miércoles, 23 de marzo de 2016

¿Judas sucumbió al Mal o Judas era malo?

Judas fue tentado. Judas fue confundido. Y Judas no se enteró de nada y cayó.
Muchas veces he pensado en qué pasaría por la mente y el corazón de Judas estos días, previos a entregar al Maestro, para terminar haciendo lo que hizo. Igual me equivoco, porque mis intuiciones no tienen base teológica, ni mucho menos, pero creo que Judas sucumbió humanamente a un enredo bien perpetrado por el Mal, que todo lo oscurece.
Judas era uno de los apóstoles, uno de los doce. A veces perdemos esto de vista. No era uno de los que veían a Jesús de lejos o uno que miraba de reojo al Maestro, con recelo y cierta inquietud. Judas estuvo al lado de Jesús y nada se dice de él durante esos años de vida pública. ¿Por qué suponer que él iba a ser el traidor? Judas tocó a Jesús, lo miró, lo escuchó, lo vivió de puertas hacia adentro, compartió mesa con sus amigos en Betania, contempló los milagros de cerca, fue enviado por Él a predicar y volvió a su lado… Judas era uno de los doce, repito. ¡No uno de los mil! ¡No uno entre cien mil! Uno de los doce…
La primera conclusión es clara: la cercanía a Jesús no exime de ser tentado y acechado por el Maligno. ¿Puede ser que estando tan cerca del Señor, uno pueda ser atacado de manera tan brutal? Parece que sí. Estamos obligados a tomar nota. El primer agujero de seguridad es la certeza de que nosotros somos más fuertes que los demás, más inmunes, más listos y más cabales… ¿Cómo vamos a caer nosotros? ¿Cómo vamos a traicionar si somos amigos de Jesús, creyentes, catequistas, sacerdotes; si estamos felizmente casados y llevamos toda nuestra vida dándonos y construyendo el Reino?
La segunda conclusión es que el Mal conoce a su presa. El Mal nunca ataca de frente, con claridad, con burda osadía. El Mal confunde y nos hace pensar que está bien lo que está mal. Todo aquello que parecía claro ayer, hoy está sumido en una niebla difícil de afrontar. La seguridad que parecía infranqueable… hoy se tambalea. El Mal nos ataca allí donde sabe que tiene más probabilidades de victoria, allí donde somos más débiles. A Judas le atacó allí donde podía atacarle: el prestigio, la fama, las expectativas, la insana equidistancia, el dinero… Judas llegó a confundirse de Maestro, de misión, de objetivo. Y estoy convencido de que él pensaba que, tal vez, a su manera, conseguiría que el Señor Jesús hiciera las cosas de otra manera… ¿Y a mí? ¿Dónde me atacaría a mí? ¿Dónde me ataca?
La tercera conclusión es que Judas no olió la tentación. Como nos pasa a nosotros muchas veces. Estamos en plena batalla y ni siquiera caemos en la cuenta. Vivimos inconscientes y caminamos hacia adelante con dificultades, con errores y con decisiones que, muchas veces, generan rupturas, dolor, heridas… Lo achacamos al destino, lo vestimos todo de libertad, nos cargamos de razones… y no somos capaces de darnos cuenta que, en el fondo, nos han vencido.
¿Cómo debieron ser aquellos días previos a Getsemaní? ¿Qué debía pasar por la cabeza de Judas para acabar sellando con una beso la mayor de las traiciones?
Un abrazo fraterno – @scasanovam

Semana Santa: Estructura y Elementos Denominada antiguamente "semana mayor" o "semana grande", es la semana que conmemora la Pasión de Cristo


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Marko Vombergar - ALETEIA




 La Semana Santa tiene dos partes esenciales: el final de la Cuaresma (Domingo de Ramos, Lunes, Martes y Miércoles Santos) y el Triduo Pascual (Jueves, Viernes y Sábado). Este es el tiempo más importante de la Iglesia en todo el año.
Durante muchos siglos ha sido tradicional la representación de la Pasión y Resurrección del Señor, comenzando por la procesión de los ramos el domingo y teniendo un punto álgido en la crucifixión del Viernes Santos. Estas dramatizaciones han calado hondamente en el corazón de los católicos durante mucho tiempo, y se han ido complementando con otros actos piadosos como las visitas a los “monumentos”, escuchar el sermón “De las 7 palabras”, Vía Crucis, procesiones, hora santa, entre otros.
El Domingo de Ramos
El recuerdo triunfal de Nuestro Señor Jesucristo en Jerusalén antes de la Pascua inicia la Semana Santa. Durante este domingo recordamos la Majestad de Cristo Rey. El Domingo de Ramos nos recuerda que Jesús es El Cristo de Dios, el Ungido, el Mesías. El domingo de ramos y la conciencia de que Jesús es Dios hecho Hombre que ha venido al mundo para salvarnos de la esclavitud del pecado es un hecho fundamental. Dios promete a los hombres la liberación de las cadenas. Y con la entrada Triunfal en Jerusalén, queda claro que esa liberación está muy lejos de lo que esperaban los judíos: un triunfo terreno, un libertador del yugo romano. La promesa de Dios estaba muy por encima de esas pretensiones.
Comienza el domingo de ramos con una procesión de ramos y la celebración eucarística. En la primera parte se celebra el triunfo de Jesús. Tras la aspersión de los ramos se proclama el Evangelio. Empieza la Semana Santa y procede la Eucaristía. Se pasa del aspecto victorioso de los ramos a la cara dolorosa de la Pasión. Jesús entra triunfante, pero es en la Cruz donde adquirirá su auténtico trono, y su resurrección nos abrirá las puertas del cielo. El domingo de Ramos nos recuerda que nuestra vida cristiana es un paso de las tinieblas a la luz, de la humillación a la gloria, de la esclavitud del pecado a la liberación por la Gracia.
Del domingo de ramos al jueves Santo aparecen tres días, el Lunes, Martes y Miércoles Santos, que nos permitirán reflexionar en la importancia de la Semana Santa que llegará a su punto álgido con el Triduo Pascual.
El Triduo Pascual
El Triduo Pascual se abre con el Jueves Santo, un momento fundamental para el Calendario Litúrgico y nuestra vida de Cristianos, pues en este día recordamos que Jesucristo es modelo de humildad al lavar los pies de sus discípulos, recordándonos que Él no vino a ser servido, sino a servir. Este ejemplo de Nuestro Señor se recuerda en el Jueves Santo para subrayar la importancia que tiene la virtud de la Humildad en nuestra vida de seguidores de Jesús. Tras el lavatorio de pies, el Jueves Santo debemos recordar la Institución de la Eucaristía: el Sacramento de Sacramentos.
La noche del Jueves Santo se torna oscura con la Oración del Huerto. La contemplación del dolor de Nuestro Señor comienza a estremecernos y nos prepara para comprender la profundidad de la Pasión del Señor.
Tras el Jueves Santo llega el terrible dolor del Viernes Santo, cuando recordamos el prendimiento, flagelación, juicio, camino del Calvario, crucifixión y muerte del Señor Jesucristo. Es un día que debe animarnos a una profunda reflexión, a una concentración profunda en el misterio de la muerte del Señor. Valdrá mucho la pena que en el Viernes Santo leamos el Evangelio atentamente, y que reflexionemos seriamente sobre nuestra vida y la generosidad de Dios que da Su Vida para nuestra salvación.
Con la muerte del Señor en la cruz, el mundo se cubre de tinieblas. Un momento de espera angustiosa en la que la Iglesia nos pide que acudamos a la Santísima Virgen, la madre dolorosa que ha recibido de José de Arimatea el cuerpo sin vida de Jesús. Es precisamente en este sábado santo cuando podemos apreciar la grandeza de la Santísima Virgen.
Con el sábado santo concluye la Semana Mayor. Del dolor y la oscuridad pasamos a ver a un Jesucristo deslumbrante, Rey de Reyes. Comienza la Pascua con el Domingo de Resurrección, y llega la Iglesia, cuerpo místico de Cristo, al momento cúspide en el calendario litúrgico. Jesús ha muerto por nosotros, pero ha resucitado abriéndonos las puertas del Cielo.
Artículo originalmente publicado por encuentra.com

National Geographic califica a Francisco de “Papa rebelde” En Semana Santa lanzan una nueva película sobre su vida y las dificultades que esta teniendo

El pasado domingo –en el inicio de la Semana Santa– se estrenó en el canal de National Geographic (NatGeo) la película de una hora intitulada “El Papa Rebelde”, una investigación sobre la vida y las dificultades que ha encontrado el Papa Francisco en su camino hacia la conducción de la Iglesia católica, como sucesor de Pedro y Vicario de Cristo en la tierra.
La célebre revista –que ya ha dado muestras de estar encandilada con la figura de Bergoglio—se lanza ahora a presentar un extenso documental en el que intervienen actores y gente de la vida real, unos que lo conocieron desde pequeño y otros que se han subido al coche de la celebridad universal de Francisco para opinar sobre él.
Según la nota de producción del documental cinematográfico, se trata de una película que “explora las decisiones difíciles y dramáticas de un joven conservador de orígenes humildes”, que llegó a convertirse en “uno de los papas más comentados y controvertidos de la historia.”
Dirigida por Patrick Reams , “El Papa Rebelde” combina escenas actuadas sobre la vida, obra y camino dentro de la Iglesia católica de Jorge Mario Bergoglio así como entrevistas de estilo documental. El actor colombiano Juan David Agudelo hace el papel de Bergoglio joven y Kepa Amuchástegui encarna al Papa como sacerdote, cardenal y pontífice.
En la parte de opinión destaca la presencia de investigadores como el periodista británico Austen Ivereigh, autor del libro El gran reformador: Francisco, retrato de un papa radical, así como Alberto D’Arezzo, uno de los amigos de infancia de Bergoglio y Olga Wornat, periodista argentina y autora del libro Nuestra Santa Madre: historia pública y privada de la Iglesia católica argentina.
La historia contada en este documental intenta rescatar –según se dice en las notas de producción—la personalidad del Papa Francisco, sobre todo haciendo énfasis en el “fogueo” político que obtuvo durante los años de la “guerra sucia” argentina, cuando el Padre Jorge era el provincial de los jesuitas en Argentina.
También esboza una personalidad forjada en las dificultades y un estilo reformador (que no “rebelde”, pues eso solamente aparece en el título del documental) que caracteriza, según National Geographic, la actual dirigencia del Papa a 1,200 millones de católicos que hay en el mundo.
“Como cardenal, su estilo de liderazgo y sus puntos de vista poco convencionales le valieron nuevos enemigos políticos, pero también cultivaron la admiración de líderes mundiales y lo colocaron en el camino al Vaticano”, agregan las notas de producción, hechas con un sentido de “venta” del producto.
Que es “muy cercano, que es humilde, que le gusta el chiste y que no se anda por las ramas, todos esos rasgos tienen sus raíces en su historia de vida y NatGeo las explora en su reveladora crónica”, termina diciendo la nota de presentación del “Papa Rebelde”.

Cuando el Jesús de La Pasión conoció a Juan Pablo II La famosa película de Mel Gibson, ofreció a su protagonista vivir uno de los momentos más intensos y también hilarantes de su vida

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El joven Jim tenía que estudiar español mientras su familia salía a ver el paso de Juan Pablo II por Vancouver, en British Columbia. Se lo perdió. Pero 20 años después, habiendo ya consolidado una carrera cinematográfica y habiéndose ganado el derecho a interpretar a Jesús de Nazaret en La Pasión de Cristo, de Mel Gibson, tuvo su segunda oportunidad.
Del encuentro con Juan Pablo II hay dos partes que Caviezel recordó en distintos momentos. La seria y la hilarante. Junto con su mujer y sus suegros, pudo saludarlo y conversar con el hoy canonizado pontífice durante cinco minutos en 2004, en torno a los meses de estreno de la película. Lo primero que hizo Caviezel fue agradecerle por la carta a los artistas del jubileo, que tuvo un profundo impacto en el actor. También por el valor que dio a la Virgen María en su pontificado.
15 marzo 2004 : El Papa Juan Pablo II encuentra al actor Jim Caviezel en en Vaticano.
15 marzo 2004 : El Papa Juan Pablo II encuentra al actor Jim Caviezel en en Vaticano.
Pero también pudo compartirle cómo se preparó para interpretar a Jesús en La Pasión, ante una pregunta del Papa. Según recordó en el programa del periodista Larry King el día previo a la muerte del pontífice polaco, cuando el Papa le preguntó cómo se había preparado para interpretar a Jesús en La Pasión de Cristo, Caviezel respondió, nervioso, que había estado con italianos… y le dijo que Jesús era italiano.
Ante la sorpresa de Juan Pablo II el actor prosiguió: “No dejó su casa hasta los 30 años, siempre estuvo con los mismos 12 amigos, y su madre creía que era Dios. Así que tenía que ser italiano”. Serio, Juan Pablo II le respondió: “Qué ingenioso, ¿no? Yo siempre creí que era polaco”.
En esas entrevistas con King, que tuvieron lugar el 1 y el 3 de abril de 2005, Caviezel, católico, recordó que Juan Pablo II fue importante para su desarrollo como actor, incluso para convencer a su padre de que esa era su vocación. Su padre solo accedió a acompañarlo en su decisión de convertirse en artista cuando Caviezel le hizo saber que el mismo Wojtyla había sido actor.


¿Cómo pueden los católicos responder a los actos de terrorismo? Esta es una guerra que debe ser peleada con las armas espirituales y no meramente con las armas militares


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Bianca Dagheti-CC

Robert Fastiggi, profesor de teología en el Seminario Mayor del Sagrado Corazón en Detroit, ha escrito en la edición de esta semana de The Sunday Visitor una oportunísima reflexión sobre lo que deben hacer los católicos –siguiendo las reacciones inmediatas de sus líderes espirituales, como el Papa Francisco—tras los acontecimientos de horror y barbarie que se vivieron el pasado 13 de noviembre en cafés, restaurantes, salas de conciertos y en las inmediaciones de un estadio de futbol en París.
Oración y cercanía con las víctimas
Para Fastiggi la primera de todas las reacciones de los católicos ha sido y debe ser la solidaridad y la oración. “La primerísima respuesta debería ser una expresión de solidaridad y cercanía con las víctimas de la violencia”, dice el profesor estadunidense, y cita al Papa Francisco que apenas enterarse de los acontecimientos de París expresó su cercanía con las familias de las víctimas y aseguró su oración por todos ellos.
Después, en noviembre 15, en el rezo del Ángelus, el Papa, dice Fastiggi, pidió a todos los que estaban en la Plaza San Pedro y a quienes lo siguen a través de los medios en todos el mundo que se unieran a él para construir una defensa de las víctimas de la tragedia e implorar sobre ellas la misericordia de Dios, haciendo un especial llamado a la Virgen María para proteger y velar sobre la bienamada Francia, la hija de la Iglesia, y sobre toda Europa y el mundo.
Condenar el mal
La siguiente conducta que deberían observar los católicos, según los ejemplos y la doctrina analizados por el articulista de The Sunday Visitor es condenar el mal. “Matar personas inocentes, cualquiera que sea la motivación, debe ser absoluta e incondicionalmente condenado”.
El Papa Francisco describió el terrorismo en París como un “inefable ataque a la dignidad de la persona humana”. Tras recordar que el camino de la violencia no resuelve nada, el Pontífice usó el lenguaje fuerte del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia católica (2004) en el que se señalaba que “es una profanación y una blasfemia usar el nombre de Dios para llevar a cabo un atentado terrorista”.
El Papa san Juan Pablo II usó un lenguaje similar cuando, en el Mensaje Mundial de la Paz de 2002, aseveró que “ningún líder religioso puede contribuir a la condonación del terrorismo y mucho menos orar por él”.
Moderación, temperancia, control
Otra de las acciones que los católicos podrían proponer frente a este tipo de ataques a la persona inocente, de crímenes gratuitos, de terror infundado e inexplicable, es evitar la extensión del odio y de la venganza como una actitud lógica ante los extremistas.
Lo que pasó en París –dice Fastiggi—y otros actos de terrorismo pueden llevarnos, fácilmente, a la ira y a la venganza contra quienes lo cometieron o contra sus comunidades de origen. El teólogo del Seminario Mayor de Detroit recuerda que el día siguiente de los ataques, el arzobispo de París, monseñor André Vingt-Trois oró por que los franceses tuvieran la gracia de un corazón firme, alejado del odio.
El arzobispo parisino pidió seguir en la senda de la “moderación, la temperancia y el control”, para resistir la posibilidad de caer en la tentación de medir a los musulmanes con la misma vara que se mide a los terroristas.
Para finalizar su reflexión, Robert Fastiggi subrayó la idea de que los católicos deberían estar dispuestos a reforzar el trabajo de quienes se dedican a buscar la paz en el mundo y desechar la idea de que solamente se les puede resistir (a los terroristas) con mayor dosis de violencia. Pero, lo más importante, es confiar en Cristo.
“Nosotros entendemos –como católicos—que esta es una guerra que debe ser peleada con las armas espirituales y no meramente con las arma militares” Y, finalmente, señala que deberíamos estar pidiendo siempre la poderosa intercesión de la Virgen María, la Reina de la Paz, y encontrar esperanza en las palabras de Cristo en el sentido de que en el mundo tendremos problemas, pero que no desesperemos, pues Él ha conquistado al mundo.

Francisco en la audiencia: La Semana Santa muestra que el amor de Dios no tiene límites El Papa pidió vivir el Triduo Pascual, sintiendo la misericordia de Dios. Pidió también oraciones por las víctimas y familiares del atentado en Bélgica

El Papa saluda a los fieles después de la audiencia
El Papa Saluda A Los Fieles Después De La Audiencia (Fto. Osservatore Romano)
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco inició hoy el habitual encuentro semanal de los miércoles con los fieles, entrando en la Plaza de San Pedro en el papamóvil, saludando a las miles de personas allí reunidas. El vehículo que lo llevaba se detuvo diversas veces y el Santo Padre bendijo a los niños y bebes que le acercaron.
Las medidas de seguridad para ingresar en la plaza eran altas como es habitual, aparentemente no mayores de las rutinarias, a pesar de los atentados en Bruselas que golpearon este martes el corazón de Europa. Por lo que se refiere al programa de Semana Santa, no habrá ningún cambio, de acuerdo a lo indicado ayer por la Oficina de Prensa del Vaticano.
La catequesis de este miércoles frío y ventoso, a pesar de ser el inicio de la primavera en Europa, comenzó con la lectura en varios idiomas del evangelio de Lucas. A continuación el Pontífice explicó que en los tres días de Semana Santa, hay que vivir el Triduo Pascual sintiendo la misericordia de Dios.
“Parece que el idioma español es muy bullicioso”, dijo el Papa al escuchar los fuertes aplausos de la plaza cuando inició a hablar en dicho idioma. Y al resumir la catequesis dijo: “Nuestra reflexión de hoy nos introduce en el Triduo Pascual. Tres días intensos que nos hablan de la misericordia de Dios, pues hacen visible hasta dónde puede llegar su amor por nosotros”. Y recordó que en el evangelio san Juan dice: «Jesús, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo».
Así el Santo padre quiso precisar que Jesús “¡Los amó hasta el fin! El Triduo Pascual es el memorial de un drama de amor que nos da la certeza de que nunca seremos abandonados en las pruebas de la vida”.
“El Jueves Santo, con la institución de la Eucaristía y el lavatorio de los pies, Jesús nos enseña que la Eucaristía es el amor que se hace servicio. El Viernes Santo, llegamos al momento culminante del amor, un amor que quiere abrazar a todos sin excluir a nadie con una entrega absoluta. El Sábado Santo, es el día del silencio de Dios, Jesús comparte con toda la humanidad el drama de la muerte, no dejando ningún espacio donde no llegue la misericordia infinita de Dios” explicó el Papa.
“En este día –añadió Francisco– el amor no duda, como María, la primera creyente. Ella no dudó. sino que espera con confianza en la palabra del Señor hasta que Cristo resucite esplendente el día de pascua”.
Y concluyó: “Saludo cordialmente a los bulliciosos peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Que en estos días santos, acojamos en nuestro corazón la grandeza del amor divino en el misterio de la Muerte y Resurrección del Señor”.
Al dirigirse a los fieles de lengua italiana, el Santo Padre saludó a los participantes del Congreso UNIV para estudiantes universitarios, promovido por la prelatura del Opus Dei.  Y dirigiéndose a los peregrinos de idioma alemán saludó al grupo de jóvenes que participan a la peregrinación del Regnum Christi. El Papa envió también sus saludos a los peregrinos de idioma árabe, especialmente a los que venían de Egipto, Irak y de Oriente Medio.
Hacia el final de la audiencia, el Papa indicó que “con corazón dolorido”, asegura su oración y cercanía “a la querida población belga”. En particular dirigió su pensamiento a los familiares de las víctimas y a todos los heridos, así como a todas las personas de buena voluntad a quienes pide “perseverar en la oración” y pedirle al Señor en esta Semana Santa, que “conforte todos los corazones afligidos y convertir los corazones de estas personas enceguecidas por el fundamentalismo cruel”.
E invitó a rezar en silencio por intercesión de la Virgen: “Ahora en silencio recemos por los muertos, los heridos y por todos los familiares, así como por todo el pueblo belga”, golpeado por este drama.
La audiencia terminó con la bendición de los objetos religiosos que los fieles han llevado y con el canto del ‘Pater Noster’.

Miércoles Santo

Libro de Isaías 50,4-9a. 
El mismo Señor me ha dado una lengua de discípulo, para que yo sepa reconfortar al fatigado con una palabra de aliento. Cada mañana, él despierta mi oído para que yo escuche como un discípulo.
El Señor abrió mi oído y yo no me resistí ni me volví atrás.
Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban y mis mejillas, a los que me arrancaban la barba; no retiré mi rostro cuando me ultrajaban y escupían.
Pero el Señor viene en mi ayuda: por eso, no quedé confundido; por eso, endurecí mi rostro como el pedernal, y sé muy bien que no seré defraudado.
Está cerca el que me hace justicia: ¿quién me va a procesar? ¡Comparezcamos todos juntos! ¿Quién será mi adversario en el juicio? ¡Que se acerque hasta mí!
Sí, el Señor viene en mi ayuda: ¿quién me va a condenar?



Salmo 69(68),8-10.21bcd-22.31.33-34. 
Por ti he soportado afrentas
y la vergüenza cubrió mi rostro;
me convertí en un extraño para mis hermanos,
fui un extranjero para los hijos de mi madre:

porque el celo de tu Casa me devora,
y caen sobre mí los ultrajes de los que te agravian.
Y no tengo remedio.
Espero compasión y no la encuentro,

en vano busco un consuelo:
pusieron veneno en mi comida,
y cuando tuve sed me dieron vinagre.
Así alabaré con cantos el nombre de Dios,

y proclamaré su grandeza dando gracias;
que lo vean los humildes y se alegren,
que vivan los que buscan al Señor:
porque el Señor escucha a los pobres

y no desprecia a sus cautivos.



Evangelio según San Mateo 26,14-25. 
Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes
y les dijo: "¿Cuánto me darán si se lo entrego?". Y resolvieron darle treinta monedas de plata.
Desde ese momento, Judas buscaba una ocasión favorable para entregarlo.
El primer día de los Acimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús: "¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?".
El respondió: "Vayan a la ciudad, a la casa de tal persona, y díganle: 'El Maestro dice: Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos'".
Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua.
Al atardecer, estaba a la mesa con los Doce
y, mientras comían, Jesús les dijo: "Les aseguro que uno de ustedes me entregará".
Profundamente apenados, ellos empezaron a preguntarle uno por uno: "¿Seré yo, Señor?".
El respondió: "El que acaba de servirse de la misma fuente que yo, ese me va a entregar.
El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber nacido!".
Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó: "¿Seré yo, Maestro?". "Tú lo has dicho", le respondió Jesús.



Leer el comentario del Evangelio por : Beata Teresa de Calcuta  
«El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése me entregará»