lunes, 22 de agosto de 2016

¿Estás de lunes? Oración para vencer la pereza y superarla con éxito Puede ayudarte a tomar el impulso que necesitas para salir de ese estado de desánimo y apatía y ponerte en acción Syam Kumar R. PÍLDORAS DE FE 22 AGOSTO, 2016 shutterstock_231050125 PrinceOfLove

Muchos de nosotros hemos sentido el enorme deseo de estar inactivo por tiempo indeterminado, de no hacer nada y de resistir por completo a cualquier tipo de esfuerzo por lograr algo. Eso es lo que llamamos: Pereza
La pereza, es un estado de pasividad, en el que queremos que todo se mantengan como está, que las cosas a nuestro alcance sean como siempre han sido, es como vivir una comodidad en tiempo prolongado bajo la misma situación y sin hacer nada al respecto
A veces nos gusta ser un poco perezoso, como por ejemplo después de trabajar duro durante varias horas, o en un día muy frío o caliente, esto es completamente comprensible; pero si este estado se produce con demasiada frecuencia, entonces tenemos que hacer algo al respecto.
Con el fin de llevar a cabo nuestras tareas, trabajar de manera eficiente, vivir al máximo, y lograr el éxito, hay que aprender a superar la pereza y la comodidad.
Superar el hábito de la pereza se logra a través de una serie de acciones y actividades diarias, elegimos actuar en lugar de permanecer pasivo. Cada vez que superamos la pereza en alguna actividad nos hacemos más fuertes.
Sé que hay muchas maneras de vencer la pereza, una de ellas es la acción, ponerse en camino aunque cueste; pero para poder dar este paso, debemos recurrir a la oración, porque puede que nos estemos enfrentando a un monstruo que tal vez no conocíamos su magnitud ni el impacto en nuestras vidas
A continuación, una pequeña oración para vencer la pereza y que puede ayudarte a tomar el impulso que necesitas para salir de ese estado de desánimo y apatía y ponerte en acción:
Señor de mi vida, cuánto amor has revelado a mi corazón mostrándome cada día todas las bendiciones y las cosas con que me has provisto durante mi camino de vida.
Tú has reparado mis fuerzas y me has conducido por caminos seguros. Quiero abrirme hoy a tu voluntad, a pisar firme sobre la roca de tu Palabra y luchar con valentía en esta batalla espiritual que enfrenta mi alma contra todas esas supuestas “maravillas” que el mundo me ofrece.
Tú me ofreces una puerta para seguir tus pasos. No es una puerta sencilla de atravesar, pues debo dejar que mi alma sea conducida por aquello que Tú deseas y no por aquellas pasiones que me gobiernan.
Ayúdame a no deslumbrarme con las fascinaciones terrenales y abrir puertas que nada tienen que ver con tu amor. Quiero ser leal a tus mandamientos aunque muchos se aparten de mí por ello.
Líbrame de ese mal espíritu de la pereza, que me mantiene estancado en situaciones de vida que no me permiten progresar y que termino haciendo mas mal que bien a los míos y a los que más quiero
Sé que Tú permanecerás a mi lado. Derrama tu misericordia sobre mí y dame el impulso para salir adelante, a levantarme cuando caigo, a despreciar mis fallas y corregir mis defectos, a levantarme en victoria y huir de toda vanidad y deseos de sobresalir que cierran el corazón. A desterrar esas mal hábito de quedarme sin hacer nada encerrándome en mis propias inseguridades
Tú me has dicho en varias ocasiones que es esforzándome cómo lograré construir escalones hacia tu Reino, es por ello que te pido que me des fortaleza para no dejarme arropar por la pereza y no sucumbir ante una falsa comodidad.
Dame poder y deseo de superarme, de arrancarme de raíz ese comportamiento cómodo de terminar dejando que sean otros los que hagan mientras yo me hundo en el inseguro piso del conformismo
Ven y oriéntame en mi camino. Aunque me cueste, aunque libre mil batallas en mi interior y el mundo se me haga pequeño, iré siempre en tu dirección.
Tengo la certeza de que todo lo puedo en Ti, de que soy un vencedor a tu lado y de que me das la fuerza para poder superar cualquier obstáculo y derrotar esa pereza que no me deja avanzar.
Tuyo soy Señor, tuyo soy. Confío en Ti y en que ahora derramas tu Gracia sobre mí para levantar la mirada y salir renovado a conquistar mi corazón bajo la bandera de la esperanza y de la fe.
Amén

10 novelas católicas que debes leer mientras estás vivo (Porque después no tendrás tiempo)


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El descenso de la lectura que sugieren las estadísticas, nos ha inclinado a ajustar la ratio de libros de forma realista.
También son las estadísticas, las que indican que hay un declive en la novela católica. Y la más reciente polémica versa sobre si este tipo de novela está llegando a su fin. Pero deberíamos tener una idea clara. No se puede hablar técnicamente de la catolicidad de una novela en cuanto objeto.

La solución de la polémica es, pues, que la novela católica existirá, mientras haya católicos que leen novelas. Pero sobre todo existirá mientras haya católicos que las escriben. Y esta es nuestra modesta selección de algunas.
1. El poder y la gloria, de Graham Greene
Está ambientada en Mexico durante la persecución religiosa del presidente Díaz Cases. Narra la historia de un cura que es el último que queda en su Estado y va huyendo de un lugar a otro. Pero es un cura débil, que ha tenido hijos con varias mujeres indias y se emborracha con frecuencia. Lo único que tiene claro es el tener la vocación de sacerdote y estar consagrado a Dios con este fin. El buen oficio de Greene, dosificando la emoción en ascenso, hace que acompañemos al cura por todo el itinerario hasta su desenlace.
2. Últimas cartas (1532-1535), de Tomás Moro
Redactadas con serenidad y al estilo isabelino de la época, caracterizado por frases largas y elegantes; estas cartas del noble Canciller nos muestran su último dilema: O firmar el acta de sucesión de Enrique VIII o, por el contrario, defender sus convicciones morales. La esmerada traducción del latín original y la siempre correctísima edición por Acantilado ed., las hacen una verdadera prioridad para su biblioteca.
3. El diario de Ana Frank
No es católica la autora del diario, pero leído con esos ojos – católico significa corazón grande -, la historia de la judía de Amsterdam hace del pueblo elegido en la Antigua Alianza, un símbolo universal. Esto explica las controversias que ha tenido su divulgación. Pero el diario se centra más en el interior de la adolescente. La introspección hace que afloren las rupturas que se producen en esta etapa de la vida. De ahí que el padre, tiempo después, al encontrarlo en la casa, tuviese que encargar la eliminación de alguna nota que apuntó la muchacha con ocasión de algún enfado con su madre. Por encima de todo esto, el diario de Ana Frank se manifiesta como uno de los libros más desconcertantes y bellos de la Literatura.
4. Diario de un cura rural, de Georges Bernanos
Un párroco llega a su nuevo pueblo al que ha sido destinado. Es de noche, pero descubre, a lo lejos, luces y música. El baile en que observa a sus futuros feligreses le perturba hasta el extremo de pensar que ha llegado a un lugar de pecado. La novela sitúa los acontecimientos en el marco de la batalla cósmica entre el bien y el mal, que se supera en la Gracia. Porque, como dice uno de los personajes, “Todo es gracia”.
5. La luz apacible, de Louis de Wohl
Trata de la vida de Santo Tomás de Aquino y de su relación con personalidades de la  época bajomedieval, como el emperador Federico II. Se muestra la gran inteligencia del santo, pero también su ingenuidad infantil, que a veces es motivo de burla por parte de sus hermanos. El autor, Louis de Wohl, es un fenómeno personalísimo en el panorama literario del s. XX, pues escribía biografías históricas con un talento especial para recuperar personajes del pasado.
6. El hilo de oro


Del mismo autor que el anterior, es la biografía de San Ignacio de Loyola. Narra la historia de este soldado guipuzcoano que cayó herido defendiendo la plaza de Pamplona en 1521. Durante su convalecencia experimentó una llamativa conversión con motivo de sus lecturas. Su posterior peregrinación a Manresa, los estudios en la Sorbona y la fundación de la Compañía de Jesús, junto a sus amigos, entre los que destaca San Francisco Javier, completan el itinerario argumental. Es una recomendable biografía histórica. 
7. Perder y ganar, de Beato John H. Newman
Nos encontramos ante una autobiografía. Su autor narra el período en que pasó de ser pastor anglicano, a bautizarse en la Iglesia Católica. Este paso suponía en Inglaterra una gran discriminación. Pero el beato Newman en lo personal no siempre quiso defenderse. Sin embargo cuando escribió este libro, ya habían sobrepasado el umbral de protección a su nueva Iglesia, por lo que decidió defenderla. Y lo hizo en esta propuesta narrativa según su gran capacidad, no dejando, ni incontestada una cuestión; ni en pie un argumento de contrario.
8. El tiempo en un hilo, de Maruja Moragas Freixa
Es una novela testimonial. Una mujer se enfrenta a la adversidad de una separación matrimonial y todo lo que esta conlleva. Así, el volver a trabajar fuera de casa, o el asumir el vacío de responsabilidad que dejó la persona ausente. Moragas utilizando metáforas marinas, transmite que una mujer separada no tiene porqué tener ansias de rehacer su vida, pues la misma que ya tiene, es una oportunidad de transformación cristiana.
9. El precio a pagar, de Joseph Fadelle
La novela narra la odisea de su autor, un iraquí que, por su nueva fe cristiana, deberá huir de su país, de sus hermanos y de sus propios padres. El acontecimiento que desencadena su miedo es el pronunciamiento de una fatwa, una sentencia por la cual, cualquier musulmán que acabe con su vida, gozará de beneficios en el Cielo. El título del libro ya manifiesta que en países como Irak, el esfuerzo para practicar la fe tiene un precio a pagar y, en otros países en cambio, este esfuerzo es nimio;y lo poco que lo valoramos.
10. El charlatán moderado, de Gilbert K. Chesterton
Es una novela de misterio de corte clásico, en la que se desconoce el asesino, el móvil y el modus operandihasta la última página. Un artista se enamora de un árbol y, entorno a él, planta un jardín y construye su casa. El artista vive con su hija, a quien acude diariamente a visitar un joven médico. Este en cada visita encuentra más siniestra la visión del árbol. Esta novela es ideal para una lectura meramente de ocio, pues no es literariamente ambiciosa, pese al prestigio de su autor.

Francisco: matrimonio y familia, profundizar el horizonte de la misericordia El Santo Padre escribe a Mons. Paglia, nuevo presidente de la Pontificia Academia para la Vida y gran canciller del Instituto de estudios sobre matrimonio y familia


Mons. vincenzo Paglia (Foto ZENIT cc)

El Papa Francisco ha dirigido una carta a mons. Vincenzo Paglia, nuevo presidente de la Pontificia Academia para la Vida y gran canciller del Pontificio Instituto ”Juan Pablo II” para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, invitando a las instituciones que le son confiadas para que trabajen “siempre más claramente en el horizonte de la misericordia”.
El Santo Padre en el manuscrito dirigido al obispo que era presidente del disuelto Pontificio Consejo para la Familia y a quien confía esta nueva tarea, le recuerda que desde el Concilio Vaticano II hasta hoy el Magisterio de la Iglesia profundizó y amplió su conocimiento sobre matrimonio y familia, incluso con el reciente sínodo sobre la familia y con la exhortación apostólica Amoris laetitia.
“Es mi intención que los institutos puestos bajo tu guía se empeñen de manera renovada para profundizar y difundir el Magisterio, confrontándose con los desafíos de la cultura contemporánea”. Y le exhorta a que “en el estudio teológico no falte nunca la perspectiva pastoral y la atención a las heridas de la humanidad”. De manera que los estudios del Instituto Juan Pablo II, favorezcan la reflexión “para ayudar a las familias a vivir su vocación y misión en la Iglesia y el mundo de hoy”.
En particular sobre los diversos aspectos que conciernen el cuidado de la dignidad de la persona humana en las diferentes fases de la existencia: “el respeto recíproco entre géneros y generaciones, la defensa de la dignidad de todo ser humano, la promoción de una calidad de vida humana que integre el valor material y espiritual, en la perspectiva de una auténtica ‘ecología humana’, que ayude a volver a encontrar el equilibrio original de la Creación entre la persona humana y el universo entero”.
Por ello Francisco invita a ”favorecer el diálogo cordial y activo con otros Institutos científicos y Centros académicos, también en el ámbito ecuménico o interreligioso, ya sea de inspiración cristiana así como de otras tradiciones culturales y religiosas”. Porque “inclinarse ante las heridas del hombre para comprenderlas, curarlas y sanarlas, es la tarea de una Iglesia confiada en la luz y en la fuerza de Cristo resucitado”.
Sin olvidar de afrontar las situaciones de conflicto “como un ‘hospital de campaña’, que vive, anuncia y realiza su misión de salvación y de curación precisamente ahí donde la vida de los individuos está más amenazada por las nuevas culturas de la competencia y del descarte”.

8 valiosas declaraciones de conocidos conversos Una pequeña selección de entre las muchas posibles. Despiertan nuestra fe cuando está dormida.

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CARLOS DE FOUCAULD – Francés. Nace en 1858 en el seno de una familia rica y cristiana; huérfano a los 6 años; a los 16 pierde la fe y vive sin control hasta los 20.
Después de su conversión vivió en suma pobreza con los habitantes del desierto de Sahara.
“Apenas creí que había Dios, y que solo podría encontrarlo en la Iglesia Católica, comprendí que solo podía vivir para Él; desde ese momento estaba decidida mi vocación religiosa. ¡Hay tanta diferencia entre Dios y todo lo que no es Él!”

ALEC GUINNESS – 1914 + 2000. Un gigante del cine y del teatro inglés; cuatro Óscars y sesenta años de actuación. Es anglicano, pero se siente atraído por la Iglesia Católica; espera que ocho días de clausura con los monjes de un convento le quiten esos deseos, sucede lo contrario: “cuando los monjes celebraran la Misa, había como un sentimiento reverencial de Dios expandiéndose, como si llenara cada rincón del templo y de todo el mundo” 
El 24 de marzo de 1956 entraba en la Iglesia Católica:
“Como incontables conversos, antes y después que yo, me pareció que volvía a casa, al hogar que me esperaba”.

SIGRID UNDSET – 1882 +1949 – Noruega, Luterana. Premio Nobel de Literatura en 1928. La investigación medieval para sus novelas le lleva a descubrir el Catolicismo:
“Y ya no dudé de que la Iglesia Católica era la que Cristo fundó; siempre consideré que la reforma protestante, aunque tuviera buenas intenciones, fue una rebelión contra el Cristianismo.
En el catolicismo descubrí el verdadero sentido y misterio de la vida, el aprecio de la valoración católica de la familia, la maternidad y el protagonismo cristiano y mariano en la dignificación de la mujer. (“Yo que había sido liberal, socialista y feminista, comprendí que todo eso fracasaría, por empeñarse en no considerar al ser humano tal como es”). “Es difícil expresar lo que Dios me ha dado al entrar en la Iglesia Católica”.

DOUGLAS HYDE – Inglés – 1911 – 1981. Gran periodista, seminarista metodista, pierde la fe, se hace comunista y llega a ser el redactor estrella del Dayly Worker, órgano del partido comunista de Inglaterra.
“Un día entré a un iglesia católica; permanecí un ahora en silencio; no sabía rezar. Otro día hice lo que una sirvienta, que se había arrodillado delante de una estatua de la Virgen María: encendí una vela, y quise rezarle; no sabiendo cómo, me acordé de una canción de la calle y le dije: ¡Oh dulce y encantadora Señora, sed buena! Oh Señora sed buena conmigo… Buscando en otras concepciones la solución de los problemas que me angustiaban, llegué a la fe en la Iglesia Católica, que posee los antiguos valores morales y la caridad cristiana, y es capaz de dar solución a las aspiraciones sociales, y espirituales de la humanidad”. 
En 1948, su mujer y sus hijos entraron en la Iglesia Católica.

ROBERT F. WAGNER. Norteamericano. Uno de los alcaldes más queridos y famosos de Nueva York. Primero luterano, después metodista y después nada.
Se casó con una católica y casi todos sus colaboradores eran católicos. Los admiraba por su fe, pero nunca quiso hacerse católico, hasta que un día, 35 años más tarde, estando en un hospital, se sintió impulsado a entrar en la Iglesia Católica, de la que decía que la admiraba, pero que había cosas que le parecían extrañas.
Cuando entró en la Iglesia Católica le preguntó un sacerdote: ¿Y ahora qué le parece extraño? “Ahora, respondió Robert Wagner, ahora lo que me parece extraño, es que no sea todo el mundo católico”. “He comprendido que sólo la Iglesia Católica puede asegurar a los hombres la verdadera paz, basada en la justicia y la caridad cristiana”.

G.K.CHESTERTON – Inglés de familia anglicana sin convicciones. “A la edad de 12 años era un poco pagano; a los 16, agnóstico – ser ateo era un prestigio.
Entra en un templo católico por curiosidad. La genuflexión bien hecha ante el Santísimo por un sacerdote en una iglesia vacía, le intriga y se interesa por el Catolicismo.
A partir de ahí su vida estará dedicada a la defensa del Catolicismo; escribió casi 100 libros, y llegó a ser uno de los mejores literatos de lengua inglesa en el siglo XX. “No quiero una religión que tenga razón cuando yo también la tenga. Quiero una religión que tenga razón cuando yo esté en el error”. “Mi Primera Comunión ha sido la hora más feliz de mi vida. Me deja absorto la presencia real de Cristo sobre el altar”.
Aludiendo a un amigo converso: “Los dos no tenemos ni sombra de dudas de que la acción más inteligente de nuestras vidas, fue entrar en la Iglesia Católica”. “Cuando se deja de creer en Dios, enseguida se cree en cualquier cosa”. “Los que hablan contra la familia, no saben lo que hacen, porque no saben lo que deshacen”.

KARL STERN. Judío alemán fervoroso, después ateo. Famoso en el campo de la psicología. Después de tres décadas de resistencia, entra en la Iglesia Católica en 1943.
“Me costó tiempo y trabajo descubrir el inmenso tesoro escondido de santidad anónima que hay en la Iglesia Católica; el poder espiritual que fluye de millones de almas desconocidas; los ríos de sacrificios que hacen por motivos sobrenaturales multitudes de humildes obreros, comunidades religiosas, sacerdotes y laicos”. “No olvidaré jamás la mañana de mi Bautismo y Primera Comunión”.

KENNETH GUINDON. Norteamericano. Católico en la adolescencia, después testigo de Jehová y Bautista.
El 10 de Septiembre de 1983, después de una larga búsqueda, entra en la Iglesia Católica: “Así pues Jesús, junto con su Madre y todos los Santos, recibieron a mi familia dentro, de su Iglesia visible. Al fin estábamos en el hogar…”

Hoy la Iglesia celebra a María Reina, la que comparte la vida y el amor de Cristo Rey

“Es una Reina que da todo lo que posee compartiendo, sobre todo, la vida y el amor de Cristo”, dijo San Juan Pablo II al referirse a la Virgen como Reina del Universo. La Fiesta fue instituida por el Papa Pío XII en 1954.
En la Encíclica “Ad Caeli Reginam” (punto 15), que trata sobre la dignidad y realeza de María, se lee que “Cristo, el nuevo Adán, es nuestro Rey no sólo por ser Hijo de Dios, sino también por ser nuestro Redentor”.
“Así, según una cierta analogía, puede igualmente afirmarse que la Beatísima Virgen es Reina, no sólo por ser Madre de Dios, sino también por haber sido asociada cual nueva Eva al nuevo Adán”.
Por su parte, el Papa Benedicto XVI mientras celebraba esta Fiesta en el 2012 dijo que María “es Reina precisamente amándonos y ayudándonos en todas nuestras necesidades, es nuestra hermana y sierva humilde".
He aquí una de las tantas razones por las cuales el Papa Francisco ha twiteado este mes pequeñas oraciones de súplica a la Madre de Dios por la paz en el mundo y en especial por los cristianos en Medio Oriente.
Como la del 14 de agosto que dice: “María, Reina de la paz, ayúdanos a erradicar el odio y a vivir en armonía”. O la del día siguiente, en la que pide a María, Reina del Cielo, que nos ayude a transformar el mundo según el designio de Dios.
Más información en:

Lunes de la vigésima primera semana del tiempo ordinario


Segunda Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 1,1-5.11b-12. 
Pablo, Silvano y Timoteo saludan a la Iglesia de Tesalónica, que está unida a Dios, nuestro Padre y al Señor Jesucristo.
Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios Padre y del Señor Jesucristo.
Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios a causa de ustedes, y es justo que lo hagamos, porque la fe de ustedes progresa constantemente y se acrecienta el amor de cada uno hacia los demás.
Tanto es así que, ante las Iglesias de Dios, nosotros nos sentimos orgullosos de ustedes, por la constancia y la fe con que soportan las persecuciones y contrariedades.
En esto se manifiesta el justo Juicio de Dios, para que ustedes sean encontrados dignos del Reino de Dios por el cual tienen que sufrir.
Pensando en esto, rogamos constantemente por ustedes a fin de que Dios los haga dignos de su llamado, y lleve a término en ustedes, con su poder, todo buen propósito y toda acción inspirada en la fe.
Así el nombre del Señor Jesús será glorificado en ustedes, y ustedes en él, conforme a la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.



Salmo 96(95),1-2a.2b-3.4-5. 
Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre.
Día tras día, proclamen su victoria.

Anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos.
Porque el Señor es grande
y muy digno de alabanza,

más temible que todos los dioses.
Los dioses de los pueblos
no son más que apariencia,
pero el Señor hizo el cielo.




Evangelio según San Mateo 23,13-22. 

"¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran.

¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y cuando lo han conseguido lo hacen dos veces más digno de la Gehena que ustedes!
¡Ay de ustedes, guías, ciegos, que dicen: 'Si se jura por el santuario, el juramento no vale; pero si se jura por el oro del santuario, entonces sí que vale'!
¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro o el santuario que hace sagrado el oro?
Ustedes dicen también: 'Si se jura por el altar, el juramento no vale, pero vale si se jura por la ofrenda que está sobre el altar'.
¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar que hace sagrada esa ofrenda?
Ahora bien, jurar por el altar, es jurar por él y por todo lo que está sobre él.
Jurar por el santuario, es jurar por él y por aquel que lo habita.
Jurar por el cielo, es jurar por el trono de Dios y por aquel que está sentado en él.




Leer el comentario del Evangelio por : San Clemente de Roma