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sábado, 27 de mayo de 2017

¿Por qué el Papa Francisco en Fátima se presentó como el “obispo vestido de blanco”?

El Papa Francisco en Santuario de la Virgen de Fátima. Foto: L'Osservatore Romano

En la rueda de prensa durante el vuelo de retorno de Fátima a Roma, el Papa Francisco explicó por qué en su visita al santuario mariano se presentó como “el obispo vestido de blanco”.
Muchos vincularon esta frase al tercer mensaje o secreto de Fátima.
El Santo Padre explicó que “la oración no la hice yo sino el Santuario. Pero yo también he buscado por qué han dicho esto y hay una relación con el blanco”.
“El obispo de blanco, la Virgen de blanco, la vestidura blanca de la inocencia de los niños y luego el bautismo. Es la inocencia”, señaló.
Francisco subrayó que “hay una relación en esa oración sobre el color blanco”.
“Creo que, porque no lo hice yo, literariamente han buscado expresar ese aspecto de inocencia, de paz, inocencia, no hacer mal al otro, de no hacer la guerra”.
El Papa descartó cualquier relación con el tercer mensaje, y precisó que “el entonces Cardenal Ratzinger, en ese tiempo Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo ha explicado todo claramente”.
En su explicación, en un documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe publicado en el año 2000, durante el pontificado de San Juan Pablo II el entonces Cardenal Joseph Ratzinger –hoy Papa Emérito Benedicto XVI– señaló que en el tercer mensaje de Fátima “la figura del Papa tiene un papel especial. En su fatigoso subir a la montaña podemos encontrar indicados con seguridad juntos diversos Papa, que empezando por Pío X hasta el Papa actual han compartido los sufrimientos de este siglo y se han esforzado por avanzar entre ellos por el camino que lleva a la cruz”.
“En la visión también el Papa es matado en el camino de los mártires. ¿No podía el Santo Padre, cuando después del atentado del 13 de mayo de 1981 se hizo llevar el texto de la tercera parte del ‘secreto’, reconocer en él su propio destino? Había estado muy cerca de las puertas de la muerte y él mismo explicó el haberse salvado, con las siguientes palabras: ‘fue una mano materna a guiar la trayectoria de la bala y el Papa agonizante se paró en el umbral de la muerte’ (13 de mayo de 1994)”.
El Cardenal Ratzinger señaló que el hecho “que una ‘mano materna’ haya desviado la bala mortal muestra solo una vez más que no existe un destino inmutable, que la fe y la oración son poderosas, que pueden influir en la historia y, que al final, la oración es más fuerte que las balas, la fe más potente que las divisiones”.

sábado, 13 de mayo de 2017

exto de la oración del Papa Francisco en la Capilla de las Apariciones de Fátima

Papa Francisco: 

Salve Reina,
Bienaventurada Virgen de Fátima,
Señora del Corazón Inmaculado,
refugio y camino que conduce a Dios.
Peregrino de la Luz que procede de tus manos,
doy gracias a Dios Padre que, siempre y en todo lugar, interviene en la historia del hombre;
peregrino de la Paz que tú anuncias en este lugar,
alabo a Cristo, nuestra paz, y le imploro para el mundo la concordia entre todos los pueblos;
peregrino de la Esperanza que el Espíritu anima,
vengo como profeta y mensajero para lavar los pies a todos, en torno a la misma mesa que nos une.

Estribillo cantado por la asamblea

Ave o clemens, ave o pia!
Salve Regina Rosarii Fatimæ.
Ave o clemens, ave o pia!
Ave o dulcis Virgo Maria.

Papa Francisco:

¡Salve, Madre de Misericordia,
Señora de la blanca túnica!
En este lugar, desde el que hace cien años
manifestaste a todo el mundo los designios de la misericordia de nuestro Dios,
miro tu túnica de luz
y, como obispo vestido de blanco,
tengo presente a todos aquellos que,
vestidos con la blancura bautismal,
quieren vivir en Dios
y recitan los misterios de Cristo para obtener la paz.

Estribillo...

Papa Francisco:

¡Salve, vida y dulzura,
salve, esperanza nuestra,
Oh Virgen Peregrina, oh Reina Universal!
Desde lo más profundo de tu ser,
desde tu Inmaculado Corazón,
mira los gozos del ser humano
cuando peregrina hacia la Patria Celeste.
Desde lo más profundo de tu ser,
desde tu Inmaculado Corazón,
mira los dolores de la familia humana
que gime y llora en este valle de lágrimas.
Desde lo más íntimo de tu ser,
desde tu Inmaculado Corazón,
adórnanos con el fulgor de las joyas de tu corona
y haznos peregrinos como tú fuiste peregrina.
Con tu sonrisa virginal,
acrecienta la alegría de la Iglesia de Cristo.
Con tu mirada de dulzura,
fortalece la esperanza de los hijos de Dios.
Con tus manos orantes que elevas al Señor,
une a todos en una única familia humana.

Estribillo ...

Papa Francisco:
¡Oh clemente, oh piadosa,
Oh dulce Virgen María,
Reina del Rosario de Fátima!
Haz que sigamos el ejemplo de los beatos Francisco y Jacinta,
y de todos los que se entregan al anuncio del Evangelio.
Recorreremos, así, todas las rutas,
seremos peregrinos de todos los caminos,
derribaremos todos los muros
y superaremos todas las fronteras,
yendo a todas las periferias,
para revelar allí la justicia y la paz de Dios.
Seremos, con la alegría del Evangelio, la Iglesia vestida de blanco,
de un candor blanqueado en la sangre del Cordero
derramada también hoy en todas las guerras que destruyen el mundo en que vivimos.
Y así seremos, como tú, imagen de la columna refulgente
que ilumina los caminos del mundo,
manifestando a todos que Dios existe,
que Dios está,
que Dios habita en medio de su pueblo,
ayer, hoy y por toda la eternidad.

Estribillo...

Papa Francisco junto con todos los fieles:

¡Salve, Madre del Señor,
Virgen María, Reina del Rosario de Fátima!
Bendita entre todas las mujeres,
eres la imagen de la Iglesia vestida de luz pascual,
eres el orgullo de nuestro pueblo,
eres el triunfo frente a los ataques del mal.

Profecía del Amor misericordioso del Padre,
Maestra del Anuncio de la Buena Noticia del Hijo,
Signo del Fuego ardiente del Espíritu Santo,
enséñanos, en este valle de alegrías y de dolores,
las verdades eternas que el Padre revela a los pequeños.

Muéstranos la fuerza de tu manto protector.
En tu Corazón Inmaculado,
sé el refugio de los pecadores
y el camino que conduce a Dios.

Unido a mis hermanos,
en la Fe, la Esperanza y el Amor,
me entrego a Ti.
Unido a mis hermanos, por ti, me consagro a Dios,
Oh Virgen del Rosario de Fátima.
Y cuando al final me veré envuelto por la Luz que nos viene de tus manos,
daré gloria al Señor por los siglos de los siglos.

Amén.


San José también estuvo en el milagro del sol de Fátima y este es su significado

Sobre las apariciones de la Virgen de Fátima en Portugal muchas personas deben haber oído hablar del “Milagro del Sol” de 1917, pero pocos conocen que San José también estuvo presente en la visión de Sor Lucía.
La Sierva de Dios y vidente de Fátima, Sor Lucía, describió la aparición en sus Memorias: “Desaparecida Nuestra Señora en la inmensa lejanía del firmamento, vimos al lado del sol, a San José con el Niño y a Nuestra Señora vestida de blanco, con un manto azul. San José con el Niño parecían bendecir al mundo, con unos gestos que hacían con la mano en forma de cruz”.
“Esto reitera la importancia del papel de San José dentro de la Iglesia. Dice tanto para nuestro mundo de hoy. Es el gigante silencioso, el amigo olvidado que está constantemente presente”, explicó Mike Wick, director ejecutivo del Institute on Religious Life, apostolado que promueve y apoya el crecimiento, desarrollo y renovación de la vida consagrada.
Además, Wick dijo que la presencia de la Sagrada Familia en la última aparición de Fátima es un “recordatorio oportuno” de que la Iglesia debe ser “la familia de Dios”.
“San José, que es jefe de la Sagrada Familia, nos da una gran instrucción sobre el plan de Dios”, añadió.
En ese sentido, Mons. Joseph Cirrincione, estudioso por más de 40 años de las apariciones de Fátima, detalló en su libro “St. Joseph, Fatima and Fatherhood” (1989) que las apariciones definitivamente son un recordatorio de la importancia de la paternidad.
“La paternidad de San José, como con todos los padres humanos, es el reflejo en una criatura de la paternidad de Dios Padre. La visión de San José y del Niño Jesús bendiciendo al mundo, con María al lado del sol, que no ha dejado su lugar, es la seguridad de Dios de que, aunque el hombre pueda rechazarlo, Dios nunca rechazará al hombre”, enfatizó.
Cuando la pacífica escena familiar es interrumpida por los giros del sol durante el Milagro del Sol, Mons. Cirrincione cree que se trata de “un presagio siniestro de las consecuencias para el mundo, que seguramente se sentirán si la verdadera paternidad de Dios y el tradicional papel fuerte del padre de la familia son rechazados por la humanidad”.
“El Milagro del Sol representa no tanto una amenaza de males venideros, sino un presagio del destronamiento de Dios Padre y una indicación de las terribles consecuencias que seguirán”, resaltó.
Mons. Cirrincione explicó “que la paternidad humana, como reflejo de la paternidad de Dios, fue diseñada para ser el pilar de la familia” y que la “desaparición de la estima por la paternidad ha llevado al colapso de ese pilar y a la desintegración de la familia”.
En el siglo IX, el Papa León XIII consagró el mes de octubre a la Virgen del Rosario –título con el que María se llamaría a sí misma en Fátima–, y en su encíclica Quamquam Pluries (Devoción a San José) de 1889, el Papa pidió “que el pueblo cristiano invoque continuamente, con gran piedad y confianza, junto con la Madre de Dios, a su casto esposo San José”.
Debido a que era “de gran importancia la devoción a San José” este Papa escribió y ofreció una oración al Santo Custodio para que fuera recitada después del Rosario durante el mes de octubre.
La oración puede encontrarla AQUÍ

viernes, 12 de mayo de 2017

Con esta oración el Papa consagró el mundo a la protección de la Virgen de Fátima

El Papa Francisco junto a una imagen de la Virgen de Fátima en el Vaticano / Crédito: Lauren Cater (ACI Prensa)

Ante unas 100 mil personas presentes en la Plaza de San Pedro el 13 de octubre de 2013, el Papa Francisco consagró el mundo a la protección de la Virgen de Fátima.
Esta es la oración de consagración que rezó el Santo Padre ante la imagen original de la Virgen de Fátima que fue llevada a Roma desde su santuario en Portugal:
Bienaventurada María Virgen de Fátima,
con renovada gratitud por tu presencia maternal
unimos nuestra voz a la de todas las generaciones
que te llaman bienaventurada.

Celebramos en ti las grandes obras de Dios,
que nunca se cansa de inclinarse
con misericordia hacia la humanidad,
afligida por el mal y herida por el pecado,
para curarla y salvarla.

Acoge con benevolencia de Madre
el acto de consagración que hoy hacemos con confianza,
ante esta imagen tuya tan querida por nosotros.

Estamos seguros de que cada uno de nosotros
es precioso a tus ojos y que nada de lo que
habita en nuestros corazones es ajeno a ti.

Nos dejamos alcanzar por tu dulcísima mirada
y recibimos la consoladora caricia de tu sonrisa.

Custodia nuestra vida entre tus brazos:
bendice y refuerza todo deseo de bien;
reaviva y alimenta la fe;
sostiene e ilumina la esperanza;
suscita y anima la caridad;
guíanos a todos nosotros por el camino de la santidad.

Enséñanos tu mismo amor de predilección
por los pequeños y los pobres,
por los excluidos y los que sufren,
por los pecadores y los extraviados de corazón:
congrega a todos bajo tu protección
y entrégalos a todos a tu dilecto Hijo,
el Señor nuestro Jesús. Amén.

Esta fue la explicación del Cardenal Ratzinger sobre el tercer secreto de Fátima

Cardenal Joseph Ratzinger y Virgen de Fátima / Paul Badde (EWTN) / Our Lady of Fatima International Pilgrim Statue (CC BY-SA 2.0)

Como respuesta a las malinterpretaciones del “tercer secreto” de Fátima que algunos asocian a un “caos apocalíptico”, el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y luego Papa Benedicto XVI, explicó el sentido del texto y cómo puede servir para comprender y vivir mejor el Evangelio.
La tercera parte del secreto de Fátima fue revelado el 13 de julio de 1917 a los tres pastorcitos en Cova da Iria y transcrito por Sor Lucía el 3 de enero de 1944. Fue hecho público por el Secretario de Estado, Cardenal Angelo Sodano, el 13 de mayo del 2000.
Los mensajes transmitidos por la Virgen María exhortan al arrepentimiento, conversión, oración y penitencia como medios de reparación por los pecados.
Según el Cardenal, el llamado a la penitencia es una exhortación a comprender los signos de los tiempos y a la conversión. La penitencia, además, es la respuesta a un momento histórico determinado que se caracteriza por grandes dificultades.
En el secreto hay un elemento que se refiere a un “ángel con la espada de fuego”. Para el Cardenal este elemento no es fantasía: se refiere a las armas de fuego, que el hombre mismo ha inventado.
Otro elemento de la visión es la fuerza que se opone a la destrucción: el esplendor de la Virgen, que proviene de la penitencia. Esto quiere decir, que la penitencia y la oración tienen el poder de cambiar las predicciones hacia el bien.
El mejor ejemplo, afirma, es que el Papa Juan Pablo II sobrevivió al atentado del 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro, pese a que en el secreto predecía su muerte.
Acerca de los tres elementos que aparecen en el secreto (una montaña escarpada, una gran ciudad medio en ruinas, y una gran cruz de troncos rústicos), Ratzinger señala que la montaña es el costoso camino que el hombre debe atravesar y la ciudad en ruinas representa las desgracias que el propio hombre ocasionó con las guerras.
Sobre la montaña está la cruz, el objetivo final, donde la destrucción se transforma en salvación. Por ello, estos símbolos tienen un sentido de esperanza.                                                 
El Obispo de blanco (el Papa), tendrá que subir por esa montaña y atravesar la ciudad en ruinas. El Papa precede a los demás, cuyo camino también pasa en medio de los cadáveres. Benedicto indica que la travesía del Papa simboliza el camino de la Iglesia en medio de la violencia, las destrucciones y las persecuciones.

"En la visión podemos reconocer el siglo pasado como siglo de los mártires, como siglo de los sufrimientos y de las persecuciones contra la Iglesia, como el siglo de las guerras mundiales y de muchas guerras locales que han llenado toda su segunda mitad y han hecho experimentar nuevas formas de crueldad. En el 'espejo' de esta visión vemos pasar a los testigos de la fe de decenios".                                 

Esta parte del secreto concluye con una señal de esperanza: Que ningún sufrimiento es en vano. Porque la sangre de los mártires purifica y renueva. De ahí se levantará una Iglesia triunfante. También, la sangre derramada sobre la cruz representa la vivencia actual del sufrimiento de Cristo y la promesa de salvación.                  
El Tercer Secreto de Fátima
Este es el Tercer Secreto de Fátima escrito por Sor Lucía:                          
“Escribo en obediencia a Vos, Dios mío, que lo ordenáis por medio de Su Excelencia Reverendísima el Señor Obispo de Leiria y de la Santísima Madre vuestra y mía. Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: « algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él» a un Obispo vestido de Blanco « hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre». También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios”.
Si desea leer los secretos y la explicación completa haga clic en el AQUÍ.

jueves, 11 de mayo de 2017

San Juan Pablo II y la Virgen de Fátima: Una historia que unió el cielo y la tierra

Juan Pablo II y la Virgen de Fátima / Foto: L'Osservatore Romano

Era el 13 de mayo de 1981, San Juan Pablo II en el papamóvil recorría la Plaza de San Pedro saludando y bendiciendo a los fieles; de pronto el turco Alí Agca sacó un arma y disparó contra el Papa peregrino que cayó gravemente herido.
Este atentado no acabó con su vida porque una “mano materna” intervino.
Mientras San Juan Pablo II se recuperaba en el hospital pidió toda la documentación sobre la Virgen de Fátima. Más adelante, el Pontífice empezó a trabajar para cumplir el segundo secreto de la Virgen, en el que la Madre de Dios pedía que se consagrase Rusia a su Inmaculado Corazón.
Una imagen de Nuestra Señora de Fátima le fue llevada al Papa en Castel Gandolfo y el santo pidió que se construyera en Polonia una pequeña iglesia en la frontera con la Unión Soviética, donde fue colocada la imagen mirando hacia Rusia.
Un año después del atentado, el 13 de mayo de 1982, Juan Pablo II viajó por primera vez a Fátima para "agradecer a la Virgen su intervención para la salvación de mi vida y el restablecimiento de mi salud".
Un año más tarde, Juan Pablo II formalizó su devoción y agradecimiento a la Virgen donando al Santuario de Fátima la bala que le extrajeron, la misma que está engarzada en la aureola de la corona de la imagen mariana que preside el santuario.
El 8 de diciembre de 1983 San Juan Pablo II envió una carta a los obispos del mundo, incluyendo ortodoxos, expresándoles sus intenciones de consagrar Rusia al Corazón de María y les añadió la oración especial para que ellos hicieran lo mismo en sus diócesis.
Días después, el Papa visitó en la cárcel a Alí Agca, quien le habló de Fátima: "¿Por qué no murió? Yo sé que apunté el arma como debía y sé que la bala era devastadora y mortal. ¿Por qué entonces no murió? ¿Por qué todos hablan de Fátima?"
El 25 de marzo de 1984, Fiesta de la Anunciación, el Pontífice consagró todos los hombres y pueblos, incluida Rusia, a María Santísima y en unión espiritual con los obispos del mundo. Luego Sor Lucía, la tercera vidente, confirmó que esta consagración “ha sido hecha tal como Nuestra Señora había pedido”.

En el 2000 San Juan Pablo II viajó a Fátima y el 13 de mayo beatificó a los otros dos videntes de la Virgen, Francisco y Jacinta Marto. Luego se anunció la publicación de la “tercera parte” del secreto de Fátima que se efectuó el 26 de junio de ese año.
El entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Joseph Ratzinger, hizo un comentario teológico a este secreto revelado en el que se veía a un Obispo vestido de blanco y que es muerto ante una cruz.
“¿No podía el Santo Padre, cuando después del atentado del 13 de mayo de 1981 se hizo llevar el texto de la tercera parte del ‘secreto’, reconocer en él su propio destino? Había estado muy cerca de las puertas de la muerte y él mismo explicó el haberse salvado, con las siguientes palabras: ‘...fue una mano materna a guiar la trayectoria de la bala y el Papa agonizante se paró en el umbral de la muerte’ (13 de mayo de 1994)”, destacó el Cardenal.
“Que una ‘mano materna’ haya desviado la bala mortal muestra sólo una vez más que no existe un destino inmutable, que la fe y la oración son poderosas, que pueden influir en la historia y, que al final, la oración es más fuerte que las balas, la fe más potente que las divisiones”, enfatizó.
Más información en el especial de la Virgen de Fátima.

domingo, 7 de mayo de 2017

Así puedes obtener indulgencia plenaria por 100 años de Virgen de Fátima

Imagen de la Virgen de Fátima en el Santuario en Portugal / Foto: Facebook Santuario de Fátima

Por los 100 años de las apariciones de la Virgen de Fátima en Portugal, el Papa Francisco ha decidido conceder la indulgencia plenaria durante todo el Año Jubilar que comenzó el 27 de noviembre y terminará  el 26 de noviembre de 2017.
El Santuario de Fátima indicó que para obtener las indulgencias plenarias los fieles deben  cumplir primero con condiciones habituales: confesarse, comulgar y rezar por las intenciones del Santo Padre.
En declaraciones a ACI Prensa, el secretario de la rectoría del Santuario de Fátima en Portugal, André Pereira, explicó que las indulgencias plenarias podrán obtenerse durante todo el Año Jubilar y para ello existen tres maneras, detalladas en un comunicado publicado en el sitio web del santuario.
1.- Peregrinar al Santuario
La primera forma es que “los fieles vengan en peregrinación al Santuario de Fátima en Portugal y que allí participen en una celebración u oración dedicada a la Virgen”.
Además de ello los fieles deben rezar el Padrenuestro, recitar el Credo e invocar a la Madre de Dios.
2.- Ante cualquier imagen de la Virgen de Fátima en todo el mundo
La segunda forma se aplica para “los fieles piadosos que visitan con devoción una imagen de Nuestra Señora de Fátima expuesta solemnemente a la veneración pública en cualquier templo, oratorio o local adecuado en los días de los aniversarios de las apariciones, el 13 de cada mes desde mayo hasta octubre (de 2017), y participen allí devotamente en alguna celebración u oración en honor de la Virgen María”.
Al respecto de la segunda forma, el secretario de la rectoría del Santuario de Fátima indicó a ACI Prensa que la visita a la imagen la Virgen “no tiene que ser necesariamente solo en Fátima o exclusivamente en Portugal” sino que puede ser en cualquier parte del mundo.
También se debe rezar un Padrenuestro, el Credo e invocar a la Virgen de Fátima.
3.- Ancianos y enfermos
La tercera forma de obtener una indulgencia se aplica a las personas que por la edad, enfermedad u otra causa grave estén impedidos de movilizarse.
Pueden rezar ante una imagen de la Virgen de Fátima y deben unirse espiritualmente en las celebraciones jubilares en los días de las apariciones, los días 13 de cada mes, entre mayo y octubre de 2017.
Además tienen que “ofrecer con confianza a Dios misericordioso, a través de María, sus oraciones y dolores o los sacrificios de su propia vida”.

viernes, 13 de enero de 2017

Así puedes obtener indulgencia plenaria por 100 años de Virgen de Fátima

Imagen de la Virgen de Fátima en el Santuario en Portugal / Foto: Facebook Santuario de Fátima


Por los 100 años de las apariciones de la Virgen de Fátima en Portugal, el Papa Francisco ha decidido conceder la indulgencia plenaria durante todo el Año Jubilar que comenzó el 27 de noviembre y terminará  el 26 de noviembre de 2017.
El Santuario de Fátima indicó que para obtener las indulgencias plenarias los fieles deben  cumplir primero con condiciones habituales: confesarse, comulgar y rezar por las intenciones del Santo Padre.
En declaraciones a ACI Prensa, el secretario de la rectoría del Santuario de Fátima en Portugal, André Pereira, explicó que las indulgencias plenarias podrán obtenerse durante todo el Año Jubilar y para ello existen tres maneras, detalladas en un comunicado publicado en el sitio web del santuario.
1.- Peregrinar al Santuario
La primera forma es que “los fieles vengan en peregrinación al Santuario de Fátima en Portugal y que allí participen en una celebración u oración dedicada a la Virgen”.
Además de ello los fieles deben rezar el Padrenuestro, recitar el Credo e invocar a la Madre de Dios.
2.- Ante cualquier imagen de la Virgen de Fátima en todo el mundo
La segunda forma se aplica para “los fieles piadosos que visitan con devoción una imagen de Nuestra Señora de Fátima expuesta solemnemente a la veneración pública en cualquier templo, oratorio o local adecuado en los días de los aniversarios de las apariciones, el 13 de cada mes desde mayo hasta octubre (de 2017), y participen allí devotamente en alguna celebración u oración en honor de la Virgen María”.
Al respecto de la segunda forma, el secretario de la rectoría del Santuario de Fátima indicó a ACI Prensa que la visita a la imagen la Virgen “no tiene que ser necesariamente solo en Fátima o exclusivamente en Portugal” sino que puede ser en cualquier parte del mundo.
También se debe rezar un Padrenuestro, el Credo e invocar a la Virgen de Fátima.
3.- Ancianos y enfermos
La tercera forma de obtener una indulgencia se aplica a las personas que por la edad, enfermedad u otra causa grave estén impedidos de movilizarse.
Pueden rezar ante una imagen de la Virgen de Fátima y deben unirse espiritualmente en las celebraciones jubilares en los días de las apariciones, los días 13 de cada mes, entre mayo y octubre de 2017.
Además tienen que “ofrecer con confianza a Dios misericordioso, a través de María, sus oraciones y dolores o los sacrificios de su propia vida”.