martes, 27 de febrero de 2018

Normas de comportamiento para la Misa, según el Papa



“Jesús no abre una consultoría espiritual con un cartel: El profeta recibe los lunes, los miércoles y los viernes de las 3 a las 6". 

Jesús no tenía horarios, estaba en medio de la gente; cercanía, sin “lista de precios” y puertas siempre abiertas quiere el papa Francisco en los templos católicos. En su casi quinto año de pontificado, ha reiterado los comportamientos que se deben tener en las parroquias, dirigiéndose a los sacerdotes y a los fieles que participan en las celebraciones. A continuación, presentamos algunos puntos clave:
Párrocos disponibles:  “Jesús no abre una consultoría espiritual con un cartel. ‘El profeta recibe los lunes, los miércoles y los viernes de las 3 a las 6. La entrada cuesta tanto o, si quieren, pueden dejar un donativo’. No, no hace así Jesús. Tampoco abrió una consulta médica con el cartel “Los enfermos vengan tal día, tal otro, y serán curados”. Jesús se mete en medio del pueblo” (Homilía de Santa Marta 30.01.2018).
Servicio gratuito. “Cuántas veces con tristeza entramos en un templo; pensemos en una parroquia – pensemos – y no sabemos si estamos en la casa de Dios o en un supermercado. Hay comercios, incluso una lista de los precios para los sacramentos. Falta la gratuidad. Y Dios nos ha salvado gratuitamente, no nos hizo pagar nada”.
Sin horarios. “El siervo rebasa los horarios. A mí me parte el corazón cuando veo un horario en las parroquias: ‘de tal hora a tal otra’. Y después, la puerta está cerrada, no está el sacerdote, no está el diácono, no está el laico que recibe a la gente… Esto hace mal. Ir más allá de los horarios: hay que tener la valentía de rebasar los horarios. Así, queridos diáconos, viviendo en la disponibilidad, vuestro servicio estará exento de cualquier tipo de provecho y será evangélicamente fecundo”. (29.05.2016- Jubileo de los diáconos).
© Mazur-catholicnews.org.uk-(CC BY-NC-SA 2.0)
Misa sin prisa: “Cuando celebréis la misa, reconozcan por tanto lo que hacen. ¡No lo hagan de prisa! Imitad lo que celebran —no es un rito artificial, un ritual artificial— para que de esta manera, al participar en el misterio de la muerte y resurrección del Señor, lleven en ustedes la muerte de Cristo y caminen con Él en una nueva vida” (26. 04. 2015 – Homilía ordenaciones sacerdotales)
No homilías aburridas. “Que sus homilías no sean aburridas; que sus homilías lleguen precisamente al corazón de la gente porque brotan de su corazón, porque lo que ustedes les digan es lo que tienen en su corazón. Así se da la Palabra de Dios y así su doctrina será alegría y sostén para los fieles de Cristo”. (26. 04. 2015 – Homilía ordenaciones sacerdotales).
Silencio. “Y cuando nosotros vamos a misa, quizá llegamos cinco minutos antes y empezamos a hablar con este que está a nuestro lado. Pero no es el momento de hablar: es el momento del silencio para prepararnos al diálogo. Es el momento de recogerse en el corazón para prepararse al encuentro con Jesús. ¡El silencio es muy importante!” (Audiencia General 15.11.2017).
Nada de teléfonos. “El sacerdote que preside la celebración dice: ‘levantemos el corazón’. No dice: «¡Levantemos nuestro móviles para hacer una fotografía!». ¡No, es algo feo! Y les digo que a mí me da mucha pena cuando celebro aquí en la plaza o en la basílica y veo muchos teléfonos levantados, no solo de los fieles, también de algunos sacerdotes y también obispos. ¡Pero por favor! La misa no es un espectáculo: es ir a encontrar la pasión y la resurrección del Señor” (Audiencia General 8.11. 2017).
Alegría. Nada de cara de ‘vinagre’ o de ‘funeral’ en la iglesia y en el mundo. “ ‘Levántate’. Ese ‘levántate’ de Jesús a los enfermos: ‘Levántate, ve, grita de alegría, alégrate, exulta y aclama con todo el corazón”. Y recuerda: “Por favor seamos cristianos gozosos, hagamos todos los esfuerzos para hacer ver que creemos que hemos sido redimidos, que el Señor nos ha perdonado todo” (21.12.2017 – Homilía de Santa Marta).
Nada de cotilleo.“¡Mira el sombrero rojo que lleva ella, es ridículo! ¡Eh! ¿Es verdad esto? ¿Se deben hacer comentarios mientras se lee la palabra de Dios? – ¡No! – Porque si tu chismorreas con la gente no escuchas la palabra de Dios”. “Cuando se lee la palabra de Dios en la Biblia, […] debemos escuchar; abrir el corazón porque es Dios mismo quien nos habla. Y no pensar o hablar de otras cosas. ¿Entendido?” (Audiencia General 31.01.2018).
© Mazur/catholicchurch.org.uk
Orar, no como papagayos. “En nuestra relación con el Señor,  en la oración, ¿estamos asombrados o pensamos que orar es hablar a Dios como hacen los papagayos? ¡No, es confiarse, abrir el corazón para dejarse maravillar!”. “Rezar es ante todo un diálogo, una relación personal. El hombre ha sido creado para este encuentro con Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, relación perfecta de amor y unidad” (Audiencia General 15.11.2017).
Participar en la Eucaristía. “Para el cristiano es vital participar en la Eucaristía, especialmente el domingo, puesto que nos permite unirnos a Cristo, tomando parte de su victoria sobre la muerte y gozar de los bienes de la resurrección”. (Audiencia General 22.11.2017).
La Misa como alimento. El Papa enseña que la Eucaristía es también alimento para las relaciones interpersonales y sociales: “El Señor Jesús nos quiere comunicar en la Eucaristía su amor pascual para que podamos amar a Dios y a nuestro prójimo como él nos ha amado, entregando su propia vida”. (Audiencia General 22.11.2017).
Antoine Mekary | ALETEIA | I.MEDIA
Palabra. En la Misa, el Papa pide no sustituir los textos bíblicos con otros. “He escuchado que se lee el periódico”. Francisco amonestó esa decisión que está prohibida por la Iglesia: “La palabra de Dios es la palabra de Dios. El periódico lo podemos escuchar después, pero ahí se lee la palabra de Dios. El Señor es quien nos habla”. “Sustituir esa palabra con otras cosas, empobrece y compromete el diálogo de Dios con su pueblo en oración” (Audiencia General 31.01.2018).
Buenos lectores. Instó a buscar buenos lectores para la Eucaristía. “No esos que leen “ñeñeñe” y no se entiende nada […] Ellos deben hacer pruebas antes de la Misa”. Y esto crea “un clima de silencio receptivo, sabemos que esto favorece la experiencia del diálogo” con Dios.
Poner en práctica. “La Palabra de Dios hace un camino dentro de nosotros, la escuchamos con los oídos, pasa al corazón, no se queda en los oídos, deber ir al corazón, y del corazón pasa a las manos, pasa a las obras buenas” (Audiencia General 31.01.2018).
Misa del domingo. “Por desgracia, para muchos la Misa del domingo ha perdido sentido, piensan que basta ser buenos y amarse. Esto es necesario, pero no es posible sin la ayuda del Señor, sin obtener de Él la fuerza para conseguirlo” (Audiencia General 13.12.2017).

Martes de la segunda semana de Cuaresma


Libro de Isaías 1,10.16-20. 

¡Escuchen la palabra del Señor, jefes de Sodoma! ¡Presten atención a la instrucción de nuestro Dios, pueblo de Gomorra!
¡Lávense, purifíquense, aparten de mi vista la maldad de sus acciones! ¡Cesen de hacer el mal,
aprendan a hacer el bien! ¡Busquen el derecho, socorran al oprimido, hagan justicia al huérfano, defiendan a la viuda!
Vengan, y discutamos -dice el Señor-: Aunque sus pecados sean como la escarlata, se volverán blancos como la nieve; aunque sean rojos como la púrpura, serán como la lana.
Si están dispuestos a escuchar, comerán los bienes del país;
pero si rehúsan hacerlo y se rebelan, serán devorados por la espada, porque ha hablado la boca del Señor.

Salmo 50(49),8-9.16bc-17.21.23. 
No te acuso por tus sacrificios:
¡tus holocaustos están siempre en mi presencia!
Pero yo no necesito los novillos de tu casa
ni los cabritos de tus corrales.

"¿Cómo te atreves a pregonar mis mandamientos
y a mencionar mi alianza con tu boca,
tú, que aborreces toda enseñanza
y te despreocupas de mis palabras?

Haces esto, ¿y yo me voy a callar?
¿Piensas acaso que soy como tú?
Te acusaré y te argüiré cara a cara.
El que ofrece sacrificios de alabanza,
me honra de verdad;
y al que va por el buen camino,
le haré gustar la salvación de Dios."



Evangelio según San Mateo 23,1-12. 
Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos:
"Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés;
ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen.
Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo.
Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos;
les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas,
ser saludados en las plazas y oírse llamar 'mi maestro' por la gente.
En cuanto a ustedes, no se hagan llamar 'maestro', porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos.
A nadie en el mundo llamen 'padre', porque no tienen sino uno, el Padre celestial.
No se dejen llamar tampoco 'doctores', porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías.
Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros,
porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado".