lunes, 17 de octubre de 2016

Nuevos Santos canonizados por el Papa Francisco

 El Papa Francisco pronunció la tradicional fórmula en latín y proclamó siete nuevos Santos para  Iglesia universal: José Sánchez del Río; Manuel González García, José Gabriel del Rosario – ‘el cura Brochero’- ; Salomón Leclerq; Alfonso María Fusco; Luis Pavoni e Isabel de la Santísima Trinidad.
Una abarrotada Plaza de San Pedro vivió con intensa emoción el momento solemne, escuchando las palabras del Papa y respondiendo con un ferviente Amén, sellado por un gran aplauso y aclamando al Señor con el canto del Jubilate Deo:
«En honor de la Santísima e Indivisible Trinidad, para exaltación de la Fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y la Nuestra, después de la debida reflexión y la oración frecuente implorando la asistencia divina, y después de haber oído el parecer de muchos de nuestros hermanos en el episcopado, declaramos y definimos Santos a los Beatos
Salomón Leclerq
José Sánchez del Río
Manuel González García
Luis Pavoni
Alfonso María Fusco
José Gabriel del Rosario Brochero
e Isabel de la Santísima Trinidad
y los inscribimos en el Libro de los Santos, decretando que en toda la Iglesia ellos  sean venerados entre los Santos. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo».



8 consejos de santo Tomás para mejorar la fe El recorrido para relanzar la espiritualidad y alcanzar una unión más íntima con Dios

8 consejos de santo Tomás para mejorar la fe


Ocho píldoras de espiritualidad de santo Tomás de Aquino. Diez consejos para vivir más intensamente la propia espiritualidad.
Los presenta en Aleteia el profesor Alessandro Beghini, escritor, estudioso de Teología espiritual y mística, coordinador del Recorrido de Formación sobre la Vida Espiritual Cristiana “Vivir según el Espíritu” (Gal 5,16), a partir de la doctrina de Tomás de Aquino, en el programa de Verona desde el 3 de octubre.
“Se ha decidido emprender un recorrido de formación sobre la vida espiritual cristiana a partir de la doctrina de Tomás de Aquino –Doctor Humanitatis- por dos razones principales –explica Beghini–: la primera relativa al contenido en sí mismo, es decir, la vida espiritual en orden a la contemplación y al conocimiento místico; la segunda está vinculada al mismo Tomás de Aquino en cuanto a uno de los más grandes autores y estudiosos que la historia nos haya dado y al mismo tiempo un gran santo por su vivencia heroica, aunque, por desgracia, a día de hoy a menudo es relegado a los contextos de nicho”.
Las 8 lecciones de santo Tomás:
1. Unión íntima
En relación a la vida espiritual, Tomás afirma que es un camino que nos lleva a un conocimiento casi experimental de Dios. La vivencia espiritual cristiana íntima, o mística, no está reservada a alguien en especial, sino a todos y es el recorrido de unión íntima con Dios al que cada uno está llamado a partir del Bautismo: la vida mística es, por lo tanto, la vida íntima de Dios comunicada al hombre.
2. Dios nos quiere como Él
Al emprender este camino surge el núcleo fundamental del credo cristiano y católico en particular: no un Dios que “simplemente” se revela, sino un Dios que se ha hecho hombre para hacernos como Él, o como dice santo Tomás: “El Hijo de Dios, al querer que fuéramos partícipes de su divinidad, asumió nuestra naturaleza, para que hecho hombre, hiciera a los hombres dioses” (Officium de festo corporis Christi).
3. Dar el peso justo a las cosas
El Doctor Humanitatis, además, deja ver en su obra una carga afectiva profunda de la relación Dios-Hombre, aunque con un lenguaje que hoy consideramos algo frío y áspero. Su doctrina no fue sólo especulativa, sino afectiva. Él, de hecho, nos amonesta para dar el justo peso a las cosas, para poner en orden, una vez por todas, sobre lo que realmente cuenta para la vida presente y para la futura, es decir, estar con el Señor, no dando importancia al resto.
4. La caridad
Tomás enseña que la vida espiritual mística es lo que nos conduce, a través de la caridad, a ser elevados hasta la visión del mismo Dios. Este es el corazón de la reflexión de santo Tomás: el amor, la caridad es fin y medio. Fin en cuanto Dios-amor es hacia lo que todos tendemos; medio en cuanto el amor es lo que nos permite elevarnos y a través del amor, Dios nos eleva hasta volvernos dignos del encuentro con Él. Y esto es el fruto de la contemplación.
5. La aspiración de cada hombre
Esta contemplación, aunque imperfecta, en esta vida da, podríamos decir, como bien accesorio la delectatio (alegría, placer) y, a su vez, la delectationos impulsa aún más a la contemplación, explica Tomás. El hombre entonces se demuestra ser capaz de Dios, y esta es la mayor promesa del cristianismo, la cumbre más alta a alcanzar, la aspiración que todos nosotros, seamos conscientes o no, sepamos expresarlo o no, llevamos en el corazón.
6. La felicidad
Tomás nos enseña que el hombre al buscar la felicidad en realidad busca a Dios que es la felicidad última a la que cada uno aspira; de hecho, el hombre puede encontrarla sólo en Dios: la felicidad del hombre, nos dice Tomás, consiste en la satisfacción del deseo natural de ver a Dios: sólo cuando esto ocurra, el intelecto se aquietará.
7. Recorrido hacia atrás
La distancia existente entre el Ser de Dios y el ser del hombre no podrá colmarse sólo con las fuerzas humanas. Por eso, según el esquema de santo Tomás, es necesario efectuar un camino “hacia atrás” de reunión con Dios, sabiendo bien que Dios es el buen Padre misericordioso siempre listo a sostenernos y ayudarnos con su Gracia.
8. La belleza del amor
En su doctrina, Tomás no trasmite sólo contenidos, sino más bien se revela un hábil pedagogo: nos toma de la mano y nos conduce al descubrimiento de la plenitud de la dignidad de ser hombres y al descubrimiento de la belleza de ser criaturas amadas por Dios. No nos enseña, explícitamente, a contemplar, sino que nos revela la importancia de la contemplación. No nos explica concretamente cómo ser felices, sino que nos dice en qué consiste la verdadera felicidad. En ningún caso se impone a nadie pidiendo que abdique a su deseo de búsqueda y de conocimiento de la verdad, sino que incita a todos a recorrer este camino de descubrimiento de sí mismos y de Dios.

El Papa explica el ecumenismo de la sangre: ‘Los terroristas no hacen diferencias entre los cristianos’ El Santo Padre recuerda que el ecumenismo se hace con la oración y con la ayuda a los otros

El Papa y el Christian World Communions - © Osservatore Romano
El Papa Y El Christian World Communions - © Osservatore Romano
 El papa Francisco, en su discurso a los participantes de la Conferencia de los secretarios del Christian World Communions, ha recordado que el ecumenismo es “la caridad hacia el prójimo” y esto es “unidad”, “unidad en camino con Jesús”. 
En el encuentro, que ha tenido lugar antes de la audiencia general, en unas breves palabras que ha improvisado, el papa Francisco ha abordado dos aspectos haciendo referencia al saludo que había realizado el jefe de la delegación. En primer lugar “Jesús está con nosotros” y en segundo lugar “Jesús está en camino con nosotros”. Estas dos cosas, ha indicado el Papa, plantean dos preguntas: “¿soy capaz de creer que Jesús está con nosotros?”. “¿Soy capaz de caminar con todos, juntos, también con Jesús?”. 
Asimismo, ha advertido de que muchas veces pensamos que el trabajo ecuménico es solamente el de los teólogos. Es importante –ha asegurado– que los teólogos estudien, se pongan de acuerdo y expresen el desacuerdo. Pero al mismo tiempo, el Papa ha recordado que “el ecumenismo se hace en camino”. Y “en camino con Jesús, no con mi Jesús contra tu Jesús, sino con nuestro Jesús”. 
Al respecto, el Santo Padre ha precisado que el camino es sencillo: se hace con la oración y con la ayuda a los otros. Rezar juntos: “el ecumenismo de la oración, los unos por los otros y todos por la unidad”. Y también está el ecumenismo del trabajo “por los muchos necesitados, por muchos hombres y mujeres que hoy sufren injusticias, guerras”. 
Por otro lado ha hablado del ecumenismo de la sangre. Cuando los terroristas o las potencias mundiales persiguen a las minorías cristianas o a los cristianos –ha observado–  no preguntan: ‘¿eres luterano? ¿eres ortodoxo? ¿eres católico? ¿eres reformado? ¿eres pentecostal?’ El enemigo, ha asegurado el Papa, no se equivoca, sabe reconocer dónde está Jesús. “Ellos reconocen solo uno: el cristiano”, ha indicado. Y hoy, ha dicho el Papa, somos testigos de ello. Por ejemplo, Francisco ha querido recordar a los ortodoxos coptos degollados en la playa de Libia, “son nuestros hermanos”, ha reconocido.

Lunes de la vigésima novena semana del tiempo ordinario

Carta de San Pablo a los Efesios 2,1-10. 
Hermanos:
Ustedes estaban muertos a causa de las faltas y pecados
que cometían, cuando vivían conforme al criterio de este mundo, según el Príncipe que domina en el espacio, el mismo Espíritu que sigue actuando en aquellos que se rebelan.
Todos nosotros también nos comportábamos así en otro tiempo, viviendo conforme a nuestros deseos carnales y satisfaciendo las apetencias de la carne y nuestras malas inclinaciones, de manera que por nuestra condición estábamos condenados a la ira, igual que los demás.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó,
precisamente cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo -¡ustedes han sido salvados gratuitamente!-
y con Cristo Jesús nos resucitó y nos hizo reinar con él en el cielo.
Así, Dios ha querido demostrar a los tiempos futuros la inmensa riqueza de su gracia por el amor que nos tiene en Cristo Jesús.
Porque ustedes han sido salvados por su gracia, mediante la fe. Esto no proviene de ustedes, sino que es un don de Dios;
y no es el resultado de las obras, para que nadie se gloríe.
Nosotros somos creación suya: fuimos creados en Cristo Jesús, a fin de realizar aquellas buenas obras, que Dios preparó de antemano para que las practicáramos.

Salmo 100(99),2.3.4.5. 
Sirvan al Señor con alegría,
lleguen hasta él con cantos jubilosos.
Reconozcan que el Señor es Dios:

él nos hizo y a él pertenecemos;
somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entren por sus puertas dando gracias,

entren en sus atrios con himnos de alabanza,
alaben al Señor y bendigan su Nombre.
¡Qué bueno es el Señor!

Su misericordia permanece para siempre,
y su fidelidad por todas las generaciones.




Evangelio según San Lucas 12,13-21. 
En aquel tiempo:
Uno de la multitud le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia".
Jesús le respondió: "Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?".
Después les dijo: "Cuídense de toda avaricia, porque aún en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas".
Les dijo entonces una parábola: "Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho,
y se preguntaba a sí mismo: '¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha'.
Después pensó: 'Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes,
y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida'.
Pero Dios le dijo: 'Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?'.
Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios".


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.




Leer el comentario del Evangelio por : San Agustín  
“Ser rico según la mirada de Dios”