domingo, 5 de noviembre de 2017

Luz Casal: «La evangelización unió a España con otros pueblos»


La cantante y compositora gallega ha pronunciado en la catedral de Santiago de Compostela el pregón del Domund, en el que ha agradecido a los misioneros el «enseñarnos que el más insignificante acto de amor puede abrazar a la humanidad herida»
«La belleza que provocan los pequeños gestos humanitarios regenera el mundo, y el amor los salva». La cantante y compositora Luz Casal ha escogido este estribillo para dar forma de canción a su pregón del Domingo Mundial de las Misiones (Domund), pronunciado este miércoles por la tarde en la catedral de Santiago de Compostela.
A esta frase, que ha repetido varias veces a lo largo de su intervención, ha añadido al final su agradecimiento a los misioneros por «enseñarnos con sus obras que el más insignificante acto de amor puede abrazar a la humanidad herida».
Casal ha comenzado sus palabras, en presencia del arzobispo compostelano, monseñor Julián Barrio Barrio, reconociéndose una «católica poco practicante, pero con unas raíces tan profundas y una memoria tan ligada a la historia y a las celebraciones de la Iglesia católica, que muchas veces tengo la sensación de ser una buena cristiana».
Dentro de dicha memoria, ha destacado que la primera vez que oyó hablar del Domund fue en su colegio, perteneciente a las Hermanas Doroteas, que siendo ella pequeña le enseñaron imágenes de «unos niños felices de piel oscura».
«Hoy cuesta hablar de caridad»
Lo que más recuerda de la explicación de las religiosas –ha añadido– fue que les hablaron de «misericordia y caridad». «Hoy día nos cuesta pronunciar palabras como “caridad”, siendo una virtud superior de la moral cristiana que ha perdido significado en estas tres o cuatro últimas décadas».
La sociedad actual –ha asegurado a continuación– confía en la ciencia, la razón, la cultura y el progreso. «Pero eso no debiera impedirnos creer en la misericordia que llega a través de la fe».
También ha recordado que España, con sus 13.000 misioneros repartidos en la actualidad por todo el mundo, es una nación «que abrió las puertas a la evangelización. A través de ella, nos hemos unido a gentes de otros pueblos, conociendo sus culturas y religiones», y hemos aprendido que «llevar la fe a otros no debe tener como objetivo el dominio».
Domund al descubierto
La artista gallega ha subrayado el contraste entre un mundo acostumbrado a las injusticias y esos «héroes anónimos, que en sus viajes al infierno acaban por alcanzar el cielo al juntar sus manos a otras» y están dispuestos incluso a entregar su vida. «Son seres elegidos para soportar las dificultades. Bravos y obedientes hijos dotados de paciencia y fortaleza. Benevolentes con las debilidades. Ejemplos de resistencia moral».
El pregón de Luz Casal es uno de los últimos actos de Domund al descubierto, una serie de encuentros culturales, mesas redondas y momentos de oración que se han celebrado en las diócesis gallegas desde el 2 de octubre. Este viernes se cerrará el ciclo, con el coloquio Misioneros, al servicio de la humanidad, en la sede del club Faro de Vigo. Intervendrán monseñor Adolfo Zon, obispo misionero en Brasil, y el sacerdote y periodista Alberto Cuevas. Todos estos actos han servido para calentar motores para la gran cita del Domund, el domingo 22 de octubre.

Trigésimo primero Domingo del tiempo ordinario


Libro de Malaquías 1,14b.2,1-2b.8-10. 

¡Maldito sea el tramposo que tiene un animal macho en su rebaño, lo ofrece en voto y después sacrifica al Señor uno mutilado! Porque yo soy un gran Rey, dice el Señor de los ejércitos, y mi Nombre es temible entre las naciones.
¡Y ahora, para ustedes es esta advertencia, sacerdotes!
Si no escuchan y no se deciden a dar gloria a mi Nombre, dice el Señor de los ejércitos, yo enviaré sobre ustedes la maldición y maldeciré sus bendiciones; ya las he maldecido, porque ustedes no se deciden a hacer eso.
Pero ustedes se han desviado del camino, han hecho tropezar a muchos con su doctrina, han pervertido la alianza con Leví, dice el Señor de los ejércitos.
Por eso yo los he hecho despreciables y viles para todo el pueblo, porque ustedes no siguen mis caminos y hacen acepción de personas al aplicar la Ley.
¿No tenemos todos un solo Padre? ¿No nos ha creado un solo Dios? ¿Por qué nos traicionamos unos a otros, profanando así la alianza de nuestros padres?

Salmo 131(130),1.2.3. 
Mi corazón no se ha ensoberbecido, Señor,
ni mis ojos se han vuelto altaneros.
No he pretendido grandes cosas
ni he tenido aspiraciones desmedidas.

No, yo aplaco y modero mis deseos:
como un niño tranquilo en brazos de su madre,
así está mi alma dentro de mí.

Espere Israel en el Señor,
desde ahora y para siempre.



Primera Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 2,7b-9.13. 
Si bien, como Apóstoles de Cristo, teníamos el derecho de hacernos valer. Al contrario, fuimos tan condescendientes con ustedes, como una madre que alimenta y cuida a sus hijos.
Sentíamos por ustedes tanto afecto, que deseábamos entregarles, no solamente la Buena Noticia de Dios, sino también nuestra propia vida: tan queridos llegaron a sernos.
Recuerden, hermanos, nuestro trabajo y nuestra fatiga cuando les predicamos la Buena Noticia de Dios, trabajábamos día y noche para no serles una carga.
Nosotros, por nuestra parte, no cesamos de dar gracias a Dios, porque cuando recibieron la Palabra que les predicamos, ustedes la aceptaron no como palabra humana, sino como lo que es realmente, como Palabra de Dios, que actúa en ustedes, los que creen.

Evangelio según San Mateo 23,1-12. 
Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos:
"Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés;
ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen.
Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo.
Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos;
les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas,
ser saludados en las plazas y oírse llamar 'mi maestro' por la gente.
En cuanto a ustedes, no se hagan llamar 'maestro', porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos.
A nadie en el mundo llamen 'padre', porque no tienen sino uno, el Padre celestial.
No se dejen llamar tampoco 'doctores', porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías.
Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros,
porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado".