martes, 19 de abril de 2016

4 Ideas inspiradoras

MI ARMA
Esta mañana me senté en la banca del parque y le pedí a Dios que me diera ideas para vencer la adversidad y SU GRACIA PARA PODER AMAR  a los que buscan hacerme daño. Qué difícil se me hace amar, cuando sabes que estas personas desean tu mal.
De pronto salió del bolsillo de mi pantalón, mi viejo rosario. Uno que siempre llevo conmigo y que fue confeccionado a mano por un joven fraile franciscano,  amigo mío y un gran  y “loco enamorado” de Jesús.  Una tarde que nos vimos me lo obsequió. “Rece por mí”, me dijo.
Me he sonreído por esta respuesta tan inusitada. Es lo que llaman Diosidencias.
Recuerdo una vez que me detuvieron por algún motivo, y el policía me preguntó si llevaba algún arma. Saqué un rosario y respondí: “Sí… una muy poderosa”.
Se sonrío y me dijo: “Vaya con Dios”.
“El santo Rosario”, es el arma más efectiva de los que lo rezan con devoción. La Virgen se complace en sus hijos cuando rezan el rosario y los protege, como una Madre a sus hijos amados.
Me hizo recordar a mi abuela en Costa Rica. Todas las tardes, en su habitación rezaba el rosario con gran devoción.  Luego, le  llevaban su café con unas galletas o pan recién horneado.
A veces las respuestas no las vemos por tenerlas tan cerca.
Vencemos amando, perdonando  y orando.
Hagamos nosotros lo nuestro.
Dios hará lo demás.

AMA a TODOS
¿Sientes que te persiguen? ¿Quieren hacerte daño? ¿Tienes un problema actualmente? ¿Sufres?
Creo que en alguna medida todos sufrimos. Es parte de la condición humana, imperfecta, temporal.
¿Cómo sobrellevarlo?
 San Agustín decía: “Ama y haz lo que quieras”. 
Parece tan sencillo, pero no lo es.
La condición de amar incluye el perdón.
Primero debes amas a todos, particularmente a los que buscan hacerte daño. Rezar por ellos.
Y no temas… “La verdad te hará libre”.
Ora, haz silencio y acepta con humildad la santa voluntad de Dios…
  ¡Vamos! Ten fe. Y confía en Dios.

DIOS TE AMA
Sin importar lo que hayas hecho  mal o la cantidad de veces que te hayas equivocado…. DIOS TE AMA. ¿Por qué? Muy sencillo, porque Él es amor y amar es lo que hace. Es su naturaleza.
Cuando me llegan fuertes tentaciones pienso en este amor, en Dios que desde el cielo nos  ve ilusionado y me digo: “No puedo hacerle esto al Amor”.
Lo he visto cientos de veces, en amigos,  desconocidos que me cuentas sus vivencias… Experimentas a Dios y lo primero que sientes es un gran amor que te inunda, se desborda y llena cada poro de tu piel. No puedes evitar llorar de alegría, al saberte tan amado.
Su amor te sobrepasa y quisieras amarlos a todos, los buenos, los malos, los que te aman, los que te hacen daño.

DEBES CONFIAR
La verdad es que a menudo no sé qué hacer ante el dolor y la incertidumbre. Busco las opciones que tengo frente a mí y quedo desconcertado. No hay ningún camino a la vista.
Me detengo a pensar. Sé que tengo dos opciones muy claras:
  1. Angustiarme, dejarme llevar por la desesperación. Pasar noches sin dormir, ni poder pensar y sin saber qué hacer.
2. Dejarlo todo en las manos de Dios, rezar, confiar y abandonarme en Su amor.
 Opto por confiar.
“Confía Claudio”, me digo. 
“Debes seguir adelante, estar en La presencia de Dios, en su paz,  luego amar y perdonar”.
Entonces cambio mis pensamientos… de pesimismo a optimista, de inquietud a serenidad.
 “Señor, te ofrezco mis miedos”.
Le entrego todo: mis temores, mis alegrías, mis pecados, mi debilidad… todo.
Decido ser feliz. Y compartir mis alegrías.
De pronto me siento mejor, más tranquilo.  
Y retorna la paz.


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