide a los formadores del seminario juzgar si un seminarista tiene los atributos humanos y espirituales que le harían un buen candidato para el sacerdocio. Entre las cualidades que buscamos está la virtud de la castidad y el don del celibato, así como la capacidad de relacionarse con las mujeres de una manera saludable. El seminarista debe ser maduro afectiva y emocionalmente. Su castidad debe ser fuerte como el hierro, pero muy humana”, explicó.
En ese sentido, dijo que lo fundamental para resistir las tentaciones es la “vida de profunda oración con Dios Trino”. “La gracia para vivir el celibato casto viene principalmente a través de la Santa Misa”, con la Eucaristía y la confesión frecuente, evitando las ocasiones cercanas de pecado y todo lo que puede contaminar el alma.
“Debe tener sólidas amistades con los hermanos sacerdotes y con los fieles laicos, particularmente con las familias”, indicó el P. Selin, y “por último, un profundo amor filial por la Santísima Virgen María”.
Finalmente, aseguró que un sacerdote célibe puede ayudar a los esposos a ser fieles a su vocación, pues les recuerda que comparten un sacramento a través del cual ambos “pueden crecer en santidad”.
Además, los esposos pueden recordar al sacerdote célibe que está llamado a vivir una vida de sacrificio y no una vida confortable del soltero. “Las parejas casadas me han inspirado mucho a través de su amor sacrificial el uno por el otro, imitando el amor de Cristo por su Iglesia”, afirmó.




Viernes de la quinta semana del tiempo ordinario


Libro de Génesis 3,1-8. 

La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que el Señor Dios había hecho, y dijo a la mujer: "¿Así que Dios les ordenó que no comieran de ningún árbol del jardín?".
La mujer le respondió: "Podemos comer los frutos de todos los árboles del jardín.
Pero respecto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: "No coman de él ni lo toquen, porque de lo contrario quedarán sujetos a la muerte"».
La serpiente dijo a la mujer: "No, no morirán.
Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y serán como dioses, conocedores del bien y del mal".
Cuando la mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir discernimiento, tomó de su fruto y comió; luego se lo dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió.
Entonces se abrieron los ojos de los dos y descubrieron que estaban desnudos. Por eso se hicieron unos taparrabos, entretejiendo hojas de higuera.
Al oír la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín, a la hora en que sopla la brisa, se ocultaron de él, entre los árboles del jardín.

Salmo 32(31),1-2.5.6.7. 
¡Feliz el que ha sido absuelto de su pecado
y liberado de su falta!
¡Feliz el hombre a quien el Señor
no le tiene en cuenta las culpas,

y en cuyo espíritu no hay doblez!
Pero yo reconocí mi pecado,
no te escondí mi culpa,
pensando: “Confesaré mis faltas al Señor”.

¡Y tú perdonaste mi culpa y mi pecado!
Por eso, que todos tus fieles te supliquen
en el momento de la angustia;
y cuando irrumpan las aguas caudalosas

no llegarán hasta ellos.
Tú eres mi refugio,
tú me libras de los peligros
y me colmas con la alegría de la salvación.


Evangelio según San Marcos 7,31-37. 
Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis.
Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos.
Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua.
Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: "Efatá", que significa: "Abrete".
Y enseguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente.
Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban
y, en el colmo de la admiración, decían: "Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos".