sábado, 13 de febrero de 2016

PLÁNTALE CARA AL HAMBRE: SIEMBRA. ESTE FIN DE SEMANA COLECTA A FAVOR DE MANOS UNIDAS


Manos Unidas. Campaña, haz clic y podrás ver el vídeo, el lema de este año y leer el texto.

¿Por qué el papa Francisco vino a México a confiar Año de la Misericordia a la Morenita? La gramática misionera del Papa Francisco, inspirada en la Virgen de Guadalupe: ternura, encuentro y misericordia

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El papa Francisco señaló que lo primero que haría durante su visita a México (12-18 de febrero) será venerar a la Virgen de Guadalupe. Para entender este gesto y sus implicaciones en el Año de la Misericordia, Aleteia conversó con el Rector del Pontificio Colegio Mexicano, Armando Flores Navarro.
El sacerdote, experto en la advocación mariana explicó: “Si nosotros revisamos con cuidado el acontecimiento Guadalupano podemos ver que María, en su estilo de evangelización, nos comunica la alegría del Evangelio; novedad del amor de Dios y, precisamente, viene al encuentro de un pueblo que sufre”.
“Yo creo que en el mensaje Guadalupano encontramos la gramática misionera del Papa Francisco que incluye: encuentro, ternura y misericordia”, dijo Flores Navarro en ocasión de un encuentro con periodistas sobre el viaje apostólico del Papa en México organizado por Mediatrends América.
María modelo de Misericordia
En el año del Jubileo de la Misericordia – según el experto – el acontecimiento Guadalupano es signo de un modelo a favor de las personas más necesitadas.
María es modelo de la Iglesia. El Papa al ir al encuentro de la Virgen en la Basílica de Guadalupe va a poner en sus manos, como intercesora, el año de la Misericordia. Pero, también nos está diciendo a los mexicanos, a los latinoamericanos y a todos los fieles católicos del Continente que en ella podemos encontrar un modelo misionero”, expresó.
Un modelo mariano que significa “ir al encuentro de los que sufren, de las víctimas de las violencias, de los indígenas, de los niños moribundos en el hospital, y muchos otros que encontrará en su camino; el Papa con la sencillez de sus palabras y la sencillez de sus gestos nos está indicando el camino justo para poder llevar la alegría del evangelio”.
Flores Navarro destacó que los gestos que cumplirá el Papa bajo el cobijo de la madre de Dios indicarán esa alegría del Evangelio para llevarla a los lugares y personas que piensan que Dios se ha olvidado de ellas y una invitación para que todo creyente tienda a esa misericordia que pasa a través de acciones.
“Dios no olvida a las personas que sufren. Dios las ama, con un amor preferente, y que ése amor pasa a través de actitudes fraternas, dialogantes, inclusivas y que cualquier persona que tenga fe puede tender hacía ellas”.
Asimismo, reveló detalles de la aparición de la Virgen a Juan Diego, de origen indígena, un sábado de 1531 en el cerro de Tepeyac: La Virgen usa una forma de “exquisita ternura, la manera como se dirige a él, cómo lo libera de resentimientos, de preocupaciones, cómo lo dignifica, y cómo su mensaje central es el amor del verdadero Dios por quien se vive.
Y lo que ella pide es una casa para mostrar su amor y el amor de Dios, a todos los que la aman, no sólo a los indígenas, sino también a los españoles, y a la nueva cultura naciente, la del pueblo mestizo”.

¿Qué han firmado el Papa Francisco y el Patriarca Kiril?

Acuerdos sobre aborto y defensa de la vida y la familia, cristianos perseguidos y libertad religiosa, raíces cristianas de Europa...

Pope Francis (L) and the head of the Russian Orthodox Church, Patriarch Kirill (R), sign documents after a historic meeting in Havana on February 12, 2016. Pope Francis and Russian Orthodox Patriarch Kirill kissed each other and sat down together Friday at Havana airport for the first meeting between their two branches of the church in nearly a thousand years. AFP PHOTO / POOL - Alejandro Ernesto / AFP / POOL / ALEJANDRO ERNESTO


Es importantísima la Declaración Conjunta del papa Francisco y del Patriarca Ortodoxo de Moscú, Kirill (Cirilo), por cuanto contiene un vasto campo de acción que abarca no solo la relación entre las dos iglesias y la paz en el mundo, sino que defiende los valores cristianos en una sociedad secularizada y laicista como ocurre en diversas partes de Occidente. Es todo un programa pastoral y de acción entre las dos iglesias cristianas más importantes del mundo, cosa impensable hace unos meses.

Sorprende en este largo Comunicado Conjunto, que tiene 30 puntos, que no se enuncian los problemas, sino que se abordan en su raíz y –“lejos de las disputas del Viejo Mundo”—proponen un programa amplio para cristianizar el mundo que va desde el empuje a los jóvenes para que “no tengan miedo” de anunciar el Evangelio, hasta la propuesta de la familia como “centro natural de la vida de un ser humano y de la sociedad” y añade: “La familia está fundada sobre el matrimonio que es un acto libre y fiel de amor entre un hombre y una mujer”, como modelo de amor y fecundidad. El matrimonio es la escuela del amor y de la fidelidad. Lamentamos que otras formas de convivencia se equiparan ahora con esta unión” y se “expulsa de la conciencia pública” la vocación del hombre y la mujer al matrimonio “santificado en la tradición bíblica”.

Al mismo tiempo, el comunicado defiende la vida y el derecho de nacer: “Millones de bebés están privados de la propia posibilidad de ver la luz. La sangre de los niños no nacidos pide a gritos a Dios que haga justicia”, y cita el Génesis (4, 10). Asimismo, se rechaza la eutanasia y la manipulación genética, por ser un “ataque contra los fundamentos del ser de la persona creada a imagen de Dios”.

Un punto clave es la defensa de la libertad religiosa, la cual es conculcada en muchos países, y en especial los laicistas o los de religión única y exclusiva, que con su agresividad quieren empujar a los cristianos “a la marginación en la vida pública”. Junto a eso, con la caída de los “regímenes ateos” comunistas, se han abierto en esos países, una vez libres, miles iglesias, conventos, seminarios y numerosísimas actividades caritativas y sociales, asistiendo a los más necesitados. “Europa –dice el comunicado- “debe mantener la fidelidad a sus raíces cristianas”. El Papa y el Patriarca afirman también su decisión de que la religión debe respetar las costumbres e idiosincrasia de todos los países donde están presentes, lo que parece indicar un guiño a China.

Esta declaración es todo un programa de acción pastoral que se enfrenta al mundo secularizado para aportar la semilla del Evangelio por parte de las dos iglesias cristianas más importantes del mundo, que se comprometen a trabajar juntas con todos los fieles para llevar a cabo esta ingente tarea de extender el Reino de Dios por el mundo.

Las dos grandes iglesias cristianas son conscientes de las dificultades y de lo que les separa, pero apelan a los mil primeros años de unidad, para volver a remar juntas, mil años después, en favor del Evangelio, conscientes de que la Iglesia de Jesucristo tiene su base en la unidad. En el comunicado se rechazan “todas las formas de proselitismo”, pues las relaciones entre ortodoxos y católicos debe basarse en el respeto mutuo. “No somos competidores, sino hermanos”.

Sobre el proselitismo, conviene señalar que sacerdotes ortodoxos se pasaron a la Iglesia de Roma, en parte ante la pasividad y poca beligerancia que las altas jerarquías ortodoxas tenían con las políticas de implantación del ateísmo por parte de los regímenes comunistas.

Se trató en el comunicado el tema de la paz, pidiendo el fin de la guerra y de la persecución de los cristianos y de otras religiones en el Oriente Medio, en especial en Irak y en Siria, donde millones de familias han tenido que emigrar y se han matado a otras –familias enteras—por no apostatar de la fe, dando un ejemplo de martirio en los tiempos actuales. El Papa de Roma y el Patriarca de Moscú han hecho un llamamiento a todas las partes implicadas en el conflicto que cesen las armas y se vuelva a la paz. Los cristianos han vivido en paz, junto a las otras religiones, durante dos mil años. ¿Por qué no ahora?

Y junto a la paz en Oriente Medio, también el Papa y el Patriarca invocan la paz en Ucrania. En este país, los ortodoxos se encuentran divididos en varias facciones que luchan entre sí, más por motivos políticos (nacionalistas ucranianos y rusos) que por motivos religiosos. El comunicado dice que esperan que “la división entre los creyentes ortodoxos en Ucrania sea vencida sobre la base de las normas canónicas existentes, que todos los cristianos ortodoxos de Ucrania vivan en paz y armonía y que las comunidades católicas contribuyan a ello”.

Finalmente, el Comunicado Conjunto desea una colaboración entre católicos y ortodoxos para extender el Evangelio por el mundo. “Este mundo, en el que de están socavando rápidamente los fundamento morales de la existencia humana, espera de nosotros el fuerte testimonio cristiano en todos los ámbitos de la vida personal y social”. Y añade: “De esto depende, en gran medida, el futuro de la humanidad”.

Las dos iglesias cristianas más grandes del mundo han iniciado un camino hacia el deshielo, la colaboración y con la vista puesta en una unión futura, que hoy se concreta en la colaboración recíproca en los ámbitos de acción social y pastoral.

Otro hecho que causa sorpresa a los periodistas europeos es el modo de informar de los órganos oficiales cubanos, desde la prensa, la radio y la televisión. Se parece al estilo soviético utilizado en la época de Stalin. Según estos –o mejor dicho según el régimen cubano—el Papa es el Jefe del Estado del Vaticano y no el jefe de la Iglesia Católica. Y así cuando afirman que el papa Francisco va a México, dicen los cubanos oficiales: El papa Francisco saldrá para México en una visita de Estado”. Pensamos que al papa Francisco se le funde el corazón y la inteligencia si se le dice que va a México en una “visita de Estado”.

Primer domingo de Cuaresma ( Fin de semana, 13 y 14 de febrero)



Deuteronomio 26,4-10. 
El sacerdote tomará la canasta que tú le entregues, la depositará ante el altar,
y tú pronunciarás estas palabras en presencia del Señor, tu Dios: "Mi padre era un arameo errante que bajó a Egipto y se refugió allí con unos pocos hombres, pero luego se convirtió en una nación grande, fuerte y numerosa.
Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron una dura servidumbre.
Entonces pedimos auxilio al Señor, el Dios de nuestros padres, y él escuchó nuestra voz. El vio nuestra miseria, nuestro cansancio y nuestra opresión,
y nos hizo salir de Egipto con el poder de su mano y la fuerza de su brazo, en medio de un gran terror, de signos y prodigios.
El nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra que mana leche y miel.
Por eso ofrezco ahora las primicias de los frutos del suelo que tú, Señor, me diste". Tu depositarás las primicias ante el Señor, tu Dios, y te postrarás delante de él.



Salmo 91(90),1-2.10-11.12-13.14-15. 
Tú que vives al amparo del Altísimo
y resides a la sombra del Todopoderoso,
di al Señor: «Mi refugio y mi baluarte,
mi Dios, en quien confío».
No te alcanzará ningún mal,
ninguna plaga se acercará a tu carpa,

porque Él te encomendó a sus ángeles
para que te cuiden en todos tus caminos.
Ellos te llevarán en sus manos
para que no tropieces contra ninguna piedra;
caminarás sobre leones y víboras,
pisotearás cachorros de león y serpientes.

“Él se entregó a mí,
por eso, yo lo libraré;
lo protegeré, porque conoce mi Nombre;
me invocará, y yo le responderé.
Estaré con él en el peligro,
lo defenderé y lo glorificaré




Carta de San Pablo a los Romanos 10,8-13. 
¿Pero qué es lo que dice la justicia?: La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, es decir la palabra de la fe que nosotros predicamos.
Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado.
Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la salvación.
Así lo afirma la Escritura: El que cree en él, no quedará confundido.
Porque no hay distinción entre judíos y los que no lo son: todos tienen el mismo Señor, que colma de bienes a quienes lo invocan.
Ya que todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.



Evangelio según San Lucas 4,1-13. 
Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto,
donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre.
El demonio le dijo entonces: "Si tú eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan".
Pero Jesús le respondió: "Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan".
Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los reinos de la tierra
y le dijo: "Te daré todo este poder y el esplendor de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien quiero.
Si tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá".
Pero Jesús le respondió: "Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto".
Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: "Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo,
porque está escrito: El dará órdenes a sus ángeles para que ellos te cuiden.
Y también: Ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra".
Pero Jesús le respondió: "Está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios".
Una vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio se alejó de él, hasta el momento oportuno.

La histórica declaración conjunta del Papa Francisco y el Patriarca Kiril

Declaración conjunta del Papa Francisco y del Patriarca Kiril de Moscú y Toda Rusia.

"Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la participación del Espíritu Santo estén con todos vosotros” (2 Corintios 13,13). 

1. Por la voluntad de Dios Padre, de quien procede todo don, en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, con la ayuda del Espíritu Santo Consolador, nosotros, Francisco, Papa y Obispo de Roma, y Kiril, Patriarca de Moscú y Toda Rusia, reunimos hoy en La Habana. Damos gracias a Dios, glorificado en la Santísima Trinidad, por este encuentro, el primero en la historia.

Con alegría, nos reunimos como hermanos en la fe cristiana que se encontraron para "hablar... personalmente” (2 Juan, 12), de corazón a corazón, y discutir las relaciones mutuas entre las Iglesias, los problemas palpitantes de nuestro rebaño y las perspectivas del desarrollo de la civilización humana.

2. Nuestro encuentro fraterno se llevó a cabo en Cuba, en la encrucijada entre el Norte y el Sur, el Este y el Oeste. Desde esta isla, un símbolo de esperanza del Nuevo Mundo y de los dramáticos acontecimientos de la historia del siglo XX, dirigimos nuestras palabras a todas las naciones de América Latina y de otros continentes. Nos alegra el hecho de que hoy en día aquí la fe cristiana evoluciona dinámicamente. El potencial religioso de gran alcance en América Latina, sus tradiciones cristianas multiseculares, manifestadas en la experiencia personal de millones de personas, son clave para un gran futuro de esta región.

3. Al reunirnos a distancia de las antiguas disputas del Viejo Mundo, sentimos muy fuertemente la necesidad de colaboración entre los católicos y los ortodoxos, que deben estar siempre preparados para responder a cualquiera que les pida razón de la esperanza (1 Pedro 3, 15).

4. Damos gracias a Dios por los dones que hemos recibido a través de la venida al mundo de su Hijo Unigénito. Compartimos la Tradición espiritual común del primer milenio del cristianismo. Los testigos de esta Tradición son la Santísima Madre de Dios, la Virgen María, y los santos a quienes veneramos. Entre ellos están innumerables mártires que mostraron su fidelidad a Cristo y se convirtieron en "la semilla de cristianos”.

5. A pesar de tener la Tradición común de diez primeros siglos, los católicos y los ortodoxos, durante casi mil años, están privados de comunicación en la Eucaristía. Permanecimos divididos dado a las heridas causadas por los conflictos del pasado lejano y reciente, por las diferencias heredadas de nuestros antepasados, en la comprensión y la explicación de nuestra fe en Dios, un ser único que existe como tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Lamentamos la pérdida de la unidad, que era una consecuencia de la debilidad y la pecaminosidad humana, que se produjo a despecho de la oración del Primer Sacerdote, Cristo Salvador: "Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan 17, 21).

6. Conscientes de muchos obstáculos que hay que superar, esperamos que nuestro encuentro contribuya a la obtención de la unidad mandada por Dios, por la que Cristo había rezado. Que nuestro encuentro inspire a los cristianos de todo el mundo para invocar con el nuevo fervor al Señor, orando sobre la plena unidad de todos sus discípulos. Que ésta, en el mundo que espera de nosotros no sólo palabras, sino acciones, sea un signo de esperanza para todas las personas de buena voluntad.

7. Teniendo firmeza en hacer todo lo necesario para superar las diferencias históricas heredadas por nosotros, queremos reunir nuestros esfuerzos a fin de dar testimonio del Evangelio de Cristo y del patrimonio común de la Iglesia del primer milenio, respondiendo conjuntamente a los desafíos del mundo moderno. Los ortodoxos y los católicos deben aprender a llevar el testimonio común de la verdad en aquellas áreas, en las que es posible y necesario. La civilización humana ha entrado en un período de cambios epocales. La conciencia cristiana y la responsabilidad pastoral no nos permiten que permanezcamos indiferentes ante los desafíos que requieren una respuesta conjunta.

8. Nuestra atención está dirigida principalmente hacia aquellas regiones del mundo donde los cristianos están sometidos a persecución. En muchos países de Oriente Medio y África del Norte, se exterminan familias completas de nuestros hermanos y hermanas en Cristo, pueblos y ciudades enteros habitados por ellos. Sus templos están sometidos a la destrucción bárbara y a los saqueos, los santuarios – a la profanación, los monumentos – a la demolición. En Siria, Irak y otros países de Oriente Medio observamos con dolor el éxodo masivo de cristianos de la tierra donde nuestra fe comenzó a extenderse, y donde ellos vivían a partir de los tiempos apostólicos, junto con otras comunidades religiosas.

9. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para evitar un mayor desplazamiento de los cristianos de Oriente Medio. Levantando nuestras voces en defensa de los cristianos perseguidos, también solidarizamos con sufrimientos de seguidores de otras tradiciones religiosas, que se han convertido en víctimas de la guerra civil, el caos y la violencia terrorista.

10. En Siria e Irak esta violencia ha cobrado miles de vidas, dejando sin hogares y medios de vida a unos millones de personas. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a unirse para poner fin a la violencia y al terrorismo y al mismo tiempo, a través del diálogo, a contribuir a la pronta obtención de la paz civil. Se requiere una ayuda humanitaria de gran escala para el pueblo que sufre, y para muchos refugiados en los países vecinos.
Solicitamos a todos los que pueden, influir en el destino de todos los secuestrados, incluyendo a los Metropolitas de Alepo, Pablo y Juan Ibrahim, capturados en abril de 2013, para hacer todo lo necesario a fin de su pronta liberación.

11. Enviamos oraciones a Cristo, Salvador del mundo, sobre el establecimiento en suelo de Oriente Medio de la paz, que es producto de la justicia (Isaías 32, 17), sobre el fortalecimiento de la convivencia fraterna entre diversospueblos, Iglesias y religiones situados en esta tierra, sobre el regreso de los refugiados a sus casas, sobre la curación de los heridos y el reposo de almas de las víctimas inocentes.

Dirigimos a todas las partes que puedan estar involucradas en los conflictos, un ferviente llamamiento para manifestar buena voluntad y llegar a la mesa de negociación. Al mismo tiempo, es necesario que la comunidad internacional haga todos los esfuerzos posibles para poner fin al terrorismo mediante acciones comunes, conjuntas y sincronizadas. Hacemos un llamamiento a todos los países involucrados en la lucha contra el terrorismo, a las acciones responsables y prudentes. Hacemos un llamado a todos los cristianos y a todos los creyentes en Dios para rezar al Señor Creador y Providente que cuida el mundo, que guarde su creación de la destrucción y no permita una nueva guerra mundial. Para que la paz sea duradera y fiable, se requieren esfuerzos especiales destinadas al regreso a los valores comunes, que nos unen, basados en el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.

12. Admiramos la valentía de aquellos que entregan sus vidas por haber dado testimonio de la verdad del Evangelio, prefiriendo la muerte ante la abjuración de Cristo. Creemos que los mártires de nuestros tiempos, procedentes de diferentes Iglesias, pero unidos por un sufrimiento común, son la clave para la unidad de los cristianos. A vosotros, los que sufren por Cristo, dirige su palabra el Apóstol del Señor: "Queridos hermanos,... alegraos de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también os llenéis de alegría cuando su gloria se manifieste” (1 Pedro 4, 12-13).

13. En esta época turbadora se necesita el diálogo interreligioso. Las diferencias en comprensión de las verdades religiosas no deben impedir que las personas de diversas religiones vivan en paz y armonía. En las circunstancias actuales, los líderes religiosos tienen una responsabilidad especial por la educación de su rebaño en el espíritu de respeto por las creencias de aquellos que pertenecen a otras tradiciones religiosas. Los intentos de justificar actos criminales por consignas religiosas son absolutamente inaceptables. Ningún crimen puede ser cometido en el 
nombre de Dios, "porque Dios es Dios de paz y no de confusión” (1 Corintios 14, 33). 

14. Atestiguando el alto valor de la libertad religiosa, damos gracias a Dios por el renacimiento sin precedentes de la fe cristiana que ahora se lleva a cabo en Rusia y muchos países de Europa del Este, donde por décadas han gobernado regímenes ateos. Hoy en día, las cadenas del ateísmo militante cayeron, y en muchos lugares los cristianos son libres de profesar su fe. Durante un cuarto de siglo, aquí se erigieron decenas de miles de nuevos templos, se abrieron cientos de monasterios y escuelas teológicas. Las comunidades cristianas realizan amplias actividades caritativas y sociales, prestando diversa asistencia a los necesitados. Los ortodoxos y los católicos a menudo trabajan hombro con hombro. Ellos defienden la base espiritual común de la sociedad humana, dando 
testimonio de los valores evangélicos. 

15. Al mismo tiempo, nos preocupa la situación que tiene lugar en tantos países, donde los cristianos enfrentan cada vez más la restricción de la libertad religiosa y del derecho a dar testimonio sobre sus creencias y a vivir de acuerdo con ellas. En particular, vemos que la transformación de algunos países en las sociedades secularizadas, ajenas de cualquier memoria de Dios y su verdad, implica una grave amenaza para la libertad religiosa. Estamos preocupados por la limitación de los derechos de los cristianos, por no hablar de la discriminación contra ellos, cuando algunas fuerzas políticas, guiadas por la ideología del secularismo que en numerosos casos se vuelve agresivo, tienden a empujarles a los márgenes de la vida pública.

16. El proceso de la integración europea, que comenzó después de siglos de conflictos sangrientos, fue acogido por muchas personas con esperanza, como prenda de paz y seguridad. Al mismo tiempo, advertimos en contra de aquella clase de integración que no respeta la identidad religiosa. Respetamos la contribución de otras religiones a nuestra civilización, pero estamos convencidos de que Europa debe mantener la fidelidad a sus raíces cristianos. Hacemos un llamamiento a los cristianos en Europa Occidental y Europa Oriental a unirse a fin de dar testimonio conjunto sobre Cristo y el Evangelio, para que Europa mantenga su alma formada por dos mil años de la tradición cristiana.

17. Nuestra atención está destinada a las personas que se encuentran en una situación desesperada, viven en la pobreza extrema en el momento en que la riqueza de la humanidad está creciendo. No podemos permanecer indiferentes al destino de millones de migrantes y refugiados que tocan a las puertas de los países ricos. El consumo incontrolado, típico para algunos estados más desarrollados, agota rápidamente los recursos de nuestro planeta. La creciente desigualdad en la distribución de bienes terrenales, aumenta el sentido de la injusticia del sistema de las relaciones internacionales que se está implantando.

18. Las Iglesias cristianas están llamadas a defender exigencias de la justicia, del respeto a las tradiciones nacionales y de la solidaridad efectiva con todos los que sufren. Nosotros, los cristianos, no debemos olvidar que "para avergonzar a los sabios, Dios ha escogido a los que el mundo tiene por tontos; y para avergonzar a los fuertes ha escogido a los que el mundo tiene por débiles. Dios ha escogido a la gente despreciada y sin importancia de este mundo, es decir, a los que no son nada, para anular a los que son algo. Así nadie podrá presumir delante de Dios” (1 Corintios 1, 27-29).

19. La familia es el centro natural de la vida de un ser humano y de la sociedad. Estamos preocupados por la crisis de la familia en muchos países. Los ortodoxos y los católicos, compartiendo la misma visión de la familia, están llamados a testificar acerca de la familia como de un camino hacia la santidad, que se manifiesta en la fidelidad mutua de los cónyuges, su disponibilidad para dar a luz a los niños y formarles, en la solidaridad entre las generaciones y el respeto hacia los enfermizos.

20. La familia es fundada sobre el matrimonio que es un acto libre y fiel de amor entre un hombre y una mujer. El amor fortalece su unión, les enseña a aceptar uno a otros como a un don. El matrimonio es la escuela del amor y de la fidelidad. Lamentamos que otras formas de convivencia se equiparan ahora con esta unión, y la visión de la paternidad y la maternidad como de especial vocación del hombre y de la mujer en el matrimonio, santificada por la tradición bíblica, se expulsa de la conciencia pública.

21. Hacemos un llamamiento a todos para respetar el derecho inalienable a la vida. Unos millones de bebés están privados de la propia posibilidad de aparecer a la luz. La sangre de los niños no nacidos pide a gritos a Dios que haga justicia. (Génesis 4, 10).

La divulgación de la así llamada eutanasia conduce al hecho de que los ancianos y enfermos comienzan a sentirse carga excesiva para su familia y la sociedad en conjunto.Expresamos nuestra preocupación por el uso cada vez más extendido de las tecnologías biomédicas de reproducción, porque la manipulación de la vida humana es un ataque contra los fundamentos del ser de la persona creada a imagen de Dios. Consideramos que nuestro deber es hacer acordarse sobre la inmutabilidad de los principios morales cristianos, basados en el respeto por la dignidad de la persona que está destinada a la vida de acuerdo con el plan de su Creador.

22. Queremos hoy dirigir unas palabras especiales a la juventud cristiana. Vosotros, los jóvenes, no debéis esconder dinero en la tierra (Mateo 25, 25), sino usar todas las dotes dadas por Dios, para afirmar la verdad de Cristo en el mundo, realizar los mandamientos evangélicos del amor a Dios y al prójimo. No tengáis miedo de ir contra la corriente, defendiendo la verdad de Dios, con la que no siempre se ajustan las normas seculares modernas. 

23. Dios os ama y espera de cada uno de vosotros que seáis sus discípulos y apóstoles. Sed la luz de este mundo, para que otros, viendo el bien que hacéis, alaben todos a vuestro Padre que está en el cielo (Mateo 5, 14-16). Educad a los niños en la fe cristiana para entregarles la perla preciosa de la fe (Mateo 13, 46) que recibisteis de vuestros padres y antepasados. No olvidéis que "Dios os ha comprado por un precio” (1 Corintios 6, 20), el precio de la muerte en la cruz de Dios Hombre, Jesucristo.

24. Los ortodoxos y los católicos están unidos no sólo por la Tradición común de la Iglesia del primer milenio, sino también por la misión de predicar el Evangelio de Cristo en el mundo contemporáneo. Esta misión requiere respeto mutuo entre los miembros de las comunidades cristianas, excluye cualquier forma del proselitismo.

No somos competidores, sino hermanos: debemos arrancar de este concepto ejecutando todas actividades relacionadas con nuestros lazos y contactos con el mundo exterior. Instamos a los católicos y a los ortodoxos de todo el mundo para aprender a vivir juntos en paz, amor y armonía unos con otros (Romanos 15, 5). Es inaceptable el uso de medios incorrectos para obligar a los fieles a pasar de una Iglesia a otra, dejando de lado su libertad religiosa y sus propias tradiciones. 
Estamos llamados a poner en práctica el mandamiento de San Pablo Apóstol y "anunciar el evangelio donde nunca antes se había oído hablar de Cristo, para no construir sobre cimientos puestos por otros” (Romanos 15, 20). 

25. Esperamos que nuestro encuentro contribuya a la reconciliación donde hay tensiones entre los greco-católicos y los ortodoxos. Hoy en día es obvio que el método de "la unión” de los siglos pasados que implica la unidad de una comunidad con la otra a costa de la separación de su Iglesia, no es la manera de restaurar la unidad. Al mismo tiempo, las comunidades eclesiásticas que han aparecido como resultado de circunstancias históricas tienen derecho a existir y hacer todo lo necesario para satisfacer menesteres espirituales de sus fieles, buscando la paz con sus vecinos. Los ortodoxos y los greco-católicos necesitan la reconciliación y la búsqueda de formas de convivencia mutuamente aceptables.

26. Lamentamos el enfrentamiento en Ucrania que ya cobró muchas vidas, causó sufrimientos innumerables a los civiles, hundió la sociedad en una profunda crisis económica y humanitaria. Hacemos un llamamiento a todas las partes del conflicto a tener prudencia, mostrar la solidaridad social y trabajar activamente para el establecimiento de la paz. Instamos a nuestras Iglesias en Ucrania a trabajar para lograr la armonía social, abstenerse de participar en la confrontación y de apoyar el desarrollo del conflicto.

27. Esperamos que la división entre los creyentes ortodoxos en Ucrania sea vencida sobre la base de las normas canónicas existentes, que todos los cristianos ortodoxos de Ucrania vivan en paz y armonía, y que las comunidades católicas del país contribuyan a ello, para que nuestra hermandad cristiana sea aún más evidente.

28. En el mundo de hoy, multifacético y al mismo tiempo unido por el destino común, los católicos y los ortodoxos están llamados a colaborar fraternamente para anunciar el Evangelio de la salvación, dar testimonio común de la dignidad moral y la auténtica libertad humana, "para que el mundo crea” (Juan 17, 21). Este mundo, en el que se están socavando rápidamente los fundamentos morales de la existencia humana, espera de nosotros el fuerte testimonio cristiano en todos los ámbitos de la vida personal y social. ¿Podremos en la época crucial dar testimonio conjunto del Espíritu de la verdad? De esto depende, en gran medida, el futuro de la humanidad.

29. Que Jesucristo, Dios Hombre, Nuestro Señor y Salvador, nos ayude en el anuncio valiente de la verdad de Dios y de la Buena Noticia de salvación. El Señor nos fortalece espiritualmente con su promesa infalible: "No tengáis miedo, pequeño rebaño, que el Padre, en su bondad, ha decidido Cristo es una fuente de alegría y de esperanza. La fe en él transfigura la vida del ser humano, la llena de significado. Lo han vivido por su propia experiencia todos aquellos de los que se puede decir con las palabras de San Pedro Apóstol: "Antes, ni siquiera erais pueblo, pero ahora sois pueblo de Dios; antes Dios no os tenía compasión, pero ahora tiene compasión de vosotros” (1Pedro 2, 10).

30. Llenos de gratitud por el don de comprensión mutua que se manifestó en nuestra reunión, nos dirigimos con esperanza a la Santísima Madre de Dios, haciendo solicitud con las palabras de la antigua oración: "Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios”. Que la Santísima Virgen María con su amparo fortalezca la hermandad de todos que la veneran, para que ellos, en un momento determinado por Dios, se junten, en paz y concordia, en el único pueblo de Dios, ¡sea glorificado el nombre de la Trinidad Consustancial e Inseparable!

Francisco
Obispo de Roma,
Papa de la Iglesia Católica

Kiril
Patriarca de Moscú
y Toda Rusia

12 de febrero de 2016, La Habana (Cuba)

Histórico abrazo en La Habana entre Francisco y Kirill

Concluye la esperada reunión entre los máximos representantes de la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia Católica, tras casi mil años de distanciamiento, con la firma de una declaración conjunta

Encuentro de Su Santidad Kirill con el Papa Francisco, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica_12/02/2016.
(Foto: Yenny Muñoa / CubaMINREX)
El papa Francisco ha aterrizado este viernes en el aeropuerto internacional José Martí, en La Habana (Cuba), alrededor de las 14.00 horas (hora local), procedente de Roma.
Nada más descender del A330 de Alitalia, tras más de 11 horas de vuelo, el Santo Padre ha sido recibido al final de la escalerilla por el presidente cubano, Raúl Castro Ruz, entre otras autoridades civiles y religiosas.
Después de un breve encuentro entre el Pontífice y el mandatario en la sala presidencial del aeropuerto, ha comenzado la histórica reunión entre los máximos representantes de la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia Católica, tras casi mil años de distanciamiento.
“Hoy es un día de gracia. Es un regalo de Dios este encuentro con el Patriarca Kirill. Recen por nosotros”, ha afirmado el Papa en su cuenta oficial de Twitter durante el vuelo. La reunión privada ha durado unas dos horas y ha concluido con la firma de una declaración conjunta.
Antes de comenzar las conversaciones en el Salón de Protocolo de la Terminal 1, ambos se han abrazado afectuosamente. Cuando se acercaban uno al otro, Francisco ha exclamado en medio de los flashes: “¡Finalmente!”.
A continuación, ha empezado a hacer comentarios muy breves, diciéndole una y otra vez que “somos hermanos”. Y ha afirmado en tono rotundo: “Está claro que esta es la voluntad de Dios”.
El Primado ruso, que no paraba de sonreír y miraba con enorme cariño al Santo Padre, le ha respondido que “ahora las cosas son más fáciles”. Enseguida se han sentado a dialogar a ambos lados de un crucifijo, acompañados por el metropolita Hilarion y el cardenal Kurt Koch.
El Pontífice ha regalado a Kirill una reliquia de san Cirilo y un cáliz. El Patriarca de Moscú y Toda Rusia ha obsequiado al Papa con una copia, más pequeña que el icono original, de Nuestra Señora de Kazán.
Una vez concluido el encuentro privado, la máxima autoridad ortodoxa rusa ha manifestado que “durante dos horas hemos sostenido una discusión abierta con pleno entendimiento de la responsabilidad de nuestras Iglesias y de nuestro pueblo creyente por el futuro del cristianismo y por el futuro de la civilización humana”. “Los resultados de la conversación me permiten asegurar que actualmente las dos Iglesias pueden cooperar conjuntamente defendiendo a los cristianos en todo el mundo”, ha añadido.
“Con plena responsabilidad, podemos trabajar conjuntamente para que cese la guerra; para que la vida humana se respete en todo el mundo y se fortalezcan las bases de la moral personal, familiar y social; y para que, a través de la participación de la Iglesia en la vida de la sociedad moderna, se glorifique el nombre de Nuestro Señor Jesucristo y del Espíritu Santo”, ha destacado el patriarca Kirill de Moscú.
Por su parte, Francisco ha dicho en español: “Santidad, eminencias, reverencias, hablamos como hermanos, tenemos el mismo bautismo, somos obispos. Hablamos de nuestras Iglesias y coincidimos en que la unidad se hace caminando. Hablamos claramente, sin medias palabras”. “Yo les confieso que he sentido la consolación del Espíritu en este diálogo. Agradezco la humildad de Su Santidad, humildad fraterna y sus buenos deseos de unidad”, ha añadido.
“Hemos salido con una serie de iniciativas que creo que son viables y se podrán realizar”, ha asegurado el Santo Padre. “Por eso, quiero agradecer una vez más a Su Santidad su benévola acogida, como asimismo a los colaboradores y nombro a dos: su eminencia el metropolita Hilarion y su eminencia el cardenal Koch, con todos sus equipos que han trabajado para esto”, ha proseguido. “No quiero irme sin dar un sentido agradecimiento a Cuba, al gran pueblo cubano y a su presidente aquí presente. Agradezco su disponibilidad activa”, ha apuntado.
El Pontífice ha finalizado su intervención improvisada reconociendo que “si sigue así, Cuba será la capital de la unidad”. “Y que todo esto sea para gloria de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y para el bien del santo pueblo fiel de Dios bajo el manto de la Santa Madre de Dios”, ha concluido.
Al término de la reunión, Francisco ha proseguido su viaje a bordo del avión papal hacia Ciudad de México, donde llegará tras dos horas de vuelo a las 19.30 hora local.

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