martes, 26 de abril de 2016

Papa Francisco a refugiados: “Perdonen cerrazón de nuestras sociedades… ustedes son un don”. Tras contar historia de un musulmán que, llorando, le contó como su esposa cristiana fue degollada, el Papa vuelve a pedir que los prófugos no sean vistos como un peso.

El papa Francisco, que hace algunos días regresó de una visita relámpago a la isla de Lesbos en Grecia para revelar al mundo el drama de las familias divididas y golpeadas por la guerra y la destrucción, este lunes 19 de abril pidió perdón a un grupo de refugiados asistidos por los Jesuitas en Roma.
“Perdonen la cerrazón y la indiferencia de nuestras sociedades que temen el cambio de vida que su presencia requiere. Tratados como un peso, un problema, un costo, sin embargo, ustedes son un don”, dijo Francisco a través de un videomensaje dirigido a los refugiados huéspedes del Centro Astalli.
¡Demasiadas veces no los hemos acogido!, denunció en el mensaje enviado con motivo del 35 aniversario de la fundación del Centro que realiza su labor social en Italia para el Servicio Internacional de los Jesuitas a los Refugiados (JRS).
“Su experiencia de dolor y de esperanza nos recuerda que todos somos extranjeros y peregrinos en esta Tierra, acogidos por alguien con generosidad y sin mérito alguno”, explicó tras su último viaje apostólico a la isla griega de Lesbos donde visitó a 3 mil refugiados.
“Aquel que, como ustedes, ha huido de su propia tierra a causa de la opresión, de la guerra, de una naturaleza desfigurada por la contaminación y la desertificación, o de la injusta distribución de los recursos del planeta, es un hermano con el cual compartir el pan, la casa, la vida”, añadió.
El Papa inició su mensaje llamando a la valentía del Evangelio y citó: “Era forastero y me han acogido” (cfr. Mt 25, 35). Era forastero… Cada uno de ustedes, los refugiados que llaman a nuestras puertas tiene el rostro de Dios, es carne de Cristo”.
Ellos – los prófugos – “son el testimonio de cómo nuestro Dios clemente y misericordioso sabe transformar el mal y la injusticia que sufren en un bien para todos”, sostuvo en el mensaje que fue publicado esta mañana durante la presentación del informe anual del Centro Astalli que tuvo lugar en el Teatro Argentina de Roma.
“Porque cada uno de ustedes puede ser un puente que une a pueblos lejanos, que hace posible el encuentro entre culturas y religiones diversas, un camino para redescubrir nuestra humanidad común.… y me han acogido. Era forastero y me han acogido”, añadió Francisco.
Asimismo, agradeció a los que hacen posible la obra de acogida: “Gracias a todos ustedes, mujeres y hombres, laicos y religiosos, operadores y voluntarios, porque muestran en los hechos que si se camina juntos, el camino da menos miedo”.
“Sean siempre testimonio de la belleza del encuentro. Ayuden a nuestra sociedad a escuchar la voz de los refugiados. Sigan caminando con valentía a su lado, acompáñenlos y háganse guiar por ellos: los refugiados conocen los caminos que llevan a la paz porque conocen el olor acre de la guerra”, invitó.
“21.000 refugiados fueron acogidos en el último año por el Centro Astalli en Roma para un total de 36.000 sumados a los huéspedes acogidos en las sedes de Palermo, Catania, Trento y Vicenza, donde aumenta el número de solicitudes”, informó Donatella Parisi, responsable de Comunicación.

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