lunes, 3 de abril de 2017

Montse Grases, camino de los altares una apasionada del basket que contagiaba alegría

Se llama Montse Grases, era de Barcelona y hoy tendría 75 años, pero falleció muy joven, a los 18. Francisco la declaró venerable hace casi un año.

Durante este encuentro en Roma para recordarla, aseguraron que el proceso de beatificación sigue avanzando. 

Le gustaba el baloncesto, el tenis, la música, bailar y hacer teatro. Tenía muchos amigos. Con amigas, daba catequesis a niños de barrios pobres y les llevaban juguetes y dulces. 

Dicen que era una chica muy feliz, que contagiaba alegría también en los momentos más dolorosos del cáncer terminal que provocó su prematura muerte.

MARIA EUGENIA OSSANDÓN 
Teóloga e Historiadora
"Ella era de las que si alguien le decía 'oye, ¿te gustaría hacer esto?' Ella decía que sí porque era un modo de acompañar a la otra persona, su amiga, de hacerla feliz con lo que a la otra le gustaba. Eso está a la mano de todo el mundo”. 

FRANCESCO RUSSO
Causas de los santos, Prelatura del Opus Dei
"Es una figura atrayente porque es una chica que tenía muchos amigos, una chica muy simpática, que le gustaba la música, el teatro... tenía muchas cualidades”. 

En 1954 conoció el Opus Dei, y poco a poco, se dio cuenta de que Dios la llamaba a este camino de la Iglesia. Tenía por delante una vida llena de proyectos. Quería seguir de cerca a Dios sin realizar nada extraordinario.

No se dejó llevar por el pesimismo cuando le diagnosticaron la enfermedad, que se  la llevó el 26 de marzo de 1959.

MARIA EUGENIA OSSANDÓN 
Teóloga e Historiadora
"Una vez le preguntaron cómo era el dolor de la pierna y ella dijo: Es como si un perro rabioso me estuviera mordiendo la rodilla y no me suelta”.

JOSÉ LUIS GUTIERREZ
Postulador de la causa de Montse Grases
"¿Qué nos enseña? Que ella en sus circunstancias fue amando la voluntad de Dios, fue poniéndose en las manos de Dios de manera que cuando le llegó la enfermedad la encontró preparada para aceptarla. Sería falso decir "Bueno, pues tuvo una vida plana sin nada de particular pero le vino la enfermedad como un golpe de gracia”... Prefiero que nos fijemos en su vida anterior, cuando estaba con sus compañeras, con sus amigas, cuando hizo excursiones”. 

Existen estampas para difundir su devoción en muchos idiomas. En 2014 se editaron más de 40.000 en alemán, árabe, chino, japonés, o tagalo. Con su testimonio, recuerda que de verdad es posible encontrar a Dios y tratarlo en el propio ambiente, en la familia y en el trabajo. 

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