viernes, 12 de febrero de 2016

EMOTIVA EUCARISTÍA DANDO GRACIAS POR LOS CIEN AÑOS DE DAMIÁN IGUACEN

  • En la celebración, el obispo nivariense leyó un mensaje enviado por el papa Francisco.
La Catedral de Huesca ha acogido a mediodía de este viernes, una celebración especial con ocasión del centenario del nacimiento del obispo emérito de Tenerife, Damián Iguacen Borau.
Cerca de cien concelebrantes, entre sacerdotes y obispos, participaron en la Misa. Entre ellos estaba el prelado nivariense, Bernardo Álvarez, y unos quince diocesanos desplazados para acompañar a D. Damián en fecha tan señalada.
La celebración estuvo presidida por el Obispo de Huesca y Jaca, Julián Ruiz. Su homilía fue una acción de gracias, “primero dar gracias a Dios por D. Damián. Segundo, dar gracias a Dios con D. Damián.  Y tercero dar gracias a D. Damián”- afirmó. “Damos gracias a Don Damián por su estilo de vida, por su coherencia, por su sencillez, por su trabajo constante y silencioso, por sus cartas sobre la Virgen María  que cada año nos han acompañado en forma de felicitación navideña y como un modelo de virtudes que nos estimulan y comprometen”. 
Por su parte, José María Gil Tamayo, secretario general de la Conferencia Episcopal, que fue uno de los concelebrantes, se congratulaba del acto y elogiaba la vida y el servicio pastoral del homenajeado. “Es un ejemplo de dedicación a la Iglesia. Con los años permanece en él esa frescura evangélica de un pastor; su delicadeza, cercanía y cariño a la gente. En el fondo es la expresión de la cercanía a Dios que ha mantenido – expuso. Además, en el transcurso de la Misa se leyó una comunicación del presidente de la Conferencia Episcopal.
El Obispo Nivariense, Bernardo Álvarez, puso voz a un mensaje del papa dirigido a Iguacen. En el mismo Francisco “se une espiritualmente a la acción de gracias a Dios por los dones recibidos en su dilatada vida de pastor y de servicio generoso a la Iglesia”. El obispo de Roma “le asegura un recuerdo en sus oraciones para que el Señor le acompañe siempre en su bondad y le conceda abundancia de paz y serenidad espiritual”. El mensaje concluye encomendando al obispo emérito de Tenerife a la protección de la Virgen María e imparte la bendición apostólica.
 La solemne eucaristía concluyó con la intervención de un emocionado obispo Iguacen Borau que quiso dar “algo más que gracias”. Recomendó un secreto para llegar a los cien años. Una receta que a mí me ha ido muy bien – dijo. “Me ha gustado el arte, he trabajado bastante en el arte religioso y he comprobado las cornucopias,cómo las adornan. Que sepamos hacer una cornucopia para enmarcar nuestra vida. Con cuatro lados: Señor. Sí. Aquí estoy. Amén. Aleluya. Demos gracias al Señor y que lo bendigamos para siempre – finalizó.
(La primera de las fotos de D. Damián es de radio Huesca)

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